Tokio en tres platillos

ANDORRA
Ocho millones de viajeros visitan cada
año Andorra, también conocido como el país
de los Pirineos, por ubicarse sobre esta cadena
montañosa; justo entre España y Francia. Tiene
468 kilómetros cuadrados y una población de
78,000 personas, la lengua oficial es el catalán,
pero se hablan también el francés, el español y el
portugués.
La capital es Andorra la Vella, pero
la mayoría de los turistas acuden ahí por la
hermosa naturaleza de los paisajes de todo el
país y, sobre todo, por sus famosas pistas de
esquí en nieve; sin olvidar –claro – las compras,
debido a que los impuestos son muy bajos.
Es muy recomendable tomar un tour
que comienza conociendo el anillo de vegetación
que rodea a la ciudad capital y luego pasa por
el Museo abierto de Geología, ubicado en el
Parque Central de Andorra la Vella, para después
caminar las principales calles de la ciudad y
terminar visitando la iglesia de Santa Coloma
(una extraordinaria construcción prerrománica).
Otro recorrido interesante es el que se organiza
durante las noches de verano, los cuales se
basan en la guía de Don Francisco de Zamora
–un juez de la Real Audiencia de Barcelona de
finales del siglo XVIII –, la cual es de gran ayuda
para conocer los puntos históricos de la ciudad
y enterarnos de cómo vivían los andorranos de
aquella época.
SAN MARINO
Con casi 33,000 habitantes y un territorio de 61
kilómetros cuadrados, San Marino se propone como la
República más antigua de Europa, debido a que fue fundada
en el año 301 a.C. Actualmente, se ubica dentro del territorio
italiano, cerca de Florencia, Rimini y Bologna. La lengua
oficial es el italiano y la moneda es el euro.
Resulta muy atractivo para los turistas debido a
que ofrece experiencias culturales, arquitectura antigua,
hermosos paisajes y, por si eso fuera poco, excelentes precios
a la hora de las compras porque sus impuestos son muy
bajos. Es una delicia ir de compras por el centro histórico
de San Marino, donde encontramos artículos como ropa,
zapatos, perfumes, cosméticos, joyería, cerámica, aparatos
electrónicos, instrumentos musicales y buenos ejemplos de
piezas numismáticas (colección de monedas) y filatélicas
(postales). Además, hay dos centros comerciales y dos outlets
con excelentes ofertas.
Entre sus recintos culturales destacan el Museo
Nacional, con objetos que datan desde el Neolítico hasta la
época Medieval, así como interesantes piezas de numismática
y artículos de la Antigüedad romana, egipcia y etrusca; el
Museo de Armas Antiguas, que posee una impresionante
colección de unas 2000 piezas, desde espadas y arcos
hasta armas de fuego; y la Galería de Arte Moderno y
Contemporáneo, con un acervo de unas 750 piezas de arte
que van desde principios del siglo veinte hasta nuestros días.
Vale la pena también visitar las famosas Torres de
San Marino (Guaita, Cesta y Montale), que son fortalezas de
la época Medieval que guardan buena parte de la historia de
la región y ofrecen espectaculares panorámicas.
A la hora de comer, San Marino nos deleita con sus
propias versiones de algunos de los platillos más típicos de
Italia como son las pastas, las piadinas (panes muy delgados
tipo pizza que suelen acompañar carnes y quesos diversos),
y la polenta (puré de maíz), acompañados con los vinos
propios del país, como son el rojo Sangiovese, el dorado
Albana, el Biancale y el Moscato. Para terminar, postres tan
atractivos como la Torta Tre Monti, pastel inspirado en las
Tres Torres de San Marino, a base de capas de galletas wafer
con cubierta de chocolate; la Torta Titano, un pastel hecho de
galleta, avellana, chocolate, crema y café; Bustrengo, postre
tradicional de Navidad hecho con miel, nueces y frutas secas;
y la Zuppa di Ciliegie, es decir, cerezas hervidas en vino tinto
y servidas sobre pan blanco.
Desde luego, hay que probar los
buenos vinos de Andorra, muy similares a
los catalanes para acompañar la deliciosa
gastronomía de montaña que caracteriza al
país de los Pirineos, sobresaliendo las carnes,
los embutidos, la trucha, el cocido, las cocas
(concepto que abarca una buena variedad de
panes dulces y salados, muy común en Andorra,
Cataluña y Valencia), el alioli y el trinxat (guiso
de col y papas).
Durante el invierno, nada mejor que
unas vacaciones para esquiar en la nieve. Los
tres principales centros de esquí de Andorra son:
Grandvalira, Vallnord y Naturlandia, que ofrecen
en conjunto más de 300 kilómetros de pistas, así
como varios spas de primer nivel.
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