22.05.2018 Views

After - Anna Todd

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO 90<br />

Dejo el libro y miro la hora en el móvil. Es pasada la medianoche. Debería intentar<br />

dormir un poco. Ya ha venido a pedirme que vaya a la cama con él, que no puede<br />

dormir sin mí, pero no he dado mi brazo a torcer y lo he ignorado hasta que se ha<br />

marchado.<br />

Estoy quedándome dormida cuando oigo a Hardin gritar:<br />

—¡No!<br />

Me levanto del sofá de un brinco y corro al dormitorio. Está pataleando debajo de<br />

la gruesa manta, bañado en sudor.<br />

—Hardin, despierta —le digo en voz baja agarrándolo del hombro. Con la otra<br />

mano le aparto un mechón empapado de la frente.<br />

Abre los ojos. Son puro terror.<br />

—Tranquilo… No pasa nada… Sólo era una pesadilla.<br />

Hago lo que puedo para tranquilizarlo. Mis dedos juegan con su pelo y luego le<br />

acaricio la mejilla. Está temblando. Me meto en la cama y lo abrazo por detrás.<br />

Siento que se relaja cuando apoyo la cara en su piel pegajosa.<br />

—Quédate conmigo, por favor —suplica. Suspiro y permanezco en silencio. Lo<br />

abrazo con fuerza—. Gracias —susurra, y al cabo de unos minutos vuelve a dormirse.<br />

El agua no sale lo bastante caliente para relajar mis músculos tensos. Estoy agotada<br />

por la falta de sueño de anoche y por la frustración de lidiar con Hardin. Estaba<br />

dormido cuando me he metido en la ducha, y rezo para que siga durmiendo hasta que<br />

me haya ido a las prácticas.<br />

Por desgracia, nadie escucha mis plegarias. Hardin está levantado, junto a la<br />

encimera de la cocina, cuando salgo del cuarto de baño.<br />

—Estás preciosa —dice con calma.<br />

Pongo los ojos en blanco y paso junto a él para servirme una taza de café antes de<br />

salir.<br />

—¿Ahora no me hablas?<br />

—No, ahora mismo, no. Tengo que irme a trabajar y no tengo fuerzas para esto —<br />

salto.<br />

—Pero… Anoche viniste a la cama conmigo —protesta.<br />

—Sí, sólo porque estabas gritando y temblando —replico—. Eso no significa que<br />

te haya perdonado. Quiero una explicación, de todo. Todos los secretos, las peleas…<br />

www.lectulandia.com - Página 403

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!