Aforismos alpinos IÑAKI ÁBALOS 119expansivo <strong>de</strong> construcción –horizontal– en vez <strong>de</strong> intensivo–vertical–.La transmutación <strong>de</strong> la arquitectura en naturaleza humanatrascen<strong>de</strong>nte tendría así cuatro principios formales: triangulaciones,arquerías, aterrazamientos, organizaciones florales;y un hilo conductor: el agua en sus estados líquido, sólido ygaseoso, enlazando estos patrones en un continuum vitaly físico. Pero la claridad <strong>de</strong>l esquema y <strong>de</strong> sus referencias<strong>de</strong>saparece parcialmente cuando comparamos las láminas7 y 8 («La Montaña <strong>de</strong> Cristal» y «Región Grotesca»), puesen ellas los mismos motivos se <strong>de</strong>sarrollan en dos clavesestéticas bien diferenciadas, pues si la primera es figurativay <strong>de</strong>sconcertantemente simétrica, la segunda se materializaen clave <strong>de</strong> abstracción cubista, dando incluso a las nubesuna forma <strong>de</strong> rampa ascen<strong>de</strong>nte por plegamientos, generandotodo el conjunto <strong>de</strong> esta forma una tensión dramáticadiferente a la primera cuyo estatismo formal alcanzadramatismo por vía <strong>de</strong> su bizarro perfeccionismo, que nosremite a algo onírico o surreal (un poco a lo Twin Peaks,para enten<strong>de</strong>rnos). A lo largo <strong>de</strong>l libro encontramos reiteradamenteesta otra dualidad entre figurativismo y abstracción,entre or<strong>de</strong>n formal clásico y experiencias plásticasmás arriesgadas –véanse por ejemplo las láminas 21, 22 y29, en las que consi<strong>de</strong>ro hay un mayor interés precisamentepor alejarse <strong>de</strong>l mimetismo natural y plantear formas queprobablemente nunca antes habían sido imaginadas–. Porotra parte, parece evi<strong>de</strong>nte que esta otra dualidad –la <strong>de</strong>una vocación historicista <strong>de</strong>l autor, <strong>de</strong> la que La Corona <strong>de</strong>la Ciudad, escrito unos años antes, da buena cuenta, y la <strong>de</strong>la atención a las vanguardias, abstractas y expresionistas– esconsustancial a todo su proyecto estético, hundiendo susraíces en las concepciones pintorescas y románticas quebuscaron crear un canon unificado para los fenómenos naturalesy las creaciones humanas y, a la vez, profundamenteimbuido <strong>de</strong>l pesimismo y subjetivismo que el expresionismosignificó como reacción a la fe positivista en el progresoy sus brutales «efectos colaterales» <strong>de</strong> la Primera GuerraMundial, que <strong>de</strong>mandaban otra forma <strong>de</strong> situar al sujeto enel mundo, en la naturaleza.Sin duda este esquema <strong>de</strong> patrones formales, con o sinconocimiento consciente <strong>de</strong> sus autores, está presente enmuchas <strong>de</strong> las arquitecturas actuales <strong>de</strong> interés –y lo está,abiertamente, en el trabajo que venimos <strong>de</strong>sarrollando ennuestro estudio–, al igual que es manifiesta la fascinación poruna materialidad vítrea, el color o las conexiones verticalespor planos inclinados formando rampas ascen<strong>de</strong>ntes. Todosestos elementos tienen una vitalidad extrema en la arquitecturaque casi un siglo <strong>de</strong>spués merece el interés <strong>de</strong> crítica ypúblico. No creo necesario, por obvio, insistir en ello, sino enla diferencia esencial que supone el proceso <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ación <strong>de</strong>Bruno Taut, una ambiciosa construcción cosmogónica queenlaza cultura arquitectónica, historia, nuevas ten<strong>de</strong>nciasplásticas, nuevas visiones <strong>de</strong> la naturaleza y líneas <strong>de</strong> pensamientofilosófico coetáneo a través <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l ejerciciovisionario <strong>de</strong> la fantasía y el uso <strong>de</strong> ese médium somáticoque es el apunte o dibujo a mano. Taut necesitaba, comomuy poco <strong>de</strong>spués Le Corbusier, la construcción holística <strong>de</strong>un nuevo mundo imaginario <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el que proyectarse en larealidad. Y a la vez, era consciente <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong>l logocentrismo,<strong>de</strong> la razón y el razonamiento, contraponiendo a lafe racionalista <strong>de</strong>l funcionalismo un método próximo al <strong>de</strong>
120 ARQUITECTURA ALPINA BRUNO TAUTlos aforismos nietzschianos, basado en el viaje iniciático y lapersuasión retórica frente a la estructura formal lógica <strong>de</strong>lsilogismo. Aforismos dibujados, las láminas <strong>de</strong> Taut basan sucapacidad persuasiva, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> en una habilidad encomiable,en su carácter abierto y hasta cierto punto inconexo,con líneas que apuntan figuras pero no las cierran, líneas queno convergen en puntos sino que se <strong>de</strong>slizan una sobre otrao no llegan a tocarse, eludiendo así toda ansia <strong>de</strong> precisión,<strong>de</strong>jando vagar no sólo su fantasía sino la <strong>de</strong> quienes quedanatrapados por esa atmósfera evanescente, sólo completadaen su imaginación. Es esta doble aproximación al proyecto,la creación <strong>de</strong> una cosmogonía fantástica y el recurso a unatécnica que podríamos <strong>de</strong>nominar <strong>de</strong> aforismos plásticos, unejercicio cuya vigencia y eficacia valdría la pena consi<strong>de</strong>rarhoy, pues, si bien es cierto que muchas cosas han cambiado,no lo han hecho la incertidumbre sobre el futuro ni la <strong>de</strong>finición<strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l individuo y la creatividad en un contextohipertecnológico y masificado, sino que más bien se hanintensificado, <strong>de</strong>svelando aún más intensamente los límites<strong>de</strong> la razón para dar respuestas satisfactorias.Quien se acerca con cuidado a este libro aparentementesencillo y cautivadoramente espontáneo va a<strong>de</strong>ntrándosepoco a poco en un universo increíblemente bien estructurado,producto <strong>de</strong> una mente creativa <strong>de</strong> enorme talento,cuya pulsión hacia la construcción <strong>de</strong> una nueva noción <strong>de</strong>belleza le permite a<strong>de</strong>ntrarse en territorios casi inabarcablespor otros medios que no sean los mismos que estructuranel libro; el viaje iniciático, el ejercicio visionario <strong>de</strong> lafantasía, y el sometimiento al médium somático <strong>de</strong> la mano,creando una serie <strong>de</strong> aforismos persuasivos que construyeuna cosmología circular.Muchos <strong>de</strong> estos temas, pero sobre todo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una noción<strong>de</strong> belleza como central al trabajo <strong>de</strong>l arquitecto, están<strong>de</strong> alguna manera presentes en la propuesta <strong>de</strong> dar formaa una nueva belleza termodinámica que venimos <strong>de</strong>sarrollando<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo y que preten<strong>de</strong> catalizar en muypocos principios universales <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n físico y químico unanueva cosmogonía, no muy alejada <strong>de</strong> esa «biotecnología»<strong>de</strong> la que hablan a menudo Ylia Prigogne y Sanford Kwinter,como tampoco anda lejos <strong>de</strong> esa <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> construcción<strong>de</strong> nuevos parlamentos para los humanos y los no humanosque Bruno Latour i<strong>de</strong>ntifica como el espacio característico<strong>de</strong> una nueva <strong>de</strong>mocracia holística –y que no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar<strong>de</strong> ver como próximo, casi idéntico, a la Corona <strong>de</strong> laCiudad <strong>de</strong> Bruno Taut–.