Oveja negra nº 5 Sexo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El uso<br />
de la<br />
RAZÓN<br />
Chandrijuel.<br />
Cuando te enfrentas<br />
por primera vez al<br />
sexo tienes demasiadas<br />
cosas en contra: eres<br />
demasiado joven, careces<br />
de experiencia, crees que<br />
no tienes derecho a exigir<br />
lo que realmente estás<br />
buscando y, en definitiva,<br />
te conformas con un (por<br />
desgracia) breve instante<br />
de muchas hormonas<br />
combinadas con prisas<br />
y poca satisfacción. El<br />
problema llega cuando, con<br />
los años, asumes que ese<br />
es tu papel definitivo en el<br />
ámbito sexual. Aunque, sin<br />
duda, aún es peor cuando<br />
el OTRO te encasilla justo<br />
donde no querías estar.<br />
Es sorprendente como<br />
nosotras mismas hemos<br />
conseguido estereotipar<br />
nuestros propios deseos y<br />
fantasías para poder encajar<br />
con el resto. No hablarás de<br />
sexo, ni te insinuarás aunque<br />
realmente te apetezca. No<br />
desearás disfrutar con él<br />
y mucho menos intentarás<br />
cosas nuevas. Sin<br />
embargo, no se engañen,<br />
seguimos soñando con<br />
polvos atrevidos, la muerte<br />
por placer, protagonizar<br />
escenas salvajes y<br />
sentirnos irrefrenablemente<br />
deseadas. Aquí, ahora y<br />
(SEXUAL)<br />
siempre. Porque aunque se<br />
empeñen en demonizarlo,el<br />
sexo siempre ha sido<br />
diversión, satisfacción,<br />
placer, descarga emocional<br />
y sueños lascivos a los que<br />
les hemos impuesto una<br />
censura descabellada.<br />
En algún lugar leí que<br />
puedes follar (así, para que<br />
nos entendamos) como una<br />
loca con quien tú decidas<br />
y no por ello tener que<br />
renunciar a pedir un beso<br />
con voz de niña buena.<br />
Me gustaría ser realmente<br />
libre para poder decir que<br />
me gusta el sexo y que<br />
ello no implique que mis<br />
conocidos se tapen la boca<br />
de estupor y que otros me<br />
miren con recelo. Y hablo<br />
de ojos y de miradas que<br />
muestran, claramente, lo<br />
que en realidad querrían<br />
hacer pero no se atreven.<br />
Seguro que no es la primera<br />
vez que escuchan (o incluso<br />
piensan) en la extraña<br />
separación que existe<br />
entre esos planteamientos<br />
irracionales que surgen<br />
interiormente al pensar en el<br />
sexo, en nuestras más puras<br />
y primitivas fantasías, y en<br />
lo que acaba convirtiéndose<br />
la vida sexual real. ¿Por<br />
qué no dejamos de<br />
autocensurar nuestra propia<br />
43<br />
conducta? No voy a ser<br />
menos digna por ver porno<br />
o masturbarme.<br />
Soy humana. Punto.<br />
Creo, además, que nos<br />
equivocamos al utilizar<br />
como escudo protector el<br />
respeto o la falta de el. ¿Es<br />
irrespetuoso darte placer?<br />
¿O dárselo? ¿No es peor<br />
ocultar esa parte de ti? ¿No<br />
será mejor compartir el<br />
sexo más instintivo con una<br />
persona a la que quieras<br />
y respetas? Puede que<br />
queramos vivir una historia<br />
de amor, sí, pero también<br />
de sexo. De buen sexo. Del<br />
que no entiende de excusas<br />
y falta de imaginación.<br />
Del que te invita a seguir<br />
conociéndote a ti misma y<br />
al otro. A infringir tus propios<br />
límites y normas.A cerrar<br />
los ojos y dejarte llevar. A<br />
disfrutar más. Mucho más.