AbogadosPrestigiados
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Néstor Guerrero S<br />
varios agentes que se “entrometieron” en el Estado democrático, pudieron<br />
seguir ejerciendo el activismo no estatal. Muchas ONG de derechos<br />
humanos han ajustado sus causas y objetivos a los nuevos desafíos en la<br />
democracia recuperada, tales como seguridad ciudadana y prevención<br />
de violencia contra las mujeres. Es ilustrativo en Chile el ejemplo de<br />
agentes que transitaron hacia temas de seguridad pública, incorporando<br />
la mirada de derechos humanos 25 . Ello da cuenta de la validación de<br />
la experiencia acumulada, redes establecidas y capital moral producido,<br />
que en definitiva permitió a los distintos agentes ser convocados a la formulación<br />
del programa de derechos humanos de lo que sería el futuro<br />
primer gobierno democrático, para luego asumir posiciones influyentes<br />
en el Estado. Y permite constatar, simultáneamente, la centralidad<br />
estatal en Chile. La red política tiende a la verticalidad y se hace más<br />
visible la desigual distribución de recursos, la mayor capacidad estatal<br />
y, en definitiva, la configuración del Estado como escenario simbólico<br />
dominante para el posicionamiento de agentes con trayectorias valiosas.<br />
El activismo en derechos humanos es fácilmente convertible en un<br />
valioso poder estatal<br />
LA CARTA DE NAVEGACIÓN: EL PROGRAMA DE DERECHOS<br />
HUMANOS DE LA CONCERTACIÓN DE PARTIDOS POR LA<br />
DEMOCRACIA (1988-1989)<br />
A mediados de la década del 80 nace la “Alianza Democrática”, un espacio<br />
de articulación de la oposición democrática a través del encuentro<br />
de los partidos del centro político y de la izquierda histórica renovada.<br />
Con la creación del instrumental “Partido por la Democracia” (PPD)<br />
en 1987, la Alianza Democrática aceptaba la legalidad con miras al<br />
plebiscito del año 1988, que finalmente supuso la realización de elecciones<br />
y, con ello, el término de la dictadura del general Pinochet. La<br />
Concertación de Partidos por el NO debía entonces comenzar la preparación<br />
para asumir el futuro gobierno. En este marco de articulación, y<br />
habiendo aceptado las “reglas del juego” de la transición tras el triunfo<br />
opositor en el plebiscito de 1988 y el arreglo institucional dispuesto por<br />
el régimen autoritario, un grupo de agentes –abogados, profesionales,<br />
activistas- fueron convocados a preparar las bases del programa de la<br />
Concertación en el área de los derechos humanos. Este punto representó<br />
un hito significativo en las trayectorias de agentes que habían<br />
luchado y promovido los derechos humanos desde el activismo social,<br />
25 Uno, un abogado y Doctor en Derecho por la Universidad de Harvard, que fundó el<br />
Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile (CESC), y otro,<br />
un sociólogo que ingresó a la policía civil de Chile desarrollando un amplio programa de<br />
derechos humanos en su interior desde el retorno mismo a la democracia.<br />
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