11.07.2015 Views

Setenta veces siete

Setenta veces siete

Setenta veces siete

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

el perdón en el matrimonio33negaría a Dios la posibilidad de jamás volver a unirlos. Sin embargo,al mismo tiempo aconsejé una separación inmediata con el apoyo dehermanos pastores que los aconsejarían a ambos. Esta separaciónes bíblica. Según el evangelio, si una pareja convive mientras uno delos cónyuges vive en adulterio, ello significa perpetuar el pecado(Corintios 6.15–16). Además, la separación sería una ayuda tanto paraCristina como para Enrique, para que puedan esclarecer sus emocionesa solas. No era cuestión de buscar un remedio instantáneo; elproceso iba a ser largo y doloroso. Había que construir una relacióntotalmente nueva, empezando desde cero.Estuvieron separados varios meses, pero durante ese períodoambos progresaron notablemente en su relación mutua. Al principiosólo tuvieron breves conversaciones telefónicas. Más tarde, éstas sehicieron menos tensas y más largas, y de vez en cuando se visitaron.Enrique dejó de beber, y poco a poco la alegría y la libertad quevienen con el arrepentimiento reemplazaron la agonía de meses deintrospección y examen de conciencia. Cristina pasó por muchosmomentos difíciles, pero anhelaba hacer un nuevo comienzo con suesposo. Sintió un renovado amor por él, y junto con sus hijos (quehabían quedado con ella cuando el padre se mudó de la casa) empezóa orar por él todos los días. Lo más importante fue que ella estabapreparada a perdonarlo por completo. Una vez que reconoció queella misma tenía su parte de culpa por el alejamiento entre ellos, eracapaz de humillarse y encontrarse con Enrique a su nivel.Hoy Enrique y Cristina están juntos otra vez. Fue una ocasión solemnecuando se perdonaron públicamente el uno al otro y renovaronsu matrimonio. Con rostros radiantes canjearon anillos nuevos paracelebrar su nuevo comienzo.Enrique y Cristina no eran los primeros que he aconsejado mientrasatravesaron por la angustia que causa el adulterio, y tal vez noSETENTA VECES SIETEespanol.bruderhof.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!