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palabra y acciones tiene escaso valor. En esto hay una demanda inconsistente de la sociedad haciaellos: sujetos de derecho en algunos aspectos y no en otros.ii. Para la mayor parte de los ciudadanos el delito aparece como un acto “insensato” que requiereuna condena que tranquilice el temor social. En consecuencia, ¿de qué modo se puedeacompañar/rehabilitar en un proceso a un joven a interrogarse por su posición respecto al propioacto?iii. Si la ley busca hacer responsable a las y los jóvenes menores de edad, implicaría que losdispositivos previstos en el cuerpo legal identifican los puntos mínimos a abordar en términos defavorecer/facilitar la implicación subjetiva de las y los jóvenes en sus propios actos. En otraspalabras, que los efectos que la Ley de Responsabilidad Penal contempla generar efectos subjetivosbásico tales como la toma de posición de los sujetos adolescentes respecto de los efectos de susacciones.iv. Un delito es un acto ilícito que en general pone en escena el sometimiento de uno sobre otro.¿Cómo se diferencia un acto delictual de un acting-out psicológico, es decir, del paso de la palabra ala acción? Este pasaje –el acting-out- encubre el propio deseo, no responsabilizándose de él. Deeste modo, a diferencia del acto delictual, destinado a la apropiación de un bien (material, cuerpo delotro) o de simplemente dañar al otro, el acting-out encubre un mensaje dirigido al Otro. Mezclarambas nociones universaliza los actos reduciéndolos de su condición singular.v. Si la adolescencia, entendida como una elaboración de la pubertad, consiste también en unintento por liberarse de la autoridad paterna, de qué modo la jurisprudencia de la ley incorporará estaclave de lectura en la cual, la transgresión no está referido al otro sino que al Otro. Ciertamente,cada sujeto responde de sus propios actos –en esto la ley apunta en la dirección correcta- peroalgunos de ellos no están dirigidos directamente sobre quien se ejecutavi. Si tanto el niño como el/la adolescente en general representan los síntomas de los padres demodo simbólico y, por ende, pone en escena un deseo encubierto (acceso rápido a bienes, búsquedade admiración del líder, etc.), la ley, ¿incorpora adecuadamente a los padres en este proceso?, ¿quéestatuto les otorga?, ¿apunta en la línea de restituir una voz autorizada o un saber reconocido, o biena sustituirlos?VI. Para concluirSi la violencia social pública y privada opera predominantemente cuando la palabra está devastada yel discurso se suspende en pro del acto. Si el sujeto puede hacerse responsable en la medida que seinterroga y demanda a un Otro sobre su posición ante un determinado acto. Si un acto delictivosignifica diversas cosas para los diversos adolescentes y tiene efectos diferentes para cada uno. Sila ley es un intento por restituir la responsabilidad del acto a las y los jóvenes, entonces, ¿puede éstacontribuir a constituirse en una respuesta posible, disponible a reintroducir la palabra en el lugar deun acto ya realizado? Si el énfasis en la encarcelación y la rehabilitación siguen la lógica universalsin que la palabra tenga sus efectos singulares, es decir, para cada joven imputado en suscondiciones específicas de vida, entonces seguramente estaremos en un callejón sin salida.Referencias BibliográficasCorporación Opción. 2004. Por los derechos de los niños y las niñas. Responsabilidadpenal adolescente. Corporación Opción, Santiago.Daumas Alejandro. Mayo 2007. Psicoanálisis y niños. Conferencia pronunciada en el marco del XIIColoquio del Campo Freudiano en Chile, Santiago.Foucault Michel. 1984. Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. Camino, Madrid.