Excodra VIII: El amor

oficio en cada libro tuyo. ¿Piensas que tu escritura pertenece a la periferia -de lo
común- o sientes que escribes desde ella pero eres accesible a todo tipo de
persona? (O ninguna de las anteriores, claro)
El título de No es fácil ser verde alude justamente a lo que mencionaba antes de la
batalla de Houellebecq. La chica protagonista quiere entrar en el campo de lucha, y
para ello usa las herramientas que cree más apropiadas, aunque a nosotros nos
parezcan extravagantes, una locura. No es fácil ser distinto, la cosa va por ahí.
Respecto al alcance de lo que escribo, me parece que puede llegar a distintos tipos de
lectores, pero con un punto en común: que no busquen historias luminosas, porque
entonces acabarán defraudados. Y que no busquen tampoco explicaciones, porque yo
tampoco las tengo.
En la sobriedad del galápago, otro de tus libros de relatos, que sentí que era una
novela, en realidad, donde van confluyendo diferentes vidas, hay mayor cantidad
de humor, pero siempre con la pena de fondo. Entonces, dos cuestiones: ¿Qué
relación tiene el hurto, la pena y el humor con la política...? y, los artrópodos
asemeja que te fascinan, cuéntanos si quieres un poco sobre esta inclusión tan
abundante de los artrópodos en tus historias, a mí personalmente me resulta
muy intrigante.
Justo ahora he estado leyendo La ética de la crueldad, un ensayo de José Ovejero, en
el que se analiza, entre otras muchas cuestiones, la aparición del humor en los libros
que cuentan historias difíciles, sórdidas o crueles (¿enmarcamos aquí mi historia
sobre el hurto en los grandes almacenes?). Dice Ovejero que este humor no persigue
la risa catártica, sino que la transforma, más que en un fin, en una herramienta de
conocimiento. Pues eso. Respecto a los insectos y afines, es una obsesión (mezcla de
atracción-repulsión) de la que ya me voy quitando. Hay un fuerte componente
simbólico en ellos, está claro.