Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
EL DIARIO DE ANA FRANK<br />
Me he propuesto ocuparme <strong>de</strong> mí misma. <strong>El</strong> nunca querría<br />
causarme un pesar. Razón sobrada para no escuchar más que<br />
nuestros corazones y hacernos ambos felices. ¿Por qué no?<br />
Sospecho, Kitty, que tú adivinas un poco mi vacilación, la cual, se<br />
me ocurre, proviene <strong>de</strong> mi franqueza que se opone a toda<br />
gazmoñería. ¿Crees que <strong>de</strong>bo contarle a papá lo que hago? ¿Es<br />
menester que un tercero comparta nuestro secreto? ¿Qué te<br />
parece? Per<strong>de</strong>ría su magia, pero, a<strong>de</strong>más, al contarlo, ¿me<br />
tranquilizaría yo moralmente? Voy a pedirle a él su opinión.<br />
¡Así, sí! Todavía tengo muchas cosas que <strong>de</strong>cirle, pues las<br />
caricias por sí solas no lo son todo. Revelarnos nuestros<br />
pensamientos. Para eso es menester confiar y tener fe el uno en<br />
el otro. Eso nos hará más fuertes a ambos.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Martes 18 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty.<br />
Todo marcha bien aquí. Papá acaba <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que seguramente<br />
pue<strong>de</strong> esperarse para antes <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> mayo operaciones en gran<br />
escala, tanto en Rusia como en Italia y también en la zona<br />
occi<strong>de</strong>ntal; la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> aquí y recuperar la libertad me parece<br />
cada vez más lejana.<br />
Ayer tuve con Peter una conversación que veníamos<br />
posponiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> por lo menos diez días atrás. Se lo expliqué<br />
todo a propósito <strong>de</strong> las muchachas, y le hablé sin escrúpulos <strong>de</strong><br />
las cosas más íntimas. La velada terminó con un beso recíproco,<br />
muy cerca <strong>de</strong> mi boca: es en verdad una sensación maravillosa.<br />
Pienso llevar uno <strong>de</strong> estos días mi diario, con el fin <strong>de</strong> que<br />
profundicemos juntos ciertas cosas. No me produce ninguna<br />
satisfacción estar constantemente en los brazos el uno <strong>de</strong>l otro, y<br />
preferiría saber que él piensa lo mismo.<br />
Tras un invierno prolongado estamos teniendo una primavera<br />
magnífica: el mes <strong>de</strong> abril es espléndido, ni <strong>de</strong>masiado calor ni<br />
<strong>de</strong>masiado frío, con algún pequeño chaparrón <strong>de</strong> vez en cuando.<br />
<strong>El</strong> verdor <strong>de</strong> nuestro castaño va <strong>de</strong>splegándose y, aquí y allá, hasta<br />
se ven pequeños frutos.<br />
<strong>El</strong> sábado una encantadora atención <strong>de</strong> <strong>El</strong>li, cuatro ramitos<br />
<strong>de</strong> flores; tres ramos <strong>de</strong> narcisos y un ramo <strong>de</strong> jacintos silvestres,<br />
este último para mí.<br />
<strong>El</strong> álgebra me aguarda, Kitty. Hasta la vista.<br />
Tuya,<br />
ANA<br />
Viernes 21 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1944<br />
Querida Kitty:<br />
Ayer a la tar<strong>de</strong> me quedé en cama pues tenía dolor <strong>de</strong> garganta,<br />
pero como me aburrí tremendamente, y como no tenía fiebre,<br />
hoy ya estoy levantada. Es el <strong>de</strong>cimoctavo cumpleaños <strong>de</strong> Su Alteza<br />
Real la Princesa Isabel <strong>de</strong> York. La B.B.C. anunció que no se la<br />
<strong>de</strong>clara mayor <strong>de</strong> edad todavía, aunque eso es lo que se acostumbra<br />
entre los hijos <strong>de</strong> reyes. Nos hemos preguntado con qué príncipe<br />
contraerá matrimonio esta belleza, pero no hemos encontrado a<br />
ninguno que nos pareciera a<strong>de</strong>cuado. Tal vez su hermana, la<br />
Princesa Margarita Rosa, se case algún día con el Príncipe Balduino<br />
<strong>de</strong> Bélgica.<br />
Aquí estamos teniendo un contratiempo tras otro. Apenas<br />
fueron reforzadas las puertas <strong>de</strong> la calle, cuando reapareció el<br />
empleado <strong>de</strong>l <strong>de</strong>pósito. Es muy probable que haya sido él quien<br />
robó las patatas, y quiere ahora echar la culpa a <strong>El</strong>li. Como es<br />
comprensible, todos los habitantes <strong>de</strong>l anexo secreto están<br />
indignados. <strong>El</strong>li nunca estuvo tan enojada.<br />
© Pehuén Editores, 2001.<br />
)120(