22.05.2018 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

No puedo disimular la sonrisa que se me dibuja en la cara al recordarlo.<br />

—Bien. Es un gran alivio —dice, y deja escapar un suspiro.<br />

—¿Has venido hasta aquí porque pensabas que me había arrepentido? —le<br />

pregunto. Es un poco extremo, pero muy halagador.<br />

—Sí… Bueno, no sólo por eso. También quería invitarte a comer. —Sonríe y se<br />

lleva mi mano a los labios.<br />

Salimos del ascensor y luego a la calle. Debería haber cogido la chaqueta.<br />

Tiemblo un poco y Hardin me mira.<br />

—Tengo una chaqueta en el coche —dice—. Podemos ir a cogerla y luego a Brio,<br />

está a la vuelta de la esquina y se come muy bien.<br />

Caminamos hacia su coche y saca una cazadora negra de cuero del maletero. Me<br />

hace gracia. Creo que lleva toda la ropa en el maletero. Lleva sacando ropa de ahí<br />

dentro desde que lo conozco.<br />

La chaqueta abriga mucho y huele a Hardin. Me va enorme y tengo que<br />

arremangármela.<br />

—Gracias. —Le doy un beso en la mandíbula.<br />

—Te queda muy bien, como un guante.<br />

Me coge de la mano y andamos por la acera. Los hombres y las mujeres vestidos<br />

de traje nos miran sin disimulo. A veces se me olvida lo distintos que parecemos<br />

vistos desde fuera. Somos polos opuestos en casi todo pero, no sé cómo, nos va bien<br />

así.<br />

Brio es un restaurante italiano pequeño y pintoresco. El suelo está cubierto de<br />

azulejos multicolores y el techo es un mural del cielo con querubines regordetes y<br />

sonrientes que esperan junto a unas puertas blancas y un par de ángeles, uno blanco y<br />

uno negro, abrazándose. El ángel blanco está intentando llevar al negro al otro lado.<br />

—¿Tess? —dice Hardin tirándome de la manga.<br />

—Voy —musito, y vamos hacia nuestra mesa, que está al fondo.<br />

Hardin se sienta en la silla que hay a mi lado, no en la de enfrente, y apoya los<br />

codos sobre la mesa. Pide para los dos, pero no me importa porque él ya ha comido<br />

antes aquí.<br />

—¿Sois muy amigos el señor Vance y tú? —pregunto.<br />

—Yo no diría tanto. Pero nos conocemos bastante. —Se encoge de hombros.<br />

—Parece que os lleváis muy bien. Me gusta verte así.<br />

Se le dibuja una pequeña sonrisa en los labios y me acaricia el muslo.<br />

—¿Ah, sí?<br />

—Sí. Me gusta verte feliz.<br />

Siento que no me lo está contando todo sobre su relación con el señor Vance pero,<br />

por ahora, voy a dejarlo estar.<br />

—Soy feliz. Más feliz de lo que creía que iba a serlo… nunca —añade.<br />

—¿Qué mosca te ha picado? ¡Te estás ablandando! —bromeo, y se ríe.<br />

—Si quieres puedo volcar unas cuantas mesas y romper un par de narices para<br />

www.lectulandia.com - Página 348

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!