Ponce, Genio de México vida y época

Cuatro días después, Ponce y la OSN participaban
en la ceremonia organizada en el Bosque de Chapultepec
por el Gobernador del D.F., D. Arnulfo González, en memoria
de Justo Sierra en su V Aniversario Luctuoso; develándose un
sencillo monumento al ilustre educador. Además participaron
los poetas Antonio Mediz Bolio y Amado Nervo, recién llegado
de Europa. Igual que a Ponce en 1917, Carranza trajo
a Nervo de vuelta a la patria para contrarrestar la propaganda
negativa que se desarrollaba en todo el mundo contra
el “México Revolucionario”; e igual que a Ponce le ofreciera
La dirección de la OSN, también le lanzó un jugoso anzuelo
nombrándolo Ministro Plenipotenciario en Argentina y Uruguay,
ya que la popularidad del poeta nayarita luego de su
estancia en París y Madrid alcanzaba niveles extraordinarios,
se le comparaba con el inmenso Rubén Darío, recientemente
desaparecido.
El evento cívico se efectuó en el cruce de las Calzadas
de los Poetas y los Artistas. “En ese lugar se improvisó un
sencillo estrado en el que tomaron asiento la mayor parte
de nuestros intelectuales, así como numerosas personas de
nuestra buena sociedad” —citaba un diario al día siguiente—.
El acto resultó imponente, posiblemente ni los organizadores
lo esperaban pues asistieron más de mil personas. Los
dos poetas, altivos y elegantes, disertaron desde el césped
del Bosque, rodeados de niños escolares y público asistente.
“El organizador del homenaje estuvo acertado al escoger las
dos hermosas piezas musicales, que con gallardía e inspiración
interpretara la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por
el maestro Ponce. Inició la orquesta su artístico trabajo con el
Preludio de “Los Maestros Cantores” de Wagner, de ese Wagner
que junto con Beethoven, Goethe y Hegel forman la verdadera
Alemania, no la del kaiser ni la de Hindenburg, que la
mayoría conoce a través de los diarios agermanados” —señalaba
otro periódico—. “Como último número, los niños de
los kindergartens, llevando en sus manecitas pequeños ramos
de flores, las depositaron al pie del monumento a don Justo
Sierra, en tanto la orquesta ejecutaba el Himno Nacional,
que fue coreado por la concurrencia” —finalizaba su crónica
el diario—. “Antes, los niños interpretaron dos obras de Ponce
para canto: “La Primavera” y “Canto a Justo Sierra”; y mientras
las decían, la orquesta sinfónica los acompañaba con
suaves acordes a la sordina, produciendo un efecto hermoso
y emocionante” —señalaba otro diario—.
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