REVISTA PESCA DICIEMBRE 2016

vigilancia de gases de efecto invernadero más antigua,
situada en Mauna Loa (Hawái). Según esta estación, las
concentraciones de CO2 "seguirán siendo superiores a
400 ppm en todo 2016 y no volverán a bajar por debajo
de este nivel durante varias generaciones futuras".
"Con la firma del Acuerdo de París sobre el Clima, el año
2015 constató la llegada de una nueva era marcada por
el optimismo y la acción por el clima, pero también marcará
un hito en la medida en que las concentraciones
récord de gases de efecto invernadero anunciarán una
nueva realidad climática", indicó Taalas. Además, la
OMM celebró la firma reciente en Kigali (Ruanda) de un
acuerdo para eliminar progresivamente otros gases de
efecto invernadero, los hidrofluorocarbonos (HFC).
Fuente
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/24/dioxido-de-carbonoen-la-atmosfera-batio-record-en-2015
UN MUNDO AZUL
En sí misma, el agua es una combinación de hidrógeno y
oxígeno que, como líquido, disuelve miles de compuestos
y recoge y transporta enormes cantidades de material
inerte, desde sales hasta arena. Pero el agua por sí sola
no genera oxígeno, ni absorbe dióxido de carbono o fabrica
los azúcares simples que constituyen la base de la
producción de alimentos que propicia buena parte de la
vida en la Tierra. Por sí sola, no produce las moléculas
de sulfuro de dimetilo alrededor de las cuales se concentra
el agua para formar un vapor que se convierte en
nubles que a su vez se transforman en lluvia, aguanieve
y nieve. Los organismos microscópicos del mar hacen
todas esas cosas y muchas más.
Curiosamente se han invertido muchos esfuerzos en buscar
vida en otros lugares del sistema solar y más allá,
siempre precedidos de la pregunta: ¿dónde está el agua?
Con el agua podría haber vida; sin ella, no. Pero el conocimiento
de la naturaleza de la vida en las aguas de la
Tierra ha caído en el olvido durante mucho tiempo, quizá
porque los humanos son criaturas terrestres que respiran
aire, entorpecidas por la dificultad para acceder a lagos,
ríos y el océano más allá de unos pocos metros. Sean
cuales sean los motivos, se ha prestado relativamente
poca atención a la vida de las cosas húmedas. Esa vida
incluye a los muy pequeños – los microbios – así como a
la mayoría de las divisiones de organismos fotosintéticos
y el grueso del reino animal, unos treinta filos que no
comparten con nosotros la característica columna vertebral.
Los libros sobre animales suelen estar consagrados
a otros vertebrados como nosotros: mamíferos, pájaros,
anfibios, reptiles y algunos peces. La mayoría de los invertebrados
caen en el olvido, entre ellos unas 500,000
especies de insectos y gran parte de las criaturas que
solo viven en el océano, cerca de la mitad de las grandes
divisiones de la diversidad animal.
¿ES IMPORTANTE LA BIODIVERSIDAD?
¿Porqué preocuparnos por el número y el tipo de criaturas
que viven en el mar?
¿De qué sirven esos repulsivos reptantes si no te los
puedes comer o triturarlos para fabricar aceite o alimentar
a las vacas y los cerdos?
¿A quién le importa si desaparecen algunas especies?
Los dinosaurios han desaparecido, los mamuts lanudos
también.
¿Qué cambiará si desaparecen los tiburones o las ballenas?
O, ya puestos, ¿los arrecifes de coral?
Me plantean muchas preguntas como estas cuando recorro
el mundo manifestando mi preocupación por lo poco
Revista Pesca Diciembre 2016 20