Atmósfera alpina Philippe Rahm 125oxígeno es inferior a un 10%. A medida que se ascien<strong>de</strong>,disminuye el índice <strong>de</strong> oxígeno. El moribundo sube <strong>de</strong> formainmediata a la estratosfera, alcanza una atmósfera límitedon<strong>de</strong> el índice <strong>de</strong> oxígeno es cero. Esta ascensión virtualcorrespon<strong>de</strong> exactamente a la disminución <strong>de</strong> oxígeno enel cerebro en el momento en que el corazón se para. Lafalta <strong>de</strong> oxígeno –lo que se conoce por hipoxia– provocaunas reacciones fisiológicas muy fuertes. Las alucinacionesse convierten en algo frecuente en los alpinistas que alcanzanalturas <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 6.000 metros y no llevan máscara <strong>de</strong>oxígeno. Pue<strong>de</strong>n tomar la forma <strong>de</strong> ilusiones somestésicas(como las percepciones distorsionadas <strong>de</strong>l cuerpo o <strong>de</strong>su ubicación en el espacio, la sensación <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>una persona imaginaria o experiencias extra-corporales).Asimismo, pue<strong>de</strong>n tomar la forma <strong>de</strong> alucinaciones visuales(animales, personajes humanos, manchas <strong>de</strong> colores, escenascomplejas) o auditivas (voces humanas, campanilleo, música).Estos síntomas <strong>de</strong> extrema hipoxia tan conocidos en las gran<strong>de</strong>salturas están muy cercanos a los que cuentan las personasque han vivido una experiencia <strong>de</strong> muerte inminente (loque en inglés se llama NDE: Near-Death-Experience). Conexpresiones como «túnel sombrío» o «espacio negro», estaspersonas se refieren a un momento en que la visión seapaga como consecuencia <strong>de</strong> una disminución <strong>de</strong>l aprovisionamiento<strong>de</strong> oxígeno que recibe el ojo. De igual manera,po<strong>de</strong>mos compren<strong>de</strong>r las diversas manifestaciones que lesiguen (sensaciones <strong>de</strong> alegría o <strong>de</strong> terror, reencuentro conla luz, percepciones <strong>de</strong> redobles o tintineo <strong>de</strong> campanas)como la manifestación alucinante engendrada por una falta<strong>de</strong> oxígeno que se correspon<strong>de</strong> con una altitud virtual quepodríamos estimar en 10.000 metros. Ante esta débil tasa<strong>de</strong> oxígeno, el metabolismo humano se sitúa al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>la muerte orgánica, en los límites <strong>de</strong> la vida. ND CULT eraun espacio virtual materialmente <strong>de</strong>finido don<strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong>oxígeno se redujo al 6%. Ofrecía un espacio que bor<strong>de</strong>abala muerte, don<strong>de</strong> la percepción y la conciencia se modificabanen un sentido probablemente próximo al <strong>de</strong> losestados místicos. En estas condiciones físicas límite, la peligrosidad<strong>de</strong> la experiencia era extrema. Podían producirselesiones irreversibles en el cerebro y el riesgo <strong>de</strong> muertetotal era real. Es conocida la relación que existe entre lamontaña y la historia <strong>de</strong> las religiones. Pues bien, ese lazoentre montaña y espiritualidad podría explicarse por medio<strong>de</strong> las alucinaciones producidas por la falta <strong>de</strong> oxígeno tantoen las cimas <strong>de</strong>l Olimpo como en el caso <strong>de</strong> Abraham o enel <strong>de</strong> Nietzsche en Sils-Maria.
126 ARQUITECTURA ALPINA BRUNO TAUTDurante la creación <strong>de</strong>l Hormonorium quedé fuertementeimpresionado por el extraordinario efecto <strong>de</strong> la reverberación<strong>de</strong> la luz sobre el conjunto <strong>de</strong> superficies blancas quehabíamos dispuesto. Así es. La intensa luz que provenía <strong>de</strong>lsuelo se reflejaba, sin que nada la absorbiera, en el techoy en las pare<strong>de</strong>s, rebotando en todas partes hasta suprimir,en último término, cualquier asomo <strong>de</strong> sombra. Esto creabaen el espacio una luminosidad general muy potente ycompletamente homogénea, sin dirección, indiferenciada,y en última instancia muy agradable. Se revelaron entoncesdos efectos ópticos. En primer lugar, la intensa luminosidadque llevaba a la disolución <strong>de</strong>l espacio producía una especie<strong>de</strong> universo homogéneo <strong>de</strong> luz blanca carente <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle yregularidad algunos, sin ninguna zona <strong>de</strong> sombra. Bajo esteblancor absoluto, lo que podía verse en primer plano, <strong>de</strong>forma estupefaciente (lo cual se <strong>de</strong>scubría por primera vez),era el minúsculo polvo adherido al líquido lacrimal. Erancomo unos filamentos minúsculos <strong>de</strong> formas <strong>de</strong>sarticuladasque ascendían hacia lo alto <strong>de</strong>l ojo con cada parpa<strong>de</strong>o, para<strong>de</strong>slizarse lentamente sobre el globo ocular y volver a caeren la parte baja <strong>de</strong> la conjuntiva. Lo que <strong>de</strong> inmediato meimpresionó fue la enorme claridad y niti<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las formasy los colores <strong>de</strong> los objetos o <strong>de</strong> los cuerpos que habíansido introducidos en este espacio totalmente blanco. Podíadiscernir perfecta y uniformemente los rasgos <strong>de</strong> un rostroal mirarlo, sus contornos, su textura, sus matices, carentes <strong>de</strong>sombra alguna, en perfecta neutralidad. El objeto en primerplano se <strong>de</strong>stacaba entonces perfectamente <strong>de</strong> este fondoblanco uniforme. Todo era, finalmente, un perfecto whitecube, un espacio perfecto <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rna presencia muy propiciopara la exhibición <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte, en el que ningúnefecto dramático <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> claroscuro, <strong>de</strong> textura perturbaríala lectura objetiva <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> arte.Es este blancor absoluto <strong>de</strong>l white cube es el que revelaperfectamente las formas, las texturas y los colores <strong>de</strong> losobjetos situados en primer plano, los mismos que elegí parami «Geología blanca», escenografía <strong>de</strong> La fuerza <strong>de</strong>l arte <strong>de</strong>lGrand Palais que realicé en París en 2009, que consistió eninvestigar en torno a un índice <strong>de</strong> elevada reverberación <strong>de</strong>las superficies, tal y como pue<strong>de</strong> darse en un paisaje nevadobajo el sol. La geología blanca proyectada para La fuerza<strong>de</strong>l arte 02, segunda trienal <strong>de</strong> arte contemporáneo en elGrand Palais <strong>de</strong> París, no era en realidad otra cosa que untrabajo sobre la reverberación <strong>de</strong> un segundo plano, sobrela emisión <strong>de</strong>l blanco, un cierto índice <strong>de</strong> reflexión ópticaque se producía en ese segundo plano. La materia <strong>de</strong> estesegundo plano no tenía más importancia que la <strong>de</strong> conformarun índice elevado <strong>de</strong> reverberación, un 80%, don<strong>de</strong> sedifracta, se uniformiza y homogeniza la luz. Era un paisajeblanco, un white cube museístico expandido sobre el cual,y <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l cual, se sitúan, en primer plano, las obras <strong>de</strong>arte dispuestas como objetos naturales. Las formas y loscolores particulares <strong>de</strong> las obras se in<strong>de</strong>pendizan y se revalorizanal recortarse contra este fondo uniforme, neutroy blanco en el que se disuelven las nociones <strong>de</strong> horizonta-