Boletines DICEX 2018.

Noticias sobre el Comercio Exterior
Boletín No. 14 Junio 2018
Si nos ponemos a analizar la logística, así es como se ve la
planificación de las rutas de entrega en muchas empresas
que administran sus flotas de entrega utilizando métodos
manuales hoy en día: un planificador de rutas recopila las
órdenes impresas de los clientes, las asigna a un conductor
según el territorio y las ordena de principio a fin luego de
examinar un mapa y entrega las pilas a los conductores
para entregarlas en secuencia.
Estos planes logísticos pueden desmoronarse en el
momento en que hay una demora, y es difícil solucionarlos
de forma manual. Las ineficiencias obstaculizan cada ruta, y
las entregas se retrasan o se pierden, los clientes pierden la
fe en el proveedor y las rutas de los camiones a menudo se
cruzan entre sí o se duplican innecesariamente. Cuando se
trabaja de forma manual, cualquier conocimiento experto
sobre las peculiaridades de los muelles de carga, los
requisitos especiales de descarga del cliente y los
problemas de tráfico habituales tiende a perderse porque no
hay un lugar central para recogerlo que no sea en la
memoria del planificador.
En Estados Unidos hay un alto costo para la consiguiente
ineficiencia. Los costos de entrega de la última milla en el
sector B2C se han disparado a un estimado del 30% del
costo total de transporte; y una cifra similar podría
alcanzarse en el sector B2B. El costo completamente
cargado de una milla de camión es de $ 1.59 usd, de
acuerdo con el American Transportation Research Institute.
Para una flota de entregas privadas de 50 vehículos, donde
cada vehículo acumula 50,000 millas por año, manejar un
20% de las millas necesarias significa casi $ 800,000 usd
en ganancias perdidas anualmente. La satisfacción del
cliente también sufre.
El rendimiento de la entrega se ha convertido en un
diferenciador competitivo, por lo que es un objetivo final
minuciosamente examinado en casi todos los niveles
departamentales. El rendimiento de la entrega de la última
milla ahora está totalmente conectado a cada parte de la
empresa. Y, sin embargo, aunque la última milla es la
parte más compleja de la cadena de suministro, es la
última parte que debe optimizarse. El enrutamiento y la
programación automatizados garantizan que los planes de
ruta de entrega se diseñen para maximizar las paradas de
entrega y minimizar el combustible, a la vez que se
aprovechan al máximo los cambios de conductor y los
camiones disponibles. También puede recopilar
información crítica sobre las rutas reales que las
empresas pueden utilizar para ofrecer a los clientes
tiempos de entrega precisos, y puede retroalimentarse en
el sistema para generar planes de ruta aún mejores la
próxima vez.
En DICEX sabemos que la última milla de la cadena de
suministro es una función integral, no independiente. Sin
una gran planificación y programación de rutas de entrega
y de cada parte de la logística, por más que las empresas
de tecnología inteligentes inviertan para agilizar las
ventas, la gestión de pedidos, el marketing, el diseño de
productos, entre otros, el servicio al cliente se puede
detener en el último obstáculo.
Fuentes:
• http://www.inboundlogistics.com/cms/article/last-miletechnology-needs-a-radical-rethink/?news=1