30.01.2015 Views

LA CHOLEDAD ANTIESTATAL. El anarcosindicalismo en el ...

LA CHOLEDAD ANTIESTATAL. El anarcosindicalismo en el ...

LA CHOLEDAD ANTIESTATAL. El anarcosindicalismo en el ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Al llegar a esta ciudad nos informamos que la Federación se<br />

hallaba <strong>en</strong> receso […]. Solicitamos una <strong>en</strong>trevista con <strong>el</strong> Secretario<br />

G<strong>en</strong>eral, <strong>el</strong> que nos condujo al local de la Federación. Nuestra<br />

sorpresa al ingresar al referido local fue indescriptible. Encontramos<br />

presidi<strong>en</strong>do la sala un escudo de Bolivia, varias banderas<br />

tricolores y los retratos de Bolívar y Sucre. La sala era <strong>en</strong> sí una<br />

<strong>el</strong>egante oficina burguesa, con varias máquinas de escribir, estantes<br />

repletos de libros como <strong>el</strong> “Código P<strong>en</strong>al”, etc. […]. Todo<br />

este m<strong>en</strong>aje adquirido con dinero d<strong>el</strong> Estado, pues la Federación<br />

recibía un subsidio anual de 2.000 bolivianos; <strong>el</strong> secretario era<br />

poco m<strong>en</strong>os que un empleado público. Naturalm<strong>en</strong>te, tratamos<br />

de reori<strong>en</strong>tar a la Federación por <strong>el</strong> que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos <strong>el</strong> verdadero<br />

camino que ha de conducir a la emancipación de los trabajadores,<br />

pero se asustaron de nuestras expresiones. En vista de esto,<br />

com<strong>en</strong>zamos a trabajar por la reorganización sobre bases nuevas<br />

que nos llevarán a la cumbre de nuestro ideal. Poco tiempo después<br />

llegó un camarada de la Arg<strong>en</strong>tina, boliviano, que estuvo<br />

mucho tiempo militando <strong>en</strong> las organizaciones de la FORA, con<br />

cuya ayuda eficaz pudimos reorganizar <strong>el</strong> Sindicato de los Trabajadores<br />

<strong>en</strong> Madera, germ<strong>en</strong> de la poderosa organización actual<br />

(<strong>en</strong> La Contin<strong>en</strong>tal Obrera. Nº 13. Septiembre de 1930).<br />

Estos trabajos preparatorios para la refundación de la FOT<br />

ocurrían <strong>en</strong> febrero de 1930. A partir de ese mom<strong>en</strong>to, y gracias<br />

al revivido Sindicato de Trabajadores <strong>en</strong> Madera, los Moisés<br />

junto a Luis Gallardo contribuyeron al surgimi<strong>en</strong>to de otras<br />

organizaciones laborales <strong>en</strong> la ciudad e incluso <strong>en</strong> algunos distritos<br />

mineros. La carta de Gabri<strong>el</strong> Moisés también da cu<strong>en</strong>ta<br />

de una serie de reuniones, mitines y asambleas, seguidas de la<br />

infaltable represión policial, pese a la cual los activistas pudieron<br />

crear <strong>en</strong> muy poco tiempo un impresionante movimi<strong>en</strong>to<br />

laboral, reestructurando finalm<strong>en</strong>te la vieja FOT orureña sobre<br />

sólidas bases artesanales y mineras. Al respecto Lora (1970: 88)<br />

m<strong>en</strong>ciona que <strong>el</strong> 25 de marzo de 1930 <strong>el</strong> Sindicato minero de<br />

San José “reinició” sus labores gracias a la FOT <strong>en</strong> una empresa<br />

que por <strong>en</strong>tonces contaba con 3.500 obreros. En contraste con<br />

esto Trifonio D<strong>el</strong>gado (1984: 88) señala que <strong>el</strong> sindicato d<strong>el</strong><br />

c<strong>en</strong>tro minero de San José nació bajo los auspicios de la FOT<br />

orureña, es decir no se trató de una reorganización, y que dicho<br />

organismo sindical fue <strong>el</strong> primero <strong>en</strong> esa zona. En fin, la influ<strong>en</strong>cia<br />

de la r<strong>en</strong>acida federación se ext<strong>en</strong>dió también a los mineros<br />

de Uncía y Huanuni y a los ferroviarios de Uyuni. Lora com<strong>en</strong>ta<br />

así esta rápida expansión:<br />

Los anarquistas compr<strong>en</strong>dían que la organización de sindicatos<br />

<strong>en</strong> las minas más grandes (Catavi, Siglo XX, Uncía y<br />

Huanuni) era un factor decisivo para <strong>el</strong> porv<strong>en</strong>ir y fortalecimi<strong>en</strong>to<br />

de la Federación. Sin embargo, <strong>el</strong> estrecho control que<br />

las autoridades ejercían sobre estos distritos obstaculizaba <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te<br />

este trabajo. Los d<strong>el</strong>egados que se <strong>en</strong>viaban caían con<br />

mucha frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las garras de la policía [...]. En Huanuni se<br />

paró un sindicato y <strong>el</strong> hombre fuerte de los anarquistas era un<br />

tal Lara (1970: 88).<br />

Las actividades y la propaganda de la FOT ácrata continuaron<br />

sin tregua a lo largo de 1930: <strong>el</strong> primero de mayo, según<br />

r<strong>el</strong>ata Gabri<strong>el</strong> Moisés, más de diez mil trabajadores marcharon<br />

por la ciudad, ocasión <strong>en</strong> la que los dirig<strong>en</strong>tes anarquistas pres<strong>en</strong>taron<br />

<strong>El</strong> Proletario, órgano oficial de la federación que se<br />

editó como semanario bajo la dirección de Jorge Moisés y que<br />

más tarde cambió de nombre adoptando <strong>el</strong> de La Protesta.<br />

Aprovechando esta fecha sacamos a luz nuestro órgano <strong>El</strong><br />

Proletario, <strong>en</strong> <strong>el</strong> cual predicábamos sin ambages la revolución.<br />

Vali<strong>en</strong>te hasta la temeridad, <strong>en</strong> una época <strong>en</strong> que todo estaba<br />

aplastado bajo la tiranía semibárbara de Siles, alcanzó a cuatro<br />

números. Días antes de que apareciera <strong>el</strong> cuarto número fuimos<br />

notificados por la policía de que, “si seguíamos incitando al<br />

pueblo a la revolución, nos harían <strong>en</strong>mudecer a balazos”. Nada<br />

pudo esta am<strong>en</strong>aza. Salió <strong>el</strong> cuarto número más terrible que<br />

ninguno; pero a las seis de la mañana, cuando nos aprestábamos<br />

a ponerlo <strong>en</strong> circulación, fue secuestrado y <strong>en</strong>carc<strong>el</strong>ados los<br />

v<strong>en</strong>dedores especiales. (Éstos eran v<strong>en</strong>dedores especiales, pues<br />

ningún suplem<strong>en</strong>tero quería v<strong>en</strong>der <strong>El</strong> Proletario, por temor<br />

a las represalias de los esbirros d<strong>el</strong> ord<strong>en</strong> burgués). Ap<strong>en</strong>as<br />

secuestrado <strong>el</strong> periódico los compañeros nos pusimos todos <strong>en</strong><br />

movimi<strong>en</strong>to; lo mismo hizo <strong>el</strong> escuadrón de carabineros, que<br />

montó guardia y patrulló por la ciudad de día y de noche. <strong>El</strong><br />

que suscribe fue det<strong>en</strong>ido al día sigui<strong>en</strong>te (Gabri<strong>el</strong> Moisés <strong>en</strong> La<br />

Contin<strong>en</strong>tal Obrera. Nº 13. Septiembre de 1930).<br />

Los acusados de redactar y difundir <strong>El</strong> Proletario fueron<br />

trasladados <strong>en</strong> tr<strong>en</strong> hasta Cochabamba desde donde se pret<strong>en</strong>día<br />

llevarlos al Chapare, pero la am<strong>en</strong>aza de hu<strong>el</strong>ga de miles<br />

de trabajadores orureños persuadió a las autoridades para que<br />

liberas<strong>en</strong> a los presos, cosa que se consiguió tras am<strong>en</strong>azas y<br />

demostraciones de fuerza. Luego de tales sucesos las organizaciones<br />

de Oruro empezaron a realizar una amplia campaña por<br />

96 / Huascar Rodríguez García <strong>LA</strong> <strong>CHOLEDAD</strong> <strong>ANTIESTATAL</strong> / 97

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!