AbogadosPrestigiados
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Néstor Guerrero S<br />
tra de los opositores con el objeto de lograr el control sobre el poder<br />
del Estado” (Dezalay y Garth, 2002: 31). Según ello, estar fuera del<br />
Estado forzaba a los actores a enfrentarse a dos situaciones interrelacionadas:<br />
ejercer incidencia pública desde las organizaciones de la<br />
sociedad civil, la academia y el mundo religioso; y, debido a ello, su<br />
posterior participación y contribución en el Estado, ahora bajo un<br />
régimen democrático, supuso tensiones y un alto nivel de circulación<br />
entre distintas esferas de la vida pública, cuando no “pasos fugaces”<br />
o “intromisiones” en el Estado.<br />
La incidencia pública extra-estatal se expresó principal, aunque<br />
no exclusivamente, en el activismo social ejercido desde las organizaciones<br />
de la sociedad civil y las iglesias. Se fundaron entonces una<br />
gran cantidad de organizaciones de defensa y promoción de derechos<br />
humanos, un verdadero movimiento por los derechos humanos en Chile<br />
(Orellana & Quay, 1991). De acuerdo a la literatura sistematizada, se<br />
identifica una veintena de organizaciones cuya fundación adscribe al<br />
ciclo 1973-1990. En su conjunto, representan la “fábrica” del capital<br />
moral y legitimidad política de los agentes, para operar luego en la<br />
democracia recuperada. Un antecedente fundamental para rastrear el<br />
origen y consolidación de estos organismos es la alianza primigenia<br />
que se dio entre políticos y abogados de oposición con la Iglesia Católica<br />
inmediatamente producido el golpe de Estado, escenario en que<br />
la Democracia Cristiana jugó un importante rol, apelando probablemente<br />
al rol social de la Iglesia en un contexto altamente politizado en<br />
América Latina. Por ejemplo, “una iniciativa que circuló en contra de<br />
la toma militar del poder en 1973[…] sólo obtuvo el respaldo de doce<br />
firmas, entre ellas las de Jaime Castillo, Francisco Cumplido y Eugenio<br />
Velasco” (Dezalay y Garth, 2002: 228); ellos desempeñarán papeles clave<br />
tanto en la defensa y promoción de derechos humanos en dictadura,<br />
como en la elaboración de bases programáticas y posterior diseño y<br />
ejecución de políticas pública en el campo de derechos humanos, en la<br />
democracia recuperada.<br />
La primera organización de defensa de los derechos humanos es<br />
el Comité de Cooperación para la Paz en Chile (COPACHI) 9 , fundada<br />
por religiosos comprometidos. Formalmente adscrito a la Iglesia Católica,<br />
en realidad estuvo conformado por representantes de varias iglesias.<br />
Al Comité concurren religiosos, abogados y asistentes sociales dispuestos<br />
a otorgar asistencia a las primeras víctimas del régimen autoritario,<br />
“entonces esté comité lo que respalda es la defensa legal, y los abogados<br />
que se habían agrupados en términos amistosos o de contactos son los<br />
que se movilizan y se instalan, y después terminan siendo financiados<br />
9 Decreto Arzobispal Nº 158-73, del 9 de octubre de 1973.<br />
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