82 - La heterogeneidad como estrategia <strong>de</strong> afirmaciónimpensable sin su formación en la época <strong>de</strong> preguerra, cuando <strong>de</strong>splazaron, progresivamentey sin estri<strong>de</strong>ncias, la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> su clase conel lujo y la ociosidad hacia la actividad semipública y la cultura.Son, entre otras, las “duquesas” <strong>de</strong> cuya impertinencia habla Ortega en “Diálogosobre el arte nuevo”. 35 Es un párrafo que merece reseñarse en primer lugarpor referirse a ellas en el contexto <strong>de</strong>l arte contemporáneo, y en segundo lugarporque las compara con los escritores: ni las duquesas <strong>de</strong>l momento (1924 escuando escribe ese ensayo) ni los escritores saben cuál es su posición, y esole parece a Ortega un síntoma más <strong>de</strong> la incertidumbre <strong>de</strong> la época. No es <strong>de</strong>extrañar que el arte fuera su camino <strong>de</strong> iniciación social, puesto que era una actividadque formaba parte <strong>de</strong>l currículo convencional <strong>de</strong> la educación femeninaburguesa. Así, la con<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Campo Alange, exiliada en París en 1931 a raíz <strong>de</strong>los disturbios sociales en España, <strong>de</strong>scubre allí tanto la estafa <strong>de</strong> lo que ya en losaños sesenta Betty Friedan llamaría la mística femenina, como el arte –primerocomo pintora, luego como ensayista, gracias a su trato en esa ciudad con MaríaBlanchard. María Luisa Kocherthaler, por su parte, llevaba trabajando activamente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Primera Guerra Mundial en diversas agrupaciones culturales, en losmismos años en los que surgía la más importante crítica <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> la preguerra,la periodista y futura diputada Margarita Nelken; 36 otra mujer <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>nciaforánea y judía como Kocherthaler, ambas las únicas mujeres <strong>de</strong>l Patronato <strong>de</strong>l<strong>Museo</strong> <strong>de</strong>l Prado –una antes <strong>de</strong> la guerra y la otra <strong>de</strong>spués.Pero ¿quiénes eran esas “duquesas”? Sin duda Ortega se refiere a la aristocracia<strong>de</strong> su círculo, una serie <strong>de</strong> mujeres que no pertenecían en general a la noblezahistórica, sino a la burguesía que había recibido su certificado nobiliario a finales<strong>de</strong>l siglo XIX. Esposas <strong>de</strong> títulos que no estaban relacionados con la posesión <strong>de</strong>tierras, sino <strong>de</strong> capital o méritos propios, y que empezaban a ver en la cultura unavía <strong>de</strong> influencia, <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> acceso a la vida pública. Ellas tambiénquerían “tomar posesión <strong>de</strong> sí mismas”, tener un mundo propio. Las “duquesas”<strong>de</strong> Ortega son aquellas que ese mismo año <strong>de</strong> 1924 creaban la Sociedad <strong>de</strong> Cursosy Conferencias. 37 La Sociedad estaba presidida por la duquesa <strong>de</strong> Dúrcal, lasecretaria era María Luisa Kocherthaler (quien dice que la Sociedad nació <strong>de</strong> lastertulias en su casa entre 1920-27) y la tesorera la con<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Yebes. Entre susvocales estaban, junto a Jiménez Fraud o Gregorio Marañón, la profesora y directora<strong>de</strong> la Resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Señoritas María <strong>de</strong> Maeztu, la duquesa <strong>de</strong> Dato y lacon<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Cuevas <strong>de</strong> Vera. Invitaron entre otros a Marie Curie, Le Corbusier,Stravinsky, Max Jacob, Louis Aragon, Wilhelm Worringer, etc. Aunque ÁlvaroRibagorda, estudioso <strong>de</strong> la Resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Estudiantes y sus aledaños, consi<strong>de</strong>raque esa presencia <strong>de</strong> la aristocracia fue una especie <strong>de</strong> traición a los principios<strong>de</strong> austeridad institucionistas, lo cierto es que los hechos apuntan a que, por elcontrario, fue un eslabón esencial en la introducción <strong>de</strong> la vanguardia en España,y que la relación <strong>de</strong> intelectuales y aristócratas continuaría en la posguerra,en los círculos <strong>de</strong> Ortega y Eugenio d’Ors. Ribagorda también alu<strong>de</strong> a que entrelos miembros <strong>de</strong> la Sociedad se hallaban los putrefactos caricaturizados porDalí y otros resi<strong>de</strong>ntes. Pero quizás la i<strong>de</strong>a que ofrece Antonio Orejudo en lacarnavalesca y heterodoxa visión <strong>de</strong> la Resi<strong>de</strong>ncia y el mundo cultural <strong>de</strong> losaños treinta –en su novela Fabulosas narraciones por historias– sea tan verosímil,en algunos puntos, como las hagiográficas visiones <strong>de</strong> pureza intelectual y
La heterogeneidad como estrategia <strong>de</strong> afirmación - 83moral difundidas en los estudios sobre esa institución, y los putrefactos fueransimplemente los miembros <strong>de</strong> la generación anterior, duquesas o intelectuales.El papel <strong>de</strong> esas mujeres no se limitó a la organización <strong>de</strong> las conferencias.También fueron responsables <strong>de</strong> una gran exposición <strong>de</strong> artistas españolesen París (la duquesa <strong>de</strong> Dato, resi<strong>de</strong>nte en esa ciudad, les servía <strong>de</strong> contacto,según María Luisa Caturla), en 1929 en el Jardín Botánico, en la que se presentaronobras <strong>de</strong> Picasso, Gris, Miró, Dalí, Palencia, Bores, etc. También es importante,aunque apenas se conozca, <strong>de</strong>stacar su papel como coleccionistas <strong>de</strong>arte contemporáneo y concretamente <strong>de</strong>l realizado por mujeres: al menos dos<strong>de</strong> ellas, la Con<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> Cuevas <strong>de</strong> Vera y la duquesa <strong>de</strong> Dato, adquirieron obras<strong>de</strong> Maruja Mallo. 38 Es posible que la argentina Cuevas <strong>de</strong> Vera, <strong>de</strong> la AsociaciónAmigos <strong>de</strong>l <strong>Arte</strong> <strong>de</strong> Buenos Aires, fuera quien ayudara a Maruja Mallo a salir <strong>de</strong>España en 1937, invitándola a dar unas conferencias. 39 Por su parte, María LuisaKocherthaler dio en 1931 cuatro conferencias sobre “arte nuevo” en la Resi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> Señoritas, en un ciclo en el que también participaron María Zambrano yMaruja Mallo. 40 Políglota y cosmopolita, sin duda era un asunto que conocía <strong>de</strong>mejor mano que muchos <strong>de</strong> sus contemporáneos, gracias a su formación y relacionescon la alta burguesía cultivada alemana y francesa, y con importantescomerciantes <strong>de</strong> arte como Paul Rosenberg. Fueron sus recomendaciones lasque introdujeron a Giménez Caballero, en Hannover, a Schwitters, según aquelcuenta en Circuito imperial, don<strong>de</strong> relata un viaje por Europa que, a no ser porella, se hubiera reducido a los círculos <strong>de</strong> hispanistas.Aunque apenas conocemos a esas mujeres, la importancia <strong>de</strong> Kocherthalercomo historiadora a partir <strong>de</strong> 1939, cuando regresa a Madrid como MaríaLuisa Caturla, hace que su figura, casi ignorada hoy en día, merezca reseñarse. 41Nacida María Luisa Levi, pasó a llamarse María Luisa Kocherthaler tras casarsecon el socio <strong>de</strong> su padre, Kuno Kocherthaler, un gran empresario alemán <strong>de</strong> lossectores eléctrico y minero, instalado en España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años ochenta <strong>de</strong>lsiglo XIX. Sus hijos españolizaron en los años treinta el apellido <strong>de</strong> su padreconvirtiéndose en Del Val, sin duda para evitar el peligro <strong>de</strong> sus apellidos judíos.La familia Kocherthaler era ya en los años diez un referente <strong>de</strong> la gran sociedadculta madrileña: socios <strong>de</strong>l Ateneo y <strong>de</strong> la Asociación Wagneriana, importantescoleccionistas cuyas obras –sobre todo flamencas: pinturas, tallas, tapices– sedispersaron a partir <strong>de</strong> los años treinta y están ahora en los museos <strong>de</strong> Cleveland,Fila<strong>de</strong>lfia, Colección Reinhart <strong>de</strong> Winthertur, Dia Art Foundation, El Prado,Real <strong>de</strong> Bellas <strong>Arte</strong>s <strong>de</strong> Bruselas, etc. En 1920 la familia se construyó una casa,que Azaña llama en sus Diarios “fastuosa”, cuyos amplios espacios en la plantabaja estaban pensados para albergar dignamente esa colección. 42Para entonces Kocherthaler tenía ya una actividad social propia, al margen<strong>de</strong> su marido. En 1915 es cofundadora y secretaria <strong>de</strong>l Taller <strong>de</strong> encaje –centro<strong>de</strong> formación y trabajo para mujeres que pretendía aprovechar el parón <strong>de</strong>los talleres internacionales a causa <strong>de</strong> la Primera Guerra– presidido por EmiliaPardo Bazán y dirigido por Teresa Moret, viuda <strong>de</strong> Aureliano <strong>de</strong> Beruete. 43 Peroserá su acercamiento al grupo <strong>de</strong> Ortega lo que encamine sus pasos hacia lahistoria <strong>de</strong>l arte. Había estudiado en Alemania, con Heinrich Wölfflin entre otrosprofesores. 44 En los años veinte, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las tertulias en su casa y su activida<strong>de</strong>n la Sociedad <strong>de</strong> Cursos y Conferencias, formó parte <strong>de</strong> la Comisión que
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