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“Sabí cuáles son los derecho de los jóvenes son “el derecho a guardar silencio”. A “fumarte uncigarro”.eso no más po”(hombre de 14 años)“Derecho a que tengamos espacios para juntarnos y hacer lo que queremos hacer, lo que nos gustahacer, a informarse de lo que, de lo que piensan hacer con nosotros, como esta ley por ejemplo”(mujer de 17 años)A modo de conclusiónJóvenes pobres: Entre el problema del presente y la promesa del futuroPara comprender los problemas que viven las y los jóvenes populares de hoy es indispensablesituarlos dentro de un análisis del contexto social y las variadas complejidades queviven en sus territorios. Por partida doble se les atribuye hoy laresponsabilidad de la violencia y la inseguridad urbana. Se articulan con la imagen juvenil popular,el riesgo como elemento particular del paradigma de la seguridad ciudadana, que tiene sucontrapartida en la experiencia del riesgo y en la amenaza como preocupación prioritaria del discursosocial actual. De este modo se despliegan un sinnúmero de imágenes valorativas que sitúan al jovenpopular o lo juvenil popular, entre la consideración de víctima del sistema o bien como disruptivo,anómico y vinculado a las conductas problema.De acuerdo a los discursos y las valoraciones juveniles emanadas de los grupos focales,los y las jóvenes sienten vivir en una sociedad donde se encuentran pocasoportunidades de mostrar sus procesos de búsqueda personal y colectiva. Expresan que la sociedadchilena se siente amenazada por la diferencia y los excluye, identificando a grupos o colectivos queson parte de las culturas juveniles con conductas de riesgo o reconocimiento peyorativo. Esterechazo, impulsa a los individuos pobres a vivir situaciones de desintegración radical,fundamentalmente a partir del individuo como actor, que es malabarista y director de escena de supropia biografía, identidad, y convicciones.Los medios de comunicación los han incorporado en su repertorio diario de noticias y la figuraomnipresente frente a la delincuencia es la de un joven de población o marginal, menor de edad ycon rasgos de pandillero. Esta situación no sólo redunda en una importante frustración y crisis deexpectativas de parte de los jóvenes, sino también de la sociedad en general, que ve en estasimágenes, alejarse la promesa de que los jóvenes son el futuro de nuestro país.Ante la exclusión y la premura psicosocial en el cumplimiento de responsabilidades y con ausenciade oportunidades, son los propios jóvenes quienes han desarrollado e identificado estrategias parala supervivencia, el desarrollo individual y el colectivo. Junto a sus pares han construido espacios desocialización que les permite vivenciar la identidad en el día a día y visibilizarse en el anonimatosocial. Sus prácticas identitarias tienen importancia vital en el contacto e intercambio con los otros, através de las cuales no sólo se supera la monotonía, sino que también se compensan afectos y se ledota de sentido a la expresión “cultura juvenil”. Estas prácticas y acciones, desembocan en formasde acción colectiva que podemos observar en muchas poblaciones y calles de nuestro país.En este contexto, resulta importantísimo implementar medidas que fortalezcan y coadyuven no sóloen el cumplimiento de responsabilidades o deberes en tanto individuos, sino también, que se lesreconozca como sujetos parte de esta sociedad, con sueños, anhelos y como protagonistas deldesarrollo de nuestro país. Para ello, debemos partir por visibilizarlos positivamente y noestigmatizarlos con el paradigma de la violencia y el daño social