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diarios, a mediados de la década de los 90. Y a finales de esa misma
década se comenzó la construcción de la infraestructura de carga,
que comenzó a dar sus primeros frutos en el 2001. En ese año, el
movimiento de carga aérea era de alrededor de diez mil toneladas;
para el año siguiente, éste pasó a más de 16 mil, y actualmente es
superior a las 30 mil toneladas anuales. De acuerdo con el Instituto
Mexicano del Transporte, el aeropuerto Ponciano Arriaga pasó del
lugar 48 que ocupaba en 1998, a quinto lugar nacional, por su
movimiento de carga, actualmente.
En la sociedad potosina se señala con gran optimismo, que
esta tendencia positiva se verá acelerada decididamente con la
ampliación de la pista, que permitirá el despegue de aviones del
tipo B747, a plena capacidad, agilizando el movimiento de carga,
desde y hacia el exterior, con vuelos intercontinentales.
Se señala que de todos los aeropuertos del centro del país, el
de SLP es el que reúne todas las condiciones para que las empresas
de logística y las integradoras comiencen a trabajar de inmediato,
al contar ya tanto con operadores como con las instalaciones aduanales
necesarias para el manejo de la carga internacional.
Otros aeropuertos como el de Morelia, el del Bajío, e incluso
el recién inaugurado de Querétaro, tienen la capacidad de pistas
para que despegue un 747, sin embargo, o les faltan operadores o
no tienen instalaciones aduanales. Si a esto añadimos los problemas
de saturación que tienen los aeropuertos de la Ciudad de
México y Guadalajara, se entenderá mejor el potencial del aeropuerto
potosino.
No es por menos que la noticia de la ampliación de la pista,
es vista por la comunidad potosina como un gran acierto del
Gobierno Federal, estatal, y de los concesionarios (Grupo
Aeroportuario Centro Norte), dentro de la actual política de descentralización
de la aviación nacional. Se reconoce que tal ampliación
es el producto de una decisión bien planeada, ya que SLP reúne
todas las ventajas geográficas y económicas, por estar en el centro
del país, y por generarse en los 500 kilómetros a la redonda, el 80%
del producto nacional bruto.
La noticia se da en un momento sumamente favorable de la
industria de carga. Luego de haber permanecido prácticamente
estancada desde finales de la década de los 90s y principios de la
actual, la carga aérea registró un verdadero salto en los dos últimos
años, con un crecimiento cercano al 13 por ciento. En el año 2003,
el movimiento de carga nacional e internacional fue de 497,005
toneladas. En el 2004, tal volumen ascendió a 561,502 toneladas, y
todo parece indicar que al terminar este 2006, la carga aérea sumará
más de 617,000 toneladas. Los expertos estiman un crecimiento
sostenido para el resto de la década, superior al 10 por ciento.