EL ABRAZO DE LA SERPIENTE
El-abrazo-12-jul
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KARAMAKATE<br />
¿Cómo te sientes?<br />
Theo contesta dulcemente. Su estado contradice su respuesta.<br />
Mejor.<br />
THEO<br />
Se come un bocado y deja el plato de lado. Manduca se gira<br />
hacia Karamakate.<br />
MANDUCA<br />
Dale semen del Sol.<br />
Pero Karamakate niega.<br />
MANDUCA (CONT’D)<br />
(indignado)<br />
¡Tienes que ayudarlo! ¡No puedes<br />
seguir resentido!<br />
KARAMAKATE<br />
(interrumpiéndolo)<br />
Su cuerpo está sucio de nuevo. Sería<br />
como darle veneno.<br />
Manduca mira a Theo con tristeza. Éste baja la cabeza,<br />
apenado.<br />
KARAMAKATE (CONT’D)<br />
Tenemos que llegar cuanto antes donde<br />
mi pueblo. Hablar con la yakruna.<br />
Pedirle que te perdone.<br />
THEO<br />
Ya no hay nada que hacer.<br />
MANDUCA<br />
Vas a ver. Mañana todo va a estar<br />
bien. Come.<br />
Theo le sonríe a su amigo. Se come otro bocado, más por<br />
complacerlo que por ganas.<br />
65 EXT. BOTE SOBRE <strong>EL</strong> RÍO YARÍ - DÍA 65<br />
El bote avanza por un tributario del río. Theo parece haberse<br />
alentado un poco, sentado en la popa, arropado. Junto a él,<br />
rema Manduca.<br />
En las orillas, se ven cientos de árboles con la marca de la<br />
extracción, sobre plantaciones indígenas devastadas.<br />
Karamakate va de pie en la proa, remando también. Se ha<br />
vestido ritualmente. Luce en el cuello varios collares de<br />
semillas de colores, conchas, colmillos de jaguar y de<br />
jabalí. Una pluma azul de guacamaya atraviesa ahora su<br />
tabique. En la frente y en las mejillas exhibe complicados<br />
diseños de líneas y puntos que parecen sacados de sus<br />
visiones. Tiene cañas y plumas en los lóbulos de las orejas.<br />
Lleva en la cabeza un bello tocado de plumas. Una larga cola<br />
de plumas de cotorra le cubre la espalda. Más que un hombre<br />
parece ahora un espíritu de la selva.<br />
Se voltea hacia atrás al reconocer un brazo del río. Theo<br />
asiente.<br />
THEO<br />
A la derecha.<br />
Manduca y Karamakate dirigen el bote por ese caño. El<br />
cohiuano está cada vez más emocionado.<br />
66 EXT. BANCO <strong>DE</strong> ARENA COHIUANO - DÍA 66<br />
El río es ahora caudaloso y amplio. La vegetación es espesa;<br />
en las orillas del río se levantan muros verdes. El bote<br />
navega laboriosamente hasta un banco de arena donde se<br />
detiene.<br />
Karamakate, tan ansioso como emocionado, se baja ágilmente.<br />
Mira a su alrededor, sin reconocer todavía el lugar. Se<br />
voltea hacia Manduca que ayuda a Theo a bajarse de la canoa.<br />
El virakocha, que parece veinte años más viejo, moviéndose<br />
con dificultad, señala los restos de un antiguo sendero.<br />
Karamakate se interna en la espesura. Los demás tratan de<br />
seguirle el ritmo.<br />
67 EXT. MALOKA COHIUANA EN RUINAS - DÍA 67<br />
La vegetación se abre para descubrir una vieja maloka<br />
incinerada que la selva está devorando, junto a lo que fue un<br />
próspero cultivo. Karamakate se detiene frente a las ruinas.<br />
Con tristeza, mira a Theo detrás suyo, que parece preocupado.<br />
Oye unas voces detrás de la maloka. Corre en esa dirección<br />
donde se encuentra con DOS NIÑOS CABOCLOS, indígenas vestidos<br />
con camisa y pantalón, de doce y trece años que pescan con<br />
hilo en un arroyo. A su lado reposa una cubeta con pescados.<br />
Karamakate se detiene frente a ellos con profunda emoción.<br />
Observa los collares tradicionales cohiuanos que los niños<br />
lucen en sus cuellos.<br />
104 | GUIONES | ROTEIROS | NÚM. 6 <strong>EL</strong> <strong>ABRAZO</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>SERPIENTE</strong> | 105