22.05.2018 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO 45<br />

Llamo a Hardin, pero me ignora. Cuando ya está a medio camino del coche, se da la<br />

vuelta tan rápido que casi choco contra él.<br />

—¡Joder, Tessa! ¡¿Qué mierda has hecho?! —me grita. La gente que pasa por<br />

nuestro lado empieza a mirarme, pero él continúa—: ¿A qué clase de juego intentas<br />

jugar? —Se acerca a mí. Está enfadado, más que enfadado en realidad.<br />

—No es ningún juego, Hardin. ¿Es que no has visto lo mucho que quería que<br />

fueras? Estaba intentando llegar a ti, ¡y tú has sido tan maleducado! —No estoy<br />

segura de por qué estoy gritando, pero no voy a dejar que me chille sin más.<br />

—¿Llegar a mí? ¿Qué coño me estás contando? ¡A lo mejor tendría que haberse<br />

preocupado por llegar a mí cuando abandonó a su familia! —Las venas del cuello se<br />

le tensan bajo la piel.<br />

—¡Deja de decir tacos! ¡Quizá está intentando recuperar el tiempo perdido! La<br />

gente comete errores, Hardin, y es evidente que le importas. Tiene una habitación<br />

para ti en su casa, llena de ropa por si…<br />

—¡No sabes una mierda sobre él, Tessa! —chilla, y se estremece de rabia—.<br />

¡Vive en un pedazo de mansión con su nueva familia, mientras mi madre se mata a<br />

trabajar cincuenta horas a la semana para pagar las facturas! Así que ahórrate el<br />

sermón. ¡No te metas donde no te llaman!<br />

Se sube al coche y cierra de un portazo. Me apresuro a entrar también, por miedo<br />

a que se le ocurra dejarme tirada; está histérico. Se acabó nuestro día sin discusiones.<br />

Está hecho una furia, pero por suerte permanece callado cuando salimos a la<br />

carretera principal. Si pudiera mantener este silencio el resto del viaje, sería feliz.<br />

Pero una parte de mí insiste en que Hardin tiene que entender que no puede gritarme<br />

así. Es uno de los puntos a favor que tengo que reconocer de mi madre: me enseñó<br />

cómo no debe tratarme un hombre.<br />

—Está bien —digo fingiendo serenidad—. No voy a meterme donde no me<br />

llaman, pero pienso aceptar la invitación de esta noche, vayas tú o no.<br />

Como si fuera un animal salvaje enfurecido, se vuelve hacia mí.<br />

—No, ¡ya te digo que no!<br />

Manteniendo la falsa calma, añado:<br />

—No es de tu incumbencia lo que yo hago o dejo de hacer, Hardin, y, por si no te<br />

has dado cuenta, me ha invitado. Puede que le pregunte a Zed si quiere venir<br />

conmigo.<br />

—¡¿Qué acabas de decir?!<br />

www.lectulandia.com - Página 179

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!