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Programa Observatorio de Juventud1.- Sentido y ObjetivosEn nuestro país, instituciones gubernamentales comoel INJUV, académicas y de la sociedad civil realizaninvestigaciones e intervenciones sobre juventud. Noobstante, no existe realmente un sistema integradode información sobre juventud, que logre hacer dialogarlas diversas fuentes, perspectivas teóricas yaportes metodológicos, lo que dificulta una lecturaintegrada de la situación, posición y condición de lasy los jóvenes chilenos.Por ello, el Programa Observatorio de Juventud,creado en el año 2003, tiene como objetivo dar unsalto cualitativo en el conocimiento generado sobrejuventud, en la comunicación efectiva de éste y en lapromoción de su actualización.Concretamente, este busca desarrollar un mecanismoinstitucional que dote de continuidad a la producción ydifusión de información sobre juventud chilena, y queintegre los conocimientos generados desde las distintasinstituciones, de manera tal de aportar coherenciaal conjunto de las actividades de investigación quese desarrollan tanto en el Estado como en el sectorprivado.El Programa Observatorio de Juventud se desarrollaa partir del Departamento de Estudios del Instituto Nacionalde la Juventud (INJUV), y se ejecuta a travésde un una red de organizaciones privadas – nacionalese internacionales, así como en coordinación deotras instituciones públicas.Los objetivos del Observatorio de Juventud son:• Aportar información y conocimiento actualizado,continuo, oportuno y confiable sobre la realidad juvenil,en sus dimensiones de inclusión/exclusiónen los sistemas funcionales (situación), prácticasde la vida cotidiana (condición), producción culturaly orientaciones motivacionales de los y las jóvenes(posición).• Sugerir orientaciones de políticas públicas basadasen el análisis de la información generada sobre juventud.• Analizar la información generada desde una perspectivaprospectiva que permita establecer lastendencias que en el futuro adoptaría la juventud denuestro país.• Identificar temáticas relevantes y contingentes a serabordadas en materia de juventud.• Promover e integrar la perspectiva de juventud enel Estado.2.- Actividades Realizadas por el Observatorio deJuventud“Actualización del sistema integrado de análisis de larealidad juvenil y la oferta pública de juventud”:a) Estudios específicos de profundización en temáticasjuveniles.b) Actualización y difusión del Programa Georeferenciadoen Juventud: Injumap II.c) Creación y Producción trimestral de la Revista delObservatorio de Juventud.d) Elaboración de investigaciones cualitativas en juventud.“Generación de redes de información sobre juventudy difusión de la perspectiva de juventud:a) Realización de Seminarios Nacionales e Internacionalessobre Juventud.b) Realización de encuentros de discusión y difusiónde estudios en juventudc) Mantención de un Centro de Documentación (CE-DOC), en las dependencias centrales de INJUV, conposibilidades de consulta de los catálogos y materialde trabajo en la página web de la institución.• Aportar información actualizada, continua, oportunay confiable sobre la calidad de la oferta institucional(normativas, programas e instituciones) dirigida a lapoblación joven.


2 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008La Revista Observatorio de JuventudEl objetivo de la revista es la discusión sobre las condiciones, calidad de vida, subjetividady perspectiva de derecho de los y las jóvenes chilenos, así como la profundización y la difusiónde las políticas e intervenciones sociales dirigidos a este segmento de la población.En términos generales, la revista analiza temáticamente algún área, aspecto o dimensiónde la vida juvenil que está presente en la agenda pública sobre juventud, proponiendouna lógica de discusión permanente frente al tema. De este modo, la publicación planteadesafíos y dilemas de la política pública haciendo hincapié en perspectivas futuras relacionadascon la realidad juvenil.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 3ÍNDICE471322323846556576PresentaciónJuan Eduardo FaúndezPolíticas públicas de juventud en iberoaérica:El desafío hacia una visión común.Eugenio Ravinet MuñozAvances y desafíos en la institucionalidadpública en juventudDina Krauskopf RogerINSTITUCIONALIDAD, GOBIERNO Y POLITICAS PUBLICASElementos para la discusión sobre las causas y efectos de los cambios a lainstitucionalidad de juventud en ChileMiguel Fernández FreireGabriel Sepúlveda EspinosaInstitucionalidad y políticas de juventudÓscar Dávila LeónDiferenciación Juvenil e Institucionalidad ContemporáneaFelipe RagliantiREFLEXIONES SOBRE POLÍTICA E INSTITUCIONALIDAD DEJUVENTUD EN CHILE DESDE LA PARTICIPACIÓN JUVENILFernando Krauss RuzInstitucionalidad de Juventud en Chile:El nuevo traje del emperadorRodrigo Ferrada JiménezHacia una Institucionalidad Juvenil DeliberativaFrancisco Carreras VicuñaFrancisca Gallegos JaraRommy Morales OlivaresNormas de Publicación


4 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Pr e s e n ta c i ó nLa juventud es una edad que silenciosamente ha ido colonizando múltiples espaciosde nuestra sociedad, lo cuales han pertenecido anteriormente y de forma exclusivaa otras edades. Como consecuencia de esta transformación, los límites de lo que implicaser joven en Chile ya no pueden dibujarse con la misma claridad del pasado. Desde lostempranos ensayos de iniciación sexual de los adolescentes hasta el retraso en la formaciónde la familia propia de los adultos, los caminos de una persona entre sus 15 y 29años se han ido complejizando de manera acelerada y ya no pueden ser diagnosticados,evaluados e intervenidos -en términos de sus carencias- con la presteza política del siglopasado. Ciertamente la juventud chilena es una de las edades que más transformacionesha recepcionado a propósito de la globalización mediática y la modernización de nuestropaís. Las y los jóvenes de Chile se presentan, por estas razones, como un desafío novedosoque el Estado no puede abordar sino con instrumentos que permitan mayores nivelesde inclusión, según los parámetros que orientan en este nuevo milenio el desarrollo de lasociedad contemporánea.Las nuevas características de los problemas juveniles y las nuevas políticas públicasque el Estado debe diseñar para resolverlos, han modificado tanto las formas con quela sociedad chilena observa a sus jóvenes, particularmente como responsables y depositariosdel bienestar futuro de Chile, y también las prioridades que la política le entrega aesta edad. Basta recordar, en este sentido, que las juventudes son el tema central de lapróxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno a realizarse en El Salvadordurante octubre del presente año.En el marco de este nuevo y complejo escenario juvenil, el pasado 9 de enerodel año 2008 ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de Ley que crea la figura deMinistro de Deportes y Juventud, cuya tarea principal será el diseño e implementación deuna nueva institucionalidad de gobierno para ambas materias. El texto de la Ley, que seencuentra actualmente en debate en las comisiones unidas de deporte y juventud, contienedos claves importantes para entender esta transformación política. Por una parte, se esperauna transición paulatina tanto del Instituto Nacional de Deportes como del Instituto Nacionalde la Juventud hacia el organismo ministerial, que permita conservar, por el momento, laestructura y el funcionamiento de ambos institutos. Por otra parte, esta transición tambiénabre espacios para reflexionar sobre las formas que permitirán desarrollar el deporte y lajuventud de manera combinada, pero considerando igualmente que ninguna materia puedereducir a la otra. El presente desafío de crear un Ministerio del Deporte y la Juventud requiere,en síntesis, de estrategias para abordar ambas temáticas de manera complementaria,aunque también con autonomía, evaluando, diseñando y ejecutando políticas públicas quereconozcan las diferencias entre ellas.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 5La construcción de una nueva institucionalidad de juventud en nuestro país es unproceso del cual ningún actor relevante, vinculado al desarrollo juvenil, puede marginarse.La reflexión debe estar apoyada por un debate que vuelva a instalar las preguntas inicialesque en el pasado, al interior de la agenda de los distintos gobiernos, pusieron en marchala generación de organismos públicos encargados de materias de juventud: el inconclusoMinisterio de la Familia a principios de los setenta, la Secretaria General de Juventud enlos ochenta y el Instituto Nacional de la Juventud desde los noventa hasta la actualidad.¿Qué significa ser joven en Chile? ¿Cómo podemos trabajar con todas las diferenciasque originan las distintas juventudes? ¿Qué instrumentos poseemos para escucharlos ysatisfacer sus demandas? ¿Cómo podemos diagnosticar sus transformaciones y corregirde mejor manera sus condiciones de exclusión? Las respuestas que se entreguen a estaspreguntas determinarán con fuerza la nueva institucionalidad que pondremos a disposiciónde nuestros jóvenes a puertas de cumplirse el bicentenario de nuestro país.La Revista Observatorio de Juventud presenta en este número, en virtud de loanterior, una serie de artículos que se han encargado de abordar estas preguntas desdeposiciones históricas y técnicas, considerando elementos de la administración pública, lasociología y las ciencias sociales en general, para apoyar con elementos actualizados y autorescalificados, el debate político sobre la nueva institucionalidad de juventud en Chile.JUAN EDUARDO FAÚNDEZDirector NacionalInstituto Nacional de la Juventud


6 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 7Políticas públicas de juventud en iberoaérica:El desafío hacia una visión común.Eugenio Ravinet Muñoz 1La crisis económica que golpeó América Latina enla década de los ochenta, del siglo pasado, provocóque los Estados se vieran obligados a reformularsu composición estructural en busca de mayoreficacia y menores costes económicos. Los cambioseconómicos, tecnológicos, políticos y socialesplantearon el reto de la modernización del Estadoprincipalmente en tres áreas: a) institucionalidad; b)modernización de la gestión pública; y c) relacióndel Estado con el sector privado y la sociedad civil(Tomassini, 1994) 2 .Los ajustes también afectaron a los incipientesrecursos que se destinaban al tema juvenil que,por esos años, comenzó a ganar presencia enlos gobiernos y en la comunidad internacionalcomo una materia específica, consolidarse comoun asunto relevante en la agenda internacional,incorporándose progresivamente dentro delas agendas nacionales. Los organismosinternacionales, las agencias de cooperación ymúltiples sectores, empezaron a señalar el rolprotagónico reservado a la población juvenildimensionándola como una alternativa real parael desarrollo.La juventud de nuestros países, sobre todo lade sectores urbanos, había comenzado demanera independiente un proceso incipientede organización en medio de la crisis, muchasveces motivada por una lucha contra sistemasde gobierno represivos como ocurrió en variospaíses del cono sur. En respuesta, muchosgobiernos, tanto democráticos como aquellosdictatoriales, comenzaron a formular programasdestinados a los jóvenes que tenían un grancomponente cosmético en el sentido de poderdecir “estamos preocupados de la juventud”,pero de escaso impacto real y con objetivospoco claros, además de precarios apoyospresupuestarios y de una duración acotada.1 Secretario General, Organización Iberoamericana de Juventud.eravinet@oij.org2 Para Tomassini, la reforma del Estado tuvo como propósito esencialfortalecer la gobernabilidad para la regulación del importantepeso creciente de la sociedad civil, así como para la mitigación delos impactos que el proceso de globalización tiene en la sociedady en la economía.En ese sentido se puede afirmar que lainstitucionalidad de juventud en Latinoaméricacarecía no sólo de estructura, sino queademás no había una noción clara de qué erala juventud, cuáles eran sus problemas, suscarencias o necesidades…ni hablar de derechosespecíficos.La llegada de la democracia a la mayoríade los países de la región sin duda significóuna buena noticia para las y los jóvenes. Losnuevos aires y un espíritu integrador permitieronque las nuevas autoridades optaran por crearorganismos estatales dedicados a la temáticajuvenil. Con este antecedente, es en la décadade los noventa cuando recién se puede decirque los jóvenes comenzaron a tener un ciertoestatus social al menos desde el punto de vistagubernamental, lo que se tradujo en el nacimientode una cierta institucionalidad juvenil, antesalade políticas públicas concretas hacia este sectorde la sociedad.Pero antes de seguir sería conveniente intentarestablecer una definición de qué entenderemospor política pública de juventud. Una políticapública es un sistema que integra orgánicamenteun discurso o representación social al cual sedirige de manera preferente; un sistema deinformación que permite optimizar la calidad ytransparencia de las acciones y procedimientos;un flujo de recursos que permite financiarlas;un marco normativo que las regula y faculta;un sistema de comunicación e informaciónpública; un conjunto de ofertas programáticas;y una institucionalidad o soporte organizacionala través del cual se realizan las acciones.Considerando lo anterior, una política públicade juventud es el sistema público que abordalas preocupaciones sociales relativas a las y losjóvenes de un país o una región.Ahora deberíamos definir qué es la juventud.Para Alain Touraine “la juventud no es unacategoría social, sino una construcción cultural


8 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008y administrativa, una parte de la imagen que lasociedad tiene de sí misma” (Touraine, 1996).El diccionario etimológico de la lengua españoladice que joven “es aquel que tiene pocaedad”. Claramente esta definición es precariapara abordar lo que es el gran concepto de lojuvenil, pero al menos da las primeras luces:se trata de un tema etario. Pese a ello, aunno existe consenso ni un parámetro único quehomogeneice un tramo de edad común enIberoamérica para saber con precisión desdecuándo y hasta dónde se es joven.En los últimos años, se ha utilizado el parámetropropuesto por las agencias adscritas al Sistemade las Naciones Unidas y que la OrganizaciónIberoamericana de la Juventud (OIJ) ha recogidoen el artículo 1º del documento base de la CartaIberoamericana de Derechos de la Juventud,admitiendo “bajo las expresiones ‘joven’,‘jóvenes’ y ‘juventud’ a todas las personas...comprendidas entre los 15 y los 24 años deedad”. 3Sin embargo, en los países iberoamericanos seobserva una gran diferencia en los rangos deedad con los cuales se define la juventud: entrelos 7 y 18 años (El Salvador); entre los 12 y 26años (Colombia) ; entre los 12 y 35 años (CostaRica); entre los 12 y 29 años (México); entre los14 y 30 años (Argentina); entre los 15 y 24 años(Bolivia, Ecuador, Perú, República Dominicana);entre los 15 a 25 años (Guatemala, Portugal);entre los 15 y 29 años (Chile, Cuba, España,Panamá, Paraguay); entre los 18 y 30 años(Nicaragua). En Honduras, la población jovencorresponde al grupo menor de 25 años.Las diferencias en el rango de edades quedefine a la juventud en los distintos paísesrevela al menos dos tendencias. La primera esque la ampliación de la juventud hacia edadesmás tempranas (en El Salvador, Colombia,Costa Rica, México) y hacia edades másaltas (en Chile, Cuba, Panamá, Paraguay yNicaragua) puede expresar que el ser jovenes una condición que se está expandiendo no3 El Documento Base de la Carta Iberoamericana de Derechos de laJuventud, fue adoptado en el marco de la X Conferencia Iberoamericanade Ministros de Juventud, realizada en el mes de julio de 2000en la Ciudad de Panamá. Se trata de un texto de partida para futurasnegociaciones entre los representantes de los Estados iberoamericanosinteresados.sólo en edad sino en la representación que éstatiene en la sociedad. Ello puede deberse alincremento en la esperanza de vida, que rondalos 70 años, y que implicaría consecuentementeun movimiento en las identidades juveniles,ampliando la proporción de la juventud en lapoblación. Pero también estas identidadesestarían determinadas por aspectos socialespropios de la mayor demanda de educación,capacitación para el trabajo y la prolongación delas trayectorias educativasLa segunda tendencia a destacar es queen las definiciones del sujeto joven hay unasuperposición etárea de la adolescencia y lajuventud. Esto tiene implicancias no sólo parala fundamentación de las políticas de juventud,sino también para la delimitación y el carácterde la oferta programática que pueden brindar lospaíses hacia estos sectores. Por una parte, eldiscurso sobre el sujeto joven parece considerarque la juventud engloba a la adolescencia,aunque en la práctica deja fuera períodoscruciales de la experiencia juvenil. Por otraparte, el segmento de la juventud que se localizaentre los 18 y 30 años ha adquirido el status deciudadanía, ya que partir de los 18 años laspersonas son juzgadas como adultas y puedenejercer su derecho a voto.Peso Político de los JóvenesJunto a la falta de homogeneización de lostramos etáreos que definen qué es ser joven enIberomérica, también se da el problema de lasdistintas categorías administrativas que ocupanen cada país los organismos oficiales de juventud:Ministerios (Panamá), Viceministerios (Bolivia,Costa Rica), Secretarias de Juventud, algunasde ellas con rango ministerial (Brasil, Cuba,El Salvador, Nicaragua, Portugal, RepúblicaDominicana, Paraguay, Perú), Institutos(Chile, España, México, Uruguay, Venezuela,Honduras), Direcciones (Argentina, Ecuador),un Consejo Nacional de Juventud (Guatemala),y un programa presidencial (Colombia).Por lo general, se trata de instituciones confunciones poco definidas, metas no del todoespecificadas y una inserción poco clara alinterior de la administración pública; así comoescaso poder político, recursos humanos


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 9inestables y muchas veces insuficiente, enocasiones deficientemente calificado, reducidascapacidades de información e investigación ypocos recursos económicos. Quizá por lo mismo,todo el trabajo que realizan estos organismos ycada uno de los logros y beneficios que logran enfavor de la juventud de sus respectivos países,merece un profundo reconocimiento.No obstante, esta relativa institucionalidaddista aún mucho de responder a las múltiplesexpectativas de la sociedad en general y delos jóvenes en particular. La fragmentación ydescoordinación que existen en la mayoríade los países en el ámbito de las diferentesinstancias con competencias para tratar el temarelativo a la juventud, es una prueba de ello.Las diferentes categorías que caracterizan a losorganismos oficiales de juventud en Iberoaméricatambién condicionan el trabajo o el rango deacción en que realizan su labor. En Argentinael organismo oficial de juventud es la DirecciónNacional de Juventud, que coordina, articulay ejecuta la política de juventud. Dependeinstitucionalmente del Ministerio de DesarrolloSocial de la Nación y orienta sus accionesprogramáticas hacia la participación juvenil enpolíticas sociales y culturales; el análisis y ladifusión del universo juvenil; el fortalecimientode vínculos institucionales a nivel nacional einternacional. En Argentina existen 4 ejes parala política de juventud: fortalecimiento sociedadcivil, políticas locales de juventud, inclusiónde juventud en políticas públicas, y generarconocimiento sobre la juventud.En Bolivia el Viceministerio de Género y AsuntosGeneracionales depende institucionalmente delMinisterio de Justicia. Sus líneas de acciónestán concentradas en cuatro áreas: el PlanConcertado de Desarrollo Sostenible de laAdolescencia y Juventud; el Plan Nacional deEducación Juvenil Alternada; el Plan Nacional deAtención a la Salud Integral de los adolescentes;el Programa de servicio premilitar voluntario demujeres y el Servicio Militar obligatorio.En Brasil, se creó una Secretaría Nacionalde Juventud que depende directamente dela Secretaría General de la Presidencia de laRepública.En Chile el Instituto Nacional de Juventud (INJUV)posee oficinas municipales de juventud a nivellocal, y es por ley un organismo eminentementetécnico y de coordinación de esfuerzosinstitucionales 4 . Depende institucionalmente delMinisterio de Planificación y Cooperación. Esteorganismo fue creado en 1991 y fue concebidocomo un servicio público funcionalmentedescentralizado, dotado de personalidadjurídica y patrimonio propio. Sus acciones seejecutan desde diversas instancias estatales.La oferta de políticas de juventud está dirigida aadolescentes estudiantes de enseñanza mediay superior. También existen políticas sectoriales(salud, empleo, justicia, participación, identidady cultura) aunque las instituciones del sectortambién ejecutan programas especiales parajóvenes. Existen actualmente 168 Organismoslocales o municipales de Juventud (OMJ)En Colombia el organismo de juventud es elprograma presidencial “Colombia Joven”, creadomediante una reforma institucional que data delaño 2000. El programa depende de la SecretaríaGeneral de la Presidencia de la República. Lasfunciones se sitúan en la articulación, definicióny desarrollo en la política nacional de juventud yla ejecución de planes, programas y proyectosen favor de la juventud. Dicho programa fomentalos Consejos de Juventud y el desarrollode servicios integrados de juventud. Si bienColombia Joven ha impulsado la creación deConsejos Municipales de Juventud, todavíahace falta modificar la ley para potenciar suautonomía de los gobiernos locales.En Costa Rica, hasta mayo del 2002 el órganoencargado de los temas de juventud fue elMovimiento Nacional de Juventudes (MNJ). Apartir de ese momento comenzó a regir la Leyde la Persona Joven, que conforma el SistemaNacional de Juventud y creó, posteriormente,el Consejo Nacional de la Política Pública de laPersona Joven, presidido por un Viceministrode Juventud que depende, políticamente, delMinisterio de Cultura, Juventud y Deporte. Susorientaciones se centran en la participación4 Entre 1997 y 1999, el INJUV contó con un modelo institucionalque redujo sus funciones ejecutoras. Sólo ejecuta el SIJ, Sistema deInformación para la Juventud e Interjoven, orientados a intervenir enaquellas áreas estratégicas y que refuerzan su rol técnico, asesor,articulador y coordinador.


10 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008juvenil, ejercicio de derechos y acciones decoordinación interinstitucional en 5 áreas:participación, capacitación, investigaciones,comunicación, legislación. El Sistema Nacionalde Juventud en Costa Rica está conformado porcuatro instancias: dos de carácter institucional,el Viceministerio de la Juventud y el Consejo,dos de la sociedad civil: Comités Cantonalesde Juventud y la Red Nacional Consultiva dela Persona Joven, constituida por jóvenes dediferentes instancias públicas y privadas.La oferta programática en Cuba se inicia conla Revolución Cubana. La Unión de JóvenesComunistas, fundada en 1962, es la principalorganización política de la juventud cubana,coordinadora y promotora de las políticas dejuventud. Su objetivo principal es la preparacióncultural, política e ideológica de las y losjóvenes cubanos. El Partido Comunista y elEstado se encargan de las líneas de acciónde juventud, llevadas a cabo por ministeriosy organismos responsables de su ejecución.Ambos, a través del Parlamento y su Comisiónde Infancia, Juventud y Mujer Joven, velan porel cumplimiento. Sus acciones se centran en lasáreas de educación, salud, cultura, educaciónfísica y recreación, aunque no todas estaslíneas de acción son exclusivas a los jóvenes.La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) estáestructurada descentralizadamente y cuentacon un Comité Nacional y un Buró Nacional,este último integrado por 26 miembros.En Ecuador la responsabilidad de las políticaspúblicas de juventud fue reformulada en 2001mediante la aprobación de la Ley de la Juventud.Actualmente, la Dirección ejecuta proyectosy programas, coordina diferentes actoresinstitucionales, media con las organizacionesjuveniles, produce información y conocimientosobre juventud. Depende institucionalmente delMinisterio del Trabajo y Acción Social.En El Salvador se constituyó una Secretaríade Estado de Juventud con rango ministerial.En Guatemala el Consejo Nacional deJuventud (CONJUVE) fue creado en 1966como órgano rector que formula, ejecutay coordina programas y acciones hacia lajuventud. Depende institucionalmente de laPresidencia de la República y sus acciones seorientan hacia la planificación de las políticasde juventud, la participación cultural de losjóvenes, los estudios de juventud, la ejecuciónde proyectos y programas de desarrollo juvenil.Los programas se ejecutan sectorialmente demanera autónoma.En Honduras la responsabilidad de las políticas,programas y planes de juventud esta situadaen el Instituto Nacional de Juventud. El InstitutoMexicano de la Juventud (IMJ) fue creado en1999 y define e instrumenta la política nacional dejuventud, marcando el inicio de una nueva etapaen las acciones hacia la juventud, pues tienecomo origen una Ley. El IMJ es un organismopúblico descentralizado de la AdministraciónPública Federal, con personalidad jurídica ypatrimonio propio. Tiene como propósito definiry aplicar una política nacional de juventud endiversas áreas: organización, salud, empleoy capacitación, prevención de adicciones,investigación, y otros. Actualmente existen 22institutos estatales, dos de los cuales se crearonantes de 1999. Existen 8 institutos que atiendena la juventud, conjuntamente con deporte, unaoficina no especializada y una secretaría dejuventud.En Nicaragua, en 2001, se creó la Secretaríade la Juventud. Esta instancia tuvo rangoministerial atribuido por la Ley de DesarrolloIntegral de la Juventud. Actualmente es elInstituto Nicaragüense de la Juventud.En Panamá, en 1997, se crea el Ministeriode Juventud, Mujer, la Niñez y la Familia, quedependía del gabinete y gobierno central. DichoMinisterio asumió la responsabilidad en el temajuvenil en 1998 y, actualmente, el Ministeriode Desarrollo Social atiende los problemas ynecesidades de la juventud en el ámbito delempleo, la salud, la participación y asociatividad,el desarrollo cultural, la recreación, entre otrosámbitos. Sus acciones se ejecutan a travésde diversas instituciones públicas. Otrasdependencias asociadas a su labor son elConsejo de Políticas de Juventud y el ConsejoNacional de Juventud. En Paraguay funciona laSubsecretaría de Estado de la Juventud.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 11En Perú, en el 2002, es promulgada la ley quecrea el Consejo Nacional de la Juventud, elcual se rige, según la reglamentación posterior,por la Comisión Nacional de Juventud. DichaComisión tenía rango presidencial y tenía a sucargo la formulación de las políticas públicasde juventud, así como la coordinación de losprogramas que, desde distintas instancias,estaban orientados a la intervención en asuntosde juventud. Actualmente el organismo oficialde juventud de Perú es la Secretaría Nacionalde Juventud, dependiente del Ministerio deEducación Nacional.En República Dominicana la Ley General de laJuventud fue aprobada en el año 2000. Estaley creó la Secretaría de Estado de la Juventudcomo instancia rectora, responsable de formular,coordinar y dar seguimiento a la política delEstado dominicano en materia de juventud.En Uruguay, el Instituto Nacional de Juventudfue creado en 1990. Sus funciones son decoordinación interinstitucional y ejecución directade programas, además de actividades específicaspara la juventud. Depende institucionalmentedel Ministerio de Educación y Cultura. Desdejunio del 2000 pasa a depender del Ministeriode Deportes y Juventud. Contempla programasde acción prolongada y actividades específicas.Una parte del INJU ejecuta los programas enconjunto con ministerios y servicios sectoriales.Las ofertas están tematizadas sectorialmentecon cierta sincronía entre la organización dela oferta del INJU (focalizada en juventud)y los ministerios (conjuntos más amplios).Educación, empleo, seguridad ciudadana,derechos juveniles, salud (sexual reproductiva),asociacionismo, medioambiente, consumo(tarjeta joven) e información juvenil son susprincipales líneas de acción.En Venezuela, en 2002, se promulgó la LeyNacional de Juventud creando el InstitutoNacional de la Juventud, como organismoautónomo con personalidad jurídica y patrimoniopropios. Del mismo modo, la ley constituye elSistema Nacional de Juventud conformadopor un conjunto de órganos que el texto legalestablece.Vale la pena mencionar que, al ser organismosque dependen de instancias gubernamentalessuperiores, que a su vez se insertan engobiernos de turno, muchas veces ocurre quepolíticas o programas exitosos diseñados porestos organismos con proyección a largo plazose ven truncados de golpe, cuando el superiorjerárquico remueve a la máxima autoridaddel organismo o cambia el color político de laadministración central del país. Esta situación,que ha afectado a un número importante depaíses, daña profundamente el trabajo realizadoy repercute en la propia juventud.Independientemente de lo anterior, se observala tendencia de algunos organismos oficiales dejuventud a circunscribir su oferta programática aun grupo poblacional reducido o, en su defecto,en función de lineamientos sectoriales, mientrasque en otros países sí se intenta formularpolíticas para el desarrollo integral de la juventud.Elementos que suele ser comunes dentro de laoferta programática de las políticas de juventudde la región es la escasa atracción para las ylos jóvenes; su fragmentación sectorial; sudesarticulación o falta de integración; la ausenciade estrategias de evaluación; la carencia depresupuestos suficientes; su presencia limitadaen la sociedad o su poca visibilidad; la duplicidadde programas y acciones o la competencia conotros programas; y, quizás aun más importante,el escaso impacto en el esfuerzo por revertirlas condiciones de exclusión e injusticia de lajuventud iberoamericana.Hacia un Camino ComúnDesde su creación en 1992, la OrganizaciónIberoamericana de Juventud (OIJ) ha trabajadopara que muchos de los problemas a los queantes hacíamos referencia se vean superados.Indudablemente, muchas de estas situacionesescapan de nuestro control, pero pese a ellohemos ido dando pasos hacia un trabajoconjunto entre todos los países de la región,hacia un camino común.Las Conferencias de Ministros de Juventudse han convertido en un espacio de discusiónsincera, abierto a las propuestas y al consenso,desde donde han salido importantes iniciativas


12 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008que han permitido que los países miembrosden pasos concretos hacia una unificación decriterios que velen por el bien común de nuestrasy nuestros jóvenes, por sobre las legítimasdiferencias que entre sus componentes puedandarse.Referencias Bibliógraficas• TOMASSINI, Luciano. 1994. La Reforma delEstado y las Políticas Públicas. Centro deAnálisis de políticas públicas. Universidad deChile, Santiago.Como ejemplo de lo anterior cabe destacar elhecho histórico de la entrada en vigor de laConvención Iberoamericana de Derechos delos Jóvenes (CIDJ), el pasado uno de marzodel presente año, luego que Costa Rica seconvirtiera en el quinto país en ratificar estetratado internacional (tras Ecuador, Honduras,República Dominicana y España), único en elmundo que reconoce a las y los jóvenes comosujetos de derecho.La inminente aprobación del Plan Iberoamericanode Cooperación e Integración de la Juventud esotro hito que refuerza el argumento de que, demanera progresiva, los organismos oficiales dejuventud comienzan a recorrer rutas comunes afavor de su juventud.La declaración especial aprobada en la Cumbrede Jefes de Estado y de Gobierno realizadaen Santiago de Chile (noviembre 2007) queproclamó este 2008 como el Año Iberoamericanode la Juventud, constituye una oportunidadúnica para dar visibilidad a la temática juvenil,un desafío de toda la institucionalidad juvenil deIberoamérica y de sus respectivos gobiernos.La próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes deEstado y de Gobierno que se realizará en octubrede este año en El Salvador y que tendrá comotema central “Juventud y Desarrollo”, colocarála discusión sobre este grupo de la sociedadiberoamericana en el primer nivel político. Serátarea de todos saber estar a la altura de estedesafío, aprovechando esta vitrina privilegiadapara discutir con visión de futuro varios delos problemas que aquí se han planteado,consensuar criterios y dotar a los organismosoficiales de juventud de la categoría que merececualquier repartición pública encargada de velarpor materias estratégicas que implican el futurode cada uno de nuestros pueblos.•Touraine, Alain. 1996. “Juventud yDemocracia en Chile”, en RevistaIberoamericana de Juventud Nº 1.Organización Iberoamericana de Juventud(OIJ), Madrid.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 13Avances y desafíos en la institucionalidadpública en juventudDina Krauskopf Roger 1Resumen: Se analizan las nuevas condiciones yrequerimientos en la relación Estado – joven y elvínculo entre políticas e institucionalidad. Se destacanlos avances internacionales en las perspectivas dejuventud que favorecen el desarrollo de políticasy de la institucionalidad juvenil en América Latina,particularmente en el campo de la legislación enJuventud y en la estructuración de los OrganismosOficiales de Juventud. Se exponen las característicasde estos logros y se desprenden perspectivas ydesafíos.1. IntroducciónLos acelerados cambios epocales handeterminado cambios en la fase juvenil yen el posicionamiento de las juventudes ensu relación con el Estado y la política. Escreciente la identificación de los propios jóvenescon lo juvenil así como la valoración de serconsiderados ciudadanos interlocutores delEstado de Derecho. Un ejemplo en Chile esla vigorosa y prolongada movilización de losestudiantes secundarios pidiendo la derogaciónde la Ley de Educación, uno de cuyos resultadosfue una comisión presidencial para el estudio delas nuevas características que requería la ley. Yano se cumple con la simple moratoria mientraslos jóvenes se preparan para la adultez, tampocose identifican solo como relevo generacionalde otras pertenencias, ni sus demandas sonmeramente simbólicas.El enfoque de las responsabilidades estatalestambién ha experimentado cambios alenfatizarse nuevos parámetros, donde cabedestacar la inclusión prioritaria de los derechoshumanos. Ello ha incidido en la construcción depolíticas de actores con el fortalecimiento de lasidentidades sociales de niños, mujeres, etnias yjuventudes entre otras.1 Magíster en Psicología Universidad Iberoamericana, Costa Rica.Profesora Emérita de la Universidad de Costa Rica. Investigadora yConsultora Internacional en Juventud. Directora del Colectivo Latinoamericanode Jóvenes. FLACSO-Chile. dinakr2flacso.clAl continuar el aparato del Estado organizadopor sectores, las políticas han correspondidoa la rectoría de estos, constituyéndose en unproblema la solución de la institucionalidadpara la rectoría y coordinación de políticaspoblacionales o de actores, como es el casode las políticas de juventud. A esto se sumael carácter disperso e insuficiente del aporteestatal en el campo social, como consecuenciade la adopción de políticas de restricción delgasto, lo que lleva a una oferta a la juventud másbien fragmentada, omisa, a menudo marginal,coyuntural y contradictoria, provocada por unsentido de urgencia en diversas situacionesemergentes. Para enfrentar el desafío deconstruir sociedades inclusivas es necesariocontar con la legislación, las políticas públicasy la articulación de la institucionalidad orientadaal pleno reconocimiento de las capacidades yderechos de las juventudes.2. Condiciones Favorables al Desarrollo dela Institucionalidad en JuventudLos Estados latinoamericanos han comenzado aresponder con una nueva institucionalidad, lo quegenera un clima idóneo para la construcción decondiciones para el desarrollo e implementaciónde políticas públicas de juventud. Particularmentecon los resultados de la lucha dada por lasmujeres en el campo del derecho y las políticas,han comenzado a surgir rectorías orientadasa poblaciones, donde se revisan las políticasde sectores, buscándose fórmulas para incluirpolíticas de actores. Se hace evidente que elavance del desarrollo de la juventud requiere dereformas administrativas, legislativas y políticasque garanticen la institucionalidad necesariapara superar los obstáculos que presenta eldesarrollo de las juventudes.Las Cumbres Iberoamericanas de Jefes deEstado y de Gobierno han avanzado en la materiadando un respaldo político progresivamentemás amplio y sostenido a la generación de


14 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Organismos Oficiales de Juventud y legitimandocomo una meta relevante, su involucramientoen el desarrollo de las Políticas Públicas deJuventud y los acuerdos para la generaciónde los instrumentos necesarios para suconcreción.Hace 23 años, la Organización de NacionesUnidas proclamó a 1985 como “Año Internacionalde la Juventud” y dio la mayor importanciaa una visión integral de las juventudes conmetas prioritarias para su desarrollo. A partirde entonces se han ido generando iniciativasde carácter internacional, regional y nacionalque pusieron en el centro las aspiraciones yproblemas de la juventud. Así se han sucedidoavances significativos tanto en la investigaciónen juventud, como en su institucionalidad ypolíticas.En 1992 se constituyó formalmente la OrganizaciónIberoamericana de Juventud (OIJ), para articularlos esfuerzos de la cooperación multinacionalcon la participación de los organismos oficialesde Iberoamérica, consolidándose como entidadintergubernamental en 1998, para promover elestablecimiento de políticas de juventud y lainstitucionalidad respectiva con instancias demayor peso político y técnico.Este año 2008 simboliza el fortalecimiento yactualización del empuje con que Iberoaméricareconoce al desarrollo de la juventud al serdeclarado como Año Iberoamericano de laJuventud por los Presidentes de Gobierno yJefes de Estado. En noviembre de este año serealizará la Cumbre de Juventud y Desarrollo enEl Salvador. Además, el 1 de marzo entra en vigorla Convención Iberoamericana de Derechos delos Jóvenes (CIDJ), único tratado internacionaldel mundo que reconoce a la juventud como unsegmento de la población en tanto sujetos dederecho y actores estratégicos del desarrollo(OIJ). Solo no han firmado la CIDJ Argentina,Chile y Colombia.La ratificación de la CIDJ cumple con el derechointernacional y faculta su entrada en vigor. Eltratado consta de 44 artículos que establecen unaserie de derechos civiles y políticos (Derecho a laVida, a la Objeción de Conciencia, a la Justicia,Libertad de Pensamiento y Religión, Libertad deExpresión, Reunión y Asociación, entre otros);y derechos económicos, sociales y culturales(Derecho a la Educación, a la Educación Sexual,a la Cultura y el Arte, al Trabajo, a la Vivienda,entre otros). Significa que cualquier joven de lospaíses signatarios que vea vulnerados algunosde los derechos consagrados puede invocaresta herramienta jurídica.3. Políticas de Juventud e InstitucionalidadHan cambiado radicalmente los espacios ymotivos por los que las personas jóvenes serelacionan con lo público y lo político. Lasnuevas generaciones juveniles tienen lazoscon las instituciones, formas de pertenenciacon expresiones propias de participación en locolectivo y de vinculación con el medio, dondeinfluyen los cambios de la globalización, lamodernización y la polarización económica.Existe una clara relación entre la historia, laspolíticas del Estado y las características dela institucionalidad de juventud. Las políticastradicionales aíslan del resto del aparatodel Estado a las instancias encargadas delas acciones específicas para la juventud.Difícilmente las acciones de los organismosoficiales de juventud separadas del accionar delos sectores del Estado orientados al desarrollodel país, pueden contribuir a la inclusiónciudadana de las juventudes y abrir espaciospara su aporte a la sociedad.Aún es frecuente un amplio e indiferenciado usodel concepto de política de juventud. A vecesbasta con que en un país exista preocupacióny ciertas acciones gubernamentales aisladasdirigidas a las personas jóvenes, paraconsiderarlas políticas de juventud y dar laimagen tranquilizante que la juventud ocupaun lugar en la cosa pública. Estos programas,muchos discontinuos, pueden darse fuera dela existencia de un marco integral de políticasde juventud para centrarse en el acceso a lastecnologías de la información y comunicación,prevención de las adicciones, represión de laviolencia juvenil, bolsas o capacitaciones parael trabajo, etc.En la política nacional se establecen las


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 15responsabilidades de las instituciones estatales,las alianzas con la sociedad civil y las juventudesa través de una propuesta central con un marcoestratégico común que define las competencias yobligaciones de las partes involucradas. Esto secomplementa con políticas regionales y localesen las que las entidades correspondientes sonresponsables y garantes del cumplimiento delos programas, de acuerdo con las directricesseñaladas en la política nacional y con laadecuación correspondiente a su contextoparticular. Por otro lado, la integralidad noabandona la política de sectores específicos,la que debe ser explicitada y formalizada deacuerdo a las realidades propias del sectoren el marco de las directrices de la políticanacional y local para articular coherentementelos diferentes proyectos.Una política avanzada de juventud es públicaen la medida que su formulación comprometea las instituciones del Estado en su conjunto,con la responsabilidad de las condicionesrequeridas para su realización; los jóvenesparticipan en las decisiones y se comprometencon ellas y la sociedad civil aporta con susdiversas organizaciones y expresiones. Deesta forma se articula la institucionalidad conun enfoque de transversalidad y equidad. Asíse sientan bases para el desarrollo de políticasde juventud incluyentes que se imbrican con laimplementación del paradigma de ciudadaníajuvenil en un marco de referencia a largoplazo, articulador de los planes y programas yde la legislación nacional. Se concreta en unplan de acción, con responsables definidos,plazos acotados e indicadores de seguimientoy evaluación. El plan nacional de acción traducela Política a la acción, su implantación establecenuevos desafíos a los organismos oficialesde juventud para coordinar el desarrollo depropuestas de forma integral, estratégica ypalpable que contemplan su inclusión en losplanes operativos de las instituciones.4. La Legislación en JuventudComo reflejo de la fragmentación del sujetojuvenil y la transición en las políticas, los rangosde edad varían en las diversas normativasque afectan a las juventudes. Un ejemplo esla nueva legislación penal juvenil que tiende afijar una edad límite por debajo de la cual nose considera responsable de sus actos a lapersona. Existen países que la han establecidoen 12 años, empero hay países con límites deedad diferentes. Por ejemplo, Panamá y Chilela fijaron en 14 años y Nicaragua en 13. Lasleyes de Costa Rica, Guatemala y El Salvadorestablecen una diferenciación etaria entre losmenores de 15 a 18 años al considerar dichogrupo etario como adolescentes penalmenteresponsables.Cabe destacar que a partir de los 18 añoslas personas son juzgadas como adultas,reproduciendo el importante problema de laambigüedad del sujeto juvenil: la juventudengloba la adolescencia y es bastante comúnque las personas jóvenes queden subsumidas odesvanecidas en las propuestas bajo la categoríade adulto. Así, las particularidades de este grupotienden a diluirse en un diseño de política social,económica y laboral dirigida al conjunto de lapoblación adulta sin distingo alguno. En estesentido, la Convención Iberoamericana deDerechos de los Jóvenes inicia un necesarioavance para el marco normativo jurídico de laspolíticas.Aunque los primeros instrumentos legalesrelacionados con la juventud se remontan a losaños setenta (el Estatuto de la Niñez y la Juventudde Cuba, por ejemplo), lo que actualmenteconocemos como “leyes de juventud” tiene unahistoria mucho más reciente. Se considera quela ley especifica el desarrollo de políticas. Laspolíticas públicas trazan la línea. Los planesestratégicos las aterrizan y requieren los rubrospresupuestarios correspondientes con claridaden las asignaciones y como transferencia de lanación. Existe la necesidad de incluir un sistemade seguimiento de la ejecución presupuestariacon enfoque poblacional.Uno de los primeros instrumentos legales fueaprobado en 1991 en Chile, pero se concentróexclusivamente en establecer las normascorrespondientes al Instituto Nacional de laJuventud, creado en los comienzos de larestauración democrática comenzada en esos


16 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Cuadro 1Países con iniciativas de ley y leyes de creación de organismos de juventudGuatemala Proyecto propuesto por organizaciones juvenilesEl Salvador Iniciativas en estudio en el congresoParaguay Iniciativas en estudio en el congresoChile Instituto Nacional de la Juventud, 1991México Instituto Mexicano de la Juventud, 1999Perú Consejo Nacional de la Juventud, 2002años. En esta línea de creación de instanciasoficiales siguieron México y Perú.La Ley de Juventud de Colombia, aprobadaen 1997, es la que comienza un ciclo que llevóa que otros países imitaran dicho esfuerzo,aprobando sus respectivas leyes de juventud:República Dominicana en el 2000; Ecuador yNicaragua en el 2001; Costa Rica y Venezuelaen 2002 y Honduras en el 2006. Estas leyescrean organismos de juventud, definen quiénes joven, describen un conjunto de derechos yfijan líneas respecto al desarrollo de políticasnacionales de juventud.Otros países se encuentran en diversos gradosdel proceso de producción de estas leyes. Boliviacuenta con un proyecto de ley no aprobado yotro tanto ocurre con Guatemala (que cuentacon un proyecto similar pero propuesto pormovimientos juveniles), El Salvador (hayalgunas iniciativas en estudio en el Congreso)y Paraguay (que comenzó a recorrer tambiéneste camino). Por su parte, en Argentina, Brasil,Cuadro 2Países con leyes de juventudPaísAñoColombia 1997Costa Rica 2002Ecuador 2001Honduras 2006Nicaragua 2001Rep. Dominicana 2000Venezuela 2002Panamá y Uruguay, no se conocen iniciativas deeste tipo.En las leyes de juventud hay temasoperacionales que deben desarrollarse pues,con los años de existencia, aparecen comofundamentales: la necesidad de darle fuertescaracterísticas vinculantes, la posibilidad deque los jóvenes sean consultados, la existenciade presupuestos organizados alrededor depolíticas y no diseminados y fragmentados. Paraello, son necesarias políticas poblacionales, conmecanismos de escucha e inclusión juvenil,la visibilización de las juventudes como sujetode poder y decisión y andamiaje institucionalfuerte. Es necesaria la incidencia de la leyen otros escenarios que los tradicionalmenteestablecidos para jóvenes.La vida práctica de las leyes ha empezado a darlugar a revisiones y reformas que es interesanterevisar someramente. En el 2007 se dieroniniciativas de este tipo en Colombia y CostaRica. Colombia realizó en Medellín un balancenacional de 10 años de la ley con la participaciónde jóvenes de todos los sectores, parlamentarios,funcionarios y expertos. Hubo bastante consensoen que la pregunta no era si la ley sirve, sinomaterializar la ley. Existe la sensación de quese ignora su existencia. Se reconocieron éxitosprovenientes de la institucionalidad derivada dela ley, que se concretaron en la defensoría delpueblo y los consejos municipales de juventud.El funcionamiento de estos tiene diversosniveles y características perfeccionables, peroson valorados en el avance de lo local. Lolocal aparece claramente como con un mayor


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 17Cuadro 3América Latina y El Caribe: organismos de juventud y adscripción gubernamentalPaís y OrganismoAdscripciónArgentina, Dirección Nacional de Juventud Ministerio de Desarrollo Social 1Bolivia, Viceministerio de Género y AsuntosGeneracionales 2Brasil, Conselho Nacional de Juventude(Conjuve)Chile, Instituto Nacional de JuventudColombia, Programa Presidencial ColombiaJoven 3Costa Rica, Vice Ministerio de Juventud,Consejo Nacional de JuventudCuba, Jóvenes Comunistas de Cuba 4Ministerio de JusticiaSecretaria General da Presidencia da RepúblicaMinisterio de PlanificaciónPresidencia de la RepúblicaMinisterio de Juventud y CulturaDirección Nacional de JuventudEcuador, Dirección de la Juventud Ministerio de Inclusión Económica y Social 5El Salvador, Secretaría de la Juventud Presidencia de la RepúblicaGuatemala, Consejo Nacional de la Presidencia de la RepúblicaJuventudHaití, Oficina de Juventud, S/DMinistère de l’Education Nationale de la Jeunesseet des SportsHonduras, Instituto Nacional de Juventud Casa PresidencialMéxico, Instituto Mexicano de la Juventud 6 Secretaría de Educación PúblicaNicaragua, Instituto Nicaragüense de la Ministerio de EducaciónJuventudPanamá, Dirección de JuventudMinisterio de Desarrollo SocialParaguay, Viceministerio de la Juventud Ministerio de Educación General y Cultura 7Perú, Secretaría Nacional de Juventud Ministerio de Educación 8República Dominicana, Secretaría de Presidencia de la RepúblicaEstado de la JuventudUruguay, Instituto Nacional de la Juventud Ministerio de Desarrollo Social.Venezuela, Instituto Nacional de la Juventud Ministerio del Poder Popular para la Educación 9Fuente: Elaborado por Dina Krauskopf y Mario Gómez a partir de la revisión de sitios web gubernamentales.1 Fuente: http://www.juventud.gov.ar/2 Fuente: http://www.oij.org3 Fuente: http://www.colombiajoven.gov.co/4 Fuente: http://www.oij.org5 Fuente: http://www.mbs.gov.ec6 Fuente: http://www.imjuventud.gob.mx/7 Fuente: http://www.mec.gov.py/img/org_new.gif8 Fuente: http://www.snj.gob.pe/9 Fuente: http://www.me.gob.ve/


18 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008potencial de avance en los temas de juventudy el desarrollo de políticas de juventud .Sevisualiza el potencial de Colombia Joven comored de trabajo líder para promocionar y dar aconocer la ley y las políticas.En Costa Rica, con la aprobación el 2002 de laLey General de la Persona Joven, se reconocióen la persona joven “un actor social, cultural,político y económico, de importancia estratégicapara el desarrollo nacional”, particular y diverso,y que como grupo posee “necesidades propiaspor satisfacer, roles específicos por desempeñary aportes por hacer a la sociedad“. En la Reformadel Sistema Nacional de Juventud se proponeque se eleve el rango del Viceministro(a) aMinistro(a) de la Juventud, se transforme elConsejo de la Persona Joven en Instituto dela Persona Joven y se mantenga la Asambleade la Persona Joven. Se propone la creaciónde las Oficinas Municipales de la PersonaJoven, las que deberán ser financiadas por lamunicipalidad respectiva, pero recibirán apoyoy capacitación por parte del Instituto. Estas, asu vez, promoverán la creación de los ComitésCantonales de la Persona Joven y facilitaránla ejecución de sus proyectos. Se proponeque se asigne presupuesto al Instituto de laPersona Joven del presupuesto de la Repúblicay a las Oficinas Municipales de Juventud delpresupuesto municipal.Por otro lado, se mantiene el modelo que admitedeberes por parte del Estado con la poblaciónjoven, entiende a las personas jóvenes comosujetos de derechos e incorpora a la sociedadcivil en la toma de decisiones. Igualmente semantiene la potestad rectora de las políticasde juventud en un ente nacional de juventud, elente deliberativo juvenil a nivel nacional, que esla Asamblea Nacional de la Persona Joven -consu potestad de aprobar la Política Nacional de laPersona Joven y la organización representativade la juventud local, que son los ComitésCantonales de la Persona Joven. De este modoqueda consolidado el Sistema de Juventud.Por último, cabe mencionar que tres paísesincluyen en su Constitución el derecho ala participación juvenil: Colombia, Cuba yParaguay.5. La Situación de los Organismos Oficialesde JuventudLa responsabilidad directa de las políticasde juventud ha estado ligada históricamentea los denominados organismos de juventud.Anteriormente, la política por excelencia que elEstado brindaba era la educación. Las respuestasgubernamentales que emergen en AméricaLatina están ligadas al Movimiento Nacional deJuventudes (Costa Rica, 1966), Institutos deJuventud y Deporte (Nicaragua, Guatemala) yprincipalmente a oficinas de atención escolar enlos Ministerios de Educación en diversos países.El cuadro que sigue a continuación evidencia unextraordinario avance.Se aprecia una situación heterogénea tantoen la naturaleza como en materia del nivel yCuadro 4Jerarquía administrativa de los organismosgubernamentales oficiales de juventudMinisterio 0Viceministerio 3Dirección Nacional de Juventud 3Secretaría 4Instituto Nacional de la Juventud 6Consejo Nacional de Juventud 2Programa presidencial 1Otros 2especificidad de la inserción administrativa delos organismos oficiales de juventud, lo que estema de debate en la región.Pueden identificarse a lo menos dos tendencias.En una se observan organismos de juventud queestán adscritos, con características periféricas,a una institución ministerial no especializada enjuventud. En estos casos puede también tratarsede unidades administrativas menores que noocupan un lugar prioritario en la programacióninstitucional respectiva ni en los planes dedesarrollo futuro, y carecen de personeríajurídica propia, por lo cual se ven limitados tantoadministrativa como políticamente.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 19Un segundo tipo está conformado por organismosoficiales de juventud que están adscritos, con unarelación directa, a una institución o dependenciaestatal de alta jerarquía, que incluso puedeser especializada, y pueden contar o no conautonomía administrativa y política. Lo decisivoen este caso, es el vínculo directo entre algúnórgano de poder político y la respectiva unidadde juventud. Aquí se encuentran tambiénaquellas situaciones en que los organismosde juventud que pueden estar adscritos a unMinisterio o Viceministerio que tiene bajo suresponsabilidad, entre otros temas, el de laformulación y conducción de la política nacionalde juventud. La dirección del organismo dejuventud en los países donde están adscritosa la presidencia, tiene el rango de Ministrosde Juventud y participan de las reunionesdel Gabinete Ministerial. Esto tiene una granpotencialidad para el trabajo intersectorial.Dado que son secretarías, no está aseguradasu continuidad en las administracionessiguientes. El otro hecho que llama la atenciónes que en varios países denominan a losorganismos oficiales de Juventud Consejo deJuventud, cuando en otras regiones y paíseslatinoamericanos dicho nombre correspondea las juventudes de la sociedad civil que soninterlocutoras del organismo oficial.Cuadro 5Sector gubernamental de adscripción de losorganismos gubernamentales de juventud enAmérica Latina y el CaribePresidencia de la República. 6Ministerio de Educación. 6Ministerio de Desarrollo Social. 4Ministerio de Planificación. 1Ministerio de Justicia. 1Ministerio de Juventud y Cultura. 1Otro. 1Fuente: Elaborado por Dina Krauskopf y Mario Gómez apartir de la revisión de sitios web gubernamentales.En esta breve revisión cabe detenerse en doshechos colaterales. Uno es el papel de losMinisterios de Educación como el referentesectorial, bajo el cual se insertan los organismosde juventud en algunos países, lo que noparece ser la opción definitiva para lograr unpapel rector y coordinador intersectorial. Otrosministerios del área social, planificación o laCasa Presidencial, parecerían tener un espectromás amplio para ubicar la temática juvenil. Sinembargo, estas características referidas a laespecifidad no son un elemento suficiente, pueses fundamental analizar las fortalezas internasde los organismos y el respaldo político con quecuentan.Los organismos de juventud requieren deuna importante jerarquía en la administracióngubernamental para la fluidez y respaldo en eldiálogo intersectorial y la promoción de políticas.Junto a ello es necesario un elevado nivel decoordinación político-técnica, con capacidadde referencia política e interlocución paratodos los sectores de gobierno involucrados.Es absolutamente necesario contar con capitalcultural de un alto nivel técnico que respaldecon capacidad de interlocución técnica el trabajocon los sectores y el apoyo del nivel ciudadano.Igualmente la organizada participación del niveljuvenil y de un presupuesto preestablecidogarantiza la implantación y continuidad de lasacciones necesarias.Las instancias oficiales de juventud enfrentandificultades concretas en sus esfuerzos porconvertirse en coordinadores de las políticasnacionales de juventud. La coordinacióninterinstitucional aparece como temaproblemático aún cuando las condiciones deapoyo político institucional estén a su favor.Al parecer se presentan problemas asociadoscon la apertura de la sectorialidad, la tendenciaa privilegiar la ejecución directa, así como lacarencia de suficientes recursos técnicamentecapacitados y las asignaciones presupuestariasrequeridas. Los estudiosos de la situaciónreconocen que se dan principalmente por tresproblemas: el primero, ser visto como un canalpara la identificación y cooptación de líderesjuveniles, o un espacio de ”clientelas electorales“juveniles; el segundo, una débil capacidadtécnica para concebir, organizar y poner enejecución nuevos enfoques en materia depolíticas y servicios de juventud. El tercer factores su inserción en el aparato de Estado, que no


20 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008contribuye a dar prioridad al tema de juventud,tanto en la asignación presupuestaria como enmateria de acciones de desarrollo ministerial(Krauskopf y Mora, 1999).Un elemento adicional que merece ser analizado,es cuando el criterio etáreo y de adscripciónpolítica de los miembros clave de estosorganismos, desplaza la capacidad técnica.Ello puede ocurrir también en asocio con undébil respaldo gubernamental al desarrollo delas políticas de juventud. En este caso no segarantiza el capital técnico y cultural requeridopara las complejas y pioneras funciones quedeben cumplir los organismos de juventud.Existe una especie de malentendido: si laspersonas a cargo del organismo son jóvenes,entonces se daría protagonismo y participacióna la juventud. En realidad el protagonismo yparticipación juvenil está dado por las plataformasjuveniles que tienen una legítima posibilidad deser interlocutores permanentes de la instanciaoficial de juventud. Éstas, paradójicamente, nose encuentran presentes en la mayoría de loscasos. Lo lógico es que una instancia de este tipose asegure que personas a cargo, así como elpersonal técnico, tengan la máxima cualificacióny respaldo para poder ejercer labores deinterlocutor con todos los sectores de Gobiernoy la sociedad civil en pro del avance las políticasde juventud integrales con la participación de losinterlocutores juveniles correspondientes.Los organismos oficiales de juventud han tenidonotables elementos positivos. Constituyenoportunidades de acceso a la vida social yvisibilización positiva para los sectores juveniles.Adicionalmente, han logrado movilizar recursoseconómicos que, aunque insuficientes, noestaban canalizados anteriormente hacia losgrupos juveniles, con lo cual se ha incrementadola oferta de programas, servicios y proyectoshacia la juventud. Han dado adhesión aenfoques de derechos y generacionales.Son crecientemente soportes de importanteinvestigación en juventud y su difusión haaportado a la ciudadanía valiosas encuestasde juventud e incipientes observatorios cuyodesarrollo puede ser fundamental.Se destacan especialmente los organismosde Juventud que han promovido y apoyadola producción de leyes de Juventud, políticasnacionales y planes de acción. La existenciade Instancias Oficiales de Juventud legitima unstatus que permite avanzar en la coordinacióny rectoria. Existe una búsqueda de formas derelación participativa con las juventudes y sehan dado ricos procesos de establecimiento deSistemas de juventud.6. Consideraciones FinalesLa revisión efectuada en este artículo muestraun recorrido alentador en el desarrollo de lainstitucionalidad que promueve la inclusión delas juventudes, si bien cabe reconocer que loslogros son heterogéneos entre los diversospaíses. Es frecuente evaluar este recorrido másbien en términos negativos. Ello se debe a queno deja de ser difícil la lucha permanente quees necesaria para contribuir a posicionar a lasjuventudes y mantener los logros alcanzados.Las razones de esta situación no son decompetencia de este artículo, pero la existenciade cada vez más personas preparadas einvolucradas para trabajar con la situación delas juventudes así como la internacionalizacióndel tema y las experiencias participativas en laregión, brindan nuevas fortalezas para la tarea.Referencias Bibliográficas• Banco Mundial. 2007. Informe sobre elDesarrollo Mundial, 2007. El desarrollo yla próxima generación. Panorama general.Disponible en: http://siteresources.worldbank.org/INTWDR2007/• CEPAL. 2007. La juventud en Iberoamérica.Tendencias y urgencias. ComisiónEconómica para América Latina y el Caribe(CEPAL) Buenos Aires, 2da. Edición.• Krauskopf, Dina. 2005. “Desafíos en laconstrucción e implementación de laspolíticas de juventud en América Latina”, enel Futuro ya no es como antes Ser joven enAmérica Latina. 200 Noviembre-Diciembre2005, Buenos Aires.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 21• ________________ 2005. “Desafíos enla construcción e implementación de laspolíticas de juventud en América Latina”,en El futuro ya no es como antes. Serjoven en América Latina. 200 Noviembre-Diciembre 2005, Buenos Aires.• ________________ 2004. “Perspectivassobre la Condición Juvenil y su Inclusiónen las Políticas Públicas”, en Políticasde Juventud en Latinoamérica. Argentinaen Perspectiva. FLACSO-Argentina,Fundación Friederich Ebert.• ________________ 2004. “Perspectivassobre la Condición Juvenil y su Inclusiónen las Políticas Públicas”. En Políticasde Juventud en Latinoamérica. Argentinaen Perspectiva. FLACSO-Argentina,Fundación Friederich Ebert.• ________________ 2003. Participaciónsocial y desarrollo en la adolescencia.UNFPA, Costa Rica.Organización Iberoamericana de laJuventud (s.f.) Madrid, España.• Propuesta de Reforma Integral a la LeyGeneral de la Persona Joven N° 8261.Enero 2008. Viceministerio de Juventud,Consejo Nacional de política pública de laPersona Joven y Fondo de Población delas Naciones Unidas.Sitios web consultados:- http://www.juventud.gov.ar/- http://www.oij.org- http://www.colombiajoven.gov.co/- http://www.oij.org- http://www.mbs.gov.ec- http://www.imjuventud.gob.mx/- http://www.mec.gov.py/img/org_new.gif- http://www.snj.gob.pe/- http://www.me.gob.ve/••________________ 2003. “La construcciónde políticas de juventud en Centroamérica”,en Políticas Públicas de Juventud enAmérica Latina: Políticas nacionales.Dávila, Oscar, editor. CIDPA, Viña del Mar.Krauskopf, Dina y Minor Mora. 1999.Situación de los Organismos de Juventuden Centroamérica: análisis para sufortalecimiento institucional. OrganizaciónIberoamericana de la Juventud, UniónEuropea.•••Lechner, Norbert. 1998. “Condiciones degobernabilidad democrática en AméricaLatina”, en Chile 97. Análisis y Opiniones.FLACSO-Chile, Santiago.Zarzuri, Raúl. 2007. “Jóvenes, ServicioMilitar y Objeción de Conciencia”, enRevista Observatorio de Juventud 13, pp.23-32. INJUV, Santiago.Convención Iberoamericana de losDerechos de la Juventud. 2008.


22 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008INSTITUCIONALIDAD, GOBIERNO Y POLITICAS PUBLICAS.Elementos para la discusión sobre las causas y efectos de los cambios a lainstitucionalidad de juventud en ChileMiguel Fernández Freire 1Gabriel Sepúlveda Espinosa 2Qué les queda por hacer a los jóvenes, en estemundo de paciencia y asco, sólo graffiti, rock yescepticismo.....también les queda no dejar queles maten el amor, recuperar el habla y la utopía,ser jóvenes sin prisa y con memoria,situarse en una historia que es la suya,no convertirse en viejos prematuros.Mario BenedettiLa administración pública no es el campo donde seencuentranGrandes Respuestas; es un mundo de institucionesestablecidas,diseñadas para permitirle a personas imperfectas utilizarprocedimientosdefectuosos para hacer frente a problemas que no tienensolución.James Q. Wilsona las actuales demandas en materias juveniles,incorporando la garantía de derechos mínimosy reconociendo que éstas configuran un campoespecífico de acción que requiere de unaestructura investida de un importante volumende recursos y atribuciones para orientar,condicionar y conducir políticas públicas conreal impacto sobre el bienestar de los jóvenesde Chile.Esta transformación significa un paso importanteen la asignación de un rol más activo delEstado en el tratamiento de materias adscritasa “lo juvenil”. Sin embargo, la efectividad realde esta medida dependerá de la capacidad ydecisión política de la autoridad para dotar a lanueva institucionalidad de una marco jurídicoadecuado y acorde al objetivo del desarrollo deuna acción pública con perspectiva de derechocomo forma de inclusión social.Resumen: Los cambios institucionales en materiade juventud han sido una forma de respuestapolítica que los gobiernos han dado al tratamientode las temáticas relacionadas con lo juvenildurante la historia reciente. La Unidad Popular, laDictadura y los Gobiernos de la Concertación handiseñado instituciones ad-hoc a los objetivos desus administraciones y a las perspectivas desde lascuales han abordado la temática.En este sentido, la firma por parte de la PresidentaMichelle Bachelet del proyecto de ley que creael cargo de Ministro de Deportes y Juventud,no sólo da inicio a un proceso legislativo quebusca ordenar de manera eficaz, eficiente ycoordinada la acción pública en ambas materias,tanto en aquellos espacios adecuados parala acción conjunta como en aquellos que no.Además de esto, es una decisión política quebusca adecuar las respuestas del Estado frente1 Administrador Público, Egresado de Magíster Gestión y PolíticasPublicas, Universidad de Chile. Jefe del Departamento de Proyectosy Programas del Instituto Nacional de la Juventud. miferfre@gmail.com2 Administrador Público, Egresado de Magíster Ciencia Política,Universidad de Chile. Asesor y Jefe de Gabinete del Director Nacionaldel Instituto Nacional de la Juventud. gsepulvedae@gmail.com1. IntroducciónLas transformaciones institucionales formanparte importante de las demandas que distintosgrupos de la sociedad realizan en busca deuna mejora en sus condiciones de vida y derespuesta a las diferentes problemáticas quese les presenten. Agrupaciones políticas,organizaciones no gubernamentales, el mundoacadémico, funcionarios emprendedores ytodo tipo de organizaciones y “stakeholders”(entendido como todos quienes se venimpactados por, o que pueden impactar a unaorganización, incluyendo individuos, grupos yotras organizaciones) vinculados a demandasespecíficas sobre ciertos asuntos públicos,anhelan constantemente la existencia deuna institucionalidad adecuada a las accionesque esperan el gobierno realice en un campoespecífico de acción.Las razones de esta demanda se encuentranen el hecho de que la efectividad de la


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 23acción pública depende en gran medida delas capacidades gubernamentales que lainstitucionalidad correspondiente entrega a laautoridad encargada de tomar las decisionesde interés público, las cuales se operacionalizancomo soluciones a demandas específicas através de las políticas públicas.El caso de la juventud no queda fuera deesta dinámica. Las diversas demandas yproblemáticas del fenómeno juvenil son unelemento más en el entramado social al cualel Estado debe dar respuestas, sostenido yacrecentado por los efectos del crecimientodel país (urbanización, excedentes, educacióngeneralizada, medios de comunicación demasas, moratoria laboral, etc.) y, al igual de loque sucede con el resto de los grandes temas,se le exige al Estado un rol que puede ser menoro mayormente activo, donde se implementenpolíticas públicas eficaces, eficientes, oportunasy de impacto.El presente documento tiene por objeto analizarde manera exploratoria las causas y efectosde una transformación institucional sobre lapolítica pública de juventud y, al mismo tiempo,definir algunos aspectos tanto programáticoscomo de gestión que importan para el debatecontemporáneo de la materia; finalmente seexponen .a modo de conclusión diez puntosrelevantes en este sentido.2. Historia reciente de la Institucionalidadcomo Respuesta PolíticaLa sociedad chilena se encuentra en unatransformación profunda. Los cambiosestructurales iniciados a mediados de la décadade los setenta por la dictadura, están hoy ensu fase de consolidación (si es que algunosde ellos no están consolidados aún) y hanhecho necesarias las denominadas reformasde segunda generación para hacer frente a losdiferentes problemas o vacíos producidos por elmodelo original, y superar así sus graves falencias(French-Davis, 1999). Como consecuencia detodas las modificaciones han surgido nuevosactores sociales y nuevos escenarios deinteracción en donde las antiguas formas derelacionarse se hacen poco resolutivas y lospatrones comunes de entendimiento comienzana quedar obsoletos. Estos cambios en las formasde relacionarse, sean estos canales formaleso informales, determinan cambios gradualesen las instituciones, incluidas aquellas que seencuentran en la esfera pública.Tanto la teoría evolucionista como la teoríahistórica de las instituciones señalan que loscambios institucionales y sus efectos sonincrementales y lentos, independiente de lavelocidad con que se ejecuten los procesospolíticos que desembocan en su reforma.Mientras la primera relaciona ello a que losagentes, junto con buscar maximizar subeneficio en el marco de reglas existentes,tratan de cambiar las reglas, extendiendo losprocesos de transformación y así permitiendola supervivencia de la alternativa institucionalmás fuerte, la segunda lo atribuye a que lasinstituciones “nuevas” nunca son realmentenuevas, ya que las instituciones informalespermanecen en la “memoria histórica” delos individuos (Ayala, 2004). Así, los diseñosinstitucionales resultantes de los procesosde transformación son resultado de unacombinación entre la pugna de intereses y losaprendizajes, costumbres y valores sociales.En el caso de la institucionalidad pública dejuventud, la especificidad del “output” delgobierno ha estado determinado por procesoscomo los antes descritos. Por ejemplo, duranteel Gobierno de la Unidad Popular, una delas propuestas-pilares fue la creación de unMinisterio de la Familia, espacio donde sepensó la implementación de un departamentoespecializado en el tema juvenil. Comoconsecuencia de las diferencia con el Congresoa esta iniciativa, asumir las problemáticas de losjóvenes quedó radicado en la Secretaría Generalde Gobierno, desde donde se impulsaronmedidas orientadas al fomento de los trabajosvoluntarios, al trabajo asociativo con jóvenescampesinos y al desarrollo de procesos deformación de monitores juveniles.Con posterioridad al Golpe de Estado de 1973,se creó la Secretaría Nacional de la Juventud,estructura que estuvo orientada al desarrolloun trabajo particular y específico con los


24 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008jóvenes. Dicha institucionalidad fue diseñada deforma completamente funcional al régimen. Elobjetivo central fue crear un vínculo, un puentede comunicación y adoctrinamiento desde elGobierno Militar hacia los jóvenes.Comenzados los años ‘90, los GobiernosDemocráticos, atendiendo a la denominada“deuda social” (Del Picó, 1994) que la gravecrisis de los años precedentes había dejadocomo balance en el mundo juvenil (crisiseconómica, cultural, social, prioridades políticasdiferentes) asumieron el compromiso de crearinstituciones del Estado capaces de abordarintegralmente la superación de las brechassociales. Haciendo eco de las demandasexpresadas por la ciudadanía, se crea la nuevainstitucionalidad pública de carácter técnico yasesor que, bajo la forma del Instituto Nacionalde la Juventud, se transformó inobjetablementeen uno de los proyectos esenciales del retornode la democracia, ejemplo de esto es el enormeapoyo para la concreción de este proyecto.Desde ese entonces, los temas relacionadoscon la juventud han formado parte integral de lasplataformas programáticas de los gobiernos dela Concertación de Partidos por la Democracia.Con distintos matices y objetivos, la dimensiónde “lo juvenil” ha sido un elemento presente eidentificable durante el periodo posterior a 1990,mayoritariamente en el marco de una política deinclusión social.Sin embargo, esta institucionalidad hacomenzado a evidenciar una necesidad dereforma. De acuerdo con Mascareño y Thezá(2007), desde la perspectiva de políticapública, la temática sobre juventud enfrentaactualmente cuatro grandes dificultades:pérdida de visibilidad frente a la emergencia denuevos temas; mitos sobre el escaso interés delos jóvenes en las instituciones democráticastradicionales; una institucionalidad que no ha sidoadecuadamente fortalecida en el último tiempo;y un diseño sectorial y fragmentario que generaprogramas públicos no siempre pertinentes.En este escenario, la demanda por una nuevainstitucionalidad acorde a las necesidadesactuales de políticas públicas de juventud hacobrado mayor vigor, especialmente cuando laperspectiva de derecho es la idea-fuerza quepredomina en el diseño y la implementaciónde políticas sociales. Ahora bien, ¿qué haydetrás de esta demanda? ¿Por qué se le haceal Estado?La particularidad de las instituciones formalesestatales radica en que se establecen paraabordar problemas específicos, dotando a lainstitucionalidad correspondiente de una seriede leyes y reglamentos cuyo cumplimiento esobligatorio y coercitivo (Ayala, 2004). Así, lasinstituciones formales estatales tenderían arestringir los campos de acción individual, tantopor la imposición de regulaciones como por sunecesidad de financiamiento, el cual proviene dela ciudadanía a través del pago de impuestos.Sin embargo, a pesar de que las institucionesnorman y limitan, los individuos creen en ellascomo instancias para mejorar la equidad y laseguridad social. Así, las respuestas al tipode instituciones que se espera existan en lasociedad se encuentran en el plano político, quetiene que ver más con las valoraciones colectivassobre determinados hechos (elemento subjetivo)y la disposición de los individuos a someterse aciertas restricciones y/o financiar iniciativas queentienden maximizan el bienestar social, dandorespuesta a necesidades de interés públicoestablecidas por la autoridad, pero determinadapor aspectos culturales, económicos y valóricos.Dada esta especie de “ética colectiva” queordena estos valores y determina la demandapor instituciones, es que éstas son políticas ensu naturaleza y no son totalmente neutrales oindependientes del contexto político en el queoperan (Graham y Naim, 1997).La discusión en torno a la institucionalidad dejuventud no esta exenta de las particularidadesantes señaladas. La forma en que el Estado seha hecho cargo de “lo juvenil” es una decisiónpolítica tomada por la autoridad competentedentro de los marcos establecidos por laconstitución y las leyes, cuyas políticas sonejecutadas por instrucción legal en tantorespuesta a necesidades declaradas comopúblicas, por lo que es función del interéspúblico en la materia (Barrientos, 1999). Enla actualidad, el paso dado por la PresidentaBachelet con la firma del proyecto de ley


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 25que crea el cargo de Ministro de Deportes yJuventud, que tendrá el mandato de diseñaruna nueva institucionalidad, busca justamenteadecuar este ordenamiento institucional a unaacción pública con perspectiva de derechosmínimos garantizados, es decir, dando un rolactivo al Estado no sólo en el respeto a laslibertades individuales de las personas, sinoal reconocimiento de un marco de derechosque deben ser garantizados y protegidos enáreas tales como el empleo, la empleabilidady el emprendimiento; salud, autocuidado ysexualidad; educación y capacitación; cultura yexpresión artística; y, participación y ciudadanía(Mascareño y Thezá, 2007).A continuación veremos cómo esta decisiónpolítica de garantizar estos derechos implicaun cambio institucional importante y cómola propuesta del gobierno responde en granmanera a dicha necesidad.3. Institucionalidad fuerte para la InclusiónSocial con Perspectiva de DerechosDe acuerdo con lo señalado en documentosde trabajo del INJUV 3 , la inclusión sociales observada desde un punto de vistapredominantemente funcional. Este conceptopresenta la particularidad de poder observarla inclusión desde cuatro criterios que hacensencilla su caracterización: diferencia, medición,operatividad y amplitud. Por diferencia seentiende la capacidad de observar amboslados de la distinción inclusión/exclusión; lamedición implica poder cuantificar los nivelesde inclusión/exclusión a través de niveleseducacionales, de inserción laboral, de accesoa la salud, a la cultura, entre muchos otroscriterios; la operatividad del concepto posibilitala construcción de proyectos y programasque ataquen directa o contextualmente lasproblemáticas de exclusión social juvenil; laamplitud, supone la prescindencia de elementosvalóricos en la intervención.Una forma importante de disponer recursosa favor de los excluidos es, de acuerdo con3 Documento de Trabajo Nº 4 del Departamento de CoordinaciónIntersectorial del INJUV: Condiciones mínimas de inclusión social juvenil:Elementos fundamentales para la construcción de una políticapública de juventud. Santiago, 2002.Abramovich (2006), otorgarles poder a travésdel reconocimiento de la titularidad de ciertosderechos ante los cuales el Estado se obligaa su cumplimiento, hecho que cambia la lógicade los procesos de diseño e implementaciónde políticas públicas, que en vez de partir deun punto donde personas con necesidadesdeben ser asistidas, se inician bajo el supuestodonde sujetos con derechos pueden demandardeterminadas prestaciones y conductas. Eneste marco, ¿es suficiente una institucionalidadpública como la actual para responder a estedesafío?De acuerdo con Lahera (2004) los gobiernosson instrumentos para la realización depolíticas públicas. Así, tal como el logro de unaempresa privada no es su organigrama, sinosus utilidades, lo importante en el gobiernoson sus resultados más que su estructura. Sinembargo, el impacto del diseño institucionalque determina la estructura a través de lascuales se implementan las políticas públicases significativo, toda vez que determina lascapacidades del gobierno para, entre otrosobjetivos, establecer y mantener las prioridadesdefinidas, obtener recursos, innovar, coordinar elcumplimiento de objetivos e intereses difusos yasegurar la sostenibilidad de la política (Weavery Rockman, 1993)Con el objetivo de agregar más instrumentosy capacidades a la institucionalidad pública dejuventud, la Presidenta Michelle Bachelet firmoun proyecto de ley que crea el cargo de Ministrode Deportes y Juventud, iniciando un proceso quese espera culmine con la creación del ministeriorespectivo. En este contexto, es preciso señalarque la decisión de crear un Ministerio o ServicioPúblico u optar por dejar a la iniciativa privada lasolución de los problemas de interés público quese pretenden abordar, obedece, por un lado, a laconfianza de la sociedad civil en el Estado y lacapacidad de gestión del gobierno y, por otro, a lanecesidad de hacer efectivo el poder del Estadoy del gobierno para regular comportamientospolíticos, económicos y sociales (Barrientos,1999). De estas dos razones, es la segundade ellas la que ha pesado más en la decisiónparticular de transformar la institucionalidadpública de juventud.


26 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008De acuerdo con la Quinta Encuesta Nacionalde Juventud (2007), un 49,7% de los jóvenesseñala que el Estado puede solucionar todos, lamayoría o bastantes problemas, mientras que un44,7% opina que sólo algunos o ninguno. Ahorabien, si al hecho de que sólo la mitad de losjóvenes cree en las soluciones públicas estatalessumamos que, de acuerdo con datos del mismoestudio, las instituciones más confiables parala juventud son la familia, la universidad y laescuela (ligadas mayormente al ámbito privadoe inmediato) mientras que en las que menosconfían son los partidos políticos, el congreso, elpoder judicial y el gobierno (instituciones de tipoestatal), no parece ser esta decisión de mejorarla institucionalidad pública una respuesta a unrequerimiento masivo por parte de los mismosjóvenes.Sin embargo, es factible pensar que el bajoumbral de confianza descrito se deba justamentea que, como se señaló en la primera partede este documento, la falta de un adecuadofortalecimiento de la institucionalidad públicasumado a un diseño sectorial y fragmentariode las políticas en la materia, determinan unainsuficiencia para responder a las demandasactuales de la ciudadanía. En efecto, Grahamy Naim (1997) describen la existencia demalfuncionamientos institucionales relacionadoscon la falta de recursos, tales como la incapacidadde responder a la demanda de beneficiarios(baja cobertura), erosión de la calidad, insumosinadecuados (humanos, legales, tecnológicos einfraestructura, entre otros) y alta concentraciónen gastos de personal, impidiendo flexibilidad einnovación. También existen malfuncionamientosdeterminados por los objetivos, cuando la misiónes poco clara o muy ambiciosa para el volumende recursos con los que en definitiva se nutrea la organización. Todo esto afecta la visibilidady legitimidad de la organización encargadade implementar la acción pública respectiva,por lo que se pierde la confianza en dichainstitucionalidad.Si bien teóricamente un malfuncionamientoinstitucional puede incentivar la proliferaciónde iniciativas privadas para la solución deproblemas públicos, esta salida no se condicecon la ética colectiva que apunta al Estadocomo responsable de generar las condicionesadecuadas para el bienestar de las y los jóvenes.Puede ser que sean los mismos individuos losque demandan voluntariamente las institucionesy el fortalecimiento de estas, sin embargoes el gobierno el encargado de su diseño,operación, vigilancia y cumplimiento (Ayala,2004). En el caso particular del fortalecimientode la institucionalidad de juventud, la demandaprincipal para esto nace de una necesidadautoimpuesta por el mismo gobierno, buscandode esta manera hacer frente al alto nivel dedesmotivación por la participación políticade los jóvenes, cuestión que queda reflejadaen el Mensaje Presidencial del 9 de enero de2008 que crea el cargo de Ministro de Deportey Juventud. Luego, son estas razones las queexplican de mejor forma la decisión presidencialde fortalecer la institucionalidad pública dejuventud.La decisión de la Presidenta Michelle Bacheletde crear un Ministerio de Deportes y Juventudimplica, en el contexto antes señalado, no sólola búsqueda de mejores formas organizativaspara llevar adelante una serie de políticasprocurando la eficiencia, eficacia e impactoen su implementación. Por sobre todo, estadecisión implica un reconocimiento a laexistencia de que en un espacio de la acciónsocial, claramente identificable y arbitrariamentedefinido, existe una serie de servicios públicos yorganizaciones privadas; personas naturales ypersonas jurídicas; relacionados por actividades,procedimientos o clientelas que requieren sergobernados y administrados a través de unMinisterio o Subsecretaría utilizando, paraello, una serie de tipos de condicionamiento yrecursos de conducción (Barrientos, 1999).Para analizar los efectos que el proyecto de leyque da rango de ministro a la persona encargadade llevar adelante una política de juventud, esnecesario partir delimitando algunos alcancesde esta decisión presidencial en cuanto a sucapacidad de generar respuesta a la demandapor institucionalidad, mejorar la capacidadorganizacional en la materia e implementar lapolítica pública que a dicha institucionalidad sele exige.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 274. Los Desafíos de la Nueva InstitucionalidadEl sólo cambio del rango que tenga el serviciopúblico que se encargue del gobierno y laadministración del sector social correspondientea “lo juvenil”, es condición necesaria pero nosuficiente para alcanzar los objetivos políticosque se definan para dicho sector. La nuevainstitucionalidad y la consiguiente política públicaque busque garantizar derechos mínimos, debedar cuenta del cambio cualitativo que se estáproduciendo en nuestra sociedad y en el mundojuvenil. Por ello, debe ser entendida comoun sistema orgánico de acción institucional,donde el INJUV o la instancia que se definapara esto, como por ejemplo una Subsecretaríade Juventud, juegue un rol estelar que implicaa todos los actores públicos, reflejando uncompromiso real del conjunto del Estado en latarea de generar las condiciones necesarias paragarantizar la inclusión social de los jóvenes.La política pública de juventud debe consistir enla movilización del conjunto del sector público através de sus agencias, recursos y ofertas, bajoun diseño coherente basado en un diagnóstico/perspectiva adecuada. El diseño y la articulaciónde dicha movilización corresponden al propioEstado, con base en una instancia especializada,mientras que la ejecución de las acciones debeser materia del sector público en sus diferentesniveles (desconcentrado y descentralizado).Tanto el diseño como la articulación y la ejecuciónde las acciones deben ser en sí mismos dealta calidad, vale decir, oportunos, suficientes,efectivos y pertinentes, donde la participaciónde todos los ciudadanos (no sólo los jóvenes)en la definición y evaluación de sus contendidoses medular, en tanto aporta al aumento de lacalidad, al tiempo que realiza un principio propiode la calidad democrática del gobierno y de lagestión pública: la participación ciudadana.La acción estatal para la realización de estapolítica pública de juventud debe reconocer, esosí, el límite de la autonomía cívica para gestarprocesos y construir identidades o demandas.Dicho reconocimiento tiene que ser traspasadoal conjunto de los actores institucionales y ala propia ciudadanía, de tal manera que no seespere que la acción estatal ocupe los espaciosy roles que corresponden a la sociedad civil.Considerando todo lo anterior, el objetivogeneral del fortalecimiento institucional, conel fin de mejorar su capacidad de gestión,política, social y administrativa, mejorando deesta manera la calidad de políticas y programasen cuanto a su preparación y ejecución, comotambién intensificar el seguimiento de suimplementación.4.1 Estrategia y Experiencia PreviaLa experiencia surgida de proyectos anterioresque apuntan a fortalecer instituciones del Estado(por ejemplo la creación del Ministerio delmedio Ambiente) revela que es imprescindibleconsiderar el entorno político e institucionaldurante la ejecución de la reforma. Bajo estalógica, es importante considerar los siguienteselementos:Apoyo político: el diseño y ejecución del proyectode fortalecimiento institucional debe ser llevadoa cabo por un equipo dirigido por las autoridadesdesignadas para este caso, logrando así que lasautoridades responsables logren congregar losapoyos necesarios que permitan avanzar lo masrápido posible. De este modo, a fin de optimizarla gestión y elevar el nivel de transferencia deconocimientos, se debe resolver fortalecerlas unidades involucradas en la ejecución decada componente del trabajo, y conformaruna pequeña Unidad Coordinadora que lesbrinde apoyo técnico-administrativo, lograndointegración y transversalidad. Asimismo, con elpropósito de difundir los avances y acuerdosen torno al fortalecimiento de la agencia y deinvolucrar a los actores internos y externos ensu desarrollo, se debe incluir un componentecon actividades dirigidas a la evaluación delcambio y a la comunicación con la ciudadanía.Focalización: es importante que las acciones sefocalicen en grupos internos con nítido interésen realizar las reformas, debiendo evitarse losproyectos demasiado amplios, cuyos beneficiospodrían dispersarse o diluirse.Gradualidad: las instituciones del Estado soncomplejas, por lo que cualquier logro y consenso


28 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008requerido exige una tarea gradual y continua.4.2 Descripción y EstructuraLa nueva institucionalidad que aborde lasdiversas problemáticas de la juventud debecentrarse en el mejoramiento de 5 áreassensibles para el éxito de cualquier organización.La definición programática (entendida estacomo las definiciones de intervención), elmejoramiento de la gestión interna de lainstitución (administrativa y financiera), lapreocupación por el recurso humano, la políticade difusión y comunicación, y la estrategia y plande trabajo resultan componentes necesarios deabordar si se pretende el éxito de la agencia y laconsolidación de la política pública.4.2.1 Gestión ProgramáticaComo lo hemos señalado, durante los últimosaños el tema de la “juventud” o de “lo juvenil” hasido abordado como una dimensión presente eidentificable en el marco general de programaso políticas, pero no de manera focalizada, quebuscaban por un lado responder a la “deudasocial”, y por otro eliminar la denominada “brechasocial”. En el entendido que aún son tareas quefaltan por fortalecer, el objetivo primordial de estanueva agencia debe ser consolidar al menoscuatro elementos que permitan dar coherenciaa la intervención y que aborde las diferentesproblemáticas.Coordinación: la institucionalidad en juventuddebe promover la coordinación de la acciónestatal.Seguimiento y evaluación: la institucionalidaden juventud debe velar por el seguimiento yevaluación de aquellas acciones que el Estadoimplementa, para de esta forma diagnosticar,advertir la existencia de déficit en las accionesy sugerir cursos de acción.Promoción, difusión e información: lainstitucionalidad en juventud debe velar por unaadecuada difusión, promoción e informaciónhacia toda la ciudadanía, y en especial hacia losjóvenes de las políticas públicas de las cualesestos son beneficiarios.Intervención directa: la experiencia comparada(CEPAL – OIJ, 2004) nos muestra que laintervención directa a través de programasejecutados por la propia institucionalidad enjuventud, son fundamentales para el éxito de laagencia.En esto existe consenso institucional comotambién de los órganos asesores vinculados a laactual institucionalidad, lo cual quedo ratificadoen el informe del Consejo Asesor de Juventudentregado a Su Excelencia la Presidenta de laRepública.4.2.2 Gestión Administrativa y FinancieraEl objetivo de este punto es que las diferentesáreas de soporte administrativo logren quelos servicios proporcionados se entreguen entiempo y forma. Para esto se hace necesario almenos:Reorganización de las unidades y departamentosde soporte: diseño de una estructura orgánicaadministrativa más ágil y efectiva; así también elfortalecimiento de las acciones de coordinaciónentre las diferentes unidades de soporteRediseño detallado de procesos administrativoscríticos: se hace necesario enfatizar la gestiónpresupuestaria de los siguientes procedimientos:compras, contrataciones y manejo de inventarios;de igual manera generar seguimiento de losexpedientes de trámite administrativo.Mejoramiento de la Gestión Financiera: sedeben mejorar los procesos de las áreas dePresupuesto, Finanza y Tesorería, incluyendola elaboración de indicadores de gestiónvinculados a la ejecución de presupuesto, seaeste programático como también de gastosadministrativos. Además se hace necesarioen esta misma área de gestión la elaboración,aplicación y control de un manual normativode calidad de carácter administrativo, elfortalecimiento del área de Auditoria, laconsolidación de la infraestructura de serviciosinformáticos y el mejoramiento, conservación yreadecuación de los espacios físicos.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 294.2.3 Gestión, Optimización y Formación delos Recursos HumanosFortalecer una institución no es posible si no seconsidera al recurso humano que le da vida ypermite que la agencia pueda desarrollar suslabores. Dotar de herramientas necesarias parauna gestión eficaz e integral de los RecursosHumanos es indispensable para el éxito decualquier empresa que busque mejorar lainstitucionalidad existente. Para poder cumplircon este punto, lo mínimo es apuntar a losiguiente:Modernización y fortalecimiento de la estructuraorgánica de Recursos Humanos: se debecontemplar las siguientes premisas: diseñode un plan estratégico y modelo de gestiónde los RR.HH.; diseño y puesta en marchade carrera administrativa que no solamentepresente beneficios al personal sino además ala institución; modernización de los sistemas deapoyo a la gestión.Creación de un sistema permanente yplanificado de formación y capacitación: buscarbajo herramientas administrativas los incentivosnecesarios para el buen clima organizacional,conjugado con el perfeccionamiento del personaly el consiguiente mejoramiento de la gestióninterna y externa de la institución.4.2.4 Comunicación Social y Gestión delCambioEs imprescindible que se pueda implementar unacampaña masiva de visibilización de la nuevainstitucionalidad como punto de partida de sulabor; lo anterior puesto que tendría bajo efectogenerar nuevas iniciativas sin una presenciacomunicacional importante de la institución.Al mismo tiempo, una visibilización mayorpermitiría integrar a los distintos protagonistasen el proceso de cambio institucional. Elobjetivo es ser la cara visible del Estado hacíalas y los jóvenes, y debe, por lo tanto, contarcon los recursos adecuados para desarrollareficazmente esta labor. Para dar cumplimiento aeste punto es fundamental abordar dos puntos:Comunicación Social – Información Pública:diagnóstico y asesoría para el mejoramiento de laimagen institucional del Senado; Consolidacióny aumento de la difusión de actividadesdesarrolladas por agencia.Gestión del Cambio: Apoyo a la UnidadCoordinadora en la orientación de la estrategia;realización de talleres y seminarios deambientación del cambio que integren a losoperadores del plan de trabajo; acciones desensibilización y participación dirigidas a losactores internos y ex-ternos (ONG’s, jóvenes,Universidades, Centros de Estudios, entreotros).4.2.5 Estructura para la EjecuciónLa siguiente definición de estructura, por másbásica que sea, permite establecer algunoslineamientos generales que permitirán organizary coordinar de mejor manera el plan de trabajo.De este modo podemos al menos visualizar tresniveles de ejecución:• En cuanto a la responsabilidad final en laaplicación de las tareas necesarias parael logro de objetivos, el nivel estratégicode la ejecución es responsabilidad de laautoridad encomendada para esto.• Al nivel directivo le corresponde secundar,apoyar y asesorar a la autoridad en lasdiversas tareas que se encomienden. Lomismo con los jefes de Departamentos ycoordinadores de proyectos y programas(nivel operativo).• Se debe crear una unidad de coordinacióncreada para este efecto y adscripta a laautoridad nombrada. Además de supervisary apoyar la gestión técnico-administrativa,esta unidad tiene como misión la creaciónde canales regulares de información desus actividades a las organizacionesde la sociedad civil, promoviendo suparticipación.


30 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 20085. Gestión de Excelencia: hacia unDecálogo de la Reforma AdministrativaEl mejoramiento no debe agotarse en losinstrumentos antes descritos. Es previsibleque los distintos sectores tengan dificultadeso requerimientos, críticas y apoyos paramaterializar los diferentes cambios y darcumplimiento de los lineamientos de políticapública y a las innovaciones programáticasen sus respectivas áreas. Lo anterior es sóloun pequeño esfuerzo para apoyar la futuradiscusión de la institucionalidad.Para finalizar este artículo nos tomamos lalibertad de sugerir los siguientes elementosque pueden aportar a esa discusión que aunesta pendiente. Este decálogo se fundamentaen esa lógica: ordenar la futura discusión yavanzar en la construcción y diseño de la nuevainstitucionalidad.• La prioridad son los jóvenes - La naturalezade la Institución no debería distar endemasía a la misión que hoy inspiraal Instituto Nacional de la Juventud, asaber, implementar acciones tendientesa la inclusión social de las y los jóvenes,con el fin de mejorar su calidad de viday entregarles la posibilidad de ejercerplenamente su ciudadanía, por lo cual lagestión administrativa es estrictamenteauxiliar y de apoyo. Debe existir unaíntima comunicación entre gestión yadministración.• Joven integrado y con derechos - Desde lainstitucionalidad pública se debe dejar deentender a este sector bajo la idea de jovenproblema y carenciado. Debemos tendera ver a las y los jóvenes no sólo comobeneficiarios de prestaciones públicas,sino también respetarlos en sus derechos.• Integración de procesos - Integración paraevitar la segmentación actual e incrementarpaulatinamente la calidad y eficienciadel sistema. En tal sentido, es necesarioestablecer mecanismos de coordinación ycomunicación entre todas las unidades, porejemplo a través de las diferentes metasinstitucionales.• La previsión de largo plazo - Debeelaborarse un Plan de Desarrollo Integralde conformidad al marco legal de laInstitución, las condiciones que la sociedaddemanda, el entorno y la estrategia amediano y largo plazo. En función delmismo, readecuar la organización, asignarlos recursos y garantizar la continuidad delos programas y proyectos, la coherencia ycomplementariedad en todos ellos.• Transparencia y rendición de cuentas -Debe ejecutarse con el cuidado de que entodas las acciones o procedimientos existauna comunicación fluida de la gestión ysus resultados, desde y hacia todos lossectores que componen la gestión internay la sociedad. Como parte de este proceso,cada unidad debiera estar preparada coninformación actualizada y confiable pararendir cuentas al interior de la institución yfuera de la misma.• Responsabilidad en la gestión - Tienenresponsabilidad por la gestión que ejecutantodos los miembros de la organización yasea que éstos intervengan como miembrosde los Dirección, Jefaturas, Directoresregionales, Jefes de Departamento,Coordinadores de Programas y Proyectos,personal administrativo y de apoyo.• Administración sana - Deben establecerseprácticas administrativas sanas que nosconduzcan a racionalizar el gasto deacuerdo con las prioridades establecidas,manejar presupuestos reales y equilibrados,evaluación del desempeño permanente,establecimiento de procedimientosoperativos y administrativos conaplicaciones modernas de tecnología,mecanismos de control y auditoria máságiles y eficaces.Desconcentración de los procesos• -Flexibilizar la ejecución administrativaen todas las unidades. Esto significa quecada unidad debiera tener sus propiosmecanismos de gestión, acompañados desus respectivos mecanismos de control ysupervisión.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 31• Simplificación de los procesos - Losprocesos de gestión administrativas debensimplificarse mediante la eliminaciónde tramites innecesarios. La revisiónpermanente de los procesos de gestiónadministrativa es necesaria para lograr lareducción de costos, calidad óptima delos servicios y competitividad e imagenpositiva de la Institución. Lo anterior implicaincorporar tecnología de vanguardia queoriente hacia un proceso de modernizaciónpermanente.• Evaluación Continua - Formación deequipos técnicos de trabajo apoyadoscon auditores de calidad para evaluar losprocesos administrativos y el desarrollode los programas, que conduzcan elmejoramiento de la calidad del servicio y eladecuado control de procedimientos.A modo de conclusión podemos decir queel fortalecimiento de la institucionalidad yel mejoramiento en la calidad de la gestiónrealizada, sea esta interna o programática,es clave para el éxito de cualquier políticapublica tanto en su gestión, coordinación comoarticulación. Este documento busca aportar a ladiscusión de la futura política pública con eseobjetivo, y lo hacemos desde una ámbito a vecesmas invisible, como es desde la administraciónpública.Referencias Bibliográficas• Abramovich, Víctor. 2006. “Una aproximaciónal enfoque de derechos en las estrategias ypolíticas de desarrollo”, en Revista CEPALN °88. En http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/2/24342/G2289eAbramovich.pdf•Ayala, José. 2004. Instituciones y Economía. 1ªedición, Cap. 1. FCE, México.• Barrientos, Juan. 1999. Del Gobierno y de la AltaGestión Pública. 1ª edición. Ediciones Rumbos,Santiago.•••••••••Iberoamérica: Tendencias y urgencias. CEPAL,Santiago.Consejo Asesor de Juventud, 2007. Propuestasde fortalecimiento juvenil para el Bicentenario.Documento Interno.Del Picó, Jorge. 1994. Perspectiva históricade las políticas de juventud. En Primer informenacional de juventud. Santiago, INJUV.French-Davis, Ricardo. 1999. Economía,Comercio y Finanzas en América Latina.Para Reformar las Reformas. Prentice-Hall,Santiago.Graham, Carol y Naim, Moisés. 1997. LaEconomía Política de la Reforma Institucional enAmérica Latina. Presentación en la Conferenciade la Fundación MacArthur/BID sobre Reformasque Mejoran la Eficiencia y la Equidad enAmérica latina.Instituto Nacional de la Juventud. 2007. QuintaEncuesta Nacional de Juventud. INJUV,Santiago.Instituto Nacional de la Juventud. 2002.“Condiciones mínimas de inclusión social juvenil:Elementos fundamentales para la construcciónde una política pública de juventud”. Documentointerno de Trabajo Nº 4, Departamento deCoordinación Intersectorial, INJUV.Lahera, Eugenio, 2004. “Política y PolíticasPúblicas”, en Serie Políticas Sociales N° 95.CEPAL, Santiago.Mascareño, Aldo y Thezá, Marcel. 2007.“Jóvenes y Perspectivas de Derechos: Unacercamiento desde el marco de las condicionesmínimas”, en Observatorio de Juventud N° 13,pp. 8-12. INJUV, Santiago.Weaver, R. Kent y Rockman, Bert. 1993.“Assessing the Effects of Institutions”, en DoInstitutions Matter? Government Capabilitiesin the United States and Abroad, pp. 1-41. Ed.The Brooking Institution, Washington DC.•Comisión Económica para América Latina y elCaribe (CEPAL) y Organización Iberoamericanade Juventud (OIJ). 2004. La juventud en


32 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Institucionalidad y políticas de juventudOscar Dávila León 1ResumenEn el texto se analizan ciertos elementos —pasadosy actuales— relacionados con la institucionalidad enmateria de juventud en el país y su vinculación con elplano de las políticas públicas dirigidas a ese sectorde la población, a partir del anuncio de creacióndel cargo de Ministro de Deporte y Juventud y laconsecuente iniciativa de reubicación institucional delInstituto Nacional de la Juventud hacia la dependenciade la autoridad del área de deporte.1. IntroducciónA fines del año 2007 —y sin demasiadadifusión— surgió la iniciativa del gobiernode modificar lo que podemos conocer comoinstitucionalidad gubernamental en materia dejuventud, representada de manera preferentepor el Instituto Nacional de la Juventud (injuv).En un primer momento, el proyecto en estaetapa sólo crea el cargo de Ministro del Deportey la Juventud, entendido como un inicio en lamodificación de la institucionalidad del deporte yde la juventud en Chile, para que «paulatinamentese vayan efectuando los cambios requeridospara que las instituciones y los organismosvinculados a los sectores del deporte y dela juventud, se vayan adaptando a estoscambios». Por tal razón, «el Instituto Nacionalde Deportes de Chile y el Instituto Nacional dela Juventud, mantendrán sus actuales funcionesy atribuciones» (Gobierno de Chile, 2007).El cargo de Ministro del Deporte y de laJuventud, «que se define como un funcionariode la exclusiva confianza del Presidente de laRepública cuya misión consiste en colaborarcon el Presidente de la República en el diseño,la planificación y la coordinación de las políticasde la institucionalidad de los asuntos deldeporte y de la juventud, sin perjuicio de lasfunciones y atribuciones que correspondan, en1 Centro de Estudios Sociales CIDPA oscar@cidpa.clestas materias, a los demás organismosde la Administración del Estado. [...] Yorgánicamente, lo anterior implica la creaciónde un nuevo cargo en la planta directivadel Instituto Nacional del Deporte, al que sele asigna el grado y jerarquía propia de unMinistro de Estado» (Gobierno de Chile, 2007).El proyecto original del 20 de diciembre de2007, fue ingresado a la Cámara de Diputadosel 9 de enero 2008, sin urgencia, y seencuentra en el primer trámite constitucional,siendo abordado por la comisión especial dedeportes para su tramitación (Boletín 5697-29).2. Institucionalidad y Políticas Públicas deJuventudSuele señalarse la necesidad de contar con unainstitucionalidad en cierta materia si se pretendedesplegar algunas iniciativas de políticaspúblicas para un determinado sector social.Pero con ello, también hemos conocido en Chile(y en otros contextos también) que la ofertade políticas y programas dirigidos a juventudno han tenido como rector de esas políticas ala institucionalidad en juventud, sino que hanpasado por la oferta sectorial gubernamental(educación, empleo, salud y otros).Sin duda que uno de los aportes más relevantesde la institucionalidad en juventud en Chile hasido el de generar una visión más precisa entorno a la juventud chilena actual, la que hapermitido derrumbar o —por lo menos— poneren tela de juicio una imagen estigmatizante de lajuventud como sector social «problema» y pasara visiones y lógicas más comprensivas y precisasdel complejo mundo juvenil; cuestión que no haestado de manera permanente como un campode disputa. Y este campo de disputa, no essólo una operación de índole intelectual quepueda resolverse por la vía de la investigaciónsocial sobre materias de juventud, sino queprincipalmente es un problema de política, de


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 33política pública, campo muchas veces alejadodel rigor de la investigación social, donde loprimordial no está dado ni por los tiempos degeneración de conocimiento ni por la veracidady solidez de los hallazgos; sino que regidospor la capacidad de dar respuestas inmediatasa supuestos problemas que adquieren unavisibilidad pública, sean reales o «visibilizados»por ciertos actores políticos, quienes logranponerlos en la agenda pública con «credibilidad».Por ello, en materias de juventud podemosconsiderar un avance en la generación yproducción de conocimiento especializado,en cantidad y calidad, pero que no ha logradoinfluir el espacio de la política, ni menos abrirel espacio de debate y disputa de la agendapública en temas de juventud. Actualmente esun campo abierto, el que requiere ser ocupadocon ideas, propuestas y apuestas que vayan enprovecho de la juventud chilena, en especial,de la que ha estado más marginada de losbeneficios de la política social gubernamental.Otro elemento a rescatar puede enunciarsecomo la generación e instalación de las baseso cimientos de una institucionalidad públicaen materias de juventud; por lo menos a nivelcentral representado por el Instituto Nacionalde la Juventud, y a nivel local por las OficinasMunicipales de Juventud. Ambas instancias condesempeños irregulares y permanentemente enproceso de instalación y consolidación (más lassegundas). Faltando aún la consolidación deotras instancias y/o actores necesarios para laconstrucción de institucionalidad de juventuden Chile, como los consejos de juventud osimilares, que puedan ser canal de expresión delmundo juvenil organizado; y el fortalecimientode los organismos no gubernamentalesdedicados a materias de juventud,quienes pueden constituirse en instanciastécnicas colaboradoras en estos temas.Las interrogantes en este respecto van por el ladode cómo articular estas instancias y/o actores enperspectiva de abordar ciertos lineamientos ytareas más estratégicas en juventud, sin descuidarlas tareas de orden práctico y programáticas alas cuales deben darse respuesta en períodosbreves; o en otras palabras: cómo enfrentarla construcción de una política de juventudchilena, partiendo por los requerimientos depolítica coyuntural y, a su vez, qué papel yrol deben cumplir cada una de las instanciasconvocadas o con interés en este espacio.a) Algunas imágenes del pasado reciente.Si pudiéramos sintetizar, en una modalidad deun decálogo de imágenes, que intentaran darcuenta de procesos y tendencias relevantes enmateria de institucionalidad pública en juventud, anuestro parecer éstas podrían ser las siguientes.i) La creación del inj (1991), como organismoestatal encargado de coordinar la política públicadirigida a las y los jóvenes, considerándolo comoun hecho positivo y relevante. ii) La definicióndel Programa Oportunidades para los Jóvenes(projoven), también en 1991, como intentode generar un cuerpo articulador de diversasiniciativas sectoriales y que pemitiera contar conuna política integral de desarrollo y ampliaciónde oportunidades para las y los jóvenes. iii) Elfomento y apoyo brindado a la creación de losorganismos locales o municipales de juventud(omj) durante la primera mitad de la décadade los noventa, por parte del Instituto Nacionalde la Juventud; y la continuación de éstosbajo la responsabilidad de los municipios, conresultados bastante diversos en la realidad delas 168 omj que en algún momento existieronen el país. iv) La instalación de espacios departicipación y recreación para las y los jóvenes,principalmente urbano populares, bajo ladenominación de Casas de la Juventud o Centrosde Juventud, a mediados de los años noventa.v) La apertura de un conjunto importante demunicipios al apoyo y generación de instanciasmunicipales dedicadas a temáticas de juventudcon alcance comunal. vi) La interrupción delproceso de diseño y generación de una políticaintegral de juventud (1993-1994). vii) Crisisinstitucional del inj (1997), trayendo asociadouna desvalorización en el sector público y lacomunidad, del rol —e incluso necesidad— dela existencia de un organismo estatal dirigido almundo juvenil; lo que constituyó un retrocesoen diferentes ámbitos de su quehacer luego desu rediseño institucional. viii) El avance en elconocimiento de la realidad juvenil, por la vía deestudios e investigaciones sobre temáticas de


34 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008juventud, generadas por organismos públicos yprivados. ix) La instalación de ciertos programasy orientaciones de algunos servicios públicos,dirigidos al sector juvenil, intentando de manerasectorial y/o temática abordar las demandas,necesidades y expectativas juveniles en torno ala educación, empleo/capacitación, participación,donde se destacan el Programa mece-media, elPrograma Chile Joven y el f o s i s en sus primerostiempos. x) El escaso o nulo avance en materiade legislación juvenil, figurando el cambio dela «detención por sospecha» al de «control deidentidad»; siendo muy recientes lo atingenteal servicio militar obligatorio y la intencionalidadlegal de abolir las discriminaciones en el accesoy continuidad de sus estudios secundariosde las chicas embarazadas o madres.b) Los intentos de construir «capitalinstitucional» en juventud.Pareciera haber una suerte de acuerdo enorden a convenir que la existencia de unapolítica pública de juventud sin una necesariainstitucionalidad pública en materia de juventud,no es algo sustentable en el tiempo (Contreras,1999). La institucionalidad es quien puedeaportar las bases de permanencia y continuidadde determinadas políticas públicas. Peroesto se vuelve un proceso estrechamenterelacionado entre ambas dimensiones ometas a alcanzar, pues de allí perfectamentesurge la interrogante de cómo y a partir dedónde se construye institucionalidad públicade juventud. Sin duda que la respuesta puederesultar un lugar común: desde el Estado, quientiene por naturaleza el preocuparse de «lopúblico», entendido en un sentido restrictivo ydejando de lado a la sociedad civil organizaday demás sectores con responsabilidad públicaen materias de juventud, como pueden serlas instituciones privadas con fines públicosy demás sectores sociales que cuenten y searticulen como interlocutores ante el Estado.Pero de igual modo, el proceso de avanzar enla definición de una política pública de juventud,necesariamente debe hacerse desde algunainstancia institucional con responsabilidadpara ello, en un sentido abarcativo e integral,capaz de superar las visiones parciales ysectorializadas (como suele llamarse al interiordel Estado), para propender a una visiónglobal, integral e intersectorial de la dimensiónjuvenil; lo que hace la diferencia de pasar delo programático exclusivamente al nivel delas políticas. Hace unos años que este temade la institucionalidad pública en juventudviene siendo revisado y discutido, no sólo enChile, sino que por lo menos en el contextolatinoamericano y en especial en el Cono Sur.En los orígenes de la institucionalidad en juventud(principio de los años noventa) y en un contextocatalogado como el de tender hacia una nuevainstitucionalidad en la política social juvenilchilena, se planteaba que “el fortalecimientoy la expansión de la política social juvenildepende en gran medida del mejoramiento de lainstitucionalidad estatal y pública existente en elámbito de la política socia” (Cortés, 1994, p. 166);señalando para ello algunos puntos necesariosde tener en cuenta, que pueden sintetizarse en:i) la necesidad de generar una autoridad socialque pueda ordenar el gasto social y orientelas acciones de las instituciones y servicios enmateria de juventud; ii) que la misma autoridadsocial, para que tenga efectividad, puedadisponer de un presupuesto global destinadoa la política social juvenil; iii) la constitución deuna red de entidades diseñadoras, ejecutoras yevaluadoras de políticas sociales de juventud; yiv) como requisito de lo anterior, debe hacerse unajuste organizacional del Instituto Nacional de laJuventud, el que pase por diferentes planos: unamayor densidad profesional y técnica, contar conrecursos financieros para establecer fondos decontraparte principalmente en lo local, fortalecerla capacidad de comunicación efectiva sobre eltema juvenil y la de interlocución con actoressociales y juveniles (Cortés, 1994, pp. 166-168).Si fuese a nivel de enunciación, las preguntassobre el cómo y por dónde avanzar en laconstrucción de una institucionalidad pública enjuventud, al igual que cuáles son los requisitosnecesarios para poder hablar en propiedad de laexistencia de dicha institucionalidad, al parecerestas dimensiones no han cambiado y siguensiendo más o menos las mismas de un tiempoatrás, lo que queda es comenzar a cumplirciertas etapas, pero siempre con el requisito de


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 35contar con una visión estratégica de lo juvenilen el mediano y largo plazo en sus diferentesexpresiones, sean de políticas de juventud ylos soportes institucionales, programáticos ytécnicos; como a su vez, el generar la capacidadde interlocución y diálogo con actores socialespreocupados de los temas de juventud. Por loque estas nuevas readecuaciones institucionalesno necesariamente podrían ser concebidasen la dirección y dimensiones señaladas.c) Los actores y sus libretos necesariospara generar «masa crítica»Al momento de identificar a los actoresinvolucrados y necesarios para avanzar en elplano de la institucionalidad en juventud, yadesde un tiempo que éstos han sido puestosen escena y relevados como agentes llamadosa contribuir en este proceso. Da la impresiónque las deficiencias y limitantes han ido por ellado de poder articularse como tales y tendera la conformación de un nodo referencial a lahora de enfrentar lo juvenil. Los desarrollosinstitucionales han sido frágiles y cambiantes,no constantes en el tiempo y con trayectoriasdiversas. Permanentemente se ha hechoreferencia a los llamados actores institucionalesen el nivel de los organismos nacionales dejuventud, los organismos locales de juventud,las comisiones parlamentarias de juventud,los consejos nacionales de juventud y losorganismos no gubernamentales especializadosen juventud. Sin embargo, en los primeros esdonde se ha puesto mayor énfasis para sudesarrollo, por ser los órganos gubernamentalesy de responsabilidad estatal, sumado a lasvoluntades políticas que hicieron posible suexistencia en prácticamente toda latinoamérica,dedicándose la década de los noventa encrear estos institutos de juventud y en tratarde echarlos a andar (Rodríguez, 2000, p. 50).Sin duda que la creación y existencia de losorganismos nacionales de juventud es un avanceque merece ser relevado, inclusive con todaslas deficiencias y la debilidad permanente conque se nos presenta. El fortalecimiento de éstosdebe ser una tarea permanente y sistemática,no es una situación estática que alcanza unnivel de desarrollo óptimo y difícil de superar.La Organización Iberoamericana de Juventud(o i j), planteaba hace un tiempo como un desafíoa encarar por los organismos de juventud,donde “un tercer desafío tiene que ver con lanecesidad de impulsar un decidido proceso defortalecimiento de la institucionalidad públicacompetente en materia de juventud. En efecto,el reto de la ciudadanía precisa de OrganismosOficiales de Juventud cuya función sea dotarde coherencia interna al conjunto de accionesestatales en la perspectiva de promover laciudadanía integral de las y los jóvenes” (oij,2000, p. 7). Añadiendo que “aspiramos aconvertirlos [a los organismos nacionales dejuventud] en entidades capaces de asumirel desafío de incidir realmente en el sentidode las acciones que el Estado implementa enbeneficio de los y las jóvenes, y en su capacidadde actuación coordinada. Buscamos contar coninstituciones especializadas, capaces de ejercerefectivamente un rol de rectoría de la políticapública de juventud, legitimadas, prestigiadas yreconocidas, por parte de las demás institucionesy la sociedad en general, por su competenciatécnica y gestión eficiente” (oij, 2000, p. 7).Y advertía a su vez, que este rol y misiónencomendada a los organismos nacionales dejuventud, no se obtiene solamente por la vía dedecisiones administrativas o presupuestariasque puedan adoptar los Estados para con susinstituciones gubernamentales de juventud,sino que el proceso es más complejo y llevaen sí un conjunto coordinado de acciones porejercer y alcanzar. Su apuesta y propuestava encaminada a la construcción de capitalinstitucional en juventud. “Somos conscientesque este objetivo no se resuelve necesariamentea través de medidas de reubicación institucionalo jerárquica, ni con una elevada disponibilidadfinanciera. Su fortalecimiento está ligado,principalmente, a la construcción de capitalinstitucional; es decir: por la dignidad de sufunción, por la calidad de su capital humano;por su capacidad de proveer conocimientose información; y por su competencia para lagestión de procesos de coordinación de accionespropias y del resto del Estado” (oij, 2000, p. 8).Dentro de otros actores involucrados enla institucionalidad en juventud, aparecen


36 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008con una disminuida visibilidad pública y unatremenda fragilidad, los organismos localesy/o municipales de juventud, con ritmos dedesarrollo e instalación al interior de losmunicipios signados por la inestabilidad. Laviabilidad de estas expresiones institucionaleslocales está en manos de los gobiernos locales,lo cual aparece como un aspecto positivo en uncontexto que propendiera a la descentralizacióny acercamiento de la política de juventud a losmismos jóvenes, por un lado; y por el otro, elque los gobiernos locales asumieran estastareas como parte integrantes en propiedadde sus funciones y responsabilidades socialespara con los sujetos jóvenes de sus comunas.Estos procesos a escala local han sidoconstruidos a su propia suerte, no teniendode correlato un o unos referentes de caráctermás global que pudiesen aportar en esasconstrucciones, ya sea en el plano de la políticani de lo programático. Otros dos actores quehipotéticamente pueden cumplir un rol importanteen la generación de esta «masa crítica», sumadosa los anteriores, serían la expresión orgánica delos propios jóvenes a través de sus instanciasde participación que logren darse; y por otrolado, los organismos no gubernamentalesdedicados a las temáticas de juventud. Ambos,desde distintas ubicaciones y con diferentespretensiones, no han logrado exhibir una mayordensidad y amplitud en su desarrollo, para asíhacerse parte y colaboradores del desafío defortalecimiento de la institucionalidad en juventud.3. La Institucionalidad y las Políticas deJuventudPodemos preguntarnos si la modificación inicial—y las por venir— de una reubicación orgánicadentro de la institucionalidad gubernamentaldel tema de juventud (junto con deportes odependiente de ésta) puede colaborar con eldiseño e implementación de políticas de juventuden un sentido amplio. Pareciera que la respuestava más por la negación que por la afirmación.pues sabemos que es perfectamente posibleque la «dimensión y condición juvenil» termineatrapada e invisibilizada dentro de la «dimensióndeportiva» de la gestión pública, la cual debepropender al conjunto de la población y sectoressociales. La asociación entre juventud y deportees débil y podría carecer de un proceso másreflexivo al momento de esta reubicación,siendo que la «tradición» en institucionalidaden materia de juventud ha tendido asepararla de la sectorialidad de «deportes yeducación» en el pasado, y a tiempos másactuales, de «seguridad y salud»; intentandoacercarla a desarrollo social y el área política.Si bien es cierto que las ubicaciones institucionalesde lo juvenil en las estructuras gubernamentalesno determina per se sus orientaciones de política,sí por lo menos nos hace referencia a los énfasisque podrían adquirir algún tipo de política quesurgiera desde una determinada ubicación,que en este contexto, se constituiría en unretroceso si se pretendiera reducir lo juvenil ala práctica deportiva y el uso del tiempo libre,orientación que tuvo su despliegue alrededor dela década de los años setenta del siglo pasadoen la región latinoamericana, y que inclusopodría considerarse como los orígenes de loque hoy conocemos como políticas de juventud.De manera paralela y por sobre cualquierreordenamiento institucional en juventud,debemos interpelar a ésta por el y desde elplano de las políticas dirigidas a la juventud,las cuales debieran dar cuenta y respondera las diferentes formas, modos y realidadesen que las y los jóvenes expresan y vivensus «condiciones y situaciones juveniles»,tanto desde el punto de vista subjetivo comoobjetivo, es decir, políticas que puedan impactarsignificativamente en las condiciones de vidamaterial e inmaterial de la juventud chilena.Incluso más: es dable pensar que estareubicación podría ser un retroceso en lalarga experiencia gubernamental de intentardiseños para su institucionalidad en juventud,


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 37Referencias Bibliógraficas• Contreras, Daniel. 1999. “Políticasde juventud”, en Última DécadaN°10. CIDPA, Viña del Mar.• Cortés, FLAVIO. 1994. “Fundamentos,características e institucionalidadde la política social juvenil enChile”, en Primer Informe Nacionalde Juventud. INJUV, Santiago.• Dávila León, Oscar. 2003a (editor). Políticaspúblicas de juventud en América Latina.Políticas nacionales. CIDPA, Valparaíso.• ________________ 2003b (editor).Políticas públicas de juventud en AméricaLatina. Políticas locales. CIDPA, Valparaíso.••••Instituto Nacional de la Juventud. 1996.Ejes de análisis para la construcciónde una política integral de juventud.Documento de Trabajo N°1. INJ, Santiago.Oij. 2000. Declaración final de la XConferencia Iberoamericana de Ministrosde Juventud. Ciudad de Panamá, 21 de julio.Rodríguez, ERNESTO. 2000. “Juventudy políticas públicas en AméricaLatina: experiencias y desafíos desdela gestión institucional”, en ÚltimaDécada Nº13. CIDPA, Viña del Mar.Valls Barrera, Gabriela. 1999. Análisisdel funcionamiento de las OficinasMunicipales de Juventud. Elaboraciónde tipologías. Interjoven, Santiago.•••••________________ 2000. “Políticapública e institucionalidad en juventud”, enÚltima Década Nº12. CIDPA, Viña del Mar.________________ y Silva, Juan ClaudioSilva. 1999. “Políticas de juventud ysu expresión en lo local”, en ÚltimaDécada N°11. CIDPA, Viña del Mar.Del Picó, Jorge. 1994. “Perspectiva históricade las políticas de juventud”, en Primer InformeNacional de Juventud. INJUV, Santiago.Fernández, Paulina. 2000. “El InstitutoNacional de la Juventud. Consolidando unmodelo institucional: ‘jóvenes por jóvenes’”,en Boletín ienejóvenes Nº2. INJ, Santiago.Gobierno de Chile. 2007. Mensaje de S.E. la Presidenta de la República con el queinicia un proyecto de ley que crea el cargo deMinistro del Deporte y de la Juventud. MensajeNº1235-355. Santiago, 20 de diciembre.


38 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Diferenciación Juvenil e InstitucionalidadContemporáneaFelipe Raglianti 11. PresentaciónLa publicación de temáticas reflexionadas por lasciencias sociales mediante programas políticos esun atractivo espacio de acople que entrega sentidoa la revisión de los conceptos basales con queoperan los servicios públicos, permitiendo conectaren el propio medio la actualización de los términosque orientan la programación de políticas públicas.La novedad conceptual, a pesar de no encontrarsesujeta operacionalmente a los límites de la ciencia,se especializa según la complejidad que la propiapolítica produce y la relación entre estos ámbitoscontinúa potenciándose si una publicación políticaconduce a la siguiente.Este proceso de publicación no está exento,sin embargo, de la irritación de las operacionescientíficas. Para el caso del concepto dejuventud y el concepto de edad en general, escentral el debate sobre las características de lamodernidad (Latour, 2005) como procesadorade aquello que la sociedad contemporáneaobserva como juventud. Por ejemplo, unade las conclusiones generales que arroja laQuinta Encuesta Nacional de Juventud es laimposibilidad actual de referirse a la juventuddespojada de los elementos que la relacionancomo un fenómeno complejo, es decir, laimposibilidad de hablar sino de juventudes(INJUV, 2007). De igual manera, Zarzuri señalarespecto al conocimiento de la juventud quese debe “realizar el esfuerzo de repensarse,de tal forma que la observación de sistemas yfenómenos complejos sea más ‘precisa’ para nocaer en simples clasificaciones, sino realizar unejercicio de comprensión de mayor profundidad”(2005, p. 26).Lo anterior permite profundizar en laargumentación del vínculo entre la competenciadel concepto de juventud desde una perspectivacompleja y las condiciones de operatividad1 Sociólogo, Magíster en Antropología y Desarrollo. Consultor delObservatorio de Juventud y editor de la Revista Observatorio de Juventud,Instituto Nacional de la Juventud. fraglianti@injuv.gob.cl–cómo comunicar y cómo trabajar con lascomunicaciones de la juventud para diseñarmejores políticas públicas- que dispone estamirada para la construcción de una nuevainstitucionalidad juvenil, tomando distancia dela presentación de la juventud como una unidadsujeta inevitablemente a la inclusión socialsi se cumplen las estrategias de desarrollo.La juventud observada, en cambio, desde lacomplejidad social sería más bien el resultadode un conjunto de distinciones (Spencer-Brown,1979) realizadas en la sociedad, mediante lascuales los observadores, particularmente lospropios jóvenes, pueden distinguirse comojóvenes en primer lugar. Con igual lógica,las políticas públicas no serían paquetes deintervención directamente recepcionados porsujetos jóvenes, sino programas (Luhmann,1997) que compiten con otros programas de lasociedad para realizar las juventudes y que tienenéxito cuando efectivamente son seleccionadaspor ellos. La diversidad juvenil se transforma asíen uno de los desafíos principales del Estadochileno si se considera que la modernidad se haencargado de poner a las y los jóvenes en elcentro de sus preocupaciones (INJUV, 2007).Estas conclusiones se apuntalarán señalandoel vínculo entre autodescripciones de juventuden Chile y las estrategias institucionales queproducen, como también la identificación derequisitos para la observación de la juventuden la complejidad social actual y, por tanto, lanecesidad de generar un enfoque que permitaseleccionar enfoques específicos para operarpolítica e institucionalmente en la diversidadjuvenil contemporánea.2. Juventud y Diferenciación FuncionalEntre los acercamientos desplegadosrecientemente para caracterizar a la modernidad(Giddens, Bauman, Beck, Luhmann, 1996) ladiferenciación funcional entrega importantesclaves para la comprensión de los procesos de


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 39producción de la diferencia juvenil actual. Ladiferenciación funcional es la forma basal conque la sociedad contemporánea se organiza a simisma -según la teoría de sistemas autopoiéticosde Luhmann 2 . La organización de la sociedad ensistemas cerrados de funciones diferenciadas através de distinciones clausuradas y operadascon medios de comunicación simbólicamentegeneralizados como el dinero o la fe (Luhmann,1997), es fundamentada evolutivamenteponiendo en el centro a la comunicación como unaoperación que requiere de una triple selecciónde información, notificación y comprensión(Luhmann, 1998) por parte de, al menos, dosobservadores contingentes. En este sentido, lacontingencia y la necesidad de seleccionar paracomunicar dejan constantemente posibilidadesabiertas y la sociedad contemporánea, a pesarde su compleja estructuración, se encuentrapermanentemente sujeta al cambio.Lo que caracteriza a la sociedad moderna desus predecesoras es el salto de complejidadque entrega la imprenta a las posibilidadesde comunicación, masificando la informacióny desbloqueando la necesidad de que laorganización social sea imposible de otraforma –por ejemplo, que el poder políticose encuentre indiferenciado de la autoridadreligiosa. Este salto con base material, deiguales consecuencias que el descubrimiento dela escritura y el lenguaje, instaura en la sociedaduna nueva forma basal de realizar distinciones:las formas de comprensión de la complejidadsocial se especializan en problemas particularescomo la justicia o el amor y se vinculan a mediosespecíficos de operacionalización (Luhmann,1982).2 El trabajo teórico de Luhmann vincula los aportes de la teoría generalde sistemas de Bertalanffy, la primera y segunda cibernética deWiener y Maruyama, la epistemología constructivista de von Foerster,la teoría de la distinción de Spencer-Brown, la revisión del aparatoconceptual de Parsons (particularmente respecto al concepto de mediossimbólicos y doble contingencia) y el concepto de autopoiésis deMaturana y Varela, entre otras fuentes asociadas a la observacióncompleja de la realidad. Entre los aportes de Luhmann a la sociologíacontemporánea es posible distinguir distintas baterias conceptualesinterrelacionadas que tratan problemas societales específicos: epistemologíade la observación, teoría de la comunicación, teoría dela evolución social, teoría de la modernidad, etc. Más antecedentesen Arnold, M y Rodríguez, D. 1999. Sociedad y Teoría de Sistemas.Elementos para la comprensión de la teoría de Niklas Luhmann.Universitaria, Santiago.Por otra parte, el concepto de juventud seencuentra vinculado a la observación delproceso de producción simbólica de las edadesy el conocimiento sobre la significaciones de lasdistintas edades en la modernidad, entre otrasla adolescencia (Feixa 2003) o la vejez (Osorio,2006). Desde la perspectiva de una sociedadmoderna que se encuentra funcionalmentediferenciada, todos los procesos sociales estánpermanentemente vinculados a esta condición,incluyendo los etarios. Incluso problemáticasque en el pasado fueron operacionalizadasmediante oralidad, como la producción de lasedades, son modernizadas en razón de mediosde comunicación simbólicamente generalizadosen tanto problema de la modernidad resueltomediante simplificaciones cronológicas decomplejidad (Raglianti, 2007a) realizadasparticularmente en sistemas funcionales. Laproducción de juventudes, en este sentido,se realiza mediante i) comunicaciones quediferencian entre juventud y otras edades. “Lapolítica necesita definir una edad numérica paraponer en movimiento el sistema de pensiones,la economía desarrolla esta operación paradesbloquear cuentas corrientes juveniles,la justicia puede así sentenciar criminalesa cárceles o corregirlos en reformatorios.La familia puede, mediante esta operación,celebrar cumpleaños o el amor aniversarios dematrimonio. Sin embargo, todas estas edadestrazadas numéricamente son sino huella dela evolución de la sociedad. Actualmentetodas las edades se encuentran sujetas a lacontingencia de la sociedad moderna y puedenser distinguidas de manera distinta, utilizandonuevos o viejos elementos” (Raglianti, 2007b, p.28). Asimismo, la diferenciación juvenil tambiénpermite ii) distinguir comunicativamente entreuna juventud y otra. Por ejemplo, si bien elpanorama estético de los movimientos urbanosjuveniles presenta actualmente una alta variedadde subculturas y los limites entre grupos puedenencontrarse solapados, la política simplifica estadiversidad –como cualquier otra- estableciendolímites cronológicos claros para poder decidir demanera específica a los usuarios de sus políticaspúblicas en tanto jóvenes. En síntesis, “lasindicaciones cronológicas sobre la generacióno la edad son reducciones de complejidadhechas por sistemas sociales para operar frente


40 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008a la complejidad con la cual el sistema societalconstruye edades” (Raglianti, 2007b, p. 28).Esto no excluye ciertamente la posibilidad deque las organizaciones o las interaccionessociales puedan comunicar juventud, al serámbitos que coproducen las diferencias entrejóvenes. Nos concentraremos a continuación,específicamente, en delinear el dominiocomunicativo de la producción de las juventudesa nivel de sistemas funcionales diferenciados,denominando esta operación comodiferenciación juvenil en tanto operación querealizan los sistemas funcionales para procesarheterorreferentemente tanto las comunicacionesde juventud que produce el entorno del sistema–otros sistemas funcionales, organizaciones,interacciones- como las comunicaciones dejuventud que produce autorreferentemente elpropio sistema.La diferenciación juvenil realizada por sistemasfuncionalmente diferenciado es, en primer lugar,una operación exclusiva de la modernidad.Evolutivamente, las simplificaciones realizadasen el pasado por la sociedad estamental(Luhmann, 1982) le atribuían a la juventud unatemporalidad que se iniciaba con la finalizaciónde la niñez y terminaba con el comienzo de laadultez. En este sentido la juventud se convertíaen una etapa de moratoria y aprendizaje,donde se espera que la persona desarrolle lascapacidades suficientes para desenvolverseen el mundo adulto (INJUV, 1994, 2007). Estatransformación ha sido ritualizada desde lasociedad segmentada (Luhmann, 1982) mediantepruebas de resistencia física o experienciasliminares vinculadas a la magia y la religión.De igual manera, en la sociedad estamental,los niños dejaban de serlo al ser presentadosy presentadas en las cortes como personasjóvenes frente al mundo adulto. En la sociedadpremoderna era necesario transitar la juventudpara poder beneficiarse de las atribucionesvinculadas a edades mayores. En oposición, lajuventud en la sociedad contemporánea implicauna extensa disponibilidad de múltiples marcasde juventud realizadas por distintos sistemasobservantes, lo cual destruye la cronologíapremoderna de los procesos sociales vinculadosa la producción de juventud.Es precisamente la reorganización de estasmarcas de edad mediante la introducción desistemas funcionalmente diferenciados comoforma basal de la sociedad moderna, lo quetransforma la observación de la juventud enun problema complejo. Esto significa que laagencia económica, el liderazgo político, laautoridad religiosa o la enseñanza académicaya no son marcas exclusivas de la adultez; deigual manera, utilizar la estética de los dibujosanimados para vestir o para seleccionar objetospersonales, ya no es una marca exclusiva de laniñez. Estos indicadores dan cuenta de que lajuventud se transforma en juventudes cuando lasmarcas entre una edad u otra, si bien continúansimplificándose para ser comunicadas, sonrealizadas por observadores que clausuransus distinciones en medios simbólicamentegeneralizados y pueden ser ciegos respectoa las comunicaciones de juventud de otrosobservadores. Esto produce, por ejemplo, lanecesidad paradójica de indicar algunas deestas nuevas diferencias mediante el términoadulto joven: cuando se es –entre otras cosaslosuficientemente adulto para endeudarse y losuficientemente joven para permanecer soltero.Al abrirse las posibilidades de comunicaciónde la edad y la juventud, no solo se permiteel solapamiento de edades y se redistribuyela heterogeneidad interna de cada edad, sinoque la relevancia específica de las edadespara la sociedad también se encuentra entransformación. Evolutivamente la edaddonde se depositan las responsabilidadesprincipales, en términos de conocimiento parala sociedad, pareciera encontrarse ligada almedio material que soporta la diferenciaciónbasal. En este sentido, en sociedades mediadasprincipalmente por el lenguaje, la acumulaciónde conocimiento en la vejez pone a esta edadcomo principal responsable de algunos roles deautoridad en la organización. Con la escriturael acento se transfiere a la administración delconocimiento, liberando a la persona comoalmacenadora exclusiva de la memoria ypotenciando la participación de los adultos enlas responsabilidades sociales principales. Enla sociedad moderna, por ultimo, las semánticasdel desarrollo –impulsadas particularmente porlas comunicaciones realizadas en sistemas


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 41funcionalmente diferenciados: desarrolloeconómico, político, humano, etc.- amplíanla responsabilidad de la reproducción delconocimiento a todas las edades, aunqueparticularmente hacia la juventud comoúltimo momento para corregir las diferenciasestructurales que impiden un desarrollo conigualdad (INJUV, 2007). La relación entrejuventud y desarrollo coloca a las juventudesen el centro de la atención de la sociedadmoderna.Dado que la producción de juventudes ocurreevolutivamente a nivel societal, excede lacapacidad de procesamiento de un sistemafuncional particular. En otras palabras, lajuventud no es un problema que la modernidadhaya especializado aún en términos de un mediode comunicación simbólicamente generalizadopropio. En efecto todos los sistemas funcionalescoproducen la diferenciación juvenil. Por otraparte, si bien –por ejemplo- el arte o la educacióncontribuyen simultáneamente a este procesomediante marcas clausuradas, ambos sistemaspresentan distintos márgenes de especializaciónrespecto a la juventud. En términos sencillos, seespera que solo algunos artistas sean jóvenes,pero que todos los jóvenes sean estudiantes. Lamodernidad ha diseñado para ello estructurasespecíficas vinculadas a la observación de lajuventud, entre ellas estrategias que recorrendesde el disciplinamiento de los cuerpos aprincipios del siglo XX hasta la enseñanzadel aprender a aprender a finales del mismosiglo. Con igual lógica, en nuestro país lasorganizaciones bancarias han observado a lajuventud comprendiendo su nueva capacidadadquisitiva y diseñando programas financierosa la medida. Las operaciones de los sistemasfuncionales generan así observaciones de lajuventud que se vuelven disponibles para quecualquier observador logre distinguir entre unajuventud y otra. Esta disponibilidad es contingenteen tanto la operación de comunicación dejuventud puede siempre rechazar una indicaciónde juventud. Para la política, lo anterior implicaque si bien una política pública puede estardiseñada mediante observación de juventud,siempre es posible que las y los jóvenes no seobserven a si mismos en la política pública, esdecir, que sus comunicaciones sobre juventudno conecten con las comunicaciones querealizan las y los jóvenes chilenos; exceptoentre aquella juventud vinculada a los procesosde acumulación de poder en cargos públicos, esdecir, las juventudes políticas.3. Autodescripciones de Juventud eInstitucionalidad PolíticaLas autodescripciones políticas que vinculana la juventud con el desarrollo tienen untransfondo histórico que el Instituto Nacionalde la Juventud se ha encargado de pesquisaren sus dos Informes Nacionales de Juventud.Mediante estas descripciones, que surgen dela observación de distinciones o marcas dejuventud realizadas en la sociedad, es posiblerealizar un seguimiento a las formas que elEstado chileno ha utilizado para diseñar políticaspúblicas juveniles en cada década (INJUV, 1994,2006). Durante este recorrido aparece la tensiónentre formas homogenizadoras para tratar a lajuventud, en la década del sesenta hasta finalesde los ochenta, y formas que han introducidomayores grados de complejidad en respuestaa la reorganización de autodescripciones dejuventud y los principales sistemas que lasrealizan.Tanto en las presidencias de Frei Montalvay Allende, las semánticas dominantes sobrela juventud estaban relacionadas al cambioy el desarrollo social, situando a los jóvenesmayoritariamente en posiciones de marginalidade incorporándolos con cercanía, en este sentido,a los proyectos políticos de ambos gobiernos(INJUV, 1994). A pesar de las percepcionespolíticas de las y los jóvenes como agentesde cambio, la diferenciación funcional de lajuventud generalizaba un imaginario de lo juvenilrelacionado a la educación. La política sitúa enestas operaciones –la producción de líderes ymovimientos estudiantiles- su preocupaciónprincipal. La personificación de los jóvenes porparte del sistema político (Raglianti, 2007a)estaba orientada hacia el joven estudiante,operación que precisamente marginalizabapolíticamente a jóvenes con escasa participaciónen movilizaciones, como las y los jóvenes rurales(INJUV, 2006). La baja variedad de posibilidadesde relación entre la juventud y el Estado chileno


42 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008estaba igualmente reflejada en la falta de unainstitucionalidad especializada en juventud. Eneste sentido, la mayoría de las políticas públicasoperaban desde ODEPLAN y el Ministerio deEducación (INJUV, 1994, 2006). Antes del golpemilitar, el gobierno se encontraba gestionando,sin embargo, la creación del Ministerio de laFamilia, adjuntando un departamento específicopara el tema juvenil; iniciativa que fue rechazadaquedando a cargo la Secretaría General deGobierno (INJUV, 2006).Durante la dictadura y particularmente durantela década de los ochenta, las autodescripcionesdominantes de lo juvenil iteran hacia ladiferenciación política de la sociedad chilena.La imagen predominante está centrada ahoraen la juventud popular y las demandas socialesjuveniles ya no se encuentran vinculadas a lasemántica del cambio, sino a la de la exclusiónen términos de persecución política (INJUV,2006). De igual manera, la exclusión tambiénestá relacionada a la lógica de mercado entérminos de las transformaciones económicasintroducidas por el gobierno de Pinochet. Lapersonificación de los jóvenes por parte delsistema político se orienta en este períodohacia el joven popular y la preocupación políticadirigida a la producción de institucionalidaddiseñada “en primer lugar para jóvenes que eranel futuro de la patria, por y para lo cuál debían serdisciplinados; en segundo ligar, eran vulnerablesa la penetración ideológica izquierdista, delo cual debían ser resguardados; y en tercerlugar, se convertirían progresivamente en ungrupo objetivo de las estrategias de mercado,en cuya calidad deberían ser fidelizados comoconsumidores” (INJUV, 2006, p. 286). Para ello elEstado chileno crea la Secretaria Nacional de laJuventud, organismo inéditamente concentradode manera exclusiva en la temática. El aparatoinstitucional, a pesar de tener desde un alcancenacional hasta vecinal, no logra reorganizar laimagen del joven popular, la cual coproducidapolíticamente desde la exclusión comooposición a la dictadura, toma fuerza en la figurajuvenil del luchador social. Hacia finales de ladictadura, este escenario comienza a plantear laacumulación de una deuda social por parte delEstado hacia las y los jóvenes, situación desdedonde arrancan las políticas públicas de los tresprimeros gobiernos de la concertación (INJUV,2006).Es durante los gobiernos de Aylwin, Frei yLagos en la década de los noventa cuandola política reconstruye posibilidades derelación entre la juventud y el Estado chileno,reconociendo no solo la heterogeneidad juvenilcomo consigna, sino la creciente relevancia deesta edad con respecto a la sociedad general.Los procesos de reestructuración económicay de transición política van introduciendoautodescripciones de lo juvenil basadas en ladiversificación de las ofertas de participaciónsocial sostenidas únicamente en contextos dedemocracia y liberalización de mercados deconsumo. En este sentido, la complejizaciónde las autodescripciones de juventud durantelos noventa, que observa a la diferenciacióneconómica de la sociedad chilena -el auge dela clase media - como principal responsable,inicia una crisis de la expectativa protagónicadel joven político, instalándose –por una partelapersonificación del joven apático, crítico delos proyectos políticos, aunque a diferencia dela propuesta del joven revolucionario, sin unproyecto de sociedad concreto; por otra parte, enlos sectores enriquecidos de nuestra sociedadcomienza a producirse un imaginario de lajuventud distinguida por el mercado, imaginarioque luego se extiende hacia todos los segmentosde la sociedad mediante instrumentos de créditomonetario y la personificación del joven nihilista(INJUV, 2006).La institucionalidad asociada al reconocimientode la juventud como un problema complejo,abordado insuficientemente durante los ochentasegún la lógica de la deuda social (INJUV, 1994,2006), se inicia con la creación del InstitutoNacional de la Juventud (INJ). La definición de lajuventud dentro de márgenes cronológicos clarosy como grupo objetivo de políticas públicas, esun primer indicador del esfuerzo por reducircomplejidad y especializar las comunicacionesentre el Estado chileno y la juventud, inclusocuando la institucionalidad estaba diseñadainicialmente para cumplir funciones deasesoramiento político y que, al convertirse enejecutor de políticas públicas mediante recursosestatales y no estatales hasta 1997, vaticinó


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 43las condiciones por las cuáles las operacionesrealizadas en el INJ se encontrarían fuera de lascapacidades institucionales disponibles (INJUV,2006). En paralelo, el INJ también se concentróen centralizar la oferta pública para la juventud,instancia de la cual el PROJOVEN y los trabajosrealizados con la GTI se transforman en losprimeros esfuerzos por construir una políticaintegral de juventud (INJUV, 2006). Luego dela crisis institucional del INJ, cruzada tambiénpor posiciones institucionales tomadas frentea debates valóricos y, como si fuese un joven,el consecuente trato juvenil hacia el InstitutoNacional de la Juventud por parte de la política,se establecen estrategias para volver a legitimarla institucionalidad mediante reestructuraciónde funciones y presupuestos a finales de losnoventa –y la adopción de la nueva sigla INJUV-,las cuales concluyen con el actual proyecto decreación de un Ministro del Deporte y la Juventud.En este sentido el INJUV se ha concentradoen trabajar acorde a los objetivos iniciales dela institucionalidad, a saber la producción deconocimiento político de la Juventud –medianteInformes y Encuestas Nacionales de Juventud,además del inicio del programa Observatoriode Juventud en el año 2003- y la coordinaciónde oferta pública de la juventud, gestionandopolíticas públicas de corto alcance y orientadasa temáticas específicas.Hacia finales de los noventa y en el presente,las autodescripciones de juventud parecieran nocentrarse en un sistema funcional específico, apropósito de que las comunicaciones sobre lajuventud realizadas por la justicia, la educación,la economía, el arte, la política, etc., tienenigualdad de posibilidades de aceptación yrechazo en la sociedad por parte de los mismosjóvenes y en contextos donde los medios decomunicación de masas y los instrumentostécnicos de masificación de la información–particularmente las herramientas informáticasseencuentran vinculados al uso juvenil (Raglianti,2007a). Es precisamente la alta variedad deautodescripciones y observadores de lo juvenillo que sitúa a la juventud como un problemacomplejo y lo que estructura la producción dejuventudes.Las comunicaciones sobre la juventud en lamodernidad, particularmente las que observanla relación entre vida cotidiana y juventud,parecieran contener elementos para observara las juventudes en términos de riesgos eincertidumbres. El proceso de diferenciaciónfuncional, en este sentido, amenazaría laspromesas políticas de inclusión social de lajuventud. En respuesta, la política personificacontemporáneamente al joven en tanto sujetode derecho y le atribuye condiciones mínimasde inclusión (Luhmann, 1994), lo cual permiteabsorber las incertidumbres situándoloprecisamente como depositario del desarrollode la sociedad. La Convención Iberoamericanade Derechos de los Jóvenes, aún no firmadapor Chile, es un buen ejemplo de ello. Enconsecuencia, se emplaza a la juventud hacia elcentro de las autodescripciones políticas sobreel futuro. Las relaciones entre juventud y Estadochileno se concentran, siguiendo esta lógica,en términos de jóvenes que se encuentranincluidos en tanto clientes de los distintossistemas funcionales, es decir, desarrolladoresde la sociedad contemporánea, y jóvenes quese encuentran excluidos y se representan comogrupos vulnerables o marginales, desvinculadosdel proceso de modernización de la sociedadchilena.Al observarse históricamente la políticacomo provocadora de la inclusión juvenil yevidenciando, sin embargo, que las agenciasde inclusión, a pesar de la eficiencia del diseñotécnico de sus políticas públicas, se encuentranvinculadas a una observación contingente dela juventud, se vuelve pertinente avanzar haciaelementos de debate que le permitan a la políticaconocer cómo sus percepciones de juventudtambién pueden transformarse en provocadorasde la exclusión social. Por tanto, se requiereavanzar hacia la generación de herramientas deobservación de la juventud que consideren –enprimer lugar- la propia situación moderna de lapolítica.


44 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 20084. Reseñas Finales: Enfoque de Juventud yObservación de Segundo OrdenEl conocimiento de la modernidad funcionalmentediferenciada (Luhmann, 1997) requiere de lareflexión sobre las condiciones de observaciónen la complejidad social, considerando laselección como requisito fundamental parala comunicación. La observación de segundoorden se orienta, de tal manera, a la observaciónde las selecciones realizadas por un observadorde primer orden; específicamente, se concentraen la observación de la forma con que unobservador realiza comunicaciones (Luhmann,1999).Esta estrategia, apuntalada como un programade la ciencia (Arnold, 2006), considera que unaobservación depende de lo que el observadorpuede observar, seleccionando y distinguiendouna cosa pero no otra, observando “una parte dela unidad, pero no la unidad de la que se formaparte” (Raglianti, 2007a, p. 30). La observaciónde segundo orden distingue así aquello que unobservador de primer orden no puede ver que nove; su observación considera simultáneamentelo observado como también el punto ciego delobservador de primer orden.La comunicación de la juventud por parte de lapolítica, en tanto observación de primer orden, seacopla al conocimiento mediante instancias degeneración propia y licitación de estudios, comotambién publicación de temáticas de juventud.Esta operación no asegura, de todas maneras,que el conocimiento se transforme directamenteen política publica; antes la información seorienta hacia al asesoramiento para el debate dela política pública, lo cual implica que, a pesar deque la producción de conocimiento resguarde supunto ciego o seleccione formas de acoplamientopara minimizar la pérdida de información en latransformación del conocimiento en poder, estaoperación ocurre más allá de los límites quecualquier enfoque de juventud puede controlar.A pesar de ello, los efectos de que la políticapública se observe a si misma únicamentecomo provocadora del cumplimiento de suspromesas de inclusión social (Raglianti, 2007a),pueden ser informados por el conocimiento sise buscan terrenos de observación que amplíenlas consideraciones respecto a la diferenciaciónjuvenil realizada en los sistemas sociales.Para una nueva institucionalidad en juventud-que surge potencialmente a partir del proyectode ley que crea el cargo de Ministro del Deportey la Juventud ingresado el pasado 9 de eneroa la cámara de Diputados- es importantesituar un enfoque que sirva de plataformade autonomía y diferenciación de la temáticadeportiva. Un enfoque de juventud dirigidohacia los acercamientos que particularmente lossistemas funcionales estructuran para describira los jóvenes, permite cerrar las puertas ala estrategia que sintetizan a la juventudúnicamente vinculada a la personificación deljoven deportista y abrir caminos para observary generar políticas públicas orientadas haciala inclusión de las y los jóvenes chilenos ennuestra sociedad moderna; un enfoque dejuventud que utilice la observación de segundoorden respecto a las formas con que la sociedaddistingue juventud actualmente, conecta -comohemos descrito en la sección anterior- conlos enfoques utilizados por la política en tantosistema funcional, permitiendo descubrir lospuntos ciegos de sus autodescripciones dejuventud y la marginalización de jóvenes queno resulten personificados por las imágenesdominantes de juventud disponibles.La construcción de un Ministerio del Deporte yla Juventud, en tanto plataforma institucionalque reorganizaría las políticas de juventuddiseminadas en los distintos servicios públicoschilenos y que permitiría a la política corregirsu participación en la producción de exclusiónsocial, requiere en este sentido tanto del debatepolítico como científico para convertirse en unainstitución moderna y operar en una sociedadque privilegia la administración del conocimiento(Latour, 2005).


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 45Referencias bibliógraficas••••Arnold, Marcelo. 2006. “Lineamientospara un programa sociopoiético deinvestigación”, en Observando sistemas.Editado por Ignacio Farías y JoséOssandón, Santiago.Feixa, Carlos. 2003. “Generación @La adolescencia en la era digital”, enCuadernos de pedagogía. P. 52-55.Giddens, A., Bauman, Z., Beck, U.,Luhmann, N. 1996. Las ConsecuenciasPerversas de la Modernidad. Anthropos,Barcelona.Instituto Nacional de la Juventud. 2007.Quinta Encuesta Nacional de la Juventud.INJUV, Santiago.• Osorio, Paulina. 2006. “La longevidad:más allá de la biología. Aspectossocioculturales”,en Papeles del CEIC Nº22. Publicación electrónica, España.• Spencer-Brown, George. 1979. Laws ofForm. E.P Dutton, Nueva York.• Raglianti, Felipe. 2007a. “Comunicaciónde la Vejez y Nuevas Tecnologías”, tesisde grado de Magíster en Antropologíay Desarrollo, Universidad de Chile,•Santiago._________ 2007b. “Paradojas de laSociedad del Conocimiento sobre elEnvejecimiento” presentado en el VICongreso Chileno de Antropología,Valdivia.• _________ 2006. Segundo InformeNacional de la Juventud. INJUV, Santiago.• _________ 1994. Primer Informe Nacionalde la Juventud. INJUV, Santiago.• Latour, Bruno. 2005. Reassembling thesocial. Oxford University Press. EstadosUnidos.•Zarzuri, Raúl. 2005. “Culturas Juveniles yCiencias Sociales: itinerarios interpretativostransdisciplinares” en Jóvenes: la diferenciacomo consigna. CESC, Santiago.•Luhmann, Niklas. 1999. “¿Cómo se puedenobservar estructuras latentes?” en Teoríade los sistemas sociales II (artículos).Universidad Iberomaericana/Universidadde Los Lagos/Iteso. Chile.• _________ 1998. Complejidad yModernidad: de la unidad a la diferencia.Trotta, Madrid.• _________ 1997. Observaciones de lamodernidad. Paidos, Barcelona• _________ 1994. Teoría política del Estadode bienestar. Alianza, Madrid.• _________ 1982. The Differentiation ofSociety. Columbia University Press, NuevaYork.


46 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008REFLEXIONES SOBRE POLÍTICA E INSTITUCIONALIDAD DEJUVENTUD EN CHILE DESDE LA PARTICIPACIÓN JUVENILFernando Krauss Ruz 1Resumen: El mes de diciembre recién pasado, laPresidenta de la República envió al Parlamento unproyecto de ley para la creación del cargo de Ministrode Deporte y Juventud, figura que debiese proponeral cabo de un año la configuración del Ministerio deDeporte y Juventud, el cual de paso reemplazará lafunción de dos instituciones de menor rango político,el Instituto Nacional del Deporte y el Instituto Nacionalde la Juventud.Se trata del primer paso en el camino derealizar un cambio significativo a la actualinstitucionalidad en juventud desde la creacióndel Instituto Nacional de la Juventud luego delretorno a la democracia en 1990, lo cual deberíaotorgar mayores posibilidades –aunque nonecesariamente asegurarlas- para la concreciónde una Política de Juventud en mayor sintoníacon los desafíos de la sociedad chilena actual.En este contexto, el presente artículo buscareflexionar sobre los cambios de las políticaspúblicas e institucionalidad estatal de juventuda nivel central en Chile en las últimas décadas;lo cual se hace desde la observación de larelación de participación de los sujetos -las y losjóvenes- en dichas políticas e institucionalidad.Este punto cobra mayor significado hoy en díaante la creciente distancia que existe entre lasinstituciones del Estado –en particular aquellasinstituciones y actores que conforman el sistemapolítico– y los jóvenes chilenos (INJUV, 2007).Al finalizar se presentan algunas comentariossugerentes para el debate sobre el proceso dereforma de la institucionalidad de juventud quese realiza actualmente.1 Jefe Departamento de Coordinación Intersectorial, Instituto Nacionalde la Juventud. Ingeniero Civil en Geografía.fkrauss@injuv.gob.cl.1. Comparando las Políticas e Institucionesde JuventudUna forma de analizar la política pública dejuventud aplicada en Chile permitiría establecer5 enfoques característicos a partir del tipo derelación que se establece entre la institución quegestiona la política y los jóvenes sujetos de lasmismas (Balardini, 2003).Esta clasificación que complementa Balardinia partir de una propuesta de Sáez Marín(Cuadro Nº 1), ha sido considerada porque sesustenta en lo normativo, en que el fomento ala participación en la generación de las políticaspúblicas de los jóvenes fortalece el sistemademocrático, al tiempo que valora la autonomíay la actuación protagónica de los jóvenes; ambasideas han estado presentes en el discurso queha orientado el quehacer del Instituto Nacionalde la Juventud de Chile desde su creación.La clasificación resulta conveniente además,dado que la mayoría de las políticas públicas queimpactan sobre los jóvenes no son pensadasdesde una misma perspectiva –ni siquieradesde una misma institución- sino más biendesde enfoques sectoriales provenientes deinstituciones y espacios político administrativosdistintos (Educación, Trabajo, Cultura,Municipio, Intendencia, etc.). Esta clasificaciónpermitiría analizar la multiplicidad de formasde participación e incidencia de la diversidadde jóvenes en el origen y gestión de dichaspolíticas.Por lo anterior es que el presente escrito se centraen analizar el tipo de política e institucionalidadpública que ha buscado establecer el Estadocentral chileno en su relación con las juventudesdesde la década del ’60, a partir de la clasificaciónsobre el tipo de participación de los jóvenes.De acuerdo a esta clasificación, se han agregado


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 47Cuadro Nº 1: Distintos enfoques en las políticas de juventudClasificaciónDescripciónEjemplos de políticapredominante en lainstitucionalidad chilenaen juventud.Políticas PARAla juventud.Cuyos rasgos esenciales se resumen enpaternalismo, ubicación de la juventud enlugares periféricos del cuerpo social activo,proteccionismo —los jóvenes son vistos comovulnerables y sin experiencia— y un fuertecontrol social.•Secretaría Nacional de laJuventud (1973 – 1990):Instituto Diego Portales,para la formación dejóvenes en ideas afines alrégimen.Políticas PORla juventud.Es decir, «por medio» de los jóvenes. Suscaracterísticas principales son: llamados ala movilización, adoctrinamiento, retóricaheroica, dinamización del potencial juvenilinstrumentando su idealismo en provechodel sistema, instrumentalizando el idealismojuvenil. Pasiva por parte de los jóvenes, esimpuesta desde arriba; no sirve a los jóvenes,se sirve de ellos.•Oficina AsesoraPresidencial en Juventud(1964 – 1969): ServicioVoluntario a través dela Oficina Nacionalde Servicio Voluntario(ONSEV).•Secretaría General de laJuventud (1970 – 1973):Campañas de salud;Políticas CONla juventudPolíticasDESDEla juventudEs la más moderna en el tiempo y la másinnovadora. Su principio base es la solidaridady es en esencia participativa, no sólo en elaspecto ejecutivo, sino en aquellos procesosque hacen al análisis y a la toma de decisiones.Activa desde los jóvenes e interactiva en ladialéctica juventud-sociedad. No impuestadesde arriba. Creativa, abierta y sujeta a mutuodebate crítico. Respetuosa y no excluyente.Definición que refiere a aquellas actividades einiciativas imaginadas, diseñadas y realizadas porlos mismos jóvenes en condición autogestionaria.Incorpora a las nuevas tendencias postestatalistasque confieren a la sociedad civil unrol relevante la hora de la gestión de proyectossociales y culturales.•Instituto Nacional de laJuventud: Un ejemplopionero fue el Plan Regionaldel Bío Bío, conducido porla Dirección Regional delBío Bío en el año 2000, yque implicó la realizaciónde cabildos comunalesy encuentros regionalesde organizaciones dejóvenes, así como de unadiversidad de institucionespúblicas.• A c t u a l m e n t ediversas iniciativas deorganizaciones formalese informales: colectivosculturales; casas Okupa;comunidades virtuales,etc.Fuente: Balardini, 2003.


48 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008al cuadro algunos ejemplos de la relación entrela institucionalidad en juventud en Chile y losjóvenes en distintas períodos de su historia.2. Un repaso a 40 años de Políticas eInstitucionalidad en JuventudDiversos autores coinciden en que fue en elgobierno de Eduardo Frei Montalva cuandocomenzó a intencionarse una política einstitucionalidad de juventud en Chile. Ladécada de los ’60 fue de irrupción de la juventuden la conducción de diversos procesos decambio social en el mundo. En Chile la opciónpresidencial de Frei Montalva y su llamado a laPatria Joven, generaba enormes expectativasentre dirigentes universitarios y pobladores.Fue en respuesta al respaldo político de unaparte importante de la juventud chilena y aldiagnóstico de que esta vivenciaba profundastransformaciones sociales –urbanización,marginación y pobreza, industrialización,revolución científica tecnológica, cambiosculturales- que se creó una Oficina AsesoraPresidencial en Juventud, y se comenzó ajustificar una reflexión que puso en el centrola promoción popular y el sujeto joven en sucalidad de estudiante.Sin embargo, desde el punto de vista de unainstitucionalidad en juventud “...no prosperósu consolidación más allá de los límites queofrecía una asesoría. No hubo proyecto deinstitucionalización de un servicio ni planificaciónadecuada de sus programas (...) sólo al final delperíodo de gobierno la Oficina de Planificación(ODEPLAN) diseñó una política de juventud queno se tradujo en elementos concretos...” (delPico, 1994, p. 137).De esa forma el diseño y ejecución de laspolíticas orientadas hacia los jóvenes quedaronbajo el alero del Ministerio de Educación y laConsejería Nacional de Promoción Popular, conprogramas como el fomento del voluntariado, laeducación extraescolar y el deporte recreativo.Vista esta síntesis, si se tratase de definir el tipode políticas desde el estado central de acuerdoa la clasificación antes descrita, tendríamos quedecir que estas combinaron las políticas PARAla juventud – en un claro paternalismo de lo queel Estado debía hacer con aquellos a quienespromovía socialmente -, y políticas POR lajuventud, que llamaban tanto desde el gobiernocomo desde las distintas opciones políticas ala participación de los jóvenes en un proyectode carácter nacional con un definido marcodoctrinario.Lo anterior no quiere decir que según laclasificación no hayan existido Políticas CON lajuventud, en cuya generación estos influyeronde manera significativa –un ejemplo fue laReforma Universitaria donde los estudiantesadquirieron enorme protagonismo-; pero laépoca imprimía a la participación una improntade grandes cambios sociales, bajo la cual elconcepto del “joven” como sujeto de políticasespecíficas quedaba relegado a segundo plano;esto implicaba también que su participación sehiciese desde identidades -como estudiante,obrero, poblador, etc.- que opacaban un poco lacondición de la juventud.Años más tarde, con el ascenso de SalvadorAllende a la Presidencia de la República, “unade las propuestas pilares fue la creación de unMinisterio de la Familia, lugar donde se crearíaun departamento especializado en el temajuvenil. Dado el rechazo parlamentario a estainiciativa la responsabilidad quedó radicada enla Secretaría General de Gobierno, desde dondese impulsaron medidas orientadas al fomento delos trabajos voluntarios, la promoción asociativaen jóvenes campesinos y el desarrollo deprocesos de formación de monitores juveniles.”(INJUV, 2005, Pág. 268).Si bien algunos tipos de actividades de promociónsocial se mantuvieron, adquirió preponderanciael tipo de acciones que fomentaban laasociación y la participación social y políticade los jóvenes, lo cual implicaba un enfoqueen el cual predominaba el concepto de jóvenescomo agentes del cambio social. Es tambiénen este período que “...desde el campo de lasalud pública se comienza a realizar estudiosmás o menos sistemáticos de las condicionesde vida (material y mental) de los y las jóvenes,con lo cual comienzan a ser vistos como sujetos


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 49diferenciados de las políticas públicas...” (INJUV,2005, pág. 268).En plano institucional, ante el fracaso delproyecto del Ministerio de la Familia, se creóuna Secretaría General de la Juventud quedependía de la Presidencia, la cual tenía unmarcado perfil ideológico en la promoción dela política social del gobierno. Junto con ello,la Consejería Nacional de Desarrollo Socialbuscó motivar a la población juvenil proletariaen torno a sus intereses (balnearios populares,campañas de salud, trabajos voluntarios); unaPolítica Educacional con un claro enfoque deinclusión, expansión de la oferta de servicios yalfabetización; una Educación Extraescolar parael entrenamiento de la población adulta.Sin embargo, “si un lector acucioso sigue lasecuencia de discursos y programas de lajuventud, podrá apreciar muchas referencias alrol protagónico de los jóvenes, pero muy pocasque induzcan a pensar en un proyecto estatal depolítica de juventud” (del Pico, 1994, p. 145).En esta perspectiva el tipo de políticas quefueron desarrolladas se diferencian de lasdel gobierno anterior por aproximarse más alenfoque de políticas POR la juventud, dadoel marcado carácter movilizador y retóricode la convocatoria a los jóvenes, y en algunamedida menor políticas CON la juventud, lo cualimplicaba considerarlos en el proceso de tomade decisiones en los temas que los afectabanmás directamente. Un ejemplo simbólico de estoúltimo fue el Consejo de Gabinete que se realizóen 1972, en el cual participaron dirigentesjuveniles que debatieron formas de participaciónefectiva de los jóvenes en las áreas de desarrollonacional.En todo caso, tanto para este período de gobiernocomo el anterior resulta difícil abstenerse de laactiva participación de los sujetos juveniles enla vida política del país, pero lo que destacaes que esta se ordenaba más bien en tornoa la adhesión a un determinado proyecto detransformación, y que no existían espacios deinstitucionalidad pública –fuera de los propiosdonde se desarrollaba la disputa política– enel cual el sujeto joven manifestara su miradaparticular del desarrollo.Esta realidad cambió bruscamente con elgolpe de estado de 1973, a partir del cual elEstado persiguió y aniquiló a gran parte delas dirigencias de las distintas organizacionessociales y políticas afines a la Unidad Popular–en particular a los jóvenes-, al tiempo queclausuró toda posibilidad de debate público.Coherentemente con lo anterior, aunque endiversos períodos de la dictadura “la imagende lo juvenil se estructuró en torno a tresrepresentaciones: (…) los jóvenes eran elfuturo de la patria por y para lo cual debían serdisciplinados; en segundo lugar, eran vulnerablesa la penetración ideológica izquierdista, de locual debían ser resguardados; y en tercer lugar,se convertirían progresivamente en un grupoobjetivo para las estrategias del mercado, encuya calidad deberían ser fidelizados comoconsumidores” (INJUV, 2005, p. 268).La respuesta a lo anterior fue la creación de laSecretaría Nacional de la Juventud 2 como primerórgano especializado en la materia en la historiade Chile, con un rol eminentemente político decomunicación entre el gobierno y los jóvenes,funcional al régimen militar. “Su estructura, suorganización y sus directivas dan clara nociónde la envergadura que se le pretendió imprimir,para aminorar en parte las necesidades deuno de los segmentos más coartados en susexpresiones socioculturales y políticas” (delPico, 1994, p. 152).Aunque para algunos la Secretaría Nacionalde la Juventud cumplió un rol únicamentede contención y preparación de los líderes ydirigentes políticos civiles proclives al régimen,lo cierto es que la necesidad de vincularse aun segmento más amplio significó también eldesarrollo de actividades culturales – comolos premios literarios, de pintura, de estudios -, y deportivas como los Juegos InterescolaresDeportivos; además de otras en el ámbito socialcomo los albergues y la prevención de la saludpor el consumo de alcohol y drogas.2 La Secretaría Nacional de Juventud dependía de un MinisterioPolítico como la Secretaría General de la Presidencia, y tenía una expresiónterritorial que llegaba al nivel provincial y comunal – y hastavecinal -, en particular en aquellas comunas urbanas.


50 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Sin embargo con el tiempo se dieron variosfenómenos que hicieron que la SNJ perdieracredibilidad e influencia en la juventud. Ellodebido al desprestigio del régimen por lasviolaciones a los derechos humanos y el impactode las políticas económicas sobre vastossectores sociales, junto con la articulación deuna oposición a este, lo cual implicaba a todaslas instituciones de gobierno.Otro elemento es que en el contexto de la crisiseconómica de principios de los ’80, surgió elimaginario del joven estudiante y el joven urbanopopular que se oponían y luchaban contra elrégimen y que contravenían las figuracionesoficialistas que promovía la SNJ.Para gran parte de la intelectualidad que formabaparte de la oposición al régimen, y que luegopasaría a formar parte de los gobiernos de laConcertación, esta imagen del joven estudiantey poblador –hegemónica por cuanto opacabaotras representaciones– era producto de laexclusión que en todo sentido, en particular laexclusión política que por años había vivido unageneración de la juventud chilena.Volviendo a la clasificación de Balardini, el tipode políticas promovidas desde el Estado centralque primó en esta época fue esencialmentepaternalista con políticas PARA la juventud;aunque no se puede dejar de considerar lasPolíticas POR la juventud, en el sentido de losllamados de la SNJ a los jóvenes chilenos a serparte de la refundación del país, y la respuestade un sector de jóvenes comprometidos con elproyecto del régimen.En 1990 con el retorno al sistema políticodemocrático, “...se inaugura una etapa debúsqueda sistemática por crear las condicionespara que la sociedad resarciera a la juventudde la “deuda” pendiente y el “daño” infringidopor la exclusión social, económica y políticaprecedente” (INJUV, 2005. Pág. 270).Junto con el término de la ya desprestigiadaSecretaría Nacional de Juventud, se diseña unanueva institucionalidad denominada InstitutoNacional de la Juventud (Ley 19.042 de 1991),con la perspectiva de abordar de maneraintegral la demanda de inclusión social delmundo juvenil. Dicha institución fue pionera enel marco de la política social del primer gobiernode la Concertación que implicó también lacreación de otras instituciones (Sernam, Fosis,Conadi, Fonadis), los cuales dependían y eranarticulados por MIDEPLAN.Desde una perspectiva legal, el INJUV sedistancia de la Secretaría Nacional de Juventuden que su rol será eminentemente técnicoprofesional,siendo su principal cliente elEjecutivo, al cual asesora para el cumplimientode su propia misión de mejoramiento de lainclusión social de los jóvenes chilenos, grupoal cual definió en términos específicos entre los15 y los 29 años.Por las múltiples funciones de generación deconocimiento, proposición de políticas, planesy programas, evaluación y coordinación deestos entre los servicios del Estado, el INJUVfue concebido como un servicio públicofuncionalmente descentralizado, dotado depersonalidad jurídica y patrimonio propio, quese relaciona con el Presidente de la Repúblicaa través del Ministerio de Planificación yCooperación (MIDEPLAN ).No obstante su definición entre los años1991 y 1997, el INJUV incorporó a su rol laejecución de programas con carácter nacionalfundamentalmente ligados al ámbito cultural(Tarjeta Joven, Albergues Juveniles, Casas dela Juventud). Ello bajo la doble lógica políticade la necesidad de legitimación ante el mundojuvenil y de llegar a los jóvenes con políticasespecíficas que los beneficiaran directamente.Igualmente se desarrolló a partir de 1991el primer programa global en el ámbito dela coordinación de las políticas de juventudPROJOVEN –cuyos ejes eran la Integracióny la Participación-, el cual buscaba ofrecerun soporte programático dirigido a dotar a lasy los jóvenes de herramientas destinadas adisminuir la creciente brecha entre el mundo dela educación y del trabajo. En la misma lógica ypara fortalecer la función de coordinación de unaPolítica Integral de Juventud, se creó en 1992Grupo de Trabajo Interministerial Coordinador


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 51de Políticas de Juventud (GTI) que funcionóhasta 1993.En el año 1995 dicho rol de coordinación fuereimpulsado mediante un Plan Integral deJuventud, el cual complementado con el iniciode las Encuestas Nacionales de Juventud apartir de 1994 –cuyo objetivo era generar la líneabase de las condiciones materiales y subjetivasde los jóvenes-, constituyeron un avance en elsustento de una política de juventud pertinentee integral.Sin embargo, en el año 1997 INJUV originó unacrisis institucional producto de la malversaciónde recursos y desorden administrativo, locual redundó en el termino de la ejecuciónde programas, la reducción a un 44% delpresupuesto institucional, la pérdida de losprofesionales con experiencia en el servicio,con la consecuente deslegitimación frente aotros actores públicos y el público joven engeneral. Sin embargo, el principal retroceso lotuvo el esfuerzo en establecer una Política deJuventud.Si nos detenemos en este período queda claroque por primera vez el Estado chileno intentaarticular los recursos materiales y simbólicospara una política de juventud. Del diagnósticode la “deuda social” derivó una política haciala inclusión, una política POR la juventud, en elsentido que reconocía la necesidad de entregara los jóvenes los recursos, el capital humanonecesario para que este se incorporara a lanueva etapa de desarrollo por la cual transitabael país.No obstante, no existió durante este período lainiciativa de incorporar a los jóvenes a la gestiónde las políticas de juventud o políticas CON lajuventud, como lo atestigua el PROJOVEN, cuyoámbito de Participación y Derechos Juvenilesse centró en la promoción de la asociatividadjuvenil. De esta forma, el eje de la integración deeste programa fue su principal éxito, quedandola participación como un tema pendiente (Urrutia,1994).A pesar del drástico cambio en las posibilidadesde acción del INJUV entre los años 1998 y el2005 que afectó fundamentalmente la gestiónen las regiones, el instituto mostró una grancapacidad para generar actividades hacialos jóvenes –a través de una red territorial deInfocentros- y para recomenzar un proceso derearticulación con la institucionalidad pública 3 .En el ámbito de la generación de conocimientos,la consolidación del Observatorio de Juventudmantuvo presente la función de asesoramientode la institucionalidad pública y a las agenciasque trabajan con jóvenes. El replanteamientode la orientación de las políticas públicasenfatizó el desarrollo de políticas a nivel local,lo que se tradujo en el proyecto Interjoven –cuyofinanciamiento y asesoría recayó en la Agenciade Cooperación Alemana GTZ– el cual se centróen el asesoramiento de las Oficinas Municipalesde Juventud, en la asesoría para formulaciónde Planes Locales de Juventud y proyectosinnovadores en el ámbito de la empleabilidadjuvenil.En este contexto aparecieron algunas iniciativasde participación propias de ciertas DireccionesRegionales del INJUV, las que posteriormentese transformaron en orientaciones desde elnivel central. En particular fueron relevantesel desarrollo de Planes Regionales deJuventud, los cuales en distintos niveles –localy regional– incorporaron la participación decientos de jóvenes pertenecientes a diversasorganizaciones en el diseño y planificación delas acciones institucionales 4 .Respecto de la articulación de las políticaspúblicas y a partir de la creación del “ComitéGubernamental para el Fortalecimiento de laAcción Estatal en Materia de Juventud” 5 enel año 2002, se generó el Plan de Acción enJuventud en el año 2004, “que tuvo como tareadefinir las líneas de acción común que debíanasumir los distintos ministerios y serviciospúblicos en materias de juventud, así como3 Los Centros de Información y Difusión Juvenil, actualmente Infocentros,entregan información de la oferta pública y son espaciospara el acceso de los jóvenes a Internet y a las nuevas tecnologías.4 Uno de los Planes Regionales de Juventud exitosos fue el de laregión del Bío Bío que incorporó la modalidad de cabildos comunalesen su diseño de base.5 El Plan fue realizado básicamente por personas del gobierno ycomprometió cinco ámbitos de acción del Estado para el período2004 a 2006: Ciudadanía juvenil y generación de redes; Ofertacultural y recreativa; Autocuidado en salud; Emprendimiento laboraljuvenil; y Acceso a nuevas tecnologías.


52 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008articular, implementar, coordinar y monitorear lasacciones que se vayan emprendiendo” (INJUV,2005, p. 278).Una cuestión relevante de estímulo a laparticipación de la juventud que contenía el Plande Acción, es la utilización del Consejo Asesoren Juventud –instancia de carácter nacionalasesora del Instituto según su Ley 19042-, lacual no estaba siendo empleada a cabalidad;así como la creación de Consejos Regionalesde Juventud, ambos con el objetivo de orientary evaluar las políticas públicas y los programasde juventud a nivel nacional y regional (INJUV,2004).Sin embargo, el Consejo Asesor en Juventud,compuesto por personas que conocen larealidad y/o representan los intereses de lajuventud, y que son designadas por el Ejecutivo,continuó siendo ocupado de manera intermitentesegún la voluntad de la Dirección del INJUV. LosConsejos Regionales, que son parte de estemodelo de gestión en el cual el INJUV buscatener una contraparte en la sociedad, tambiénfuncionaron de manera discontinua.No debe dejarse de lado que desde mediados delos ’90 hasta la movilización de los estudiantessecundarios en el año 2006, primó en el discursocomún la pérdida de voluntad participativay protagonismo de los jóvenes en la políticachilena, quitando visibilidad a las numerosasmanifestaciones que año tras año realizabanlos estudiantes universitarios a través de laCONFECH, o los estudiantes secundarios ensu lucha por mejorar las condiciones de accesoal pase escolar, por poner sólo dos ejemplos;muchas de las cuales obtuvieron logros noreconocidos hasta el día de hoy .En cualquier caso, estas movilizaciones teníanuna lógica más bien reivindicativa y sectorialista–dado que la negociación se circunscribía auno que otro ministerio en temas específicos–y no se desarrollaron en espacios convocadospor la institucionalidad, ni generaron tampocoinstancias permanentes de diálogo en que seincorporase la visión de los jóvenes. Tanto enesta como en otras instancias de participación,el INJUV mantenía distancia y mostraba pocainiciativa política antes, durante y después delconflicto.Otro intento institucional novedoso para vincularel segmento escolarizado de los jóvenes a unainstancia que permitiera el diálogo con un poderpúblico, fue el llamado Parlamento Juvenil.De corta duración, el carácter eminentementepaternalista de dicha institución y la inexperienciade sus liderazgos jóvenes hicieron que sedesprestigiara en corto tiempo y desaparecieraante las críticas de la mayoría de los actorespolíticos.Resulta interesante entonces ver cómo en elperíodo que se analiza se dieron una diversidadde formas de participación en distintos momentosy espacios institucionales. No obstante, elenfoque de la política social en la mayoría delos espacios continuó siendo el de políticasPARA la juventud, teniendo el INJUV un rol deaglutinador de la información y supervisor de loscompromisos del estado en esta materia.Resalta el hecho que durante el período demenores recursos financieros, INJUV adoptóestrategias que implicaban una política CON lajuventud a través de los Planes Regionales deJuventud; aunque esta experiencia no lograraimbuir a la Dirección Nacional del Instituto arealizar una definición de políticas más globaldesde esa perspectiva de la participación, nientusiasmara a las gestiones posteriores.3. Reflexiones FinalesAntes continuar con algunas reflexionen quesinteticen la revisión hecha, vale la pena recurrira aquella idea que plantea que, al igual quelas demás edades de la vida y si bien quizáen mayor medida que ellas, la juventud esuna construcción social y cultural; y desdeuna perspectiva histórica, ésta depende dedeterminaciones culturales que difieren segúnlas sociedades humanas y las épocas (Levi ySchmitt, 1995).Esto trae a colación el hecho de que lasrespuestas desde el Estado, tanto en términosde política como de institucionalidad en relacióncon los jóvenes, dependen del imaginario de


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 53esa construcción que la sociedad se hace de lajuventud.Ahora bien, ni los jóvenes han sido un conjuntohomogéneo en cualquiera de los períodosanalizados, ni el Estado tampoco en el tipo derespuesta política e institucional que ha definidoen su relación con los primeros.Dicho esto, una primera característica es que enla medida que el imaginario de la juventud ha idocambiando -en cierta medida volviéndose másheterogéneo y complejo-, la estructura de lainstitucionalidad en juventud pareciera volversetambién más compleja con el objeto de respondera las especificidades del sujeto juvenil. Así escomo se ha pasado desde una Oficina Asesoraen Juventud, a una Secretaría Nacional deJuventud como institución controladora, luego aun INJUV con estructura de servicio autónomo,pero con características más bien técnicas eintermediadoras (Thezá y Mascareño, 2002).En el mismo sentido, la reciente voluntad decrear el Ministerio de Deporte y Juventud podríainterpretarse como una posibilidad de aumentarla potencialidad de las políticas públicas dejuventud y su peso específico frente a otrosactores institucionales.Sin embargo, paradójicamente si bien se puedehablar de una cierta evolución en cuanto a diseñoinstitucional, no se puede hablar lo mismo de laspolíticas de juventud, dado que el proceso degeneración de la política pública de juventud hasido discontinuo; por otro lado no hay un avanceen cuanto al tipo de relación de participaciónde dicha institucionalidad con la juventud en lageneración de la política.Por ende no ha existido una política dejuventud explícita con una visión integradorade las distintas dimensiones de la vida de losjóvenes. El PROJOVEN fue el primer intentopor generar dicha articulación, pero no pasóde ser una agregación de programas en loscuales se mantenía la visión sectorialista.El Plan de Acción en Juventud, derivado delComité Gubernamental para el Fortalecimientode la Acción Estatal en Materia de Juventud,no logró tampoco escapar a la lógica anterior,aunque sin duda fue un avance en el contextode deslegitimación y falta de recursos en quequedó sumido el INJUV a partir del año 1997.En mayor medida la participación de los jóvenesen la definición de políticas públicas que lesatañen directa o indirectamente –como es elcaso del ámbito de la Educación-, se ha hecho através de instituciones sectoriales; sin incorporaruna visión de la juventud más amplia y sin que elINJUV aporte con sus funciones –debidamenteconsignadas en la ley-, su experiencia yperspectiva política, en parte debido a sudebilidad político institucional.Sin embargo, en todas estas instancias ha sidoevidente la carencia de participación de un sujetojuvenil –que no estaba claramente definido-, o enpalabras de algunos investigadores, no existíanagentes sociales llamados a asumir el liderazgoy empuje necesario en estas definiciones, con lacapacidad de convocar e interpelar a los agentespúblicos y privados con alguna preocupaciónpor materias juveniles (Dávila, 2003).Desde el punto de vista del tipo de políticadesarrollada –considerando la clasificaciónutilizada-, desde el Estado chileno ha primado larelación de políticas PARA la juventud; mientrasque en períodos de fuerte tensión social, hanprimado de políticas POR la juventud, buscandosumar las energías de los jóvenes a un proyectopolítico específico.Las experiencias de políticas CON la juventudno son abundantes y podríamos decir que soncasi nulas desde el INJUV a nivel nacional. Sinmenospreciar su aporte, no se puede pensarque el Consejo Asesor en Juventud se considereuna instancia participativa amplia, como la que amodo de ejemplo desarrolla en estos meses lajoven Secretaría Nacional de Juventud de Brasil.A dos años de su creación, dicha secretaría haorganizado la primera Conferencia Nacional dePolíticas Públicas de Juventud, buscando hacerpolíticas CON la juventud, en la cual participaránmás de 2 mil delegados de todo el país, fruto deun proceso que desde lo local hasta lo estadualha incorporado la participación de más de 300mil jóvenes. (SNJ Brasil, 2008).


54 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Chile fue pionero en Latinoamérica en generarun debate público y una institucionalidad dejuventud; también lo fue en proponer y trabajarpor una Política de Juventud Integral queconsiderara a las y los jóvenes como sujetos dederechos y actores protagónicos del desarrollodel país. Ese esfuerzo no ha sido sostenidodesde la creación del Instituto Nacional de laJuventud, como lo demuestran los avances yretrocesos en los últimos años.Con la propuesta presidencial para la creacióndel cargo de Ministro de Deporte y Juventud seabre una nueva posibilidad para el debate, parala generación de una Política de Juventud y parael perfeccionamiento de la institucionalidad quehoy tenemos. En cualquier caso esta es unaoportunidad para las juventudes de participar yaportar como protagonistas desde sus visionesy sueños. Es una oportunidad también para elactual INJUV de hacer política CON la juventudchilena.Referencias Bibliográficas• INJUV. 2007. V Encuesta Nacional deJuventud. INJUV.••••Levi y Schmitt. 1995. Historia de los Jóvenes.De la antigüedad a la Edad Moderna. TomoI. Ed. Santillana S.A, Taurus, España.Thezá, M.; Mascareño, A. 2002.Jóvenes y política pública: elcaso chileno. Documento INJUV.Dávila, Oscar, 2003. “¿La década perdidaen Política de Juventud en Chile; o ladécada del aprendizaje doloroso?”,en Políticas públicas de juventud enAmérica Latina: políticas nacionales.Oscar Dávila (ed). CIDPA, Viña del Mar.CONJUVE, 2008. 1era ConferenciaNacional de Juventud. Documento Base.•••••Balardini. 2003. “Políticas de Juventud:conceptos y la experiencia Argentina”, enPolíticas públicas de Juventud en AméricaLatina: políticas nacionales. Oscar Dávila(ed). CIDPA, Viña del Mar.Del Pico, Jorge. 1994. “PerspectivaHistórica de las Políticas deJuventud”, en Primer Informe Nacionalde Juventud . INJUV, Santiago.INJUV, 2005. Segundo InformeNacional de Juventud. INJUV, Santiago.Urrutia, Lilian. 1994. “Balance delPrograma de Oportunidades para losJóvenes PROJOVEN”, en Primer InformeNacional de Juventud. INJUV, Santiago.INJUV, 2004. Chile se compromete conlos jóvenes. Plan de Acción en Juventud.Comité Interministerial. Ministerio dePlanificación y Cooperación Social.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 55Institucionalidad de Juventud en Chile:El nuevo traje del emperadorRodrigo Ferrada Jiménez 1Resumen: La historia de la Institucionalidad de Juventuden Chile acaba de abrir un nuevo capítulo. LaPresidenta de la Republica Michelle Bachelet ha presentadoun proyecto de Ley que crea la figura de Ministrode Deporte y Juventud. En qué contexto se debeentender esta propuesta, cuál es el alcance que tieney cuanto recoge de los aprendizajes acumulados enla ultima década, son algunas de las interrogantes seplantean en el siguiente articulo. A partir de la reseñabreve de los principales hitos en materia de políticade juventud puede observarse que Chile ha transitadoun camino complejo. Preclaro en ocasiones ysumergido en abismos en otras, pareciera ser que nohemos logrado atender a los urgentes y complejosdesafíos que la juventud impone en nuestros días.La propuesta de una institucionalidad de juventudque sea capaz de articular la inclusión integral de lasy los jóvenes resulta indisoluble con el propósito deimpulsar y materializar la denominada perspectiva dejuventud. Es por ello que, en el actual contexto, sehace necesario una vez más volver a la reflexión ya la exigencia de respuestas concordantes con losdesafíos de un nuevo tiempo.1. Entre huellas y afanesNo cabe duda que la discusión sobre institucionalidadde juventud en Chile viene resultando, deun tiempo a esta parte, poco vigorosa. Ello, aúncuando no ha transcurrido mucho tiempo desde,a modo de ejemplos, la publicación del SegundoInforme Nacional de la Juventud, la presentaciónde los resultados de la Quinta Encuesta Nacionalde Juventud y el reciente envío al Congreso,por parte de la Presidenta de la República, de unproyecto de ley que crea la figura de Ministro deDeporte y Juventud 2 .¿Qué ha ocurrido en Chile en materia de juventudpara que hoy nos enfrentemos a este laxoestado de las artes? Bien podría señalarse que1 Asistente Social. Subjefe del Departamento de CoordinaciónIntersectorial INJUV. Responsable Programa Nacional de Fortalecimientode Políticas públicas en Juventud. rferrada@injuv.gob.cl2 Bachelet, J. Michelle. MENSAJE Nº 1235-355/ de la Presidenta dela Republica de Chile a la H. Cámara de Diputados. 20 de diciembrede 2007.«Hay que aguantar hasta el fin».Y siguió más altivo que antes;y los ayudas de cámara continuaronsosteniendo la inexistente cola.Hans Christian Andersen 3quizás muy poco de lo que, en la década anterior,se esperaba que ocurriera. Veamos.A principios de la década de los noventa el diagnósticoen materia de juventud daba cuenta dela gran “deuda social”; la grave situación de lasy los jóvenes se presentaba como balance delos efectos de la crisis de los años precedentespor lo que, siendo absolutamente fieles al compromisode crear instituciones del Estado capacesde abordar integralmente las demandasahí expresadas, se comienza a materializar lacreación del Instituto Nacional de la Juventud.No resulta imposible afirmar entonces que el InstitutoNacional de la Juventud se transformó enuno de los proyectos esenciales de la democracia.Baste decir que mucho antes de debatir laconcreción de otras instituciones que hoy formanparte de la red pública, en el Instituto Nacionalde la Juventud se depositaron importantes y trascendentesenergías políticas e institucionales.En este marco, a través de la ley Nº 19.042 de1991, es creado el Instituto Nacional de la Juventud,asignándosele la tarea de “colaborar con elPoder Ejecutivo en el diseño, planificación y coordinaciónde las políticas públicas de juventud”.Para muchos, esta definición habrá de transformarseen la paradoja que determinará el actuarde esta institución pues, como veremos másadelante, le significará vivenciar no pocas vecesuna fuerte tensión; esto en la medida que si bienlas funciones del organismo están debidamenteconsignadas en la ley que le dio origen, todavía3 Andersen, Hans, C. El nuevo traje del emperador. Véase textocompleto en http://www.nueva-acropolis.org.ar/


56 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008en muchos sectores de la sociedad – incluida laclase política – no ha habido suficiente claridadacerca de cómo conciliar las expectativas quemuchos tienen en torno al potencial impacto deltrabajo del Estado hacia los jóvenes.Entre huellas y afanes. Así se titulaba uno de loscapítulos del primer Informe Nacional de Juventudaparecido en 1994. En el primer tercio delos noventa e iniciándose el segundo gobiernode la Concertación, este informe daba cuentade la actualización en conocimientos y las concepctualizacionessobre juventud que se veníandesarrollando, señalaba los principales avancesprogramáticos implementados hasta ese momentoy se establecían los primeros consensospara sostener, de mejor forma, una política socialjuvenil en la institucionalidad del Estado.Por aquellos años, ya era ampliamentecompartida la necesidad de iniciar un procesotendiente a la elaboración de una “políticapública en materia de juventud”. De hecho, unode los primeros esfuerzos en esa línea fue crearel Grupo de Trabajo Interministerial Coordinadorde Políticas de Juventud (GTI) 4 , instancia quefuncionará durante los años 1992 y 1993. Coneste instrumento se buscaba la generación deuna cierta institucionalidad que fuese capazde realizar tanto el diseño como la ejecución yevaluación de programas, como también “dar lasbases para el desarrollo de una política integralde juventud “(GTI, 1999). En ese marco, algunasde las orientaciones eran las siguientes:• La necesidad de disponer de un sistemacoordinado de planificación para eldesarrollo de las políticas de juventud.• La conveniencia de que estos planesse desarrollen con una perspectivaintegradora.• El propósito de perfeccionar los instrumentosde análisis y toma de decisiones en materiade políticas de juventud.• La necesidad de lograr una mejorcoordinación y coherencia en la ejecuciónde las políticas de gobierno y facilitar elproceso de ejecución de los programas.• La necesidad de conformar instancias4 Aylwin, A. Patricio. 1992. Instructivo presidencial Nº 868 del 25de junio.institucionales que permitan alcanzar losobjetivos ya descritos.Posteriormente, en el mes de junio de 1995, sedecidió reimpulsar el trabajo del GTI, anunciandoel inicio de un proyecto denominado “PlanIntegral de Juventud” sobre la base de cuatroejes definidos para su realización: la integralidad,la intersectorialidad, la descentralización y laparticipación. Planteado de esta forma, un planintegral de juventud era el resultado lógico deldesarrollo de una política pública innovativa,moderna y más adecuada a la realidad de losjóvenes.No obstante, producto de la crisis que sufre elInstituto Nacional de la Juventud, la planificacióndel GTI para el año 1997 será alterada ymodificada significativamente, puesto que seconsideró que no estaban dadas las condicionespara su continuidad, lo que restó fuerza ycontinuidad al proyecto de generación de unapolítica global.Después de un proceso de reorganizacióninstitucional, será sólo a partir del año 2004, através de un Comité Especial de Ministros y de laelaboración de un Plan de Acción en Juventud 5 ,que se comenzaría a revitalizar en el Estado eltema juvenil. Eso si, sin que este nuevo impulsotuviese efectos en una decisión gubernamentalde elaborar una política pública articulada.El “Comité Gubernamental para el fortalecimientode la acción estatal en materia de juventud” tuvocomo tarea la definición del Plan de Acción enJuventud que contenía las líneas de acción queasumirán los diversos Ministerios y Serviciospúblicos en orden al fomento y desarrollode las y los jóvenes del país. Así también, lecorrespondió la articulación, implementación,seguimiento y coordinación de las acciones,programas y medidas asociadas de tales líneasde acción. Específicamente, le correspondió:• Elaborar los lineamientos para elfortalecimiento de la acción estatal enmateria de juventud.5 “Comité gubernamental para el fortalecimiento de la acción estatalen materia de juventud”; espacio creado por instrucción del Presidentede la República Ricardo Lagos escobar, través del InstructivoPresidencial Nº 03 del 23 de enero de 2004


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 57• Identificar y proponer medidas para elfortalecimiento institucional del Estadofrente a la juventud.• Identificar y proponer medidas paraperfeccionar el accionar de los distintosorganismos públicos dirigido al desarrollo eintegración de los jóvenes.• Definir y proponer la implementación denuevas acciones y medidas orientadasal desarrollo de las y los jóvenes,especialmente en los ámbitos de culturajuvenil, educación y formación, salud yauto-cuidado, empleo y emprendimiento ylegislación juvenil.• Coordinar a las autoridades y organismosinvolucrados en la implementación deacciones, programas o medidas queincidan en la juventud, en la definición,perfeccionamiento y ejecución de dichasacciones.• Velar por la coherencia entre las decisionesque las autoridades sectoriales adopten enámbitos relacionados con el desarrollo eintegración de la juventud, sugiriendo lasmedidas correctivas que fueren pertinentespara mantener la debida armonía entredichas decisiones y las líneas de accióndefinidas en materia de jóvenes.Dicha instancia – constituida por un niveltécnico y político – trabajó durante tres mesesexaminando la oferta de programas y accionesdirigidas al mundo juvenil. Este esfuerzoinstitucional se orientó sobre la base de ciertosobjetivos preestablecidos por el Comité. Losobjetivos esenciales fueron:• Generación de acuerdos para elfortalecimiento institucional del temajuventud en el Estado.• Generación de acuerdos parala estructuración de un discursogubernamental permanente que pongaespecial énfasis en la importancia de losjóvenes como actores estratégicos deldesarrollo del país (dimensión simbólicade la política pública).• Generación de acuerdos para dotar de unmarco ético-político al trabajo del Estadocon jóvenes.Desde esta perspectiva, las medidas propuestasconstituyeron un complemento necesario a unainversión ya significativa implementada porel sector público; inversión que, sin embargo,requería ser reorientada en los ámbitos de lacalidad de los servicios prestados a los jóvenesy en las condiciones de acceso a dichosservicios.Dada la naturaleza temporal que fundó este Comitégubernamental, su alcance no vio más horizonteque el plazo que el decreto le asignó. Y sibien el comité técnico logró instalar algunas recomendacionesen los organismos públicos participantes,los diversos cambios institucionalesque siguieron al cambio de gobierno, terminaronpor minimizar o desestimar la incorporación dedichas recomendaciones en la gran mayoría delas iniciativas programáticas que formaron partefundamental del plan. Conviene señalar queconcluido el plazo formal de funcionamiento elComité – tanto técnico como político- no ha vueltoa ser convocado.Sea quizás la última acción significativa en materiade institucionalidad, el alcance logrado por elConsejo Asesor de Juventud. Para entender deque trata esta iniciativa, su propósito y el alcanceque tiene es necesario reseñar lo siguiente:El Artículo 7 de la Ley 19042 que crea el InstitutoNacional de la Juventud estipula que elDirector Nacional podrá contar con la asesoríade un Consejo formado por 10 personas. Losintegrantes del Consejo serán designados por elPresidente (a) de la República y permaneceránen sus cargos mientras cuenten con su confianzay desempeñarán sus funciones sin percibirpor ello remuneración alguna. A dicho Consejole corresponderá analizar las acciones, planesy programas propuestos en materia de políticapública de juventud, hacer las sugerencias queestime conveniente, formular las observacionesy proposiciones que considere necesarias y, engeneral, dar su opinión acerca de las materiasen que se solicite su colaboración.Este Consejo Asesor no es una instanciarepresentativa de organizaciones de juventud –tal como lo es en otras experiencias similares,como la de España - sino que constituye un


58 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008grupo selecto de personas que tienen unavoz autorizada en materia de juventud por sutrabajo particular y reconocimiento social. Deesta manera el Consejo Asesor está compuestopor un equilibrio de personas provenientes delos ámbitos de las organizaciones sociales, lacultura y las comunicaciones, el mundo políticoy sindical, el campo intelectual y el deporte,permitiendo con ello abordar los temas juvenilesdesde diferentes ópticas, de manera de produciraportes significativos a la gestión del InstitutoNacional de la Juventud.Pues bien, durante el año 2007, el ConsejoAsesor en Juventud acordó formular undocumento denominado “Propuesta para elfortalecimiento juvenil para el bicentenario” 6 .Dicho documento, que fue entregado a laPresidenta de la República, se elaboró con lafinalidad de que los temas de juventud pudieranser abordados de manera más amplia e integralen el marco de la agenda política del actualGobierno.En él se señala que existe el desafío depromover y provocar un cambio fundamental enla forma de abordar desde el Estado el trabajoen juventud; transformación que se orienta enla lógica de:a)b)c)reincorporar a los jóvenes en los grandestemas de la agenda pública, fortaleciendosu protagonismo y concibiéndolos comoactores del desarrollo nacional,implementar una política pública que pongael acento en la perspectiva de derecho(lo que obliga a adoptar un enfoque másintegral que supere la lógica de ordensectorial ) yfortalecer las instituciones llamadas agarantizar los derechos de los jóvenes(ministerios, servicios del Estado, escuela,municipios, organizaciones comunitarias,etc.).Podríamos decir que, una vez entregado eldocumento, no se hizo esperar la respuesta a sucontenido. Sin embargo, aquello sólo es parte de6 Documento elaborado por el consejo asesor del Instituto Nacionalde la juventud, presentado a la señora Presidenta de la Repúblicaen Julio de 2007.la expectativa pues lo cierto es que hasta ahorano hubo un planteamiento formal en esa direccióny el consejo no ha vuelto a trabajar de manerasistemática. En ese escenario el alcance de laspropuestas presentadas resulta poco claro deobservar hasta el momento. No obstante, bienpodría interpretarse el anuncio presidencial denombrar a un ministro de Deporte y Juventud,como la esperada acogida a las propuestas allíexpresadas. Eso está por verse.2. El Por Qué de una Institucionalidad enJuventud.Bien, hecha esta (breve) reseña de lo acontecidohasta ahora en el tema, permítanme entraral propósito de este artículo, cual es volver areflexionar (acaso en la insistencia del incauto),sobre la necesidad de abordar rigurosamenteel desafío de la institucionalidad en materia dejuventud en el país.En principio quisiera retomar ciertas reflexiones,ideas y proposiciones que hemos idoconstruyendo y compartiendo junto a diversosexpertos y profesionales en estos últimosaños; volver sobre estas ideas en nada resultaantojadizo, su valor radica en que se hanmaterializado a partir de la experiencia prácticay a una no menos dedicada reflexión teórica.Distinto es, por cierto, el grado de adhesión quepuedan convocar, pero eso no es materia deestas notas.A nadie puede sorprender que cuando desdeel Estado se crean instituciones cuyo objetivoprimordial es diseñar, proponer e implementarpolíticas públicas (especialmente cuando secrean para atender a sectores antes invisiblesfrente a la acción tradicional de los gobiernos), enla sociedad se producen diversas reacciones.Por una parte, hay quienes hablan de un ciertoexotismo en estas medidas; esto puesto quenuestra “realidad” no justificaría una supuestacomplejización del Estado. Otros, por su parte,con un argumento más ideológico que técnico,predican un sector público lo suficientementepequeño para que en él se concentren lasmínimas funciones de regulación; espacio


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 59donde no caben las pretensiones de quienesintentan relevar lo social, disputando así la puracentralidad de lo económico.Frente a este acercamiento que pudiésemosdenominar “escéptico”, surge tambiénaquel que sugiere que el Estado es el únicoresponsable de resolver los problemas socialesque, fundamentalmente, la contingencia vaincorporando al imaginario de los ciudadanos.Entonces, si la prevalencia de agresionesdomésticas a las mujeres no disminuye, estosignificaría que el Servicio Nacional de la Mujerno está haciendo nada; o bien, si hay un rebrotede acciones públicas de las agrupacionesmapuches en las regiones octava y novena,habría que inferir que CONADI no planificó biensus tareas. En ambos casos pareciera que elEstado es el único responsable de procesoscuyo origen y desarrollo es evidentementemucho más profundo.Resulta a todas luces necesario dotar de máscontenido y sentido a estas ideas -a vecesalgo rústicas- que han venido acompañando elnacimiento de diversas instituciones que hoy yason parte del organigrama del Estado chileno.En esa dirección es que resulta significativa laidea de enfrentar fundamentalmente el alcancey relevancia de tener una nueva o mejoradainstitucionalidad en juventud (Thezá, Ferrada yDurán, 2005), considerando al menos, los cuatrosiguientes criterios:• Una institucionalidad en juventud no esun producto exótico, sino que es unarespuesta general de todos los paísesdesarrollados y en vías de desarrolloque actúan seriamente al momento deplanificar sus políticas sociales. Así, elInstituto Nacional de la Juventud (INJUV)chileno no es un invento nacional destinadoa aumentar la burocracia. El INJUV es laincorporación de Chile a un conjunto pluraly variado de países que, en sus nivelesnacionales, regionales y locales, hancreado organismos de juventud para pensary materializar iniciativas que fomenten yfortalezcan el rol de las y los jóvenes alinterior de sus propias culturas.• Una institucionalidad en juventud esmás democracia. La democracia implicaaceptación y reconocimiento de todosaquellos que constituyen, en un sentidoextenso, la comunidad política. Porello, reconocer a los jóvenes desdeuna perspectiva de Estado implicaconcretamente tener la voluntad deincorporarlos a la agenda pública,generando, de esta manera, conciencia desu especificidad como grupo social.• Una institucionalidad en juventud esindisoluble de la noción de Estado moderno.Más allá de las permanentes controversiasque han impregnado el debate de qué esmodernización del Estado, sí podemosafirmar que un Estado moderno es aquelque es capaz de responder de manerasimple a los desafíos que presenta uncontexto complejo y heterogéneo. Esa esjustamente la misión del INJUV: pensaresta heterogeneidad desde un espaciotécnico y funcional, proponiendo, a su vez,políticas innovadoras y realizables.• Una institucionalidad en juventud essinónimo de buen gobierno. Muchos paísesen el mundo, fundamentalmente aquelloscon quienes más nos relacionamos a travésdel intercambio económico, científico,académico y cultural, han incorporado ala medición de sus indicadores de “gestiónde buen gobierno”, la noción de “trabajoefectivo con jóvenes” 7 . En este escenariocada vez es más común ver a Presidentesy Primeros Ministros dar una cuenta delestado de la juventud en sus países y de lamarcha de las instituciones que para elloshan sido creadas.¿Por qué insistir en lo anterior? El problemafundamental de la institucionalidad en juventud7 Véase Pacto Europeo de Juventud. Resolución del Consejo dela Unión Europea, celebrado en Bruselas los días 22 y 23 de marzode 2005. Conclusiones de la presidencia, pp.19-20. Este Pacto,impulsado por España, Francia, Suecia y Alemania propone medidasa favor de la juventud en los campos del empleo, la integracióny la promoción social, la educación y la formación, la movilidady la conciliación de la vida familiar y profesional. En el escenarioIberoamericano resulta interesante ver experiencias como, porejemplo: el SIJU sistema nacional de información de infanciajuventud en Colombia, el SIIE el sistema de información estatal enjuventud de México, el SIJOVEN de Ecuador.


60 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008de nuestro país, no es, ni ha sido, sólo laprecariedad de su presupuesto –cuestión quede por sí ya es importante-; sino más bien sudebilidad en términos de efectiva coordinaciónde la política pública al interior del Estado. Adiferencia de los temas de género, lo juvenilno aparece debidamente transversalizadoen el aparato público, se presenta como unproblema sectorial que requiere – por ende–sólo respuestas sectoriales.La experiencia de América Latina demuestraque esta forma de abordar lo juvenil ha sidoinadecuada(CEPAL, OIJ, 2004, pp. 310-216),y por ello se requiere cambiar hacia un modelode características transversales (denominado,por algunos, como “modelo generacional”) queinvolucre al conjunto del Estado no sólo en eldesarrollo de programas o iniciativas para lasy los jóvenes, sino en la incorporación de lavariable jóvenes en el conjunto de las tareasque se programen en los diversos Ministerios yServicios.La juventud fue siempre un actor complejo, perohoy lo es más producto del proceso dual demodernización estructural e individuación queexperimentan. Sólo mediante un salto institucionalsignificativo, será posible comprender estatransformación y diseñar los planes, programasy proyectos para hacer frente a sus consecuencias.Por ello resulta tan extraño, por decir lo menos,que frente al anuncio hecho por la Presidentade la República acerca de del proyecto que proponela creación del cargo de Ministro de Deportey Juventud (y eventualmente su ministerio)no se haya provocado la discusión que, a estasalturas del debate, debería haberse convocado.Es cierto, puede ser que las expectativas dequienes hemos hecho un trabajo en este ámbitosean altas, pero ello en ningún caso significa sobreestimaruna necesaria discusión al respecto.3. El proyecto de leyEn el mes de diciembre del año 2007, la presidentade la República Michelle Bachelet enviópara consideración de la H. Cámara de Diputadosun proyecto de ley que, en su artículo primero,señala:“Artículo 1°.- Créase el cargo de Ministro del Deportey de la Juventud, en adelante el Ministro,que colaborará con el Presidente de la Repúblicaen el diseño, la planificación y la coordinación delas políticas de la institucionalidad de los asuntosdel deporte y de la juventud…” 8Hay que confesar que en más de alguna ocasiónla discusión en torno al Instituto Nacional dela Juventud y su sustentabilidad derivó en elconvencimiento de que debiese transformarseen una Subsecretaría de Juventud; similara la que existe hoy en día en varios paíseslatinoamericanos; que pudiera ser una institucióndependiente de la Secretaría General deGobierno o de la Presidencia y que su directortuviera rango de Subsecretario de Juventud.Lo anterior, en el fragor del llamado a entenderque la juventud no puede seguir siendocomprendida a través de sus carencias, de susriesgos y limitaciones; no puede seguir siendomirada desde lo adulto y descrita irreflexivamentecomo ciudadanía incompleta. Menos aún comoun “sector” dentro de la acción del Estado.La Juventud se trata de otra ciudadanía, de otrasexpectativas, muchas veces de otros símbolos ygeneralmente de otros intereses. La dimensionesmúltiples del ser joven son entre sí inalienables,por ello la coordinación de políticas públicas esde importancia vital para el aprovechamiento delos efectos sinérgicos de la acción pública en elsegmento juvenil.Y se agregaba, no sin menos convicción, quela necesidad del crecimiento institucional de lojuvenil en el Estado no resultaba una cuestiónde imagen; es una necesidad relativa a lacomplejidad del sujeto que nos interesa.Así y habiendo hecho el diagnóstico de la8 Bachelet, J. Michelle. Op.cit. Pág. 5.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 61institucionalidad en su relación con el conjuntode instituciones del Estado, con aquellas delespacio regional y local y con las organizacionesde la sociedad civil que trabajan en esteámbito, se podía pensar que sólo desde unafigura de Subsecretaría era posible cumpliradecuadamente ese rol coordinador concapacidad para introducir la perspectiva dejuventud en los diversos espacios de intervenciónen jóvenes que el Estado posee.Entonces, vino el anunció. Un esperado, anheladoy oportuno anuncio. Sin embargo, al revisar elmensaje enviado queda la sensación de seguircon “asignatura pendiente”, de haber hecho untrámite administrativo cotidiano, de la escasezde mirada política restringiendo el análisis a unacosa de forma y no de fondo.El mensaje señala: “La creación del Ministrodel Deporte y la Juventud, constituye entonces,la primera etapa en la modificación de lainstitucionalidad del Deporte y de la Juventud,destinada a hacerse cargo de las nuevasrealidades que a nuestro país le toca vivir.Pero no queremos generar trastornos ennuestro ordenamiento jurídico. Por el contrario,pretendemos que, paulatinamente se vayanefectuando los cambios requeridos para que lasinstituciones y los organismos vinculados a lossectores del deporte y de la juventud, se vayanadaptando a estos cambios.Es por ello, que en esta etapa, sólo creamos elcargo de Ministro para que éste colabore en eldesarrollo de la institucionalidad de los asuntosdel deporte y de la juventud. Por lo tanto, elInstituto Nacional de Deportes de Chile y elInstituto Nacional de la Juventud, mantendránsus actuales funciones y atribuciones.” 9En términos coloquiales, podríamos decir que“hemos puesto la carreta delante de lo bueyes”.Es decir, se ha privilegiado agregar un nuevopiso a la estructura administrativa del Estado,más que revisar y detenerse a fondo en elefectivo alcance, la fuerza política, la orientacióny sentido de la política social de juventud que elpaís requiere.9 Ídem. Pág.2El mensaje que fundamenta el proyecto deLey presentado por nuestra Presidenta -quedicho sea de paso, ya se encuentra en trabajode comisión-, no abunda ni se comprometeen lo sustantivo. Ello hay que señalarloenfáticamente. Gran parte del fundamento delproyecto se refiere a la deuda y los desafíosque el país experimenta en la institucionalidaddeportiva y pareciera ser que “por añadidura”las y los jóvenes se hacen partícipes en dichofundamento 10 .Es cierto que el mensaje declara que el nuevoMinistro deberá colaborar en el desarrollo dela nueva institucionalidad, pero no es menoscierto que en principio deberá trabajar conla que ya existe. De hecho el proyecto noestable cambios en las actuales funciones yatribuciones. Puesto así cabe preguntarse:¿Por qué no se profundizó en la estructura, enlas atribuciones y en las funciones de un nuevoINJUV, acaso subsecretaria de Juventud?,¿por qué un Ministerio de deporte y juventud?,¿cómo, en esa fórmula de institucionalidad, esposible atender al desarrollo de una política conperspectiva de juventud?, ¿qué es lo que resultamás transversal de la propuesta? Francamenteparece que nos enfrentamos a un nuevoestancamiento en la política social destinada alas y los jóvenes del país.Estancamiento, en tanto la institucionalidady su quehacer se mantiene sin grandescambios y continúan pendientes definicionesde carácter ético-políticas -más allá de lasdeclaraciones de sentido común que proponenconsiderar a las y los jóvenes como un grupoaltamente significativo y relevante-, en tantose continua con un quehacer del Estadodesarticulado, programático y sectorial disperso;10 Véase Mensaje en su página Nº3: “este Ministro también será unMinistro de la Juventud. Y es que otra de las variables que permitenel mayor y mejor desarrollo de los países, es la preocupación constantepor los asuntos juveniles, por la juventud de las naciones. Dehecho, en nuestro país, de acuerdo a las estadísticas obtenidas enel Censo realizado el año 2002, los jóvenes – entendiendo por talesaquellos que tienen entre 15 y 29 años de edad, ambos inclusive –alcanzan a las 3.674.239 personas, lo que representa el 24,3% dela población nacional, por lo cual se les debe considerar un grupoaltamente significativo y relevante en el actual contexto de desarrollodel país. Por lo tanto, constituye un desafío ineludible del Estado yla sociedad el adoptar todas y cada una de las medidas tendientesa fortalecer la situación de la juventud en nuestro país, dentro de lascuales se considera el reconocimiento de este grupo etáreo”.


62 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008y estancamiento ( o acaso, retroceso) mientrassigamos planificando desde las necesidades eintereses de las agencias gubernamentales másque de los propios sujetos de la política.4. Una Institucionalidad capaz de forjar unaPolíticaNo se trata de hacer o no hacer un nuevainstitucionalidad sólo como forma. El anhelo esuna nueva institucionalidad en forma, pero másaún en su fondo. Se trata del reconocimiento delas y los jóvenes como actores sociales, actoresque hoy no sólo buscan acceder a la distribuciónde recursos materiales, sino también a ladistribución de recursos simbólicos. Actores delpresente que modelarán el futuro de nuestromodo de hacer ciudadanía en las décadassiguientes.la política social no está en grupos anónimosni en tendencias estadísticas, sino en sujetosprovistos de derechos en tanto partícipes de unacomunidad determinada.No se trata, sin embargo, del retorno a unnaturalismo esencialista que busque situar alindividuo sobre la sociedad ahora en el planode las políticas públicas; se trata simplementede incorporar en ellas la visión de quien es susujeto, de quien se ve directamente afectado porsus decisiones en su relación con otros y conla variedad de organizaciones e institucionessociales que caracterizan a la sociedad chilenaactual y en la cual se ejerce la inclusión social.Pensar en una perspectiva de derechos para laspolíticas sociales de juventud, es, en tal sentido,pensar en los jóvenes como sujetos particularesde derecho, es decir, con especificidadesÁmbitos depreocupaciónBarreras de exclusiónEmpleabilidad yemprendimientoSalud y autocuidadoEducación ycapacitaciónCultura y expresiónartísticaParticipación yciudadaníaDesempleo, baja escolaridad, bajas condiciones de empleabilidadLimitación de acceso, condiciones de vida, problemas familiares,problemas nutricionales y sexualidadDeserción, problemas familiares, pobreza, problemas psicológicos,brecha digitalDiscriminación, falta de espacios de expresión pública, restricciones a lalibertad de expresión, falta de fuentes de financiamientoDesconfianza hacia instituciones, falta de interés personal, barreras a laorganización juvenil, falta de espacios de participación, vulneración dederechosCuando hablamos de una nuevainstitucionalidad, hablamos de la capacidaddel estado para incorporar una perspectiva dejuventud en su actuar, una perspectiva que seorienta en lo que hemos denominado “políticade condiciones mínimas” (INJUV, 2002) la quese funda, desde el punto de vista ético, enuna perspectiva de derechos juveniles 11 ; estoes, en el reconocimiento de que el objeto de11 Para mayor abundamiento sobre este criterio véase: ConsejoAsesor INJUV. 2007. Propuestas de fortalecimiento juvenil para elbicentenario. INJUV. 2006. Segundo Informe Nacional de Juventud.Capitulo 6. Desde la transición al bicentenario: propuestas para articularuna política pública de juventud. pp. 285-297.y requerimientos propios que ameritan untratamiento especial por parte de quienes losobserven y construyen programas que busquenincluirlos socialmente. Adoptar esta perspectivaes, igualmente, deshacerse de modo definitivode la visión clásica de los jóvenes como unperíodo de moratoria (Seissus, 1994, pp. 69-82), es decir, como una fase de desarrollosocial incompleto que sólo se totaliza cuando eljoven se transforma en adulto, momento en elque adquiriría una ciudadanía plena, por ciertono sólo política, sino ciudadanía en su sentidomás general, como disponibilidad de acceso a


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 63los mecanismos simbólicos y funcionales de unacomunidad determinada (Luhmann, 1994).Sobre esa base, es necesario dar forma a losrasgos que pueden componer tal ciudadaníadesde el punto de vista de las políticas públicasde juventud. El establecimiento de un marco decondiciones mínimas de inclusión social juveniles precisamente el instrumento que permitela operacionalización de esos derechos y suvisualización tanto en el campo del diagnósticocomo en el de la intervención. Tales condicionesoperarían, al menos, en base a cinco áreastemáticas de inclusión social juvenil.• Empleo y Emprendimiento• Educación y Capacitación• Salud y Autocuidado• Cultura y Expresión Artística• Participación y CiudadaníaParalelamente, si se trata de inclusión social pormedio de condiciones mínimas, las operacionesdesarrolladas deben apuntar a superar ciertasbarreras de inclusión en cada uno de estoscampos que dificultan la incorporación dejóvenes en tales espacios. De tal modo el cuadrocompleto es el siguiente:Una vez concluida esta última fase seríaposible afirmar que el Estado dispone de unapolítica de juventud, pues en ese momentolas condiciones mínimas aquí entregadas, laperspectiva de juventud que las sustenta, elproceso fáctico de negociación que suponeintroducir tal perspectiva en espacios sectorialesy la incorporación constante de esa perspectivaen las intervenciones realizadas en las áreasdescritas, formarían un conjunto de accionesorientadas hacia los jóvenes bajo supuestostransversales y coordinados, que permitanrescatar la especificidad juvenil dentro deun marco estratégico intersectorialmentecompartido.Por ello resulta necesario señalar que el sólonombramiento de un Ministro de Deporte yJuventud, bajo las condiciones expresadas enla propuesta gubernamental, en nada asegurani tiende a asegurar que nuestro país avanzasignificativamente para alcanzar una efectivaincorporación de perspectiva de juventud en eldesarrollo de su política social.5.- Reflexiones FinalesLa complejidad de la realidad juvenil actualimpone al Estado el desafío de avanzar en laconstrucción de una política pública de calidad.En ese contexto es necesario además, tenerla claridad suficiente de que los resultados enmateria de juventud son urgentes, complejos ydeben ser visibles a la vez que sustantivos.Resulta entonces responsable señalar quenos debemos a un debate más generoso yamplio. Es tanto lo que hemos transitado, sontantos los aprendizajes, los dolores, los erroresy también los avances que suponen mejoresdías para las políticas de juventud en Chile, quedesconcierta, por decir lo menos, la profundidadde la propuesta que hoy tenemos en discusión;no sólo por lo escaso y conservador de sualcance, sino por lo que supone, o deja entrever,como fundamento. Es momento de actuaren la urgencia de la inclusión integral de las ylos jóvenes, no hacerlo, sería algo parecido acelebrar “el nuevo traje del emperador”.Referencias Bibliográficas• Andersen, Hans, C. El nuevo traje delemperador. Revisado en http://www.nuevaacropolis.org.ar/•Aylwin, A. Patricio. 1992. Instructivopresidencial Nº 868 del 25 de junio.• Bachelet, J. Michelle. MENSAJE Nº1235-355/ de la Presidenta de laRepublica de Chile a la H. Cámara deDiputados. 20 de diciembre de 2007.


64 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008••CEPAL, OIJ. 2004. La Juventuden Iberoamérica. Tendencias yurgencias. Capitulo IX, Políticas einstitucionalidad Públicas. Santiago.Instituto Nacional de la Juventud.•Thezá, M; Ferrada, R, Durán, G. 2005.Institucionalidad y políticas de juventudpara el bicentenario. Reflexiones enel marco del programa de gobierno deMichelle Bachelet. Santiago.•_________ 2007a. Quinta EncuestaNacional de Juventud. INJUV, Santiago•_________ 2007b. Consejo Asesor INJUV.Propuestas de fortalecimiento juvenilpara el bicentenario. INJUV, Santiago.•_________ 2006. “Condiciones devida y políticas públicas de juventuddesde la transición al bicentenario”,en Segundo Informe Nacionalde Juventud. INJUV, Santiago.•_________ 2002. Condiciones mínimasde inclusión social juvenil. Elementosfundamentales para la construcciónde una polí tica pública de juventud.Documento de trabajo Nº 4. Departamentode Coordinación Intersectorial.•_________ 1999. Grupo de trabajointerministerial de juventud. Caracterizacióny análisis de la política social dirigida ajóvenes. Documento de trabajo no publicado.•_________ 1994. Primer InformeNacional de Juventud. INJUV, Santiago.•Lagos E. Ricardo. 2004. InstructivoPresidencial Nº 03 del 23 de enero de 2004.•Luhmann, Niklas. 1994. Teoría política delEstado de bienestar. Alianza, Madrid, 1994.•Pacto Europeo de Juventud. Resolución delConsejo de la Unión Europea, celebradoen Bruselas los días 22 y 23 de marzode 2005. Conclusiones de la presidencia.•Seissus, Dionisio. 1994. “Aproximación auna tipología de los jóvenes”, en Primerinforme Nacional de Juventud, InstitutoNacional de la Juventud. Santiago, pp. 69-82.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 65Hacia una InstitucionalidadJuvenil DeliberativaFrancisco Carreras Vicuña 1Francisca Gallegos Jara 2Rommy Morales Olivares 3Resumen: El actual encapsulamiento de lo políticolimita la integración de las distintas formas queadquiere lo juvenil en el proceso operativo de suinstitucionalidad. En el contexto de un sistema políticoy legislativo autonomizado, se observa la carencia delegitimación de las lógicas institucionales. Esto vienedado por la insuficiente integración y el desequilibrioentre integración y sometimiento de las y los jóvenesen los procesos de toma de decisiones políticas.La construcción de una institucionalidad juvenilse topa entonces en la actualidad con múltiplesdesafíos. Debe constituirse en función dedecisiones colectivas que vinculen a los actoresinvolucrados, permitiendo que los agentesinstitucionales mantengan abierta la posibilidadde refundación y observación contingente de lasparticularidades del ser juvenil.Por otra parte, esta institucionalidad debe sercapaz de contribuir a dejar atrás los problemasde desafección política de las y los jóvenesrelacionados al déficit de legitimación delsistema político actual y la debilidad estatalen su capacidad de asegurar la inclusión dela población joven en los diferentes sistemassociales. La participación juvenil en diferentestipos de organizaciones y agrupaciones pondríanen evidencia que los problemas de desafecciónpolítica no pueden reducirse a la mera apatía odesinterés y, por el contrario, responderían a lasdificultades del sistema político de adaptarsea los cambios que experimenta la sociedadchilena en general, y las nuevas demandas queexpresan las y los jóvenes en particular. La1 Sociólogo. Magíster © en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos.Investigador. Unidad de Investigación Social Aplicada. ObservatorioSocial Universidad Alberto Hurtado. fcarreras@osuah.cl2 Socióloga. Investigadora. Unidad de Investigación Social Aplicada.Observatorio Social Universidad Alberto Hurtado.fgallegos@osuah.cl3 Socióloga. Responsable Área de Estudios Sociológicos. Unidadde Investigación Social Aplicada. Observatorio Social UniversidadAlberto Hurtado. rmorales@osuah.clcomprensión de la juventud desde la perspectivade la ciudadanía, por su parte, instalaría unconjunto de obligaciones necesarias de serconsideradas al momento de orientar y ejecutaracciones públicas respecto de lo juvenil. Éstasdeben desarrollarse en miras de asegurarla realización de los derechos, simbólica ymaterialmente, a la vez que deben contar conmecanismos de participación y exigibilidad en ladefinición y reparación de los derechos. Estoselementos son condición necesaria para que losy las jóvenes de Chile puedan experimentar, encompletitud, el ejercicio de su ciudadanía.1. La Diversidad de lo Juvenil en el Procesode IndividuaciónBajo una mirada homogenizante, lasconcepciones y muchas veces las accionespolítico-institucionales, así como las opinionesindividuales y colectivas en relación a las y losjóvenes, poseen un fuerte arraigo en principiosadulto-céntricos (Duarte, 2000) que jerarquizanlas diferencias basadas en la edad. En estecontexto, si se asume la premisa que la llamadajuventud chilena constituye una generaciónfutura, el bienestar y la apertura de susposibilidades resultan de vital importancia parasu buen desarrollo. Ahora bien, al mirar a losjóvenes como una generación por venir, se veninstalados en esta mirada aspectos normativosque los definen, siempre en un futuro y no enun presente. Observando desde el ahora, encambio, se asume una perspectiva pertinentede lo que es ser joven y se da cuenta de laimportancia de este grupo social en la sociedadactual, los aportes juveniles a la generalizaciónde la cultura y a su dinamismo, a la generación demovimientos contraculturales e innovaciones.La diversidad de lo juvenil podría ser explicadacomo el reflejo del proceso de diferenciación, ypor cierto, del proceso de individuación, en elcual las personas se diferencian entre sí y su


66 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008personalidad se configura de manera distintaa su cultura; lo que implica el desarrollo de laindividualidad en sus múltiples modalidades.Ambos procesos inciden en la configuracióndel ser joven, del “estar en el mundo” y, másespecíficamente, en la configuración de lo social,de lo simbólico y normativo. En este contexto, lademocracia –entendida como la configuraciónentre un sistema político administrativo y lapolítica deliberativa (Habermas, 1998)- es elreferente ordenador de la política, que permitiríapotenciar y organizarla y, además, distribuir dealguna manera los distintos tipos de poder. Sinembargo, la democracia? se erige autónomaa la opinión y las acciones de los jóvenes, loscuales han quedado relegados de los procesospolíticos.Para la observación de la vinculación entrejóvenes y democracia, juegan un rol los crecientescambios culturales y procesos de configuraciónde las vivencias individuales, como apropiaciónde los procesos sistémicos o globales. En loprivado, la subjetividad ejerce mayor influenciay adquiere un mayor peso frente a los sistemassociales, en particular frente a la política. Si bienexiste un debilitamiento del sentido colectivo,los micro ámbitos familiares en los últimos añosen Chile -lo comunitario y pertenencia a otrosgrupos, como las llamadas tribus urbanas- se hapotenciado.En este sentido, el proceso de individuación nosería en sí mismo un problema; lo problemáticoen relación a la institucionalidad de lo juvenil seriala débil generalización de la cultura, entendidacomo las limitadas posibilidades de los jóvenes-en tanto grupo diverso e individualizado- deacceder a las lógicas políticas instituidas.Los grupos colectivos se han fragmentadoy las nuevas formas de flexibilización vansegmentando los intereses, demandas y dandovida a nuevos elementos de crítica, permitiendola emergencia de nuevos actores. Sin embargo,el sistema político sigue observando lacomplejidad social y, en particular, la diversidadde lo juvenil bajo una mirada homogenizante.Ahora bien, la persistencia de lógicas deautoafirmación cultural, antes consagradas apequeños grupos y territorios, pasa hoy a serparte de la llamada sociedad civil o tienen lapotencialidad para hacerlo, posibilitando a suvez que este modo de observación deje deconstituirse como exclusión.2. Problemas de Legitimación en laInstitucionalidad DemocráticaMás allá de la debilidad actual de la esfera públicapolítica -en tanto espacio político de deliberaciónde los y las jóvenes- existe hoy mayor concienciasobre la incidencia de los poderes fácticos, delos procesos no representativos, de los accesoslimitados a los diversos sistemas sociales, talescomo el derecho, la educación, entre otros. Lasnuevas formas de organización social de los ylas jóvenes conjugan en su configuración lasdimensiones prácticas, morales y estéticas,características del ser humano como ser social.Sólo que en el caso de la etapa de lo juvenil seradicalizan y se transforman muchas veces en elepicentro del ser social joven.El desanclaje entre la política -o suinstitucionalidad- frente al discurso de lo juvenildice relación con la pérdida (o simple ausencia)de las pretensiones de universalidad de losdiscursos que emergen de estas comunidadesfragmentadas, donde irrumpen diferenciasmuchas veces contingentes, vacías y politeístasen cuanto a valores.Frente a lo anterior, la institucionalidad políticade lo juvenil debiese ser capaz de observar lapluralidad de las esferas y posibilitar al mismotiempo su expresión institucional, a modo deideal regulativo.El problema institucional de la clausura dela política deviene en una crisis simbólica deadhesión ciudadana al marco normativo de lademocracia. En tanto la forma de operar delsistema político no se erige en una ética sociallegítima, entendiendo legitimidad como elhecho de que un orden político sea merecedorde reconocimiento en toda su complejidad. Lapretensión de legitimidad hace referencia a lagarantía de una identidad social –o múltiplesidentidades- a través de vías normativas oinstitucionales que hacen posible la integración


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 67social. Las legitimaciones operan para hacerefectiva esas pretensiones, esto es, paramostrar cómo y porqué las institucionesexistentes (o las recomendadas) son adecuadaspara emplear el poder político, de forma tal quelleguen a realizarse los valores constitutivosde las vivencias existentes en la sociedad(Habermas, 1990); entendiendo vivencia comoel componente dinámico de la personalidad-o identidad- que se despliega en diversassituaciones de acción (Morales, Silva, 2005).El que las legitimaciones sean convincenteso que la gente crea en ellas es algo quedepende de motivos empíricos, en otrostérminos, depende del uso o de los usosque los ciudadanos desarrollen frente a lainstitucionalidad y, por otro lado, de las accionesque desarrolle la institucionalidad frente a lasmutaciones y demandas de la esfera públicaciudadana (Habermas, 1990). Al entender deeste modo la legitimidad de la institucionalidadse distinguen las condiciones formales y elcontenido empírico de la legitimidad. El criteriode legitimidad de la institucionalidad se definecomo sujeta a procedimentalidad y coherenciacon el contexto.En un contexto de exclusión de la multiplicidaden la institucionalidad, la legitimidad muchasveces es entendida como un consentimientopasivo centrado en la ausencia de análisisy consecuente imposibilidad de construiralternativa. En este sentido, la realidad social seestaría observando en forma homogenizante ycomo análoga al orden sistémico.La potencial apertura de la política institucionala la diversidad de lo juvenil permitiría cuestionarreflexivamente los valores y tradicionesinstituidas. Lo anterior mueve a problematizarel componente estructural de la cultura en elmundo de la vida (entendido también comoel mundo objetivo de los valores) y con estoaportar a una mayor generalización, reflexividaden el plano de los valores y a ver el mundo conmayores posibilidades de cambio.Si entendemos la apertura de la institucionalidadde lo juvenil como cargada de una fuerzaconfiguradora de la actualidad ético-política,cabe decir que la observación del mundo desdetal institucionalidad juvenil -y la mirada de susdestinatarios en tanto grupo social o etarioposeeuna potencialidad latente de constituirresoluciones políticas, operando y observandolas demandas, problemas, silencios, vocesy opacidades en lo social, en la cultura y,por cierto, desarrollar tales resoluciones enreferencia al mundo objetivo del mundo dela vida. Tales resoluciones encontrarían unsustento institucional en la esfera pública(Habermas, 1987).En este sentido, una institucionalidad políticaque atienda las problemáticas de las y losjóvenes, además del problema de la legitimidado legitimación, se encuentra con la necesidadmoderna de toda institucionalidad de vincularsus normativas y usos. En otros términos, seencuentra ante la necesidad desafiante deobservar sus destinatarios bajo la distinción entrelas normativas propias de toda institucionalidadpolítica y la realidad.En la llamada realidad de los usos es dondese encuentra la auto-comprensión políticadel mundo, sustentada en la multiplicidad devivencias y personalidades juveniles, apoyadastambién en las múltiples formas de concienciasocial, histórica, cultural y las críticas hacia lapolítica institucional.Por otro lado, las formalidades de toda instituciónse constituyen como normas y procedimientosque operan como los cimientos formales dela política y otros sistemas. Ahora bien, lainstitucionalidad formal de lo juvenil tambiénopera en relación a los valores y tradicionessociales, los que no debemos observar comoinmutables, ni menos aún conformarnos oesperar la conformidad de los jóvenes, sinoque entenderlos como factores que puedencambiarse gracias a la forma de operar de lapolítica en un Estado de derecho democráticoy, por cierto, de las fuerzas configuradoras dela actualidad, que provienen del movimiento delo social.Para mantener abierta la posibilidad derefundación contingente y observación coherentede la institucionalidad juvenil, es necesario que


68 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008ésta se mueva en un contexto abierto, en elcual su formalización extrema y su contingenciaelemental operen como necesarias y a la vezimposibles (LaClau,1998). La institucionalidadmisma debiese surgir y formalizarse en elprocedimiento como una irrupción en ladeliberación y contener potencialmente launiversalidad de las particularidades del serjuvenil, en una especie de paradoja inherente atoda institución democrática.Si la universalidad de lo juvenil y lahomogenización de las y los jóvenes resultaimposible, el proceso de institucionalizaciónde las identidades se torna imposible también.Es aquí donde surge la posibilidad de laidentificación, en tanto observación desde lapolítica hacia la emergencia de subjetividadesjuveniles, y subjetividades juveniles reflejadasen la homogeneidad formal de la institución(LaClau, 1993). El proceso de institucionalizaciónde lo juvenil entonces es contextual y posibleen la medida que intente universalizarparticularidades y formalizar contingencias,manteniendo la distancia entre los valores,concepciones estéticas, sociales y normativasexistentes en lo juvenil y los cimientos propiosde toda institución política.3. La Desafección Política Juvenil y el Desafíode la InclusiónEl diagnóstico de estos años acerca de ladesafección política juvenil ha sugerido –enforma errónea según nuestro parecer- que laintroducción de cambios en la oferta políticabastaría para hacer variar el escenario actualen lo que dice relación con la no inscripciónde jóvenes en los registros electorales yla consiguiente no renovación del padrónelectoral.De acuerdo a la Quinta Encuesta Nacional deJuventud, el 68% de las y los jóvenes del país nose encuentra inscrito en los registros electorales.Esta cifra aumenta al 88% en el segmento dejóvenes de 18 y 19 años. Del mismo modo, laencuesta revela que el 55% de la poblaciónjoven no manifiesta tampoco la intención deinscribirse a futuro. Más aún, cerca del 32%dice no identificarse con ninguno de los actualesbloques políticos (Concertación, Alianza porChile, Juntos Podemos), a lo que se suma un12% de jóvenes que no responde o dice nosaber cuál de los bloques es más cercano a suspropios intereses e ideas.A nuestro entender, los signos de desafecciónpolítica son señal inequívoca de que el actualsistema de partidos políticos estaría siendoineficiente en el cumplimiento de una de susfunciones principales: la agregación de interesessociales que expresan las demandas emanadasdesde los diversos sectores de la sociedad.Cuando los partidos políticos son capacesde responder a las demandas y expectativassociales, nos encontramos ante un sistemapolítico con altos grados de legitimidad paraarticular y desarrollar decisiones que encontraránrespaldo masivo en la población. Cuando esto noocurre, esto es, cuando las demandas socialesse disgregan y no encuentran articulacióny agregación a través de las instancias derepresentación, la legitimidad tiende decrecer.Esta última situación adquiere incluso caráctersistémico cuando las demandas sociales seelevan a un nivel superior a las capacidadesprestacionales del Estado, dando lugar a unacrisis de input de lealtad de masas, una crisis delegitimación (Habermas, 1981). De ahí que paraHabermas, el Estado debe atender los interesesgeneralizables de la población en la medidaque ello es necesario para evitar que la agujade la lealtad de masas descienda por debajo delpunto en que la retirada de legitimación adquieracaracteres conflictivos. (Habermas, 1981).Para el Estado lo que está en juego -en estascondiciones- es la capacidad de asegurar lainclusión política de lo juvenil, en el entendidode que ésta es un instrumento efectivo paraconseguir la legitimación. Por inclusiónentenderemos aquí – de acuerdo a Luhmann-“la incorporación de la población global a lasprestaciones de los distintos sistemas funcionalesde la sociedad. (El concepto) hace referencia,de un lado, al acceso a estas prestaciones y, deotro, a la dependencia que de éstas van a tenerlos distintos modos de vida individuales. En lamedida en que se va realizando la inclusión,irán desapareciendo aquellos grupos que no


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 69participan de la vida social, o lo hacen sólomarginalmente”. (Luhmann, 1995, p. 47-48)En definitiva, la desafección y el retraimientopolítico de la juventud es un problema de lapolítica en su conjunto, que repercute en la propiacapacidad de ésta de adaptarse a los cambiosque experimenta la sociedad. Se relaciona, comohemos visto, con las deficiencias del sistema departidos en la agregación de intereses sociales,de un lado; y con la incapacidad de asegurar lainclusión política desde el Estado, de otro.El tercer elemento a considerar aquí es laincapacidad del sistema educacional deresponder a los imperativos funcionales dela política. Convertir y hacer consciente a lasy los jóvenes de su calidad de ciudadanossujetos de derechos, infundir en ellos/as losideales democráticos y los valores cívicos esuna tarea que corresponde a la escuela, cuyoincumplimiento expresa la debilidad de ésta a lahora de desarrollar aquellas funciones básicasde socialización que permiten a las personasinsertarse cabalmente en la vida democrática.En la medida que los derechos políticos ysociales inculcados en el proceso educativono se materializan en la vida cotidiana, éstosno pasan de ser una batería de definicionesformales (mal) aprendidas en algún curso deeducación cívica durante la Enseñanza Media.4. La Participación Juvenil y la Respuesta alVacío InstitucionalJuzgar la desafección política juvenil comoresultado de una mera apatía o desinterésimplica asumir una perspectiva voluntarista, quepierde de vista las propias transformaciones de lasociedad y la política en los últimos treinta añosal alero de los procesos de modernización. Bajoestos términos, resulta al menos excesivo exigirde la juventud suplir las carencias institucionalesapelando a un compromiso generacional que enlos hechos fue desterrado del imaginario político,en parte porque los propios intereses de lagobernabilidad así lo exigieron tras el retorno dela democracia. Es cierto que la institucionalidadjuvenil creada desde los 90’ ha permitido darcauce a políticas públicas específicamenteorientadas a las y los jóvenes (Cortés, 1994). Noobstante, la complejidad de esta tarea superacon creces las particularidades específicasdel segmento a atender. Los procesos demodernización política y económica hanafectado profundamente los modos de vida delas y los jóvenes, no sólo en cuanto tales, sinofundamentalmente en su calidad de ciudadanasy ciudadanos. Las limitaciones al ejercicio de losderechos ciudadanos están en estrecha relacióncon los imperativos funcionales actuales de lossistemas político y económico y, al tener uncarácter estructural, constituyen la raíz y nola consecuencia del distanciamiento entre lapolítica y la ciudadanía.Tal como fue mencionado en la primera parte,la supuesta apatía juvenil no tiene asidero en lamedida que existe una considerable proporciónde jóvenes que participa de iniciativas socialesde carácter comunitario o en organizaciones dediversa índole. Al desagregar los datos de laQuinta Encuesta Nacional de Juventud, VicenteEspinoza constata que el 49,7% de las y losjóvenes señala participar regularmente en unaorganización, lo que correspondería a cerca dedos millones de jóvenes.Pareciera ser que la organización y participaciónpolítica hoy sólo ocurre frente a demandasespecíficas en las que los jóvenes comprendenel sentido propio de su acción. La participaciónen organizaciones sociales y comunitarias, engrupos adscritos a algún estilo o subculturajuvenil, o bien en agrupaciones de caráctervirtual vendría a satisfacer con mayor claridaddeterminados intereses relacionados a laconstrucción de la identidad juvenil, y en tornoa ésta adquirir un sentido de pertenencia a unacomunidad determinada.En las pasadas décadas del 60 y 70, comotambién en la lucha de ciertos sectores de lajuventud contra la dictadura militar, las instanciasde participación política se convirtieron tambiénen espacios capaces de otorgar sentido depertenencia e identidad, precisamente porqueen ellos, las y los jóvenes era concientes de sucapacidad de incidir sobre acciones y decisionesque repercutían de manera directa en la manerade mirar el mundo y conducir sus propiasvivencias (Sandoval, 2002).


70 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Por el contrario, en un escenario como elactual, en el que la política se caracteriza porsu despersonalización y burocratización -y enque la disputa por el poder deviene disputa porelectores, asociada en ocasiones a casos decorrupción– resulta esperable pensar que laparticipación en instancias políticas formalesse torna poco atractiva, lejana a los interesesy demandas juveniles. Inútil en la mayoría delas ocasiones y poco efectiva en términos de lacapacidad personal de influir y ser influido porlas decisiones adoptadas en el espacio político.Probablemente, es esta lejanía respecto de lapolítica formal lo que ha cimentado el desarrollo yla expresión de intereses y demandas al margende la institucionalidad vigente. La sola menciónde la llamada “Revolución Pingüina” bastaríapara echar por tierra cualquier tipo de análisistendiente a caracterizar a las y los jóvenescomo apáticos y desinteresados por los temaspúblicos. Lo que esta protesta puso en evidencia,en cambio, es la enorme distancia entre el tipode acción que caracteriza el comportamiento dela clase política, por un lado, y las nuevas formasde acción (también) políticas desarrolladas porlas nuevas generaciones, por otro:“En la ‘Revolución Pingüina’ pudimos vislumbrarno sólo la expresión de una demanda hacia lainstitucionali dad política y el sistema educacionalque rige hasta hoy, sino también una interpelacióngeneracional, apoyada fuertemente enun lenguaje de derechos de ciudada nía, haciaquienes deciden esas materias y han operadocon una dosis demasiada alta de conformismocon lo heredado” (Vivar, Silva y Dávila, 2007).Las estrategias, los modos de organización yconducción, el uso de las nuevas tecnologías yla manera de enfocar la relación con los mediosde comunicación, propias del movimiento delos “pingüinos”, podrían incluso arrojar indiciosrespecto de cómo comprender y vehiculizar lasdemandas políticas de la juventud, así tambiénrespecto de las probables formas en que lapolítica podría revitalizarse a futuro.Evidentemente, la generación joven que participóde los sucesos de la “Revolución Pingüina”marca un antes y un después a la hora deanalizar el comportamiento político de las y losjóvenes. Un claro indicio de ello es que más del40% de la población juvenil de entre 15 a 17 añosmanifieste hoy su intención de inscribirse en losregistros electorales, superando con creces alos demás tramos etarios en esta materia. 4Fuera de toda idealización, debe reconocerseen esta misma generación de jóvenes a lasllamadas “tribus urbanas” que en la actualidadconcentran la atención mediática. No es posibledeterminar -empíricamente al menos- si se tratade un mismo sector de la juventud que aquelque participó de la Revolución Pingûina, auncuando es razonable suponer que así sea. Ental sentido, el conocimiento de los códigos decomunicación establecidos al interior de estosgrupos, sus preferencias estéticas y modos devida deben ser analizados, más allá de cualquiergeneralización banal o despectiva. En estosgrupos se expresan intereses, identidades yaspiraciones que pueden dejar entrever enparte aquellas demandas que determinadossectores de la juventud estarían transmitiendo ala sociedad y las instituciones vigentes.5. La Redefinición de lo Juvenil comorealización de la CiudadaníaSe ha planteado pensar a las y los jóvenescomo sujetos particulares de derechos,reconociendo su ciudadanía plena en tantoindividuos pertenecientes a la sociedad, consus especificidades y requerimientos propios.De esta forma, se posiciona a la juventud comoun grupo agregado de sujetos de derechos enplena condición de dignidad e igualdad, conmúltiples subjetividades y, por tanto, vivenciasdiversas de lo juvenil. Esta definición se alejade la concepción de ellos(as) como un gruporesidual – transitorio de la población, a la vezque indica que la generación de accionespúblicas dirigidas a la juventud deben estarorientadas y fundamentadas en el marco ético– normativo de los derechos humanos. En otraspalabras, supone a las y los jóvenes comosujetos individualizados cuya integración a lademocracia requiere de la realización de susderechos material y simbólicamente, posibilitala expresión de estas subjetividades a nivelinstitucional y constituye una apertura vinculanteentre los jóvenes y la democracia. Bajo elentendido de que una institucionalidad pública de4 Información generada a partir de los datos de la Quinta EncuestaNacional de Juventud.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 71lo juvenil tiene entre sus objetivos la generaciónde bienestar y apertura de oportunidades, resultanecesario especificar las implicancias que tienepara ello la adopción del marco ético - normativode los derechos humanos.El marco ético normativo de los derechoshumanos tiene dos ideas fundamentales; por unlado, que la libertad, la justicia y paz reconocenla dignidad intrínseca del ser humano y de lospueblos y, por otro, que las acciones desde estemarco requieren de consensos sociales mínimosque tengan por objeto proteger a la personahumana frente al abuso del poder político yfrente a otras circunstancias de vulnerabilidad,material y simbólica (Ordoñez, 2000).Comprender la juventud desde la perspectivade la ciudadanía es coherente con la necesidadde las sociedades modernas de regular laintegración social y con el requerimiento deuna irrupción deliberativa de las y los jóvenesen la definición de los discursos y accionespolíticas acerca de lo juvenil. Habermas (1998)plantea que las normas requieren de una validezlegítima para permitir la integración social. Éstase posibilita a través del establecimiento desu contenido formal y substancial. El primeroresponde al quién decide y cómo se decide lonormativo, que en el derecho moderno alcanzasu validez al garantizar un procedimientolegislativo racional y permite a los(as)ciudadanos(as) sentirse autores(as) racionalesde dichas normas (Habermas, 1998). Por suparte, el segundo informa sobre el contenido delas normas producidas y, por tanto, responde alqué se decide. Así, éste fija los fines o valoresque se busca proteger en el ordenamientojurídico.En el contenido formal del derecho, una comunidadpolítica se autodetermina reflexivamente y, portanto, realiza el principio de soberanía popular.(Habermas, 1998) En la medida en que a lamultiplicidad de subjetividades de la juventudno se hace participe de este proceso, válido entanto democrático, se desconoce la posibilidadde cambio que supone la forma de operar deun Estado de derecho democrático y, por tanto,se invisibiliza su potencialidad transformadorade la actualidad. Desde la perspectiva de laciudadanía, la apertura de la expresión juvenilen las instancias deliberativas, tradicionales oinnovadoras, constituye un primer desafío parauna institucionalidad de lo juvenil, pues es lacondición necesaria para la conformación deuna comunidad democrática (Habermas, 1999)El ámbito sustancial, por su parte, otorga validezal derecho al fijar los contenidos o fines comola esfera de lo indecidible del ordenamiento. Deesta forma, la incorporación de la diversidadde lo juvenil al sistema político aporta mayorreflexividad en el plano de los valores y, por tanto,en la cosmovisión con mayores posibilidades decambio.Estos ámbitos hacen legítimo al derecho parala comunidad, otorgándole validez y, por tanto,instituyéndolo como medio que puede imponernormas fácticamente. Según Habermas, dadala articulación de la tensión entre facticidady validez, el derecho permite que las normasintegren socialmente a los(as) individuos(as) queno tienen visiones de mundo compartidas, sinoplurales y diferenciadas. Esto es fundamentalpara lograr la participación de la heterogeneidadde la juventud y para evitar la instalación deacciones homogenizantes dominantes, carentesde sentido para algunos subgrupos juveniles.En la Quinta Encuesta Nacional de la Juventudse observa que un 65% de las y los jóvenessostiene que el país está progresando, a la vezque un 59% cree que Chile se encontrará mejoren 5 años más. Para cerciorarse que la juventudforme parte del conjunto de deliberaciones querealicen estas expectativas, es fundamentalel aseguramiento de su participación en ladeterminación del contenido formal y sustancialde los derechos. Sólo de esta forma se instalandispositivos de sentido que crean pertenenciacon la comunidad democrática que formanparte y la cual requiere de legitimación para suregulación. Si la juventud no ve realizada suciudadanía a través de la participación, no existeforma de asegurar la integración social.Por otro lado, en la medida en que se posibilitala participación en las instancias de deliberación,es posible la incorporación de contenidosespecíficos de lo juvenil en el ámbito devalidez sustancial. Esto reforzaría el sentido depertenencia con los mecanismos deliberadores


72 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008y serviría también a la legitimación de lainstitucionalidad juvenil.6. Exigibilidad de los Derechos comocondición del Ejercicio de la CiudadaníaJuvenilPara que el accionar de la institucionalidadjuvenil potencie la realización de la ciudadaníade las y los jóvenes, es necesario que cumplalas obligaciones asociadas a los derechos. Sehan determinado cuatro niveles de obligaciones,establecidas por los tratados para la satisfaccióny realización de los derechos humanos. Éstoscorresponden a las obligaciones de respetar (noobstaculizar ó impedir el acceso a los bienesque constituyen objeto del derecho), promover(desarrollar condiciones para que los titularesaccedan al contenido substancial del derecho),proteger (impedir que terceros impidan elacceso) y garantizar (asegurar el acceso cuandoel titular de derecho no pueda hacerlo por símismo) (Abramovich, 2006).Estas obligaciones conducen a deberesespecíficos que guardan relación con tipos deacciones y resultados esperados. Las accionesse distinguen entre positivas o negativas; lasprimeras corresponden a acciones en que elEstado debe realizar para el ejercicio de underecho por parte de los(as) individuos(as),mientras que las segundas corresponden a laabstención de cierta actividad con el objeto deno interferir en la realización de un derecho.Mientras las acciones positivas son dirigidaspara alcanzar algún estado de ser o estar, lasnegativas son empleadas para manifestaracciones dirigidas de protección de estados deser o estar.Un 34,2% de los y las jóvenes plantea queuno de los problemas más relevantes parala juventud es la falta de oportunidades paraacceder a trabajos; a éste le sigue con un 21,3%las dificultades para acceder a la educaciónsuperior. Un 49% de los y las jóvenes manifiestanque el Estado puede resolver todos, la mayoríao bastantes problemas. Este último dato suponeun alto nivel de confianza entre la poblaciónjuvenil respecto de las capacidades de acciónque tiene el Estado.Estas cifras indican dos consideraciones enmateria de realización de la ciudadanía delas y los jóvenes. Por un lado, constituye undiagnóstico y una demanda social en materia deequidad que debe ser satisfecha por el Estado y,por otro, da cuenta que las y los jóvenes exigenque se cumpla la obligación de garantizar estosderechos. Es decir, la juventud chilena señalacon claridad que existirían jóvenes que nopodrían acceder a la realización del derecho a laeducación y del trabajo por sí mismos, para loscuales es necesario asegurar el acceso a dichosderechos.Las y los jóvenes están planteando la existenciade brechas entre sus expectativas y las accionesque se están realizando en materia de equidada nivel estatal y, por tanto, no se estaría dandocumplimiento al conjunto de obligacionesasociadas a la realización de los derechos.Por tanto, es necesario que la institucionalidadjuvenil establezca mecanismos de respeto,promoción, protección y garantía de losderechos. Esto indica no sólo la concentraciónen acciones negativas sino, por el contrario,señala la necesidad de acciones positivas quepermitan la realización de los derechos paratodas las personas jóvenes.Por lo tanto, la focalización privilegiada enacciones de promoción para las y los jóveneses una concepción incompleta de la realizaciónde derechos de esta población, es una deudacon el ejercicio de su ciudadanía y, además, esun riesgo para la legitimidad de la comunidaddemocrática. O, dicho en otras palabras, esla reproducción de un acceso diferenciadoa la comunidad política, económica y social,constituyente de mecanismos de exclusiónque desvinculan a los sujetos con los procesosdeliberativos de la sociedad. Esta formade exclusión refiere, por tanto, a procesosinstitucionales y no necesariamente, a losresultados o situaciones específicas de privaciónque experimentan algunos(as) jóvenes.Así, el aseguramiento de la plena realizaciónde derechos, en términos de cumplimiento de laobligación de garantizar, produce una reducciónde la brecha entre las demandas generadas ylas prestaciones otorgadas por el Estado. Sólo


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 73de esta forma es posible que las expectativasque manifiestan los jóvenes cuenten con lascondiciones de posibilidad de llevarse a cabo. Enesta línea se instala un tercer desafío para unainstitucionalidad de lo juvenil que observe a supoblación objetiva como sujetos de derechos.Ya se estableció la necesidad de asegurarla participación en la deliberación de losmecanismos de definición de contenidoformal y sustancial del derecho. Asimismo, sesostuvo que la realización de la condición deciudadanos(as) de las y los jóvenes requiere quese lleven a cabo las obligaciones asociadas a losderechos de manera plena y sin privilegiar unassobre otras. Resta señalar que es necesario quelas acciones orientadas a la integración de lajuventud a la comunidad social, política, culturaly económica tengan mecanismos efectivosque permitan obligar la vigencia o reparacióndel derecho cuando se considere oportuno.El conjunto de estos mecanismos posibilitanque los ciudadanos puedan hacer exigible elcumplimiento de las obligaciones asumidas almomento de adoptar el marco ético – normativode los derechos humanos. Estos mecanismosson recursos imprescindibles para que elejercicio de la acción ciudadana de la juventudsea completo.A la luz de estas consideraciones es plausiblesostener que una institucionalidad juvenil queadhiera a la concepción de la juventud comosujetos particulares de derechos debe sercapaz de generar los mecanismos necesariosde participación en los procesos deliberativos,debe hacerse cargo del conjunto de losrequerimientos simbólicos y materiales paraasegurar las condiciones suficientes para laparticipación y, por último, debe desarrollarinstancias de exigibilidad a través de los cualesse asegure el cumplimiento de las condicionesde realización de la ciudadanía.pública que adquiere sentido para la poblaciónjuvenil y que cuenta con la apertura para surgir yformalizarse conteniendo la particularidad de lavivencia de las juventudes.Referencias Bibliográficas• Abramovich, Víctor. 2006. Unaaproximación al enfoque de derechos enlas estrategias y políticas de desarrollo,Revista de la CEPAL, Buenos Aires.• Cortés, Flavio. 1994. “Fundamentos,características e institucionalidad de lapolítica social juvenil en Chile”. PrimerInforme Nacional de Juventud. InstitutoNacional de la Juventud, Santiago de Chile.• Drago, Marcelo. 2006. La reforma al sistemade salud chileno desde la perspectiva delos derechos humanos, Serie PolíticasSociales, CEPAL, Santiago de Chile.• Duarte, Claudio. 2000. ”¿Juventud oJuventudes? Acerca de cómo mirar y remirara las juventudes de nuestro continente”, enÚltima Década Nº 13. CIDPA, Viña del Mar.• Ferrajoli, L. 2004.Derechos y Garantías. Laley del más débil. Editorial Trotta, Madrid.• Habermas, J. 1998. Facticidad y Validez.Sobre el derecho y el Estado democráticode derecho en términos de teoríadel discurso. Editorial Trotta, Madrid.••__________ 1999. La inclusióndel Otro. Paidós, Barcelona.__________ 1995. La Teoría Política enel Estado de Bienestar. Alianza, Madrid.En definitiva, se plantea que la realización delos derechos para las y los jóvenes presuponesu participación en los mecanismos y procesosde toma de decisiones como agentes decidoresy, sobre todo, como representantes de suheterogeneidad. Esta participación, a su vez,permite el desarrollo de una institucionalidad•__________ 1981. Problemasde Legitimación en el CapitalismoTardío. Amorrortu, Buenos Aires.


74 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008••••••Morales, R; Silva, A. 2005. “Vivencia delos Cambios y Esfera Pública en Chile: LaSubjetividad en la Política Deliberativa”, enPersona y Sociedad, VOL. XIX No3. pp. 213 –232. Universidad Alberto Hurtado, Santiago.Ordoñez, Jaime. 2000. “Los DerechosFundamentales como referente delparadigma de ciudadanía civil y de ladefinición de la frontera de exclusiónsocial”, en Gacitúa, E., Sojo, C., Davis,S. H., Editores, Exclusión Social yReducción de la Pobreza en AméricaLatina y el Caribe. Costa Rica, TheWorld Bank, FLACSO-Costa Rica.Instituto Nacional de la Juventud.2006. Quinta Encuesta Nacionalde Juventud. INJUV, Santiago.Sandoval, Mario. 2002. “Jóvenes delSiglo XXI: Sujetos y Actores”, en UnaSociedad en Cambio. UCSH, Santiago.Tironi M., Carreras F., « Expectativas deequidad y ciudadanía social: Desafíosde legitimación e integración de lademocracia chilena. », Nuevo MundoMundos Nuevos, Número 8 - 2008, misen ligne le 14 janvier 2008, référence du25 mars 2008, disponible en Sur: http://nuevomundo.revues.org/document11402.htmlVivar, J, Silva, JC.; y Dávila, O. 2007.Juventud e Integración Sudamericana.Informe Nacional de Chile. El secuestrode la demanda que cautiva. Centro deEstudios Sociales CIDPA, Valparaíso.


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76 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008Normas de publicaciónLa revista del Observatorio de Juventud es una publicación trimestral editada por elInstituto Nacional de la Juventud, INJUV. El objetivo de la revista es la discusión sobre lascondiciones, calidad de vida, subjetividad y perspectiva de derecho de los y las jóveneschilenos, así como la profundización y la difusión de las políticas e intervenciones socialesdirigidos a este sujeto social. En términos generales, la revista analiza temáticamentealgún área, aspecto o dimensión de la vida juvenil que está presente en la agenda públicasobre juventud, proponiendo una lógica de discusión permanente frente al tema. De estemodo, la publicación plantea desafíos y dilemas de la política pública haciendo hincapiéen perspectivas futuras relacionadas con la realidad juvenil. Es una publicación dirigida aacadémicos, investigadores, servicios públicos, alumnos y público en general.Los artículos a publicar deben tener una extensión de 10 páginas como máximo, incluyendoreferencias bibliográficas yresumen en español. Las contribuciones a la revista deben ser escritas a espacio simple,en hoja tamaño carta, en caracteres Arial Narrow, tamaño 10. En estos debe consignarse:a) Título del trabajob) Nombre del autorc) Especialidad, institución a que pertenece y correo electrónico en pie de páginad) Resumen o abstractCitas y referencias bibliográficas. Las citas de referencia en el texto y la lista final dereferencias se deben presentar según formato de American Psychological Association(A.P.A.) o Vancouver si se quiere:a)Cuando el apellido del autor forma parte parte de la narrativa se incluye solamenteel año de publicación del artículo entre paréntesis. Ejemplo: Habermas (2000)estudió las relaciones entre…b)Cuando el apellido y la fecha de publicación no forman parte de la narrativa deltexto, se incluyen entre paréntesis ambos elementos, separados por una coma.


Instituto Nacional de la Juventud • Gobierno de Chile • 77Ejemplo: El estudio de las relaciones entre política y lenguaje (Habermas, 2000)abrió una nueva perspectiva…c)Cuando tanto la fecha como el apellido forman parte de la oración no se usaparéntesis. Ejemplo: En el 2000 Habermas estudió las relaciones entre Estado yglobalización…d)Si hay más de una obra/artículo de un solo autor aparecido el mismo año, se citarácon una letra secuencia seguida al año. Ejemplo: (Habermas, 2000a, Habermas2000b, etc).Las referencias bibliográficas en lista final deben disponerse en orden alfabético y año depublicación:REVISTAS: Apellido de cada autor, nombre o nombres, año de publicación, título de trabajo(entre comillas), nombre de larevista (en itálicas o subrayado), el volumen, página inicial-página final del artículo. Ejemplo:Habermas, Jürgen. 2000. “Política y globalización”, en Teoría social 82, pp. 11-21.LIBROS: Apellido de cada autor, nombre o nombres, año de publicación, título del libro (enitálicas o subrayado), edición,volumen, capítulo y/o páginas, ciudad y país donde fue publicado, nombre de la editorial.Ejemplo: Habermas, Jürgen. 1993. El discurso filosófico de la modernidad. Madrid:Taurus.Todas las citas en el trabajo deben aparecer en la lista final de referencias y todas éstasdeben ser citadas en el texto.El orden de publicación de los artículos quedará a criterio del editor. Los interesados enpublicar en esta revista enviarán sus trabajos a fraglianti@injuv.gob.cl


78 • Revista Observatorio de Juventud • Marzo 2008


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