Aforismos AlpinosIÑAKI ÁBALOSNo veo las fantasías <strong>de</strong> la «arquitectura alpina» <strong>de</strong> BrunoTaut en el pasado sino en el presente, como anticipaciones<strong>de</strong> lo por venir, y especialmente como anticipaciones <strong>de</strong>una nueva forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r las construcciones verticales,capaz <strong>de</strong> equilibrar los problemas <strong>de</strong> las metrópolis hiper<strong>de</strong>nsasque florecen como el modo <strong>de</strong> habitar globalizadoen el siglo XXI. Frente a la forma canónica <strong>de</strong>l rascacielosmo<strong>de</strong>rno, esencialmente un esquema <strong>de</strong> optimización <strong>de</strong>ltrabajo burocrático pensado y concebido en contraste conun fondo <strong>de</strong> fábrica urbana tradicional cuya escala menudaresaltaba el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s corporaciones (y su simbologíafálica obviamente masculina), nos encontramos unsiglo <strong>de</strong>spués con ciuda<strong>de</strong>s en las que la verticalidad ha pasadoa ser, ante todo, el modo resi<strong>de</strong>ncial más característicoy masivo, fondo y figura, nueva topografía <strong>de</strong> la ciudad global.En ellas la tensión entre masa e individuo pasa a ser untema arquitectónico crucial, aún irresuelto, cuya exploraciónatraviesa probablemente dos <strong>de</strong> los ejes centrales <strong>de</strong> ArquitecturaAlpina: la altura como mecanismo <strong>de</strong> aislamientoy la simbiosis entre naturaleza y creación artificial, temasque Nietzsche (y no sólo Scheerbart) había i<strong>de</strong>ntificado ensu muy citado aforismo <strong>de</strong> La Gaya Ciencia, «Arquitecturapara los que buscan el Conocimiento» –cuyas raíces estéticasen el romanticismo y el pintoresquismo no <strong>de</strong>bieranmenospreciarse–, al plantear una arquitectura transmutadaen naturaleza humana, ya no divina, aun si las estructurasgóticas son su inspiración central, precisamente al modo enque los autores románticos las habían interpretado –y losexpresionistas retomaron–:Llegará un día –muy pronto quizás– en el que se reconozcalo que le falta a nuestras gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s: lugaressilenciosos, vastos y espaciosos, para la meditación; lugarescon largas galerías acristaladas para los días <strong>de</strong> lluviay <strong>de</strong> sol, a los cuales no llegue el ruido <strong>de</strong> los coches niel pregón <strong>de</strong> los merca<strong>de</strong>res, y don<strong>de</strong> una etiqueta mássutil hasta prohibiría al sacerdote orar en voz alta: edificiosy construcciones que en su conjunto expresaran loque tiene <strong>de</strong> sublime la meditación y el alejamiento <strong>de</strong>lmundo. Pasaron los tiempos en los que tuvo la Iglesia elmonopolio <strong>de</strong> la reflexión, en que la vita contemplativaera siempre ante todo vita religiosa. Todo lo que la Iglesiaha edificado expresa este pensamiento, y yo no veo quepuedan bastarnos sus construcciones, aunque se las sustraiga<strong>de</strong> su finalidad religiosa. Estas construcciones hablanun lenguaje <strong>de</strong>masiado patético y <strong>de</strong>masiado estrecho,como para que nosotros, impíos, podamos meditar allí.
118 ARQUITECTURA ALPINA BRUNO TAUTQueremos traducirnos a nosotros mismo en piedras y enplantas, queremos pasearnos por nosotros mismos cuandocirculemos por esas galerías y esos jardines. (FriedrichNietzsche, «Arquitectura para los que buscan el Conocimiento»,La Gaya Ciencia)La segunda parte <strong>de</strong> Arquitectura Alpina es precisamente unmanual sobre los modos y maneras en que arquitecturay naturaleza podrían restablecer sus vínculos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unaperspectiva expresionista y nihilista. Mientras que las otraspartes <strong>de</strong>l libro pue<strong>de</strong>n interpretarse como un ambiciosotratado sinfónicamente organizado, esta segunda se <strong>de</strong>tieneen los aspectos más técnicos <strong>de</strong>l repertorio formal y suorganización temática y compositiva, en la explicitación <strong>de</strong>los instrumentos y leyes <strong>de</strong> composición <strong>de</strong> una nueva arquitecturapara los que buscan el conocimiento. Por ello suestructura no es lineal como lo es, básicamente, el resto <strong>de</strong>la obra, cuya trayectoria comienza en un lago <strong>de</strong> montañapor el que, ascendiendo <strong>de</strong> forma iniciática, se llega sucesivamentea una fusión alpina, terráquea y cósmica mientrasse avanza en la lectura y contemplación <strong>de</strong> sus distintaspartes. En esta segunda el recorrido se <strong>de</strong>tiene y las sieteláminas se organizan como un catálogo o una guía <strong>de</strong> viajepara iniciados que especifica la aplicación práctica <strong>de</strong> unrepertorio limitado en el que las topografías alpinas –el fondo<strong>de</strong>l valle, las cumbres, los cursos y formas <strong>de</strong>l agua, y lamaterialidad geomorfológica y atmosférica– <strong>de</strong>stilan formasy prototipos paradigmáticos, replicables, en los que son reconociblescomo características más relevantes la impronta<strong>de</strong> la verticalidad alpina y la tensión entre creación colectivay aislamiento espiritual que tal impronta conlleva.El motivo ornamental que encabeza la parte II es ya unanuncio sintético <strong>de</strong> lo que viene a continuación, con sunaturaleza artificiosamente simétrica y el vapor <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>las nubes conformando halos ascen<strong>de</strong>ntes que ro<strong>de</strong>an lospicos triangulares, composición <strong>de</strong>sarrollada en las láminas5, 7 y 8, cada una con diferentes atenciones, pero todascompartiendo dos motivos preferentes: las coronacionesfacetadas mediante triangulaciones y poliedros mixtos amodo <strong>de</strong> gemas cuya asociación vítrea no es difícil <strong>de</strong> hacer,y coronaciones <strong>de</strong> las montañas y cerros <strong>de</strong> orografíaoblonga que se resuelven con arquerías emergentes formandola lacería virtual <strong>de</strong> una cúpula, o bien abiertas haciael firmamento conformando la filigrana <strong>de</strong> un cáliz. A<strong>de</strong>más,el halo ascen<strong>de</strong>nte da a las tres láminas un aire nebulosoque borra cualquier otra atención. Como es sabido,estos dos motivos respon<strong>de</strong>n en clave formal a los escritos<strong>de</strong>l místico Eckhart sobre la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la dualidadfemenino/masculino. Pero el repertorio no se limita a esteesquema un tanto obvio o literal (que en cualquier casorecoge bien el estado <strong>de</strong> ánimo <strong>de</strong> Taut tras haber huido aKattowitz con la profesora <strong>de</strong> su hija), sino que tanto en lalámina 7, en su parte inferior, como <strong>de</strong> forma protagónicaen la lámina 9, se dibujan otras arquitecturas <strong>de</strong> geometríadiferente, rectangular y aterrazada, coincidiendo con suubicación en el fondo <strong>de</strong>l valle, el lugar en el que el vapor<strong>de</strong> las nubes y la nieve se transforma en agua en estadoliquido y en movimiento, dando lugar a una tercera familiageométrica que evoca arquitecturas babilónicas, incas oaztecas, así como ciertas reminiscencias <strong>de</strong> los palacios <strong>de</strong>Nepal. Por el contrario, en las láminas 6 y 10 el fondo <strong>de</strong>lvalle <strong>de</strong>spierta en su fantasía otro cuarto patrón en forma<strong>de</strong> organizaciones florales <strong>de</strong> clara simbología sexual femenina,permitiéndonos todo ello pensar que mientras enlas alturas las formas trianguladas y arqueadas mimetizan ladualidad masculino/femenino en la orografía alpina, en losvalles los aterrazamientos con cascadas o formas floralescoloreadas harían <strong>de</strong> correlato dual adaptado a un modo