Héroes
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APUNTES MéDICOS<br />
y los problemas de conducta en la escuela pueden ser<br />
síntomas de que padecen la enfermedad.<br />
El doctor De Jesús Vargas destacó que la mayoría de las<br />
personas no comprenden que dormir bien es fundamental<br />
para la salud. “Se debe dormir un mínimo de siete horas<br />
diarias, y no estoy hablando de cualquier tipo de descanso,<br />
sino de lo que se llama sueño reparador”, manifestó<br />
el galeno, definiendo este como el sueño profundo, no<br />
interrumpido, en un ambiente preferiblemente oscuro<br />
y relajante, sin ruidos de ninguna clase. “Si no lo hace,<br />
usted está cortando sus años de vida irreversiblemente.<br />
Para los diabéticos esto es especialmente importante,<br />
pues está demostrado que, si no duermen suficiente, se<br />
les descontrola la condición”.<br />
“A los pacientes que tienen entre<br />
65 y 95 años hay que hacerle<br />
consistentemente pruebas de apnea,<br />
ya que muestran tasas de prevalencia<br />
mucho mayores”…<br />
Dr. Luis de Jesús Vargas<br />
De hecho, según varios estudios realizados, las personas<br />
que no duermen de siete a ocho horas diarias tienen<br />
mayores índices de mortalidad y de hipertensión, agregó.<br />
La falta de sueño reparador también puede conducir a<br />
dificultades o pérdida de memoria, daño al sistema inmunológico,<br />
riesgo de enfermedades cardiacas, dolores o<br />
temblores musculares, riesgo de diabetes tipo 2 y riesgo<br />
de obesidad, entre otros padecimientos.<br />
Según explicó el especialista, la apnea del sueño obstructiva<br />
–nombre formal de la condición- ocurre cuando<br />
las vías respiratorias colapsan repetidamente durante el<br />
sueño, causando el cese total o parcial de la oxigenación.<br />
Esto, a su vez, causa la fragmentación del sueño y la resistencia<br />
al flujo normal del aire. Factores físicos, como<br />
la obesidad, una contracción inadecuada de los músculos<br />
dilatadores de la faringe, inflamaciones crónicas de las<br />
vías respiratorias, presión causada por la deposición de<br />
grasa en el tracto respiratorio, un paladar muy extendido,<br />
una lengua más grande de lo normal (macroglosia), una<br />
mandíbula muy pequeña, un cuello muy ancho (mayor<br />
a los 16 centímetros) u otras leves deformidades físicas<br />
pueden ser factores que causen la condición.<br />
El uso excesivo del alcohol y el tabaco también pueden<br />
propiciar el surgimiento de la apnea del sueño, añadió<br />
el galeno.<br />
A fin de diagnosticar la condición, se lleva a cabo una<br />
serie de exámenes conocida como polisomnografía, en la<br />
que el paciente pasa la noche en un centro especializado.<br />
Allí se le llevan a cabo exámenes como electrocardiograma,<br />
electroencefalograma, EOG (medición del movimiento de<br />
64 HOSPITALES | Publicación Oficial de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico<br />
los ojos), electromiografía (evaluación de la actividad eléctrica<br />
de los músculos esqueléticos), registro de ronquidos,<br />
medición del flujo de aire en las vías respiratorias, registro<br />
del esfuerzo que hace la persona para respirar, medición de<br />
su nivel de oxigenación y posición del cuerpo. El paciente<br />
debe reflejar un mínimo de cinco eventos de apnea por hora<br />
para ser declarado con la condición.<br />
“Ahora están de moda los estudios en la propia casa”,<br />
señaló el doctor De Jesús Vargas, advirtiendo sobre la relativa<br />
ineficacia de los mismos. “Estos no se recomiendan<br />
para diabéticos, hipertensos o pacientes con convulsiones.<br />
Además, generan muchos resultados negativos que a la<br />
larga demuestran ser incorrectos. Los ‘home studies’ muchas<br />
veces subestiman la severidad de la apnea”, subrayó.<br />
“¿Es costo-efectivo diagnosticar la apnea del sueño?”,<br />
cuestionó el galeno, para responderse de inmediato a sí<br />
mismo, “claro que lo es. Tanto los costos para el médico<br />
como el número de noches de hospitalización se reducen<br />
sustancialmente”.<br />
En cuanto a la prevalencia de la condición, diversos<br />
estudios han llegado a conclusiones diferentes. De acuerdo<br />
con el Wisconsin Sleep Cohort, llevado a cabo entre<br />
2007 y 2010, los hombres de 50 a 70 años resultaron<br />
ser el segmento de la población con mayor prevalencia,<br />
registrando un 17%. Sin embargo, otro estudio realizado<br />
por los doctores Franklin, Sahlin, Stenlund y Lindberg<br />
encontró una prevalencia de 50% entre las mujeres de 20<br />
a 70 años, debido a factores relacionados con la edad, el<br />
peso y la hipertensión.<br />
La población geriátrica requiere de atención especial,<br />
puntualizó el especialista. “A los pacientes que tienen<br />
entre 65 y 95 años hay que hacerle consistentemente<br />
pruebas de apnea, ya que muestran tasas de prevalencia<br />
mucho mayores”, alcanzando el doble o el triple de las<br />
tasas para población de mediana edad, explicó.<br />
Existen diversas opciones de tratamiento para la apnea<br />
o hipoapnea del sueño, señaló el galeno. Entre ellas, la<br />
primera es la de la Presión Positiva en las vías respiratorias<br />
(o PAP, por sus siglas en inglés) y consiste en el uso de<br />
una mascarilla nasal conectada por un tubo flexible a una<br />
máquina que produce oxígeno. Otras son los aditamentos<br />
dentales para impedir que la persona cierre totalmente la<br />
boca mientras duerme; la implantación de neuroestimuladores<br />
para modificar la posición de la lengua e evitar que<br />
obstruya la respiración bucal; y la cirugía, recomendada<br />
solamente cuando las demás opciones han fallado o la<br />
persona se niega o no puede utilizar el mecanismo de PAP.<br />
“Rebajar es lo esencial” en el tratamiento de la apnea<br />
del sueño, concluyó el doctor De Jesús Vargas. “Aunque<br />
hay que tener en cuenta que el tratamiento con PAP tiende<br />
a hacer que la persona engorde, no se sabe exactamente<br />
por qué”.<br />
“Lo otro es mantener lo que se conoce como higiene del<br />
sueño: acostarse y levantarse siempre a la misma hora, no<br />
leer ni ver televisión en la cama y cuando sienta sueño,<br />
acuéstese y descanse adecuadamente”.