EL ABRAZO DE LA SERPIENTE
El-abrazo-12-jul
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Evan la lee inexpresimavente y recorre un pasillo de la<br />
Misión, seguido por uno de los escoltas del Mesías. Las<br />
desgastadas paredes están llenas de dibujos y pinturas:<br />
cruces, imágenes de del Calvario de Jesús y de la Virgen María<br />
en absoluto sincretismo con imágenes rituales indígenas.<br />
Evan observa a decenas de fieles que, arrodillados fuera del<br />
establo, lloran, gritan y gimen pidiendo por la sanación de<br />
la niña. Sus ojos no dan crédito a lo que ve.<br />
Anizetto, furioso, sale corriendo de la habitación y tira una<br />
lanza en dirección de la muchedumbre. Por fortuna, no le da a<br />
nadie, pero los espectadores se alejan despavoridos. El<br />
Mesías le da una mirada enloquecida a Evan y vuelve a entrar<br />
al recinto. Adentro se escuchan los cantos de Karamakate.<br />
53 INT. <strong>LA</strong> CHORRERA - ESTABLO - NOCHE 53<br />
Karamakate exhala el humo una última vez. Recoge sus<br />
cristales. Saca de su cushma una planta que le entrega a<br />
Santiago.<br />
KARAMAKATE<br />
(en idioma tukano)<br />
Hiérvela y dásela a mediodía.<br />
Anizetto va hasta donde su esposa. Le coge la mano.<br />
ANIZETTO<br />
(en una mezcla de español<br />
y de portugués)<br />
No la curaste.<br />
KARAMAKATE<br />
(en español)<br />
Mañana estará mejor.<br />
ANIZETTO<br />
Eres un falso profeta. Como los<br />
curas.<br />
Karamakate no se deja amedrentar.<br />
KARAMAKATE<br />
No se puede apurar a la naturaleza.<br />
ANIZETTO<br />
¿Viste cómo quedaron ellos por<br />
imponer falsos dioses?<br />
KARAMAKATE<br />
Yo no impongo nada.<br />
Evan, en una esquina del establo, se preocupa por ese<br />
intercambio. Karamakate, en cambio, mira a Anizetto fijamente<br />
a los ojos. Es tan imponente que el Mesías baja la mirada con<br />
un dejo de confusión, como si entendiera algo. Se voltea y<br />
vuelve a su trono, dándole una orden a sus escoltas.<br />
Los indígenas agarran a Evan y a Karamakate y los guían fuera<br />
del establo.<br />
54 INT. <strong>LA</strong> CHORRERA - CORREDORES Y C<strong>EL</strong>DA - NOCHE 54<br />
Los escoltas llevan a Evan y a Karamakate a través de un<br />
corredor de la Misión hasta un pequeño cuarto que parece<br />
haber sido una celda monacal. Está vacía a excepción de<br />
una pesada cama de madera con un colchón destripado.<br />
Evan descubre manchas de sangre en los muros. Se voltea con<br />
pavor hacia los escoltas que lo empujan dentro de la pieza.<br />
Cierra los ojos, resignándose.<br />
Pero los indígenas cierran la puerta.<br />
Evan respira. Mira a Karamakate que, indiferente, se sienta<br />
en la esquina del cuarto, acomodándose para dormir.<br />
EVAN<br />
Esto es una locura.<br />
Pero Karamakate lo ignora y le da la espalda.<br />
EVAN (CONT’D)<br />
¿No te importa?<br />
Karamakate no contesta. Evan se acuesta entonces en la cama.<br />
KARAMAKATE<br />
Sí me importa. Algo salió mal.<br />
Evan lo mira, sin entender de qué habla. Karamakate susurra,<br />
mirando el techo.<br />
KARAMAKATE (CONT’D)<br />
Ahora son lo peor de ambos mundos.<br />
55 INT. <strong>LA</strong> CHORRERA - C<strong>EL</strong>DA - DÍA 55<br />
Evan está colgado del borde de una celosía del cuarto. Logra<br />
ver que el sol está en su cénit. Se descuelga hasta el piso y<br />
se voltea hacia Karamakate.<br />
Éste mira al techo, esperando estoicamente. Evan no entiende<br />
su calma. Se sienta sobre la cama.<br />
86 | GUIONES | ROTEIROS | NÚM. 6 <strong>EL</strong> <strong>ABRAZO</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>SERPIENTE</strong> | 87