El tamaño importa
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
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esa clase de servicios, a quienes, como ella, los<br />
necesitaba con mayor urgencia; se limpió los ojos y se<br />
encaminó a la casa señalada<br />
¿Sólo la mitad?<br />
Así era; había muchos gastos y los de “arriba” exigían su<br />
porcentaje<br />
Un vacío hondo reemplazó su asombro y su indignación;<br />
recibió y fue en pos de los que la esperaban como se<br />
espera la única posibilidad de sobrevivir… reflexionó<br />
sobre el hecho de que las leyes del mercado feroz se<br />
aplicaban también en este caso: el precio del hambre<br />
bajaba a medida que se hacía más abundante… en el<br />
precio se incluía la dignidad y la tristeza de tener que<br />
ofrecerla a cambio de tan poco… que en este extraño<br />
mundo del capital no regulado, una prostituta puede por<br />
lo menos, rechazar a un cliente, pero una madre con seis<br />
hijos ni siquiera puede negociar su propia estima en el<br />
“tómelo o déjelo”, del que se ufanan todos los malditos<br />
del mundo… llegó a su choza; habría sulta-na con azúcar<br />
y sopaipillas ese día de fiesta hogareña<br />
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