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Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
….su objetivismo madre tiene científico. un tipo de Parkinson adelante, que tal vez, nosotros porque en llamamos la imaginación Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elena
(…) algo más que un Parkinson común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita
“Le duelen los músculos de las mejillas y es la única forma en que puede recorrerlas
de las cejas, si es que se trata de músculos con agilidad, algo que su cuerpo nunca le lenta y pensar cómo el engranaje seco de su
porque Elena no sabe en verdad si se trata podría dar”.
cuerpo podía reproducirlos.
(…) ¿plus quiere decir más?, ¿es que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que tenemos?,
se preguntó ¿hay más?, qué clase de ¿más cosa son que las meji-
babearse, agujas, ese que tiempo hacerse que ella pis completa encima, con más nas unos que centímetros no poder del suelo, dar cinco un o seis paso
de músculos lo que le duele. Nunca antes “Su espera, ese tiempo que se mide sin “Se trata de levantar el pie derecho, apellas
ni pensó en ellas. Ni en su cuello. Músculos,
carne, más piel, esternocleidomastoideo
que arrastrar los las pies, irregularidades más que de las los veredas únicos que ame-
pasos como que para pueda que sobrepase dar apenas sean el gracias izquier-
a
dicen, pero a ella sólo le importa que le nazan, los semáforos que cada vez paredo,
y a esa distancia, la que sea, mucha o
el pensamiento de las calles que esperan, no más, moverlo en el aire hacia adelante,
a voluntad,
la levodopa?, duele. Nunca supo ¿hay de lo más que se todavía, trataba, ni doctor?, ¿más pararse sólo con ayuda, más que no poder
cen más breves, los escalones, la gente toda poca, hacerlo bajar sin torcerlo. Apenas de
siquiera su nombre conocía. Pero le duele más alta que ella. El taxi se mueve y Elena eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa
cortarse las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, que hay más?, ¿más que deglutir
con dificultad, sentir que el aire deja llevar”. no pasa y tener la sensación
el movimiento que la enfermedad le obliga agradece que alguien lo haga por ella. Se y a pesar de que su cerebro da la orden de
a hacer para burlarla. Porque ni sueñe que
moverse,
de morirse
el pie derecho
ahogado,
no se mueve.
que
No se
intentar
que cien se muera”. veces tragar una pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, jar”. usted, dice que todavía hay
ella se va a resignar a mirar el suelo hasta
eleva. No avanza en el aire. No vuelve a ba-
A manera de modista de barrio, se confeccionó
a sí misma como una imaginaria marioneta
que, manejada por hilos de racio-
El Parkinson pone en consideración toda la
Cada mañana, el enfermo, con la conciencia
atenta del explorador, tantea la propia nalidad y estrategia, trataba de andar por la plataforma de lanzamiento para el desplie-
más? Rita, por favor, la invito a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
puede,
carne,
esos
husmea
ojos
sus
vacíos,
recovecos
esa
y alerta
cara
sobre
sin vida expresión, como mejor podía. esa sonrisa hueca, gue ese de gesto la vida, de y a ella asombro la obligó a racionalizar
hasta lo obvio...
desasombrado,
cualquier nuevo dolor o síntoma a estrenar.
La racionalización del día a día fue, para
Estar
¿a
enfermo
esta pobre
es un cotidiano
mujer,
acto
usted,
de reconocimiento
y Elena tuvo que celebrar el tre la salud y la enfermedad. Cada uno de cuadras, las esquinas, los botones de la blu-
le pide más?, ¿y mí, qué, qué más me pide a mí? (…) Rita
Elena, el mayor recordatorio del pasaje en-
Elena sabe que debe contar los pasos, las
se acercó a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo quedó
mirando, elemental como sí hay los consabidos solución, postula-
una, abrir si uno ojo no hasta quiere cerrarlo, más, debía ahora ¿a ser qué conocer se refiere, el horario Rita? estricto Uno de los puede trenes y ele-
propio. Su enfermedad violentó algo tan los actos que todo mortal realiza, desde sa para que no le quede torcida; que debe
dos del tiempo y el espacio. Las cuadras, las pasado por el tamiz de una lógica estratégica.
vivo Elena desmenuzaba hay esperanza, analíticamente sí pero pastillas yo no que estoy destrabarán hablando las compuertas de mi
calcular con precisión de relojero suizo las
gir, doctor… manzanas, las Rita, horas, mientras los días… se convirtieron
en categorías arbitrarias que ya poco cada hecho, lo disgregaba en miles de par-
de sus piernas. Sabe todo lo que tiene que
uno está
madre… representaban para ella. Así, tiempo y estículas
para poder observarlo en cámara saber para, recién, poder empezar a poner
….su madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elena
(…) de hacernos algo más sentir, que en algo, un distintos Parkinson a los común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita
La enfermedad, por su cuenta, se encarga
demás. En el caso Elena, desde un primer
momento,
(…) ¿plus quiere
el
decir
Parkinson
más?,
le dejó
¿es
muy
que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que tenemos?,
¿hay más?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso
en claro las consignas a seguir: calibrar el
tiempo, medir palmo a palmo el espacio,
a voluntad,
calcular la curvatura
más que
de los
arrastrar
brazos para po-loder vestirse, contar los pasos, estimar la al-
pies, más que los únicos pasos que pueda dar sean gracias a
la levodopa?, tura de los zócalos, ¿hay evitar más los bancos todavía, en los doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder
días de pago a los jubilados…
cortarse las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deglutir
marcha con dificultad, a la par de nuestra sentir voluntad que con el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, que in-
Cuando hay salud, el cuerpo no es pensado,
silencio de un aliado; pero, en la enfermedad,
cien se emancipa, veces se tragar hace tema, una se vuelve pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, usted, dice que todavía hay
tentar
objeto de atención y pensamiento. Sentirse
Rita, enfermo, por antes favor, que estarlo, la invito es un pro-a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
más?
ceso que va de la absoluta irreflexión a la
puede, esos ojos vacíos, esa cara sin expresión, esa sonrisa hueca, ese gesto de asombro desasombrado,
¿a esta pobre mujer, usted, le pacio pide perdieron más?, su condición ¿y a mí, objetiva qué, para qué más me pide a mí? (…) Rita
reflexividad máxima. Cuando asoma el dolor,
aquello que en uno nunca tuvo registro
consciente pasa a ser objeto de atención y
empezar a correr al pulso que su enfermedad
¿y dictaminaba. qué solución Los metros hay? y las Ninguna, horas le respondió. Rita se lo que-
se acercó eso que a hasta Benegas entonces y sólo lo se miró expresaba fijo, a
nivel de vivencia personal llega a convertirse
en una dura sí entidad hay científica. solución, una, ferencias si uno vanas no para quiere un cuerpo más, que ¿a tuvo qué se refiere, Rita? Uno puede ele-
empezaron a ser números irrelevantes, redó
mirando,
A Elena le dolía el cuello y las mejillas, que instaurar su propia lógica:
gir, doctor… Rita, mientras uno está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy hablando de mi
los nombres con que los médicos habían
madre… bautizado su sentir. Así, la novela refleja la
brecha entre la vivencia del que sufre y el
“Elena suele entretener su mente recitando
las calles que debe recorrer en orden alfabético,
de adelante para atrás, de atrás para
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Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com