Excodra VIII: El amor

EDITORIAL
¿Qué es el amor?
Me dan ganas de hacer poesía para este texto editorial.
Somos animales. De caza. De amor. Somos animales. Incuestionables animales.
Animales enloquecidos por conseguir amor. Animales que se mueren sin amor. Que
lo buscan en cada segundo. Que cada segundo animal sin amor es un segundo del
horror. Por amor morimos y matamos. El amor y la muerte más que la vida y la
muerte. El amor es algo inconsolable. Y cuánto dolor, amor. Cuánto dolor sin amor.
El amor y la ausencia de dolor. Por ahí debe ir la cosa. El dolor y el amor. La muerte
y el amor. El dolor y el amor. El amor y la soledad. El amor incuestionable e
inconsolable. No tengo más idea del amor mas que es algo que necesito. La caricia en
el rostro ante mi temblor, ante mi día a día. El beso y la sonrisa. De mi hija. De mis
amores. De mi familia. El abrazo y la caricia. La caricia y la sonrisa. El amor
incuestionable. Morir y vivir de amor, por amor, para el amor, porque sí, amor.
Pues es tarea difícil definir el amor. Recuerdo la película “Mejor... imposible”,
cuando Jack Nicholson está escribiendo y teniéndonos en vilo, mientras se repite “El
amor era... el amor era...” y zas, siempre le interrumpían cuando nos iba a resolver
una de las cuestiones de la vida... Es un momento que define bien cuán complicado es
poner a la razón a indagar en la emoción, en los sentimientos, en el sentir.
Sea lo que sea el amor, todos lo sentimos, lo añoramos, lo perdemos o de pronto lo
encontramos. Nos marca la vida desde el nacimiento hasta la muerte. Su ausencia nos
envilece el rostro y nos hunde los ojos. Su presencia en nuestras vidas en cualquiera
de sus formas nos colma y nos forja la sonrisa y la templanza. Que a nadie falte el
amor, brindo por ello.