La gritos del Fénix

el artista habla del pasado, un pasado lejano ahora más de dos mil años.
En cuanto a la obra de izquierda a derecha, el primero en aparecer es María,
vestida con la sábana blanca de los iniciados porque era el equivalente terrenal de
la Gran Madre, y porque el mensaje que tenía que llevar era un mensaje positivo.
Parece que ella está explicando algo a los dos profetas cercanas a ella. Uno, sin
embargo, algo que no parecen conocer puntos de vista de la expresión que el artista
pintó en su cara. El hombre junto a María, a la que Nicolas Poussin ha colocado un
palo en la mano, es Siddhartha. Luego está Moses, que en cambio tiene una mano
en Pastoral. El hombre sentado en el banquillo es Jesús.
¿Por qué Poussin puso a Jesús a un lado y no le dio el palo como Siddhartha
ni la Pastoral como Moisés?
el artista Se pone a un lado porque, obviamente, sabía lo que llegó hasta nosotros y
lo que sabemos de lo que sucedió hace dos mil años sobre la crucifixión y
resurrección de Jesús, que se basa en el cristianismo, que no era una falsificación
de la historia siguiente Paolo di Tarso, era un fraude de Jesús mismo. Frode donde
la alta jerarquía del Vaticano han tomado conciencia y en la que han mantenido un
silencio absoluto durante todo este tiempo.
Por lo que el artista Jesús no dio el ministerio porque él no era un pastor. Él no era
el hijo de la reina del mundo porque era Stefano (como vimos pretende también
sugieren Miguel Ángel del Juicio Final), pero por encima de todo lo que no era el
Mesías, esperaba ya que era la misma María. Eso tenía que llevar un mensaje muy
diferente que es la Buena Nueva a continuación, pone en boca de Jesús!
Jesús no era ni siquiera una guía porque, como nos decía un Poussin pintándolo en
su trabajo que vierte el agua de EE.UU. lanzador en el río (del conocimiento), que,
vertiendo sus aguas, sumado a la confusión tanto que ya estaba haciendo