familiaPor Gabriela Esponda Jones Profesora de Psicología Universidad Anáhuac México SurLa codependencia es un términoque surgió para describir la relaciónque entablan los familiares depersonas que padecen algún tipode adicción. Sin duda, es una palabraun tanto confusa. Comúnmente, quienesno han vivido de cerca una relación de estetipo, piensan que es algo “malo”, porque es ladependencia de algo o de alguien, estar atenidoa algún elemento que esclavice para estar bien,o tener que estar relacionado con una personaen particular para poder salir adelante. Todasestas conductas se refieren, en realidad, a ladependencia y no a la codependencia.¿Qué es lacodependencia?¿Dependencia ocodependencia?La codependencia es una forma de relacionarnoscon una persona que nos resulta significativa.En ella, el codependiente se distingue porhacer propios los problemas del otro, de talmanera que vive resolviendo los asuntosde aquel ser que le importa.La codependencia es un tipo de relación quesurge en la vida adulta. En la infancia, el niñonecesita que le enseñen a resolver sus dificultades,y muchas veces el adulto debe resolverlaspor el chico, toda vez que éste no tiene elnivel de desarrollo personal y cognitivo parahacerlo por sí mismo.La actitud de la codependencia tiene como resultadohacer que el otro (el dependiente) dejede afrontar sus propias dificultades o de resolversus propias necesidades, ya que ha encontradoa alguien que lo haga por él. Podríamosdecir que el codependiente no deja que la otrapersona crezca, manteniéndola en el estatusde minoría de edad.Como resultado de este tipo de relación, enla que tenemos una persona que nos allana elcamino, el “beneficiado” deja de tener la ayudadel aprendizaje y el beneficio de la madurezque se obtienen al afrontar las dificultades quea todos se nos presentan en la vida.De hecho, la inteligencia es la capacidad deresolver eficientemente problemas nuevos.Si tenemos a alguien que sortee nuestrosproblemas, nuestra inquietud intelectual notiene retos y entramos en una zona de confortabilidadque nos torna “discapacitados” paralos retos de la vida laboral, familiar y personal,entre otros.La psicología actual reconoce que la codependencia no es únicamente un modo de relacionarsecon la persona adicta. Podemos ser codependientes de cualquier sujeto, ya sea que padezcauna adicción o no.¿Cómo surge la codependencia?Por lo general, aparece cuando el niño pequeño no recibe reconocimiento de sus padres, se letrata con indiferencia, se le descalifica o se le maltrata. Puesto que el amor de los padres tiene unaimportancia vital para la sobrevivencia emocional del pequeño, éste busca desesperadamenteaprecio y valoración positiva.Lo más común es que lo haga por medio de una actitud complaciente, esto es, darles gusto a laspersonas cuyo amor o aceptación quiere ganar o preservar, poniéndose a sí mismo en últimolugar, y evitando contrariar a quienes son significativos para él o ella.Es así como nace el codependiente. Agrada sobre todo mediante el servicio, que puede tenerla apariencia de generosidad. Con el tiempo, este mecanismo puede volverse “maladaptativo”.Es importante tener en cuenta que el servicio al otro es una gran cualidad, siempre y cuandoel otro no pueda resolver el dilema que se le presenta por sí mismo y por sus propios medios.Cuando alguien hace por nosotros lo que nosotros podemos hacer con nuestros propiosrecursos, entonces estamos cayendo en el juego del codependiente. Para muchos, relacionarsecon un codependiente resulta aparentemente muy cómodo.26 G e n e r a c i ó n A n á h u a c
Menciono la palabra “aparentemente” con la intención deresaltar que el ser humano (y todo ser vivo) tiene como partede su esencia más profunda la necesidad de crecer. Crecemoscuando resolvemos, crecemos cuando enfrentamos, cuandosuperamos obstáculos. La pasividad nos rezaga y retrasa enla adquisición de las habilidades que todos necesitamos paraenfrentar las vicisitudes de la vida.A diferencia de la codependencia, el serviciogeneroso es lo que hacemos por el otro cuandoéste tiene una necesidad real de ayudaConsecuencias¿Qué pasa entonces cuando alguien no nos permite crecer?En primera instancia, podemos sentirnos queridos y hasta“consentidos” por el otro. Pero con el tiempo se va desarrollandoun resentimiento profundo. El codependiente nos“corta las piernas”, de tal manera que perdemos la posibilidadde “caminar” por la vida con nuestros propios pies.Retomando la formación de la personalidad codependiente,es importante destacar que a lo que se inicia como una actitudservil para obtener reconocimiento y cariño, poco a poco sele va agregando otro elemento: el control.Cuando hacemos por el otro lo que él puede hacer por sí mismo,lo dejamos sin la oportunidad de aprender a resolver sus dificultades,de tal manera que se reclina en su codependiente para queéste le remedie sus asuntos. De esta manera, el codependienteadquiere el control sobre la vida del otro. Entonces, la codependenciaresulta una paradoja: se es “servicial”, pero se cobra lafactura de ello con la obtención del control de la vida del otro.Se ha dicho (aunque no he podido encontrar la fuente de talafirmación) que la codependencia la padece 98% de la poblaciónmundial. Pienso que esta cifra no es del todo exagerada.La mayoría de los seres humanos tenemos el impulso deayudar, e inconscientemente esperamos una recompensa: serreconocidos como buenas personas, aunque en varios casostambién nos gusta que dependan de nosotros, pues nos hacesentir importantes.Como toda conducta negativa, existen grados de intensidaden ella. No toda conducta de servicio con expectativa deretribución es codependencia. Quisiera hacer hincapié enla diferencia entre el servicio generoso y la codependencia.El primero es lo que hacemos por el otro cuando éste tieneuna necesidad real de ayuda y que no posee la capacidad deresolverla con sus propios medios; mientras que la segundaes el servicio que está por demás y que le resta a la personaque “servimos” la experiencia de enfrentar retos diarios. En elprimer caso, propiciamos el crecimiento humano del otro; enel otro, obstaculizamos el aprendizaje para la vida de la personaen cuestión.Sabías que...• Cuando una persona tiene problemas, la sociedadpromueve y acepta la codependencia?• Muchos ven a la codependencia como una actitudromántica o una prueba de un amor incondicional?• Poner límites al abuso y las exigencias de otro aquien amamos, no es egoísmo y puede evitarla codependencia?¿Cómo podemos combatirla codependencia?El codependiente, antes que nada, tiene que reconocer que lo es. Esto puedeidentificarse cuando el servicio o las atenciones que ofrecemos nos hacen sentirprofundamente satisfechos y además logramos un acercamiento emocionalcon nuestro beneficiado.Por el contrario, cuando las actitudes de ayuda hacia el otro nos generan resentimientoy percepción de deuda, y sentimos que se abusa de nuestra persona,aquí hablamos de codependencia. Ésta se puede evitar o frenar, en primerainstancia, poniendo límites, por medio de una delimitación clara de qué necesidadesen el otro 1) son reales y 2) no puede resolverlas solo.Entender que nuestra “generosidad” puede tener una doble agenda en la que alservir nos convertimos en salvadores. Al ser “salvador” de una persona autosuficienteestoy haciendo algo egoísta, que es ganar un estatus de persona capaz,eficiente e implícitamente mejor que el otro. Metafóricamente, el mensaje delfalso “salvador” podría ser: “yo ando en auto y tú andas a pie y por eso te tiendola mano”.El codependiente que quiere dejar de serlo debe aprender a discernir las necesidadesde los demás en dos grupos: las reales y las imaginadas. Al hacerlo,podrá acostumbrarse a decir “no” a brindar ayuda donde no es requerida.Conclusiones• La codependencia es un mecanismo de una mala adaptación que, en unprincipio, surge como el esfuerzo del niño devaluado por ganarse el reconocimientode sus padres u otros adultos significativos. Con el paso del tiempo,este mecanismo se desvía y complica en tal forma que hasta se convierteen un sistema de conducta que busca, además del reconocimiento, adquirircontrol.• El control obtenido no es satisfactorio; por el contrario, conduce al resentimientode quien lo ejerce y de quien lo recibe, y forja relaciones insatisfactoriasy disfuncionales.G e n e r a c i ó n A n á h u a c 27