La inversión en debate - Diseño Gráfico Ribeiro

po, Nestlé pasó a un sistema de alianzas,
de joint ventures. Dos de ellos con empresas
locales locales –Quilmes, para el agua
mineral, y Sancor, para la comercialización
de lácteos refrigerados–, y un tercero
con Terra, una cooperativa láctea de Nueva
Zelandia.
Devoto enfatizó que una compañía como
Nestlé, al momento de decidir una inversión
exige previsibilidad. “Previsibilidad
en todos los aspectos –cambiaria, laboral,
en el cumplimiento de las leyes–, porque
estando en más de cien países, se ven cosas
buenas, malas y regulares, y los argentinos
no somos los peores de la escuela, pero a
veces somos los más imprevisibles. Y eso es
lo que genera cierto temor”, afirmó.
Sergio Raballo, director ejecutivo de
Capex, después de analizar el panorama
energético mundial para los próximos veinte
años y las consecuencias del efecto invernadero
en el clima y la atmósfera terrestre,
concluyó en que el mundo necesita
nuevas fuentes de energía. Dentro de ese
contexto enmarcó el proyecto de hidrógeno,
a partir de agua dulce, algún tipo de
energía renovable, como puede ser la eólica,
y un proceso de electrólisis mediante.
“Debemos buscar la manera de desarrollar
y consolidar cadenas de producción de
energías libres de emisiones de gases de
efecto invernadero, desde lo que es producción
hasta consumo, y que aseguren
un desarrollo sustentable”, puntualizó.
En su opinión, la Argentina puede jugar
un rol preponderante en el proyecto de
hidrógeno, ya que en la Patagonia, tanto
Chubut como Santa Cruz tienen vientos
con velocidades que oscilan entre 6 y más
de 10 metros por segundo, y que las
mediciones de los dos parques eólicos que
están operando en la región ofrecen factores
de carga del 42 al 47% mientras que en
otros países están en el orden del 25 al
30%.
El proyecto consiste en la instalación de
un parque eólico de 16.000 megawatts,
en un período de diez años, con un proceso
de generación de hidrógeno a través de
electrólisis, con una producción de 13
millones de metros cúbicos de hidrógeno
líquido. Esto abastecería el mercado regional
y, a su vez, gran parte de esa producción
sería para exportación.
Para su realización se necesita una superficie
de 16.000 kilómetros cuadrados en
Chubut y Santa Cruz (aproximadamente
el 0,3 por ciento de las superficies provinciales).
La producción equivaldría al 0,8
“La Patagonia necesita las
inversiones del Estado y
también las de nuestros
empresarios; orientadas
hacia la producción y hacia
una transformación que es
inevitable» (Sergio Acevedo,
gobernador de Santa Cruz).
por ciento de lo que fue la generación
térmica de Estados Unidos, basada en
combustibles fósiles. Esa producción permitiría
abastecer tanto la demanda de los
automotores, como la industrial y residencial,
y requeriría una inversión total
del orden de 19.000 millones de dólares.
En términos de energía, dicha producción
equivaldría a 31 terawatts/hora, con el
beneficio adicional de reducir las emisiones
de carbono en el orden de 40 millones
de toneladas.
Como conclusión, Raballo explicó que el
cambio en la matriz energética mundial es
inevitable, que el hidrógeno es el vector
energético capaz de reemplazar a los combustibles
fósiles, y que la Patagonia cuenta
con importantes valores agregados que
podrían hacer jugar a la Argentina un rol
destacado dentro ese cambio.
Horst Paulmann, presidente de Cencosud,
presentó el caso de Jumbo. Alemán
de nacimiento, argentinochileno por adopción,
Paulmann fue el orador más aplaudido
de la jornada por la calidez con que
contó su trayectoria empresaria.
68 noviembre de 2004