Ponce, Genio de México vida y época

la forma como Ponce había dirigido a Wagner en el difícil
programa y señalaba:
“Colosal, sencillamente, resultó el concierto organizado
por la Dirección General de Bellas Artes, en honor del
inmenso compositor alemán Ricardo Wagner. A las once de
la mañana, una exquisita concurrencia ocupaba todas las
localidades y pasillos del Anfiteatro de la Preparatoria, y a la
hora anunciada, cumpliendo con el precepto de la exactitud,
se presentaron el Rector de la Universidad Nacional, Lic.
José Natividad Macías; el Director de las Bellas Artes, Lic. Luis
Manuel Rojas; el Secretario General de la misma Institución,
Agustín Loera y Chávez, y el conferencista en turno, Lic. Antonio
Caso.
Sonó la campanilla, y Caso llegó hasta la tribuna en
medio de una demostración jubilosa de aplausos y habló
sabiamente; su verbo es claro, diáfano y sus razonamientos
convincentes…y termina su bella pieza oratoria seleccionando
a cinco grandes músicos: Wagner, Schubert, Beethoven,
Mozart y Haydn.
El maestro Ponce ocupa su lugar de honor en el atril
y dirige el preludio de “Los Maestros Cantores”. Su batuta es
poco enérgica, pero la música tiene tanta originalidad, los
profesores saben tan bien sus partes, que el preludio lleno de
músculo, de nervio, de energía, hace que el público sienta
el sagrado calosfrío de lo sublime. Al terminar, una ovación
es el remate de la labor de los profesores de la Sinfónica. Y
viene la escena del Fuego Encantado de “La Walkyria”, interpretada
en el piano por el héroe de este ciclo de conciertos
alemanes, el profesor Carlos del Castillo, y en el órgano, por
la señorita Carlota Botte; el público pidió la repetición de tan
sentido trozo musical. Ponce dirige los Rumores del Bosque
de “Sigfrido”, del hombre que lucha victoriosamente contra
las fuerzas sobrenaturales, y como este paisaje musical está
impregnado de un tranquilo bucolismo, Ponce, que es un
romántico impregnado de suave aristocracia, supo matizar
exquisitamente los rumores del bosque. Y para terminar, vino
la “Entrada de los Bardos al Castillo de Waterburgo” del “Tanhausser”,
cantada por un coro de cien voces. Esta marcha,
obtuvo un éxito maravilloso debido, y justo es decirlo, a la
sabia dirección de Carlos del Castillo y de Manuel M. Ponce”.
30