The Ruta Magazine 13 Diciembre 2016v2
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DIA 2 / En memoria de los caídos nos<br />
mojamos las botas<br />
Debido al madrugón para poder ver amanecer<br />
y cazar esa foto tan soñada junto a mi Gordí,<br />
me entretengo lo imaginado por las carreteras<br />
anexas al monte, más en concreto la D275, con<br />
esa nieblina, con ese Monte y su Castillo que no<br />
me abandona a mi izquierda kilómetro tras kilómetro<br />
que en vez de alejarse se acerca cada vez<br />
que cojo una curva, su entorno verde al limite de<br />
la marisma donde pastan la ovejas, si si no lo<br />
dudéis ni un instante, esa foto que aparece en<br />
Goolgle cuando escribís Mont Saint Michel está<br />
ahí para ti y tu moto, no la tienes que buscar, ella<br />
aparece frente a ti, solo tienes que salir y dar gas<br />
a la moto.<br />
Pero esa magia, ese sueño, ese disfrute que suman<br />
asfalto, entorno y #postureo llega un momento<br />
que nos abandona, son escasos minutos<br />
por no decir segundos que la ilusión de pisar esa<br />
playa que en tantas películas y libros hemos visto<br />
y leido nos hace olvidar la magia Diney.<br />
Solo son 150km que nos separan de Omaha<br />
Beach pero antes visitaremos el cementerio Alemán,<br />
Serio, “negro”, entrecomillo negro por que ese<br />
es el color de las cruces de granito que hay en el<br />
y en su monumento central que lo preside.<br />
a la arena ... 100 metros escasos he podido recorrer,<br />
lógico 200 kg, arena y ruedas mixtas no<br />
son una buena combinación, así que me hundo<br />
nada más hacer el intento de parar y acelerar.<br />
De lo malo saco otra fotaza del viaje, así que<br />
fuera maletas y a empujar adelante y atrás, izquierda<br />
y derecha, así sucesivamente hasta dejar<br />
la rueda trasera liberada de arena. Golpe de<br />
gas y ya estamos rodando, ¡¡ no !! por la playa<br />
no, los 100 metros que me metí para poder llegar<br />
al embarcadero que da acceso a la arena.<br />
punta, como le queráis llamar, pero que caiga lo<br />
que quiera yo estoy bajo techo y recorriendo la<br />
Historia.<br />
Visitado el museo y con un sol nuevamente<br />
acompañándome y justo ahí al lado, se encuentra<br />
el lado opuesto al Cementerio Alemán, ojo<br />
que no digo que este mal el cementerio Alemán,<br />
todo lo contrario está muy buen cuidado y es<br />
merecedor de ser visitado, me refiero a la luz<br />
que desprende dicho cementerio Americano,<br />
Por la sensación que da dicho cementerio, ya<br />
sea por que eran los malos de la película, lo que<br />
no quita que sintamos un tremendo respeto a los<br />
fallecidos por el lado Alemán que ahí se encuentran<br />
enterrados, por que al fin y al cabo murieron<br />
por un fin estúpido y absurdo que es una guerra,<br />
seamos del bando que seamos.<br />
Dejamos el cementerio Alemán y nos dirigimos<br />
ahora si a la famosa playa, cuatro curvas y escasos<br />
kilómetros nos separan de esa infinita playa,<br />
de esa playa inmensa, de esa playa que no tiene<br />
fin, de la cual ahora si te haces una idea lo que<br />
hemos visto y leído, como llegaron y desembarcaron,<br />
el horror que debieron vivir para llegar a<br />
la orilla y a sus posiciones para hacer historia.<br />
Ya en ella, fotografiada, pisada y mojadas las<br />
botas aunque sean botas moteras y no botas<br />
militares, se me ocurre la brillante idea de meter<br />
a la Gordí (lo de Gordí tiene su lógica, más de<br />
200kg).<br />
Veo un embarcadero adoquinado, no hay moros<br />
, en este caso alemanes a la vista, y bajo la moto<br />
Se me hace tarde y debo aun visitar el museo y<br />
cementerio americano, la D275 del Mont Saint<br />
Michel tienen la culpa, pero esas cosas que te<br />
sorprenden los viajes y más de zona con gran<br />
porcentaje de precipitaciones es que aun no me<br />
ha llovido en estos 3 días pero es entrar al museo<br />
y cae la de Dios, la del Pulpo, chuzos de