El tamaño importa
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
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sedosas y mariconeadas con aguas de colonia: algo así<br />
habría sido un agravio.<br />
La gillette a la cual las crónicas se refieren era una<br />
pequeña lámina rectangular de acero con dos filos longitudinales,<br />
los cuales, al intersectar las aristas menores<br />
formaban cuatro vértices (esquinas) de letal contextura…<br />
esa gillette podía afeitar tranquilamente a un<br />
jabalí. <strong>El</strong> del parche vio cómo el experto la hacía flexuosa<br />
entre el pulgar y el mayor para impulsarla con<br />
este último y clavarla en el marco de una ventana en<br />
menos tiempo que el necesario para que las pestañas<br />
de arriba se juntaran con las de abajo. Vio la pequeña<br />
hélice supersónica incrustarse de esquina donde el ojo<br />
la mandaba. Surgía como un fotón negriazulado, ya<br />
desde el costado derecho, ya por detrás de la cintura,<br />
ya por debajo de la pierna izquierda, ya por delante, ya<br />
por la espalda en sucesiones tan rápidas que seis gillettes<br />
lanzadas una tras otra parecían seis rayos negros<br />
que convergían en un mismo punto casi a un mismo<br />
tiempo<br />
–¿Podía hacer alguna otra demostración?<br />
–Sí; podía<br />
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