La inversión en debate - Diseño Gráfico Ribeiro

insatisfechas, con la finalidad de solucionar
los inconvenientes de más de cien mil
de esos jóvenes.
Ramírez indicó que la exclusión hace que
los jóvenes pierdan su afiliación social, por
lo tanto, desde el Estado se busca que los
jóvenes se sumen a cualquier proceso de
participación. Por tal motivo se trata de
movilizarlos en función de la política pública;
se alienta el voluntariado juvenil, y
se presta mucha atención a los cambios
culturales, para entender a los jóvenes que
están en un proceso de cambio permanente.
Dijo, también, que potenciar los escenarios
es un punto clave, en el cual pueden
colaborar las organizaciones, sea con ferias
de proyectos, recitales, y todos aquellos
escenarios en los cuales los jóvenes
habitualmente participan.
«La realidad de la juventud
de 18 a 25 años siempre
es peor que la del resto
de la población»
(Alejo Ramírez, Ministerio
de Desarrollo Social).
Deuda pública y solvencia fiscal
En el panel dedicado a analizar la propuesta
de reestructuración de la deuda pública
en default hubo un expositor, Gustavo
Cañonero, economista jefe del Deutsche
Bank para América latina, de Nueva York,
quien afirmó que la propuesta del Gobierno
en principio, es sostenible, y que sólo
cabía preguntarse cuán atractiva es para
los tenedores de deuda. Estimó que los
supuestos macro que se están utilizando
son aceptables y que están dentro de los
rangos que los analistas consideran que
puede ser el futuro económico argentino.
También opinó que el superávit primario
que se ofrece como esfuerzo fiscal para
pagar esa nueva deuda es sustentable y, en
cuanto a los recursos externos, dijo existir
una discusión acerca de si la solvencia
fiscal tiene un correlato en la transferencia
de ingresos entre el exterior y el mercado
doméstico, pero consideró que la disponibilidad
de dólares para pagar la deuda es
consistente.
Cañonero sostuvo que no hay grandes
diferencias entre el marco teórico del Gobierno
y lo que piensan los analistas. Si se
proyecta ese marco que está implícito en la
oferta de reestructuración de la deuda, la
relación deuda/producto, que empieza con
más de 170 por ciento del producto, eventualmente
converge en algo así como el 40
por ciento. “Esto parece ser bastante benigno
pero, en realidad no lo es, porque en
los próximos diez años todavía vamos a
tener ratios de deuda por arriba del 50 por
ciento”, argumentó.
Finalmente, se preguntó si puede haber un
costo de reputación. Dijo que nadie tiene
mucha evidencia de qué es eso. Y recordó
que hubo clientes de bancos que volvieron
a comprar bonos argentinos después del
default, tres meses después de haber dicho
que nunca más iban a comprar un bono
argentino. Sin embargo, advirtió que el
costo para la Argentina ha sido la destrucción
de las instituciones. “Ese es el costo de
reputación que sí se puede medir; es en
términos de la seguridad jurídica que todos
exigen, que tiene que ver con todos los
impedimentos que tiene el sistema bancario
para generar créditos de una manera
ágil. Son esos los costos reputacionales
a los que eventualmente vamos a tener
que hacer frente, para sobrepasar los
niveles de crecimiento que estamos estimando”,
indicó.
Integración interna e
internacional
Dentro de este panel, la cuestión de la
sustentabilidad de la explotación del petróleo
y el gas fue abordada por Walter
Schmale, presidente del Instituto Argentino
del Petróleo y Gas. Dijo que el amago
de crisis que existió en el invierno pasado
74 noviembre de 2004