Ponce, Genio de México vida y época

El citado concurso se dividió en tres grupos:
1.- Composiciones conocidas no armonizadas.
2.- Composiciones conocidas armonizadas por el remitente.
3.- Composiciones originales del remitente.
Finalmente, la obra triunfadora resultó la inmortal
“Canción Mixteca”, del compositor y clarinetista José López
Alavés (1889-1974), originario de Huahuapan de León, Oax.;
canción que por méritos propios se ha convertido en segundo
Himno Nacional de los mexicanos que viven fuera de su
lugar de origen. Su letra, de inspiración celeste, dice:
¡ Qué lejos estoy del suelo donde he nacido !
inmensa nostalgia invade mi pensamiento;
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento,
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.
¡ Oh tierra del sol ! suspiro por verte.
Ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor;
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento,
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.
Su popularidad es tanta, que hasta los hermanos sudamericanos
la adaptaron como suya. López Alavés la escribió
en 1913, cuando estudiaba en el Conservatorio Nacional.
“Canción Mixteca”, “Tehuantepec”, “La Sandunga”, “La Llorona”;
y “Dios Nunca Muere”, de Macedonio Alcalá (1831-
1869), entre otras, son algunos eslabones de la misma cadena
creativa del pueblo de Oaxaca. Su dialéctica poética nos
cimbra de pies a cabeza, pues lo mismo nos hablan de la
grandeza del Señor; de la belleza de una puesta de sol en el
terruño añorado; o bien, del goce infinito del cálido aliento
del ser amado.
“El Oro del RHIN.- Por esos días de 1918, los E.U.A. ya estaban
en guerra al lado de los aliados contra Alemania y los países
imperalistas del centro de Europa; en ese contexto mundial,
los aliados tenían prohibido interpretar en su territorio música
de compositores germanos, austriacos y húngaros. Por tal
causa, los países no beligerantes pero simpatizantes de los
aliados si bien no lo prohibían, voluntariamente se abstenían
de interpretarla. Solamente que en México gobernaba don
Venustiano Carranza, de evidente conducta germanófila, y
no aceptó la sugerencia aliada; todo lo contrario, tomando
una actitud desafiante (porque así era Carranza), desde prin-
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