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After - Anna Todd

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CAPÍTULO 62<br />

Cuando me despierto, tardo un segundo en recordar que no estoy en la cama con<br />

Hardin. El sol brilla pacíficamente en la ventana y de repente veo que hay alguien.<br />

Me incorporo a toda velocidad para orientarme. Mis ojos se acostumbran a la luz y<br />

estoy segura de que he perdido la cabeza.<br />

—¿Hardin? —digo en voz baja restregándome los ojos.<br />

—Hola —responde desde su sillón orejero, con los codos apoyados en las<br />

rodillas.<br />

—¿Qué demonios haces tú aquí? —salto. Me duele el corazón.<br />

—Tessa, tenemos que hablar —dice. Tiene unas bolsas enormes bajo los ojos.<br />

—¿Has estado observándome mientras dormía? —pregunto.<br />

—No, claro que no. Acabo de llegar —repone.<br />

Me pregunto si ha tenido pesadillas sin mí. Si no las hubiera visto en vivo y en<br />

directo, pensaría que son parte de sus jueguecitos, pero recuerdo su cara sudorosa<br />

entre mis manos y la mirada de pánico en sus ojos verdes.<br />

Me quedo callada. No quiero discutir con él. Sólo quiero que se vaya. Bueno, lo<br />

cierto es que no quiero que se vaya y lo odio, pero tiene que irse.<br />

—Tenemos que hablar —repite.<br />

Cuando niego con la cabeza, se pasa las manos por el pelo e inspira hondo.<br />

—Tengo clase —le digo.<br />

—Landon ya se ha ido. Te he quitado la alarma del móvil. Ya son las once.<br />

—¡¿Que has hecho qué?!<br />

—Estuviste despierta hasta tarde y creía que… —empieza a decir.<br />

—¿Cómo te atreves a…? Vete.<br />

Tengo muy reciente el dolor que me causó ayer con su comportamiento, tanto que<br />

supera la rabia que me da haberme perdido las clases de la mañana, pero no puedo<br />

dar señales de debilidad o las aprovechará para atacarme. Como hace siempre.<br />

—Estás en mi habitación —señala.<br />

Salto de la cama sin importarme no llevar encima nada más que una camiseta, su<br />

camiseta.<br />

—Tienes razón, ya me voy —asiento con un nudo en la garganta y los ojos a<br />

punto de llenárseme de lágrimas.<br />

—No, lo que quería decir es que estás en mi habitación, ¿por qué estás en mi<br />

habitación? —dice con la voz quebrada.<br />

—No lo sé, sólo es que… Sólo… No podía dormir —confieso. Tengo que cerrar<br />

www.lectulandia.com - Página 263

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