Oveja negra nº 5 Sexo

Emile Armand - Cachondo personaje que le puso
picante al anarquismo
Enma llamó a la prostitución hija del puritanismo
¡qué blasfemia!
Cualquier mente despierta lo primero que
pensaría es que a los anarquistas, al darle
tanta importancia a la cópula, no paraban de
llevarla a la práctica, y pasaban la vida dale
que te pego y colectivizando. Sin embargo,
eso no fue posible hasta un anarquismo del
siglo XX, que se impulsa sobre todo desde
Francia, debido al yugo moral-religioso que
aún arrastraba occidente (en la mojigata
España, incluso en la II República, el
tema sexual en el anarquismo fue tabú,
salvo escasas publicaciones, y cuando se
proclamaba el amor libre si era homosexual
cuidadín). Pero no pongamos a Francia en
los altares de la sodomía anarquista, ya que
incluso allí se formó incluso una corriente
estoicista de sabios incapaces de dejarse
llevar por las pasiones.
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Fogosos o reprimidos, los y las anarquistas
del siglo XIX si algo tenían claro era que el
Estado y la moral social les imponía ciertas
normas de conducta sobre la sexualidad,
y no me refiero solamente a tener sexo en
plena calle. Normas sobre el matrimonio,
sobre la edad de consentimiento, sobre
las relaciones homosexuales, sobre la
prostitución, sobre la natalidad, y sobre
el aborto por poner unos ejemplos. La
represión del deseo era también sobre las
emociones, y si no puedes tener según que
emociones, no eres libre, como decía un tal
Kropotkin "Buscar el placer y evitar el dolor
es la vía de acción –algunos dirían Ley- del
mundo orgánico”. O del mundo orgásmico.