Nicolás Daminte, centrándose en la representación partidaria yla relación entre intelectuales y política <strong>de</strong> ambasnaciones. La segunda <strong>de</strong>sarrolla los procesos <strong>de</strong>confección <strong>de</strong> “bienes colectivos” a través <strong>de</strong>discursos <strong>de</strong>l Partido dos Trabalhadores (PT) y elpolo no peronista <strong>de</strong>l sistema político Argentino.Salas Oroño propone un ejercicio para pensar laconstrucción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia: compren<strong>de</strong>r las i<strong>de</strong>asy las formas que atraviesan las diferentes esferas <strong>de</strong>la vida social, organizando diferentes “visiones <strong>de</strong>lmundo”, estableciendo pautas <strong>de</strong> comportamiento,construyendo “fronteras políticas” y constituyendosujetos y actores políticos y sociales. Deesta forma, se podría aprehen<strong>de</strong>r y completar unacomprensión <strong>de</strong> la dialéctica general <strong>de</strong> la sociedad.Por lo tanto, se <strong>de</strong>dica a estudiar las capacida<strong>de</strong>sque tienen los partidos para confeccionar “bienescolectivos” y “principios <strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> larealidad social”; así como su influencia en las trayectorias<strong>de</strong> representación, porque éstos tambiéncontribuyen a la “organización <strong>de</strong> opiniones ciudadanas”y a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l programa partidario. Es<strong>de</strong>cir, el autor analiza cómo “las i<strong>de</strong>as, en su sentidoconstructor, performativo, establecen siempre undiálogo con las dinámicas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unasociedad: a veces anticipan procesos políticos, aveces aparecen como productos históricos” (p. 27).La complejidad <strong>de</strong> los diferentes contextossocietarios obligó al autor a profundizar en la historiapolítica <strong>de</strong> ambas socieda<strong>de</strong>s para compren<strong>de</strong>rlos procesos <strong>de</strong> transición política gradual yprolongada <strong>de</strong>l autoritarismo a la <strong>de</strong>mocracia. EnBrasil, durante los años <strong>de</strong> transición <strong>de</strong>mocráticaposterior a la elección presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> TancredoNeves en 1985, se conformó un sistema políticocaracterizado por un “multipartidismo caótico” yuna “fuerte dispersión <strong>de</strong> las opciones políticas”,con una “atomización <strong>de</strong> la actividad política”.Pequeños y numerosos partidos políticos quecompetían por conformar coaliciones que lespermitieran ganar las elecciones y gobernar.Salas Oroño encuentra que, tras la ConstituciónCiudadana <strong>de</strong> 1988, se fue imponiendo un particular“presi<strong>de</strong>ncialismo <strong>de</strong> coalición” que, porla disposición <strong>de</strong> ciertos arreglos institucionales,forzaba un “or<strong>de</strong>n” en el que el eventual “actuar”suponía un juego político asociativo para elgobierno <strong>de</strong> turno y el conjunto <strong>de</strong> los partidos.En esa circunstancia, el Partido dos Trabalhadoresque, por ejemplo, se negó a integrar el gobiernotransicional <strong>de</strong> Itamar Franco (1992-1994), logróestablecer una “frontera política” en el sistemaafirmando su propio “espacio i<strong>de</strong>ológico”: nosólo en términos <strong>de</strong> reclamación, sino más bienreivindicando un “modo petista <strong>de</strong> gobernar”. Al<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> la lógica propuesta por el “or<strong>de</strong>n,no sólo <strong>de</strong>jaba en evi<strong>de</strong>ncia a la mayoría <strong>de</strong> lasfuerzas partidarias, sino que se reafirmaba como“alternativa <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r”. Esta alteridad construidapor el PT reorientó la dinámica interna <strong>de</strong>l sistemapolítico, reorganizando parcialmente losparámetros <strong>de</strong> las múltiples “agendas públicas”.En este sentido, el autor afirma que, gracias a lareestructuración operada en el sistema político,éste se volvió más permeable a la visualización <strong>de</strong><strong>de</strong>mandas, intereses, actores y a la formulación <strong>de</strong>propuestas relacionadas con ellos. Estos cambiosen la interpretación <strong>de</strong> la realidad social fue uno<strong>de</strong> los aportes <strong>de</strong>mocratizantes <strong>de</strong>l PT previos asu victoria electoral. Para 2003, con la elecciónque diera ganador a Luiz Inácio Lula Da Silva,conocido como Lula, el sistema partidario seencontraba “estabilizado” y la representación partidaria“consolidada”. En ese entonces, se inicióun conjunto <strong>de</strong> reformas sociales en Brasil queabarcaron ambiciosos programas <strong>de</strong> promocióny asistencia social que lograron reingresar, vía laampliación <strong>de</strong>l consumo y <strong>de</strong>l trabajo, a ampliossectores excluidos <strong>de</strong> la población.Caso diferente encuentra el autor en la Argentinadon<strong>de</strong>, al inicio <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong>mocrático en 1983,el sistema <strong>de</strong> partidos políticos contaba con dosopciones “fuertes” que operaban como efectivos“organizadores <strong>de</strong> sentidos sociales”: el “PartidoJusticialista” (Partido Peronista) y la “Unión CívicaRadical”. Y, para fines <strong>de</strong> los años noventa, uno <strong>de</strong>los dos polos <strong>de</strong>l juego partidario, el “no peronista”,se hallaba en “crisis y con bajos niveles <strong>de</strong> representaciónpartidaria”. En el año 2001, luego <strong>de</strong> unamplio ciclo <strong>de</strong> protestas sociales, el sistema políticoargentino colapsó con el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l “polono peronista”. En una semana se alternaron cincopresi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> ambos partidos que no duraban ensus cargos porque el sistema no lograba estabilizarsey canalizar las profundas <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> sectores <strong>de</strong>la sociedad. En 2003 se llamaron elecciones quedieron como ganador a Néstor Kirchner por unaalianza conformada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l “polo peronista”<strong>de</strong>l sistema político, con un programa <strong>de</strong> reformassociales <strong>de</strong>mocratizantes.146 × <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>San</strong> <strong>Buenaventura</strong>, <strong>Cali</strong> - Colombia
Sobre I<strong>de</strong>ología y Democracia en Argentina y Brasil entre 1980-2003 - pp. 145-147Según Salas Oroño, la crisis partidaria enArgentina fue también una crisis <strong>de</strong> interpretaciones:la <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> la valoración social<strong>de</strong> los partidos tuvo que ver, entre otros factores,con un mundo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que circuló en el espaciono peronista, con un particular “pacto <strong>de</strong>mocráticoque les proponía actuar al interior <strong>de</strong> unor<strong>de</strong>n (neoliberal) que, a lo largo <strong>de</strong>l ciclo, fueacentuando cada vez más su eje institucionalista,<strong>de</strong>spojándose progresivamente <strong>de</strong> cualquier real yconcreta internalización <strong>de</strong> algún correspondientepacto social (política sin sociedad)” (p. 224), yalejándose <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas sociales.Durante el período consi<strong>de</strong>rado en la tesis,estuvieron en juego particulares perspectivas<strong>de</strong>mocratizadoras y vocaciones <strong>de</strong>mocratizantes <strong>de</strong>los principales actores políticos argentinos y brasileños.Las mismas estaban presentes en nuevosimaginarios sociales que re<strong>de</strong>finieron la <strong>de</strong>mocracialatinoamericana en clave social y que han sido,en muchos casos, alimentados por produccionesintelectuales locales. Por lo tanto, la búsqueda <strong>de</strong>nuevos “criterios <strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> la realidadsocial” se proyecta a nuestros ámbitos académicoscomo un <strong>de</strong>safío y una posibilidad para laconstrucción <strong>de</strong> una sociedad más justa, plural y<strong>de</strong>mocrática.Revista Científica Guillermo <strong>de</strong> Ockham. Vol. 9, No. 2 Julio - diciembre <strong>de</strong> 2011 - ISSN: 1794-192X ‣ 147