Excodra VIII: El amor

notaras, y te decía, para jugar, que debías ser tan delicado como lamerme entre
medio, cosa que habías hecho dos veces seguidas después de llegar a casa esa noche
del jueves que veníamos de la presentación de PP.
Antes de llegar a eso del jabón habíamos dormido horas juntos y no imaginaba que
iba a existir ese después de ese dormir juntos, eso del jabón entre mis piernas ni el
desayuno, ya que pensaba también un poco en la muerte cuando nos despertábamos
cada una hora durante la noche y volvías a metérmela. Pero no habíamos muerto y
ahí estábamos después en el baño haciendo espuma dentro de mí.
Primero me saqué la ropa, levantaste la tapa del water, hiciste pis, yo encendí el agua
para que pudieras hacer tranquilo, que el ruido se mezclara y no sintieras que sólo tú
te escuchabas en el baño.
Después de encender el agua que comenzó saliendo fría, empezó a salir caliente, tan
caliente que sabía que la odiarías o que intentarías huir de ella. Y me metí primero,
después tú. Sabía que debía meterme primero yo, después tú, probar primero el agua,
después tú.
Agarraste el jabón rosado que estaba en casa y me lo pusiste muy adentro, hasta que
te dije que pararas. Aunque tú sabías que esa fricción me gustaba muchísimo. Tal vez
no debí habértelo dicho. Tal vez nunca más ibas a ponérmelo ahí. Debí quedarme con
tus manos ahí eternamente, pero después me agaché, me arrodillé en la tina,
intentaste por atrás, te dije que no, me di vuelta y te viniste en mi boca.
Gritaste un poco.
Después de venirte en mi boca me dijiste me has matado y te dije qué, y me repetiste,
me has matado.
Después nos lavamos el pelo, yo te puse el champú, el bálsamo. Después me dijiste:
deja que me saco bien el bálsamo. Ok, te dije, aunque creo que exageras. Y salimos
de la ducha y después te sequé el pelo y quería nuevamente el jabón ahí, pero tenías
que ir a trabajar y después ir a tu casa a escribir o qué sé yo dónde irías.
Después desayunamos. Tomamos dos veces café y comíamos pan, galletas y me reía
de lo que me decías acerca de todos tus conocidos y amigos. ¿Por qué no te conocí
antes? -pensaba.