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En el plano de lo privado, el eje introspectivo está asociado al desarrollo de la culpa comointroyección de la norma que opera desde el interior regulando las prácticas y los discursos de lossujetos. Culpa y castigo convergen en varios puntos: implican un juicio al sujeto “transgresor”, estáespecialmente centrado en los déficit, subraya y magnifica las carencias asociadas a su entornoinmediato y, por ende, esboza una teoría de la causa de los mismos (pobreza, herencia, familia malconstituida, etc.) e inmoviliza los recursos disponibles limitando el campo posible de desarrollo delpropio sujeto.Otra modalidad aparentemente antagónica de la culpabilización es su opuesto, es decir exculpar alsujeto o sustraerle su capacidad y potencialidad de respuesta debido a razones sociales arbitrariascomo por ejemplo la edad u otras formas sociales de exclusión por motivos de interdicción,sobreprotección o de otra forma de negación de la condición ciudadana (recordemos el derecho avoto y otras prohibiciones dirigidas a algunos grupos sociales en ciertos momentos históricos).Exculpar supone una suspensión del juicio crítico del sujeto y la expropiación de susaber por parte del otro. En ciertos casos, este movimiento intenta cautelar en un intento de aparentesobreprotección que avala la abstinencia de juicio respecto de la ley. Un ejemplo evidente de estamodalidad es la forma en que se distribuye la aplicación de la ley en las diversas clases sociales y latendencia a exculpar a las clases dominantes.La responsabilidad, por otra parte, implica un saber hacer con las dificultades ante las cuales losdiversos actores asumen su coparticipación en el desarrollo y proceso del problema o situación deconflicto. Implica, además, la capacidad para identificar los posibles elementosque pudiesen incidir en la disminución del impacto del problema, así como movilizar los recursosdisponibles. De este modo, el lazo social se mantiene activo y vigente, independiente de las faltas,deudas y dificultades en curso.En consecuencia, es posible entender la responsabilidad como una respuesta del sujeto queconlleva una implicación subjetiva del propio individuo. Ello supone una toma de posición respecto alpropio deseo, en relación a los actos realizados y a sus consecuencias/efectos.IV. Responsabilidad, derecho y juventudEn términos del derecho la responsabilidad alude a la capacidad que existe en todo sujeto dederecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho que ha sido realizado libremente.De este modo, constituye una obligación para el sujeto que ha errado en alguna cosa particular. Enrelación a un delito, conlleva una deuda y la obligación de reparar y satisfacer una culpa o causalegal.En el campo del lenguaje todo ser humano, en tanto sujeto del lenguaje, está en condiciones deresponder. De hecho, responde: su discurso y acciones son respuestas puestas en escena en lasociedad. La interrogante que surge inmediatamente es qué sucede con los sujetos clásicamentedenominados interdictos, esto es, aquello a los cuales se excluye porque su discurso o habla(dictio) es considerada poco confiable: el “loco”, o bien, los “preciudadanos”, los niños o menores -enlenguaje de políticas públicas (infans, en latín, es decir, los sin voz, sin derecho a ella).En el caso de la ley que será derogada y que regula los actos considerados ilícitos cometidos porjóvenes menores de edad, sostiene el procedimiento que somete a éstos a una prueba de peritajepsicológico que consistente en el trámite de discernimiento para los jóvenes mayores de 16 años ymenores de 18. Este trámite está referido a una evaluación psicológica que dirime la imputabilidaddel joven de acuerdo a parámetros que establecen si respecto al delito actuó realizando la distinciónentre lo bueno y lo malo.