discusi” nSamson y Cal<strong>de</strong>r, (2003) trataron <strong>de</strong> relacionar captura <strong>de</strong> larvas en trampas y daños alcultivo en caña <strong>de</strong> azúcar y no lograron datos concluyentes: en 1995, en la localidad <strong>de</strong>Bundaberg (Australia) encontraron correlación positiva entre daños al cultivo y capturas <strong><strong>de</strong>l</strong>arvas en trampas cebo antes <strong><strong>de</strong>l</strong> cultivo. Sin embargo no se correlacionaron los daños con lascapturas en 1996, ni en 1995 ni en 1996 en Mackay a 525 km. <strong>de</strong> Bundaberg. Aquí seregistraron daños en una parcela don<strong>de</strong> no se había capturado ninguna larva en trampas cebo.Este estudio concluyó que para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un sistema eficaz <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> larvas esnecesaria una inversión muy alta en investigación, que pue<strong>de</strong> no estar justificada en cultivoscomo el caso <strong>de</strong> la caña <strong>de</strong> azúcar en Australia.Así mismo Parker (1994, 1996), <strong>de</strong>dujo que no se pue<strong>de</strong> observar una clara relación entrelas capturas <strong>de</strong> las trampas y un subsiguiente daño en patata. Los cebos sólo pue<strong>de</strong>n ser usadoscomo indicadores <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> infestación. Existen muchos factores que influyen en elnivel <strong>de</strong> daño <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>gusano</strong> <strong>de</strong> <strong>alambre</strong>, como son la edad <strong>de</strong> la población (las larvas <strong>de</strong> mayoredad son los que más daños producen), su actividad en el suelo (los <strong>gusano</strong>s <strong>de</strong> <strong>alambre</strong> pue<strong>de</strong>ncesar su alimentación durante largos periodos; Furlan, 2004), la temperatura y humedad <strong><strong>de</strong>l</strong>suelo (Evans, 1944), el momento <strong>de</strong> recolección (Anónimo, 1948), la especie <strong>de</strong> cultivo, suvariedad, etc. De hecho Parker (1996), en un ensayo realizado en una pra<strong>de</strong>ra antigua con unapoblación inicial alta, encontró que las capturas <strong>de</strong> los cebos no eran elevadas. Esto podría ser<strong>de</strong>bido a que el prado era un pasto viejo, con una estructura <strong>de</strong>nsa, lo que hace que elmovimiento a través <strong>de</strong> ella sea más difícil, o a la elevada disponibilidad <strong>de</strong> fuentes <strong>de</strong>alimentación alternativas a los cebos.Munson et al., (1986) consi<strong>de</strong>ran que utilizando trampas cebo <strong>de</strong> maíz y trigo el umbraleconómico <strong>de</strong> daño es una larva por trampa cebo. Para un programa <strong>de</strong> control integrado,Simmons et al., (1998) establecen una <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> 10 trampas por hectárea, colocadas enprimavera y mantenidas durante una semana. En nuestros ensayos, con una larva por trampacebo,el grado <strong>de</strong> ataque pue<strong>de</strong> ir <strong>de</strong> 4.7 al 57.5 según campos.Nuestros datos se han basado en parcelas con conocida infestación previa por lo que entodos los casos se han registrado ataques. Con nuestros resultados (3.5.2) po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir queeste método, sirve para <strong>de</strong>terminar la presencia o ausencia <strong>de</strong> <strong>gusano</strong> <strong>de</strong> <strong>alambre</strong> pero no parapre<strong>de</strong>cir el grado <strong>de</strong> ataque <strong>de</strong> un modo general para la Llanada Alavesa. Queda por ver si ladiferente relación daños/larvas encontrada para cada campo es característica <strong>de</strong> éste, o bien espuramente aleatoria. Si fuera característica <strong>de</strong> un campo dado, cabría la posibilidad <strong>de</strong>establecer curvas daños/larvas para cada uno <strong>de</strong> ellos.155134
Biolog• a <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>gusano</strong> <strong>de</strong> alamBre (<strong>Agriotes</strong> <strong>spp</strong>.) en la llanada alavesa y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estrategias <strong>de</strong> control integrado en el cultivo <strong>de</strong> la patataA la vista <strong><strong>de</strong>l</strong> ciclo <strong>de</strong> vida que se <strong>de</strong>duce <strong>de</strong> los experimentos en cajas al aire libre (figura45) hay que hacer una reconsi<strong>de</strong>ración fundamental <strong><strong>de</strong>l</strong> muestreo <strong>de</strong> larvas como métodopredictivo <strong><strong>de</strong>l</strong> daño en tubérculo <strong>de</strong> patata. Puesto que las larvas que producen el daño son las <strong>de</strong>2º año, con longitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 15-20 mm, el muestreo previo a la plantación <strong>de</strong>be centrarse en éstas,que en primavera mi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> 3 a 7 mm, <strong>de</strong>sechando las larvas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 15 mm o más (<strong>de</strong> terceraño) que puparán en el transcurso <strong><strong>de</strong>l</strong> verano. Todos los estudios sobre correlación <strong>de</strong> trampasdañosutilizan larvas <strong>de</strong> todos los estadios para las predicciones <strong>de</strong> daños al cultivo por lo que<strong>de</strong>pendiendo <strong><strong>de</strong>l</strong> ciclo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> cada localidad habría que <strong>de</strong>terminar el estadio larvario a teneren cuenta en las capturas. En nuestro caso la variabilidad <strong>de</strong> los resultados pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse a quelas larvas contabilizadas en las capturas iban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> longitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 3 mm hasta 21mm.4.5.3. Control químico en campoCon la prohibición <strong><strong>de</strong>l</strong> uso <strong><strong>de</strong>l</strong> lindano (Decisión <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>2000 relativa a la no inclusión <strong><strong>de</strong>l</strong> lindano en el anexo I <strong>de</strong> la Directiva 91/414/CEE <strong><strong>de</strong>l</strong> Consejoy a la retirada <strong>de</strong> las autorizaciones <strong>de</strong> los productos fitosanitarios que contengan esta sustanciaactiva en la Unión Europea) los agricultores han perdido el recurso más utilizado y efectivo paracontrolar el daño <strong>de</strong> <strong>gusano</strong> <strong>de</strong> <strong>alambre</strong>. En este trabajo se han realizado ensayos para i<strong>de</strong>ntificarinsecticidas que controlen <strong>de</strong> manera aceptable la plaga. Las dificulta<strong>de</strong>s para controlarla no han<strong>de</strong> ser subestimadas. Por una parte las larvas <strong>de</strong> <strong>gusano</strong> <strong>de</strong> <strong>alambre</strong> no están siempre en lasuperficie <strong><strong>de</strong>l</strong> suelo, por ello los insecticidas, para que sean efectivos, han <strong>de</strong> ser enterrados(Thomas et al., 1982) y por otra, el daño en el cultivo <strong>de</strong> la patata se produce a final <strong>de</strong> ciclo(Toba y Turner, 1979) siendo por ello necesaria la utilización <strong>de</strong> insecticidas persistentes, cadavez más difíciles <strong>de</strong> autorizar. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todas estas dificulta<strong>de</strong>s para el control químico <strong>de</strong>esta plaga, hay que tener en cuenta que muchos ensayos para evaluación <strong>de</strong> materias activasefectivas tienen resultados no significativos (Munyaneza, 2001; Sewell, 2004) por lasdificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> muestreo para encontrar zonas con alta población larvaria.Nuestros resultados (3.5.3.1) sugieren que organofosforados como etoprofos controlanbien la plaga, mientras que los carbamatos utilizados, como carbofurano y carbosulfan, aunquereducen la población, no llegan a controlar la plaga por <strong>de</strong>bajo <strong><strong>de</strong>l</strong> umbral exigido por elmercado. Estos resultados coinci<strong>de</strong>n con los estudios realizados en otros países don<strong>de</strong>, engeneral, los carbamatos son menos eficaces que los organofosforados (Parker y Howard, 2001).Hancock et al., (1986) afirman que, aunque algunos productos, incluidos organofosforados ycarbamatos, reducen significativamente el ataque, en general no llegan al control alcanzado porlos organoclorados.156135
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