Oveja negra nº 5 Sexo
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HISTORIA<br />
f.u.c.k.<br />
f.u.c.k.<br />
¡CUENCA,<br />
QUÉ GRAN CIUDAD!<br />
Laura Talavera<br />
EXO GRATIS! Ahora que tengo vuestra atención,<br />
¡Sen este artículo, ovejillas y machos cabríos, os<br />
acompañaré en un paseo de lo más movidito y concurrido.<br />
Esta parte de la Historia es la más amena y divertida,<br />
porque, ¿qué hay que despierte más el interés de la gente<br />
que los cotilleos, rumores y chismes? ¡Na de na!<br />
Desde que la Iglesia es Iglesia, el Rey y hasta la Santísima<br />
Inquisición podían meter sus picudas y fálicas narices en<br />
el bajo vientre de tu esposa, y no podías beneficiarte a la<br />
parienta como bien te viniese en gana. Porque claro, ¿quién<br />
va a saber más de sexo que un hombre que dice ser célibe?<br />
Vamos que lo que viene siendo fuck, poco. Y es que este<br />
término inglés, que todos conocemos bien, supuestamente<br />
se acuñó en Inglaterra, en una época donde en las casas<br />
se ponía un cartel que decía lo siguiente: “Fornication under<br />
consent of the King”. En cristiano, que el rey te daba permiso<br />
para acostarte con tu señora. O sea, te casabas y te decían<br />
en qué día, a qué hora, en qué postura y cuántos minutos<br />
tenías que estar dándole que te pego a la faena. Y oye, ni se<br />
te ocurriese hacerlo para disfrutar, que eso era pecado. Las<br />
relaciones carnales solo iban orientadas a traer al mundo<br />
churumbeles, por supuesto.<br />
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