Ponce, Genio de México vida y época

suscripción y venta de abonos para la temporada, al precio
de ¡ DOS PESOS MENSUALES !... Para las funciones se pensaba
en el Teatro Esperanza Iris y en la Escuela Nacional Preparatoria,
pues tenían aforo para más de mil personas, condición
básica para ofrecer conciertos a bajo costo y recuperar los
gastos ineludibles, por ejemplo:
La sala de conciertos (a menos de contar con un lugar
propio, de ahí la importancia de conseguir el Anfiteatro
de la Escuela Nacional Preparatoria). Por otro lado, trasladar
la orquesta requiere transporte especial para los instrumentos
y profesores; se necesitan cargadores que suban, acomoden,
cuiden y bajen los voluminosos instrumentos y equipo
complementario, y al terminar la función repetir la operación.
De la misma forma, se requiere un “Atrilero” que desempaque
e instale los atriles y papeles musicales, y al terminar la
función recogerlos, clasificarlos y empacarlos nuevamente.
La orquesta también requiere los oficios de un buen
“Bibliotecario”, que clasifique y mantenga ordenado el repertorio
musical del grupo (¡Son miles de copias!); siendo tarea
del ilustre bibliotecario copiar las páginas borrosas o maltratadas,
pero si son muchas (y sí lo son), mandarlas copiar
a uno de tantos despachos “Copistas” profesionales. Igualmente,
hace falta un buen “Gerente Administrativo” y otro
“Artístico”. Finalmente, toda esa gente especializada y otros
más, requieren pago fijo y seguro, de otra forma se van con la
música a otra parte complicándolo todo, pues los músicos de
la orquesta ¡No cargan ni copian nada!... Así es este asunto
en México y el mundo entero.
La Rosa Blanca.- En otro orden de cosas, recordemos que
cuando Ponce regresó de Cuba en junio de 1917, la Isla se
debatía entre violentos estertores revolucionarios que lanzaron
fuera a mucha gente valiosa; por ese motivo México se
convirtió en refugio para ellos y pronto llegaron amigos de
Manuel M. Ponce, entre otros la violinista Asunción Sauri de
Rubio y el profesor de canto Agustín C. Beltrán, con quienes
formara en Cuba la “Academia de Música Beethoven”; Ponce,
consciente de que ciertas cosas en la vida únicamente
se pagan con la misma moneda: Ayuda desinteresada, Lealtad,
Fidelidad, Amistad, Amor, entre otras; les tendió su mano
franca de amigo sincero, aconsejándoles instaurar aquí la
“Academia de Música Beethoven”.
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