El tamaño importa
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
El libro consta de algunos relatos cortos de diversa contextura; desde el humor de “La guerra de los Tamaños” hasta las reflexiones de Neshamanú sobre la condición actual del ser humano, pasando por momentos de expectativa, frustración y final feliz del relato “El No. 10”. El lenguaje es llano; son relatos bien contados sin palabras que sobren o que falten. En mi opinión, el relato corto, o cuento, es la narración de un momento vital y las circunstancias que lo rodean, a diferencia de la novela que, también en mi opinión es el relato de varios momentos vitales en el marco de una idea central.
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Contó a los seis; las dos mayores ya estaban al borde<br />
mismo donde se pasaba de niña a mujer, sin lapsos de<br />
ensueño para el cantante de moda… dos pre mujeres<br />
hechas en estaño y en escarcha… cuerpos tapados con<br />
jirones… algún día les tocará ser abandonadas en un<br />
agujero de la noche con tres llantos más urgentes,<br />
cuanto más débiles… quizá antes sean sirvientas, cuiden<br />
niños ajenos, hagan los mandados, sean lasti-madas por<br />
alguien que considera el hambre de los pobres como un<br />
vicio….<br />
Los dos medianos: hombres de siete y ocho años…<br />
Esperan los amaneceres haciendo cola para recibir los<br />
primeros periódicos y venderlos en las calles… luego<br />
llevarán su cajón de lustrar zapatos, implorando que<br />
alguien se fije en ellos, como se fijan en la basura de la<br />
acera… lavarán autos con agua traída en baldes desde<br />
una pila pública y en la noche los cuidarán durmiendo con<br />
la cabeza apoyada en una de las llantas… los dueños<br />
saldrán de las fiestas, borrachos y panzones y no querrán<br />
pagarles por el tiempo vacío… se verán obligados a<br />
pedir en las calles, entonces la avaricia en forma de una<br />
vieja arpía los reñirá, acusándolos de ser “mañudos” y<br />
“mal acostumbrados”<br />
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