DU ODÉCIMA EDICIÓN

Otros genocidios
El precio del hombre nuevo
El comunismo como ideología tenía como finalidad la creación de un
«nuevo hombre» para que viviese, pensase de manera diferente, una
manera de un hombre nuevo según la visión marxista leninista, la
misma campaña fue llevada a cabo también por el nazismo, ya que
ambos, el nazismo y el comunismo tienen raíces totalitarias, pues el
nazismo se basa en una falsa biología, mientras que el comunismo, en
una pseudosociología. Incluso Goebbels llegó a afirmar que las ideas
políticas y sociales de Marx y Lenin y las políticas y sociales de Hitler
tenían una leve diferencia (el marxismo leninismo era socialista
internacional y el nazismo, era socialista nacional) mientras que el
dramaturgo británico Bernard Shaw, ironiza los fundamentos de los
comunistas para que justificaran su manera de asesinar más «humana».
«Así que media docena de personas… Que no son de ninguna
utilidad en este mundo… que son más problemáticas que útiles…
Vamos a decirles a estos señores: "¿Sería tan amable de justificar su
existencia? ¿Puede producir lo que consume incluso más?". Entonces
lo más justificable es que esta organización social, no se beneficia
en mantenerlos con vida,… ya que no nos beneficia, ni a nosotros ni
a ellos».
Así, según ellos, en el marxismo social se trataba de exterminar y
asesinar a los holgazanes, a los ineptos y a los no aptos para la
dictadura del proletariado, y el mismo dramaturgo mencionado,
sardónicamente insta a los científicos a crear un método más
«humano» para prescindir y asesinar a un sector determinado de la
sociedad en estos términos: «Yo insto a los científicos (químicos) a
que descubran un gas más “humano” que mate de manera rápida y sin
dolor, mortal, pero de todas maneras “humano” y no cruel».
De esta manera se sentaron las bases para el descubrimiento del gas
ziklon B, para el asesinato de judíos. Lo más irónico es que esta idea
provenga del marxismo leninismo, aunque Himmler trasvasa la noción
del asesinato de un sector en el marco de la lucha de clases a otra
basada en la raza o en la nacionalidad, los métodos políticos y de
exterminio de la URSS eran similares a las de los de los nazis:
ridiculizaban a sus víctimas en público, las apresaban en campos de
concentración, posteriormente eran asesinadas y sus restos arrojados a
las fosas comunes del régimen soviético. A raíz del tratado de Ribentrop-
Molotov, hubo una alianza política y militar entre el ejército rojo con las
SS nazis, que secretamente acordaron la división de Europa, así como
también cooperación militar entre el ejército rojo y las SS e intercambio
de prisioneros, muchos de ellos opositores políticos y judíos (ucranianos
y soviéticos). El ministro Molotov menciona en el Kremlin de Moscú que
luchar contra el nazismo constituía un delito político grave. Molotov
supervisaba las matanzas de los ucranianos mientras que Himmler hacía
lo mismo con las de los judíos. Por su parte, el antisemita Stalin hizo lo
que algunos pensaba como impensable: acorraló a los judíos que huían
a territorio soviético del régimen nazi en Europa y los devolvió a las SS
como gesto de buena amistad entre la URSS y el régimen nacionalsocialista
alemán, cuyos dirigentes fueron a los países de la Unión Soviética para
aprender a construir campos de concentración que serían utilizados para
la «Solución final». Asimismo el líder comunista en exilio Trotsky,
advirtió del antisemitismo de Stalin y de su colaboración con Hitler,
cosa que le costó la vida en México, donde fue asesinado.
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El tema del genocidio contra los ucranianos ha salido a relucir en el actual conflicto entre estos y los rusos. La «Vela de la Memoria»
se levantó en el Parque de la Gloria en 2008.