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After - Anna Todd

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—Dijiste que sólo la familia y los amigos pueden llamarte así. Creo que me lo he<br />

ganado.<br />

¿Cómo es que se acuerda de eso? Creo que lo dije nada más conocerlo. Sonrío.<br />

—En eso tienes razón. Llámame como quieras.<br />

—Ay, nena, yo no diría eso si fuera tú. Tengo preparada una larga lista de<br />

guarradas que me encantaría llamarte.<br />

Su sonrisa es de lo más descarada y, para ser sincera, me muero por oír sus<br />

cochinadas. Aun así, me contengo, no pregunto y junto las piernas. Creo que lo ha<br />

notado porque sonríe de oreja a oreja.<br />

Justo cuando se me ocurre una frase sobre lo pervertido que es, me quedo sin<br />

palabras. Al acercarnos a la fraternidad vemos que el jardín está lleno de gente y en la<br />

calle no caben más coches.<br />

—Mierda, no sabía que hubiera una fiesta esta noche. Si estamos a martes. ¿Ves?<br />

Éstos son los rollos a los que…<br />

—No pasa nada. Podemos meternos directamente en tu habitación —lo<br />

interrumpo para intentar aplacar su ira.<br />

—Vale —suspira.<br />

Entramos en la casa. No cabe un alfiler. Hardin y yo vamos derechos a la escalera<br />

y, cuando empiezo a pensar que lo hemos conseguido sin tropezarnos con nadie, veo<br />

una mata de pelo rubio de color arena en lo alto de la escalera.<br />

Jace.<br />

www.lectulandia.com - Página 363

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