EL ABRAZO DE LA SERPIENTE
El-abrazo-12-jul
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Manduca los ignora. Karamakate lo alcanza a dos metros del<br />
siringuero que se calla al fin.<br />
KARAMAKATE (CONT’D)<br />
(en tukano)<br />
¿Quién te crees? ¡No puedes matarlo!<br />
MANDUCA<br />
(en tukano)<br />
Es un esclavo. Si no lo hago yo, lo<br />
hará su capataz.<br />
Al entender la controversia, el siringuero vuelve a suplicar,<br />
acercándose a ellos de rodillas.<br />
KARAMAKATE<br />
¿Eres acaso un virakocha? ¡Sólo ellos<br />
piensan así! ¿Tanto te han<br />
convertido?<br />
MANDUCA<br />
(fuera de sí)<br />
Nadie se merece este infierno.<br />
Manduca duda. Theo trata de convencerlo desde lejos.<br />
THEO<br />
Manduca, déjalo. No lo hagas.<br />
Manduca no sabe qué hacer. Mira al siringuero, a Theo, a<br />
Karamakate. Pero el siringuero coge el cañón de la escopeta y<br />
se lo pega en la frente. Sigue gritando.<br />
Manduca tiene lágrimas en los ojos. Duda todavía. Vuelve a<br />
mirar a su alrededor. Se decide. Cierra los ojos. Dispara.<br />
Silencio. Se queda quieto un instante. Vuelve a abrir los<br />
ojos.<br />
El siringuero lanza una queja desgarradora. Manduca disparó<br />
por encima suyo.<br />
Karamakate le rapa la escopeta y se dirige al río que se<br />
percibe detrás de los cauchos. Furioso, tira la escopeta al<br />
agua.<br />
Manduca trata de calmarse frente al siringuero que solloza,<br />
doblado en el piso. Theo observa a su amigo con tristeza. Al<br />
cabo de un rato, lo alcanza y le toca el hombro con dulzura.<br />
Manduca baja la cabeza.<br />
30 EXT. ORIL<strong>LA</strong> D<strong>EL</strong> RÍO JUNTO AL SIRINGAL - DÍA 30<br />
Karamakate observa el río, de mal humor. Ignora el sonido del<br />
bote que cae al agua junto a él.<br />
Theo y Manduca, todavía afectados, acomodan las cajas en el<br />
bote. El virakocha llama desde la canoa.<br />
THEO<br />
Karamakate, vámonos.<br />
Pero él ni se digna en mirarlo. Simplemente niega con la<br />
cabeza.<br />
Manduca baja los brazos, cansado. Theo suspira y se acerca a<br />
Karamakate. Pero éste se aleja.<br />
KARAMAKATE<br />
No voy a seguir.<br />
THEO<br />
¿Por qué?<br />
KARAMAKATE<br />
No se puede confiar en los virakocha.<br />
Mi pueblo ya no existe.<br />
Theo pierde la calma.<br />
THEO<br />
Yo tampoco tengo por qué confiar en<br />
ti. ¿Entonces qué estamos haciendo?<br />
Karamakate señala las cajas.<br />
KARAMAKATE<br />
¿Ese es tu conocimiento? ¿Escopetas?<br />
Toda la ciencia de los virakochas<br />
sólo conduce a eso. A la injusticia,<br />
a la desigualdad, a la muerte.<br />
THEO<br />
No es verdad.<br />
KARAMAKATE<br />
¿Qué más guardas? ¿Qué más te estás<br />
robando? ¿Quina? ¿Caucho? ¿Coca? ¿Te<br />
quieres robar la yakruna? ¿Qué más<br />
vas a convertir en muerte?<br />
Manduca interviene, defendiendo a su amigo.<br />
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