La gritos del Fénix

Castillo y de los misterios de ese pueblo. Luigi Pellini sobre él escribe:
La relación de Angelo Roncalli, más conocido como el Papa Juan XXIII, el papa
buono, y el misterioso pueblo francés de Rennes-le-Château es un tema que al
parecer podría impresionar. Sin embargo, las convergencias entre el organizador
del Concilio Vaticano II y los enigmas del campo francesa abundan. Para
empezar, la familia Roncalli al comienzo del siglo XX. Se movió en busca de
fortuna en el sur de Francia, a la derecha cerca de Rennes-le-Château. Una cosa
muy extraña, teniendo en cuenta que en aquellos días, las posibilidades de que la
zona del mundo que ofrece eran peores que las que la familia dejó tras de sí.
para b c
a. Juan XXIII. b. Escudo de armas papal. c. Angelo Roncalli Patriarca de Venecia.
Otro elemento muy extraño, que es desconcertante, es Papa John circunstancias
del entierro. Antes de morir, el Papa había pedido específicamente para ser
enterrado en la tierra desnuda, con el fin de acelerar la descomposición del
cuerpo. Él, sin embargo, no estaba satisfecho y su cuerpo fue, por lo tanto,
embalsamado. Teniendo en cuenta lo que la Iglesia siempre se ha opuesto
embalsamamiento como la cremación, de alguna manera esto podría impresionar;
Sin embargo, cabe recordar que esta práctica ha sido implementado por la Iglesia
en el pasado con otros hombres y personajes religiosos no siempre están
relacionados con el clérigo medio ambiente. Piense en el cuerpo momificado de
Mazzini, en el cementerio de Staglieno de Génova, o a la de Garibaldi,
almacenado a Caprera o, incluso, que la de Lenin, conservado en un mausoleo del
mismo tamaño que la pirámide Kheops (una señal, esto, que hay Esto hace que nos
demos cuenta de lo cerca que están los enlaces entre la magia y la política).
Durante el Papa Juan funeral, el cuerpo fue llevado en un ataúd de cristal en la
basílica de San Pedro: la colocación del cuerpo en un recipiente de vidrio es sin
duda un fuerte indicio de cómo la razón de Estado (pontificia, en este caso) él
puede infischiarsene la última voluntad de un hombre. Más tarde, en la apertura
del ataúd que tuvo lugar unos años más tarde, se encontró el cuerpo del Papa "30
peniques", un número que, por supuesto, no es casual.(La cursiva