REVISTA MAS especial mariscos 3ra edición

Mermeladas
El final del verano suele ser época de cosecha de las frutas más habituales para elaborar nuestras confituras y
mermeladas. Frutas como los higos, mangos, moras y muchas otras más, son ideales para preparar conservas
que podemos disfrutar en nuestros desayunos, meriendas y cómo no, que nos permitirán elaborar infinidad de
postres. Acá te damos MÁS consejos para unas mermeladas perfectas.
LA MATERIA PRIMA
Como todo el mundo sabe, la materia prima principal
de toda mermelada es la fruta y el azúcar. Con
respecto a la fruta, lo ideal es preparar nuestras
conservas caseras con la fruta de temporada, ya
que el punto de maduración será el correcto y nos
aseguraremos de que no han madurado tiempo
excesivo en cámaras y de forma artificial.
MERMELADA
La fruta para preparar la mermelada no debe
estar muy verde, pero tampoco muy madura, ya
que si es así contendrá menor cantidad de pectina
lo que dará como resultado una mermelada
poco espesa y difícil de utilizar.
El azúcar es un elemento muy
importante en la fabricación de
la mermelada pues actúa como
conservante, por ello no se
debe bajar excesivamente
su proporción en relación
con la fruta. Esta es
una de las principales
causas por las que nos
solemos encontrar con
mermeladas líquidas y
con poco cuerpo. Lo ideal
es que por cada kilogramo
de fruta se añada de 700
a 1000 gramos de
azúcar.
... SI
LA GOTA
RESBALA COMO
UNA LÁGRIMA
SIGNIFICA QUE AÚN LE
FALTA COCCIÓN A LA
MERMELADA, ENTONCES
SE DEBE SEGUIR
COCINANDO UN
POCO MÁS.
Otro aspecto
relevante, es que
dejemos macerar
durante varias horas
la fruta junto con
el azúcar para que
cuando empiece a
cocer la mermelada,
el azúcar ya
esté totalmente
disuelto en el
líquido que la
fruta ha soltado
durante
horas.
esas
LA PECTINA
Dependiendo del tipo de fruta que se vaya a utilizar,
será necesario añadir pectina externa o bien usar las
frutas que la traen ya naturalmente. Los arándanos y
las manzanas no necesitan pectina adicional. En otras
frutas, como las peras o las fresas, es conveniente
adicionar por cada kilo y medio de fruta una
cucharadita de café de pectina o polvo de pectina, y
siempre mezclarla con una pequeña parte de azúcar
glasé o azúcar en polvo pasada por un colador para
que no haga grumos.
Es conveniente activar la pectina con algún ácido,
así que un chorro de limón será el mejor aliado en la
fabricación de las mermeladas caseras.
LA COCCIÓN
La falta o el exceso de cocción es un punto
importante en el éxito de nuestras
mermeladas. El momento óptimo será
cuando el azúcar consigue enlazarse
con la pectina y esto ocurre más o
menos a una temperatura de 105
grados. Así que lo ideal es tener un
termómetro de cocina y cuando
nuestra mermelada alcance esa
temperatura podemos considerar que
ya está cocida.
Si no se cuenta con un termómetro, hay
otros sencillos trucos que nos pueden ayudar.
Uno sería echar una gota de mermelada en un papel
de cocina y ponerlo en vertical; si la gota resbala como
una lágrima significa que aún le falta cocción a la
mermelada, entonces se debe seguir cocinando un
poco más.
También se puede comprobar su punto pasando una
espátula por la mermelada, si esta pasa por encima
de la cuchara formando una capa fina y líquida, la
mermelada aún necesita más cocción. El punto será
cuando de la espátula caiga una gota gruesa que se
desliza pesadamente.
Esperamos que estos sencillos consejos sean de
provecho para conseguir mermeladas caseras, con
resultados profesionales. Aprovechá tus paseos para
recolectar moras, frambuesas, mangos, ya que gran
parte del éxito de nuestras conservas está asegurado
con estas frutas.
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